Capítulo 14
Liam me prohibió acercarme a K o algún otro humano, cree que no tengo un buen juicio ahora que intenté completar la marca con una humana, no lo culpo.
No la he visto desde aquel día que vi a Luke y llevamos estos días buscando quien hace falta. La respuesta es nadie.
No tenemos informes de desaparecidos o la ausencia de alguien. Liam mandó a Cam —su segundo— y Damon mandó a uno de sus grupos especiales a verificar como están todos en las aldeas más lejanas. Damon cree que he perdido la cabeza y que no debería confiar en K, lo entiendo.
Confiar en ellos es difícil.
Al mismo tiempo sé lo difícil que es para mí, saber que esa chica está ahí arriesgando su vida por gente que no conoce, solo porque quiere hacer lo correcto. Aunque eso vaya en contra de sus principios.
Por eso no dudé en ir a la cueva cuando recibí la señal hace dos días. No estaba K, en su lugar había una nota para mí.
«Necesitamos hablar, te espero en 2 días a las 17:15, intentaré darte pruebas, no es seguro, pero buscaré información para que los tuyos puedan hacer algo.
K»
No le dije a nadie que vendría, no quiero darle motivos a Liam o Damon, no dudarán en acabar con ella.
Lo primero que veo al entrar a la cueva es la espalda de ese chico.
—Luke —digo. Se gira con cara de pocos amigos.
—No ha llegado —informa de mala gana y cruza sus brazos.
—Que lindo que te tomes el tiempo de no dejarme solo —digo e imito su posición, lo cual lo molesta y yo disfruto.
—Que te quede claro algo, Elijah. —Luke se acerca a mí—. Hago esto por K y porque ya estoy aburrido de hacer estás cosas. Lo que tú quieras me tiene sin cuidado.
—Eso lo sé —digo—, pero a los dos nos importa K.
—Corrección. —Da otro paso para quedar a unos centímetros de mí—. A nosotros nos importa, K. Tu solo estás fascinado por ella.
—¿Por qué no lo estaría? —contesto—. Es una chica fascinante. —Admito que solo quiero molestarlo.
Me da una sonrisa arrogante.
Un golpe en mi espalda, me hace caer al suelo. Sin tiempo de reaccionar recibo otro golpe en mi pierna.
Mi mano hormiguea por mi instinto natural de querer defenderme, pero no dejo salir mi energía. Si hago eso mi don atacará a este humano que me golpea, me concentro es esquivar sus puños.
Le doy un puño en la cara que me da el tiempo suficiente para alejarme un poco. La cara de Luke aparece frente a mí y su puño conecta con la boca de mi estomago.
Me quejo. Agarro su brazo y doy una vuelta para lanzarlo, el otro humano lo sujeta antes de que caiga sobre una de las rocas.
Ambos toman posición de ataque. Quieren golpearme, pero la energía que nos rodea no me advierte nada. No estoy en peligro.
Sus puños son un mensaje para mí.
—Esto se pondrá bueno —susurro.
Ambos desenvainan sus espadas y agradezco que vine armado, aunque no lo necesite. Saco mi espada y los miro, quiero saber que me quieren dejar claro.
Luke es el primero en atacar.
Comenzamos un baile de espadas donde el sonido de nuestras armas hace eco en la cueva.
¿Qué es lo que quieren?
Sus ataques son fuertes porque ellos son guerreros, pero sigo sin entender el punto al que quieren llegar. Los humanos no hablan, solo actúan.
Entre golpes, jadeos y sudor me doy cuenta. No quieren demostrar su fuerza, ellos quieren dejarme claro que no importa que ellos sean humanos, no se detendrán y van a proteger a K. Incluso de mí.
No puedo evitar sonreír. Ella no está sola.
Decido hacer algo arriesgado, pero alguien debe dar ese paso. Detengo mis ataques y antes de que Luke coche su espada conmigo se detiene en mi cuello, sus cejas se juntan y tiene esa extraña expresión.
Me atrevo a pensar que quiere comprender la situación más que dar puños.
Lentamente baja su espalda.
Algo me tira al suelo y me hace perder todo el aire de mis pulmones, el otro chico se levanta y me deja en el suelo.
—Acabé. —El desconocido se acomoda la ropa y da un par de pasos hacia atrás—. Ella ya viene —le dice a Luke.
Luke se agacha frente a mí mientras yo intento recuperar el aire que perdí. El desconocido se queda atrás viéndonos con los brazos cruzados en su pecho.
—Escúchame bien Elijah —Luke llama mi atención—. Esto solo es una advertencia.
—No hables por mí, lo mío fue pura venganza —habla mi agresor.
—Basta H —dice Luke, parece que es el líder—. No dejaré que le hagas daño a K. Le he fallado últimamente, no lo haré de nuevo.
En un movimiento rápido entierra su espada a un costado de mi estómago, no es profundo, pero si lo suficiente como para quejarme.
—Esto es por casi matarla aquella vez —susurra. Luke suelta su espada—. Vuelve a lastimar a K de cualquier forma o dejarla como la dejaron la última vez y la próxima no será una advertencia.
Luke tiene su mirada fija en mí, le estira la mano a ese tal H y él se acerca para dejar algo en su mano.
—Es información exclusiva, no es mucho porque Noah no ha dejado las instalaciones, pero esto hará que nos maten. —Me tira una USB—. Es la prueba para los tuyos. Nosotros vamos a crear un plan y decidimos cuando es el mejor momento para atacar.
—Vale.
—Sé que te contuviste —dice Luke.
—Probablemente dejé que me hicieran papilla.
—No me agradas. —Luke es muy sincero—. Pero sé que entiendes por qué hacemos esto. Quiero creer que la vas a proteger. —Da un pequeño suspiro—. Aprecia cada segundo porque si fuera por mí, la alejaría de ti.
Se levanta para salir de la cueva y dejarme con este chico que llamado H. Su mirada me dice que quiere saber que ven en mí.
Mi mente entra en una ligera calma al escuchar la voz de K.
—¿Para qué me pediste que regresará a buscar un botiquín de primeros auxilios?
La pregunta de K me da risa. No me quieren muerto, solo querían demostrar su punto.
—Alguien lo necesita allá adentro —contesta Luke.
K entra y su expresión se endurece.
—¿Qué les pasa idiotas? —golpea a H cuando pasa por su lado—. Él va a ayudarnos, ¿Cómo se supone que confíe en nosotros si hacen eso?
—Debíamos dejarle claro que no estás sola. De todas formas, nos va a ayudar.
Ella coloca sus ojos en blanco y con cautela se sienta a mi lado.
Veo que tiene miedo de que haya cambiado de parecer, lo que ella no sabe es que me tiene a sus pies. Ese chico, H, lo sabe.
—Tú le importas, por eso nos ayudará —H sigue viéndonos—. Como sea, me voy.
—Mucho gusto, H —digo antes de que se vaya y él me mira por encima de su hombro—. Y gracias.
—¿Por no matarte? —H sonríe.
—No, por dejarme claro que K no está sola.
—Ella jamás lo ha estado —dice.
K ignora que su compañero se va dejándonos solos, acomoda las cosas que quiere usar en mí.
Luke no me hizo una herida profunda, sabe lo que hace. Su mano intenta acercarse, pero se aleja.
—¿Me dejas?
—Claro.
Mira la herida. Sus gestos son una copia sincera de lo que pasa por su cabeza, lo que hace que mi corazón de un brindo de disgusto por pensar en ella tratando de ocultarse entre aquellos humanos.
Ese pequeño ceño fruncido me dice que está buscando varias soluciones. Sus ojos se entrecierran para más concentración. Luego, todo su rostro se relaja cuando ya decide que es lo que hará.
—Deja de verme —dice y se coloca unos guantes.
—¿Te molesta?
—No.
Me sorprende su respuesta. Su seguridad me hace querer arrastrarla hasta nuestras tierras y pedirle que se quede ahí, conmigo.
Suelto un gruñido cuando ella coloca alcohol en mi herida.
—No te quejes. Dejas que te den una paliza y ellos salen sin ningún rasguño —habla mientras limpia mi herida.
—¿Querías que les hiciera daño? —pregunto y ella niega con la cabeza—. No se trataba de quién es más fuerte. No confían en mí, pero sí en ti.
Atiende cada corte pequeño en mi cuerpo y ese gesto me hace querer tocarla.
—Fue divertido —digo. Coloca más alcohol en una pequeña herida y gruño—. ¿Sabes qué no necesitas hacer esto?
—Cállate. —Termina con el último corte—. No quiero que tu muerte por infección quedé en mi consciencia.
Un médium puede cuidarme en cuestión de minutos. No puedo decirle eso.
Esta satisfecha con su trabajo, recoge lo que usó mientras yo me acomodo mi ropa. Me quedo en el suelo porque estamos cerca y no quiero alejarme de ella. No todavía.
—No han descubierto nada, ¿Cierto?
—No quiere decir que no esté ahí, solo no lo hemos visto —digo.
A pesar de que todo está recogido, sigue moviendo cualquier cosa. Algo la está consumiendo.
—¿Quieres contarme algo?
—Creo que descubrí porque puedo ver eso. —Señala mi marca.
Ha pasado mucho tiempo y aún no completamos la marca. La cosa es que, en lugar de sentirme perdido, siento cada vez más que soy algo que órbita alrededor de K y no siento que deba hacer algo para saber que soy parte de ella y ella de mí.
—Buscando esa información para ustedes. —K señala la USB—. H descubrió muchos archivos que son del Campamento Alma, aunque solo pudo tomar pocos. ¿Sabes de ese campamento?
—¿El campamento que desapareció? —su cara hace un pequeño gesto.
—Los tuyos atacaron ese campamento, todo quedó destruido por eso.
—Si mi gente atacó ese lugar, los tuyos no se quedaron atrás. Lo hicieron por una buena razón y jamás lo hicieron con intenciones de acabar el lugar. Solo sé que tenían a uno de los nuestros. Ese no es el punto.
—Si lo es. Yo crecí en ese sitio.
Era muy pequeño para estar en esa lucha. La recuerdo porque fue una noche oscura para los nuestros, algo que nos dejó marcados a todos.
Aquella noche fue uno de los primeros encuentros entre Liam y Noah, que afectó todo nuestro mundo.
Sabemos cómo funciona su sistema y nadie dijo que en ese campamento había niños.
—¿Cuál es el secreto? —pregunto y ella parece aceptar que por ahora no es momento de discutir por cosas del pasado.
—Descubrimos que la Doctora C fue la pionera.
Me acerco un poco para quedar frente a ella.
Coloco mi mano en su mejilla porque necesito que sepa que no me interesa lo que han hecho los suyos o los míos. Esto que siento al tocarla, está atracción que me lleva hacia ella, todo eso es algo entre ella y yo. Nadie más.
—Espera —dice y agarra mi mano para quitarla de su mejilla y colocarla en su regazo—. Ella experimentaba con sangre de ascendidos, no hemos visto como lo conseguía sin llamar la atención del Campamento Alpha o de los tuyos.
—¿Noah está retomando lo que esa Doctora C dejó? —K asiente—. ¿Eso qué tiene que ver con que veas mi marca?
—Ella hacía esos experimentos para sacar el registro evolutivo del ADN de tu gente e implantarlo en nuevos sujetos que no lo tenían.
—¿Quería crear ascendidos?
—Eso suponemos, pero no lo sabemos. H no pudo conseguir todos los archivos, no sin llamar la atención, además muchos están encriptados.
»Al parecer siempre fallaba, que los fetos mueran no es el problema, suele pasar. Aún después de todo el avance técnico y la ayuda de las incubadoras, tener bebés es casi algo de suerte. Por eso los Alphas jamás se enteraron de que los fetos morían por los experimentos de la doctora C. La cosa es que su investigación dio un salto que no registró, un único éxito en implantar el registro de evolución.
—¿En quién lo coloco?
—No es un quién. Es en quienes. Todo mi grupo es un gran experimento y el único éxito de la doctora C. Logró implantar esa evolución sintética, solo que no especifica en qué cantidad o las intenciones de su investigación. —K mira nuestras manos—. Soy parte de un proyecto y posiblemente tenga ese registro evolutivo en mi ADN, por eso veo tu marca y no porque sea tu Soulmate.
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