6. Mi omega

Todos tenían razón. Encontrar a tu otra mitad, era lo más maravilloso que pudiera pasarte. Para él, ese momento era como si estuviera empezando a vivir.

El beso se fue profundizando. En ese momento se había olvidado de la promesa de esperar hasta que se presentara, que le había hecho a su abuela. Se olvidó de la diferencia de edad y se olvidó de que estaban en el piso, al pie de la escalera. El cuerpo de Jimin quemaba, mientras se retorcía y lo tocaba por todos lados, queriendo abarcar todo su cuerpo.

No parecía dolerle nada.

—Tengo mucho calor —dice Jimin, apenas, alejándose de sus labios, antes de volver a capturarlos en un beso desordenado. No está concentrándose en lo que hace— Kookie, quiero mimos. Dame mimos. —el lobo de Jungkook se emociona con esa petición— Ah, tengo sed —dice y le muerde la lengua— ¿Por qué hace tanto calor? Eres tú, lobo malo. Tu cuerpo quema y me estás incendiando. Vete —lo empuja un poco— No. No me dejes. Nunca más me dejes. Acércate. Acaríciame. —Se endereza un poco y desabrocha el primer botón de su camisa removiéndose con incomodidad— ¿Por qué la luz es tan brillante, aquí? —Jungkook mira alrededor. Apenas hay un par de lámparas encendidas.

"Malestares por la sensibilidad. Todos los sentidos se incrementan al presentarse. El olfato es el último sentido en despertar y el más..."

—Jimin~

—Pasto, flores, tierra mojada, pinos, fuego, cidra y sándalo. Hueles exquisito. Tu olor me embriaga. ¿Por qué antes no había percibido este olor embriagante, Kookie~

Jimin siente su cabeza arder y en general todo su cuerpo. Partes que ni siquiera conoce a profundidad incendiándose en un fuego interior. Tiene miedo y de pronto las ganas de llorar lo invaden. Su cuerpo duele, su piel se incendia, el mundo da vueltas, puede escuchar como su corazón palpita a un ritmo descontrolado y en lo único que se puede concentrar es en los distintos tipos de aroma que expide el cuerpo de Jungkook. Aromas que se le impregnaron seguramente en su camino hacia ahí.

—Jimin estás ardiendo.

—Kookie~ —era adorable escucharlo lloriquear su nombre de esa manera, pero lo asusta cuando se hace más intenso y necesitado.

—Jimin, ¿qué hago?

Jimin siente algo formándose en su pecho, como si después de tanto tiempo de estar dormido, estuviera a punto de despertar. Siente un aullido recorrerlo completo. Un cosquilleo que invade todo su cuerpo y se detiene en sus genitales. Y de pronto la imperante necesidad de sentir a Jungkook es demasiada. Lo desborda.

Alfa... —es la primera palabra del lobo de Jimin.

Jungkook en ese momento se queda estático, por primera vez siente el intenso olor de Jimin, el real, no el perfume que suele usar a diario. El embriagante y muy dulce olor a miel y rosas, inunda su nariz. Su pecho comienza a subir y bajar a toda velocidad y su lobo aúlla, queriendo salir, pero él no puede hacerlo. Está negándoselo. Pero no puede. Jimin está en celo. Jimin es un omega.

"Es maravilloso que hayas encontrado a tu otra mitad, pero si además esa persona llega a ser un omega, el vínculo que los unirá, será más fuerte que el de cualquier pareja predestinada. Ustedes, nunca podrán vivir el uno sin el otro";

—¡Por Dios!

¿Y aun así, pretendías alejarte de él? Solo ibas a terminar matándonos a todos.

Jimin se siente preso de su cuerpo, de su lobo y del maldito calor que lo quema vivo.

Alfa~... —Jimin está percibiendo los jadeos de Jungkook. Y su lobo está disfrutando de los roces con el contrario.

Aunque Jungkook está luchando. Está en pánico, pero tampoco puede evitar sentirse afectado. Sabe que Jimin no está preparado. Es joven aún. En ese sentido, si piensa obedecer a la abuela. Pero Jimin, realmente está logrando atormentarlo.

—Jimin~ah, basta —lo empuja suavemente, cuando el omega empieza a frotarse contra él, ya sentado a horcajadas sobre sus piernas. Y ladeando la cabeza, con el cuello descubierto. Invitándolo a lamer la zona. Un ronco gruñido sale desde lo más profundo de la garganta del mayor, antes de que una ola ardiente cubra todo su cuerpo. Jimin es hermoso. Le encanta el nuevo olor que percibe, su aroma a rosas, predominando sobre la miel. Es suyo. Lo quiere. Lo necesita. No puede soportarlo más. Está a punto de tener su celo adelantado. Y nadie podrá evitar que marque ese cuello que está ofreciéndose a él— Mi omega, mío, mío, solo mío...

A Jimin le gustan los gruñidos que suelta su alfa, mientras le lame el cuello, quitando botón a botón, la camisa del pijama. Sus aromas están mezclándose, deleitando su olfato y haciendo estragos en todo su ser.

Jungkook es su alfa. Y él quiere someterse ante él. Pero de pronto. Sin previo aviso, cuando ambos han perdido las prendas superiores, Jimin siente como unas manos lo sujetan de ambos brazos, levantándolo con fuerza. Alejándolo de Jungkook.

Cuando mira, son su madre y su abuela. Su madre inmediatamente inyecta algo directamente en su vena y su abuela trata de controlar a Jungkook... Lo consigue.

—Será mejor que te vayas, Jungkook —dice la mujer. Su lobo se resiste. Pero Jungkook sabe que es lo correcto.

—Jimin es un omega. Es mi omega. Él es mi otra mitad.

Ambas mujeres asienten mirándolo con aceptación.

Los ojos de Jimin ya no están tan dilatados, cuando Jungkook, sale por la puerta susurrándole antes un "Te quiero. Volveré". Sale de esa casa, dejando a su omega y de paso la camiseta que había estado usando. Quizá si Jimin duerme con ella puesta, se sentirá más tranquilo.

—Parece que llevo amándolo toda la vida.

Es cierto. Ese bello niño lo es todo.la adoración en la voz de su lobo era aterradoramente certera—. ¿Lo amas?

—Con cada fibra de mi ser.

Nos hemos emparejado con un Omega y eso es maravilloso. declara su lobo con orgullo y felicidad desbordante.

Por fin lo había encontrado. Una sonrisa empezó a formarse en sus labios y ya no había manera de detenerla. Era hora de ser feliz.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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