I. Koishiteru
—Sé que es difícil al comienzo... pero con el tiempo te acostumbras y dentro de un rato será lo más sencillo del mundo.
Claro, como ella era Hinata, le resultaba algo tan fácil lo relacionado con Nejimi. Pero ella era Tenten. Tenten, la chica con puntería perfecta, pero con poca destreza para las manualidades. La mujer de ojos castaños suspiró derrotada mientras contemplaba el estambre enredado que se tendía entre sus piernas.
Se acercaba una fecha muy importante para Tenten; los días iban avanzando cada vez más rápido y ella no podía hacer una simple bufanda. No era su cumpleaños, eso era obvio, había sido en marzo; para el cumpleaños de Nejimi todavía había tiempo para encontrar algún regalo. Sin embargo, abril era muy importante para ella y Nejimi.
Nejimi y Tenten habían sido inseparables desde la academia; esto se reforzó al ser elegidas para un mismo equipo con Gai-sensei y Lee; ellas se complementaban de maneras en las que era difícil explicar a los demás, era una química que no se daba con cualquiera ni siquiera con sus otros dos compañeros. Y Tenten recordaba muy bien ese día de abril en el que su corazón latía tan fuerte que sintió como salía de su pecho para ir hacía la persona de su afecto.
Ese día, caminaban a la mansión Hyuga después de un agotador entrenamiento. Las flores de sakura habían brotado por toda la ciudad y cubrían la ciudad con un manto rosa claro y un olor dulce.
Y sin más, Tenten se lo dijo en un impulso. Lo llevaba pensando desde hacía semanas; el ligero perfume que Nejimi utilizaba a veces, la manera en la que su pelo sedoso se movía en el viento y las pocas sonrisas que le dedicaba, como ella quería estar con Nejimi sin importar el lugar y el tiempo. Y el verla junto a si misma, con los ojos cerrados, una leve sonrisa y la respiración pausada se le hizo la mujer más hermosa del mundo, simplemente tenía que decirlo.
—Te ves tan linda que podría besarte—. Las palabras fueron casi un susurro que quizá no hubiera oído de estar más lejos. Pero lo oyó y prueba de ello era la cara color rojo carmín, soltó un gritito «Oh no, ahora nunca más podré verla» fue el primer pensamiento que pasó por su cabeza. Sin embargo, Nejimi la sorprendió con un pequeño beso en los labios que le resultó muy tierno ya que Nejimi era más pequeña que ella por lo que tuvo que pararse de puntillas para besarla.
Y desde ese momento fueron inseparables... de una manera diferente. De eso hacía ya casi un año. ¡Ya casi un año!
Por eso pensó en regalarle algo con significado, algo práctico que pudiera traer sin levantar sospechas y que pudiera hacer que la recordara aunque estuvieran en misiones distintas. Una bufanda.
Toda Konoha había presenciado el rescate de Hinata por parte de Naruto; la manera en cómo ellos dos habían conectado con tan poco, y antes de todo eso, Tenten había visto a Hinata tejer durante sus ratos libre una bufanda de color rojo. Pensó en lo detallista que era hacer algo ella misma por alguien que amaba.
Así había decidido pedirle ayuda a Hinata para crear una bufanda para Nejimi. Escoger el hilo había sido fácil, era un hilo grueso de un color gris perla oscuro, para que resaltara los hermosos ojos de su novia y su pálida piel. Pero el comenzar a tejer con las dos agujas como le había enseñado Hinata era un entrenamiento más difícil que los hechos por Gai-sensei. El hilo se atoraba y enredaba, las puntadas quedaban desproporcionadas por la presión ejercida y a veces se saltaba los puntos del tejido por lo que la bufanda era un desastre.
Si bien, Tenten no era una maestra del ninjutsu o tenía algún kekkei genkai como su novia, ella era buena en el taijutsu y tenía una puntería perfecta. Inesperadamente, su habilidad para las manualidades era casi nula, sus dedos eran torpes al manejar el hilo y eso hacía que Tenten se desesperara en diversas ocasiones. Otra cosas es que solo podía tejer en la comodidad de su casa, ya que quería que el regalo fuera un secreto para Nejimi y ella sospecharía si la viera tejer.
Después de un rato tratando de mejorar el trabajo hecho por Tenten, Hinata se despidió y la dejó sola en su departamento. Tenten revisó lo que Hinata había avanzado, se veía la diferencia entre las puntadas perfectas hechas por Hinata que las desprolijas hechas por ella. Sin estar satisfecha con el trabajo, desmontó todos los puntos hechos y comenzó a deshacer el trozo de bufanda.
Volvió a comenzar todo una vez más, mientras tejía la bufanda trató de despejar su mente. Sí, era por Nejimi, pero era también algo para ella; era una prenda hecha por ella para demostrar que era su novia ante los demás sin que fuera tan evidente y que fuera útil al mismo tiempo.
Ese domingo habían quedado de verse en el campo de entrenamiento para practicar un poco y después ir a comer a algún lado. Tenten no durmió el día anterior, había escondido sus ojeras con corrector y se había puesto algo de máscara de pestañas. Quería verse bonita para Nejimi. Sorprendentemente fue la primera en llegar al campo de entrenamiento, tenía su regalo (apenas terminado hacía unas horas) en una bolsa de papel azul oscuro.
Sentía la ansiedad, los nervios ¿le gustaría a Nejimi su regalo? Sus manos estaban frías, las palmas sudaban y estaba segura que no había sido buena idea usar maquillaje antes del entrenamiento pues el sudor seguramente haría que se corriera.
Se sentía nerviosa hasta que vio a Nejimi caminar con sus pasos elegantes, traía su ropa de entrenamiento normal, inesperadamente tenía su cabello recogido en una coleta alta, y una capa de brillo en sus labios, notó un pequeño paquete blanco en la mano derecha de su novia. Tenten se sonrojó, ante ella estaba la mujer más hermosa y esa mujer era su novia.
—Hola —dijo Nejimi tímidamente, la cara se había sonrojado y Tenten no pudo pensar en otra cosa sino el lo parecidas que se veían ambas primas cuando estaban sonrojadas.
—¿Quieres comenzar a entrenar? O podemos ir a otro lado... no sé, a desayunar algo ligero... —no era su primera cita, pero era el primer aniversario que tenía con Nejimi y eso la tenía al borde de los nervios. Quería que todo fuera perfecto.
—Entrenemos un rato ¿te parece? —dijo Nejimi, que como siempre prefería entrenar a otra cosa. Tenten asintió, quería darle gusto a su novia.
Pasaron el día juntas, como siempre, pero este día ambas se sentían más cercanas que nunca. Tenten tomaba con seguridad la mano de su novia, era una cercanía y confianza al tener tan cerca a la persona que amaba y que la mantenía calmada y al mismo tiempo nerviosa.
La gente lo tomaba como un gesto de amistad, no era muy seguido las relaciones entre dos mujeres y menos para una chica de familia estricta y conservadora como lo era la Hyuga, por eso solo sus amigos cercanos sabían sobre su relación, todavía no estaban tan seguras de cómo lo tomarían las demás personas aunque a Tenten no le importaban los demás solo Nejimi.
Al final, antes de despedirse, Nejimi le entregó el paquete blanco a su novia y Tenten hizo lo mismo con su bolsa.
Abrió el paquete blanco con toda la delicadeza que pudo, pero aun así fue tosca; lo que estaba en la caja era un collar con un dije en forma de shuriken de color plateado, era el collar más lindo que Tenten había visto en su vida, le reconfortaba saber que Nejimi se había esforzado por encontrar un collar tan bonito para ella.
—Pedí que lo hicieran para ti, sé que no es mucho, pero... dale la vuelta —Tenten estaba sorprendida, al darle la vuelta estaban sus iniciales y la fecha de su primer beso. Lo sentimientos dentro de ella eran un tumulto que la hacían sentir feliz y nerviosa al mismo tiempo, una reacción que solo tenía con Nejimi.
Nejimi abrió la bolsa, dentro había una bufanda de color gris, parecía tejida a mano debido a lo desproporcional de sus puntadas por lo que pronto dedujo que Tenten la había hecho.
—Le pedí a Hinata que me enseñara a tejer —Tenten sacó la bufanda y comenzó a enredarla en el cuello de la ojiperla—, sé que luce mal pero es la mejor que he hecho hasta ahora.
—Es perfecta —aseguró Nejimi con una sonrisa mientras la veía a los ojos.
—Nejimi —Tenten tomó las manos de su novia — también sé que solo tenemos un año de relación, pero quiero que sepas que... te amo. No, más que eso. Koishiteru. Quiero estar para siempre contigo, junto a ti en este y todos los demás universos posibles, ese tipo de amor.
—Koishiteru —le respondió Nejimi antes de besarla.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top