DIECIOCHO


Tomas Pov

--¿Porque tengo yo que llevarlos?--refunfuñe mientras salia de la calzada.

La camioneta empezó a rodar y trague audiblemente, esperaba que nadie se diera cuenta de lo nervioso que estaba, me estaba sintiendo un total idiota, cada vez que vamos a la cafetería pasa lo mismo y lo estaba odiando.

--¿Me quieres contar que es lo que te pasa?--maldije interiormente a Tyler, el idiota me conocía muy bien como para poder ocultarle.

Muy aparte que todos eramos seres sobrenaturales y que nos damos cuenta cuando alguien nos miente. negué con la cabeza tratando de hacerle entender que no quería hablar con el sobre algún tema especifico.

--bien--dijo resignado y susurre--por cierto, hoy Victor entregara las invitaciones para la fiesta de compromiso.

Perdí un poco el control de la camioneta ganado algunos sonido de los vehículos que venían atrás, gruñí fuertemente y les enseñe el dedo medio, como si un conductor no puede perder el control una vez en su vida. mis manos estaban ajustándose demasiado en el volante, podía ver los nudillos como se hacían blancos.

Vi de reojo a Tyler.

--¡Cállate!--le dije.

--No iba a decir nada--se encogió de hombros.

--Samantha dijo que ayer mismo se había encargado de poner el cristal de los ventanales rotos--dijo Adrian y le agradecí mentalmente por poner un tema entre nosotros.

Llegamos al lugar, pero este se encontraba cerrado, era ro ya que por lo general a esta hora estaba abierto, los sábados se abrían mas temprano que de costumbre, al no tener clases la mayoría de los trabajadores, estos se encargaban de abrirlo.

--Creo que Victor se quedo dormido--Dijo Tyler y lo fulmine con la mirada, el idiota lo sabía.

--ha de ver tenido una noche como la tuya Tyler--río Adrian y ahora ya no le agradecía por aquel comentario.

Vimos por la esquina como Victor venía corriendo agitadamente acomodándose  el abrigo, nosotros nos bajamos de la camioneta y lo esperamos al pie de la cafetería, cuando llego a nosotros, sonrió ladinamente pero pude notar sus ojeras, su cabello estaba alborotado y su uniforme estaba mas puesto.

--Al parecer te dejaron cansado anoche--Dijo Adrian con una sonrisa picarona.

--No tienes idea--pero su sonrisa no fue real, estaba mintiendo--es mejor abrir antes de que llegue Samantha.

Entrando por la puerta trasera, Tyler y Adrian dijeron que ellos se encargarían de la cocina, que Victor abriera la parte delante y que yo le ayudara, no refute en ningún momento, no sabia siquiera porque todavía no me había ido, quiero decir, no trabajo aquí.

Me encontré acomodando algunas mesas mientras el barria.

--He terminado mi relación con Alysa.

La mesa que tenia cayo estrepitosamente, algo dentro mio estaba gozando de la realidad, estaba en estado de shock, pensaba en decir algo pero mi cerebro no funcionaba, las neuronas no estaba cumpliendo con su papel, sentí unas manos en mi brazo y como me volteaban.

Victor estaba frente mío observándome con sus ojos mieles brillosos, ¿Estaba esperando a que diga algo?

--¿Porque me estas contando esto?--logre decir y el frunció el entrecejo.

--Pensé que te gustaría saberlo--se encogió de hombros pero sabía que había algo más detrás de sus palabras.

--¿Porque me gustaría saberlo?--dije nuevamente y el apretó el palo de escoba entre sus manos.

--No se ni porque te lo dije--se alejo de mi--¡Olvídalo!

Mi cerebro no estaba funcionando bien dando ordenes a mi cuerpo porque en un segundo mis manos agarraron a Victor de la cintura y lo atrajeron a mi cuerpo, me estremecí ante el contacto, mi rostro se hundió en su cuello y el ladeo la cabeza dándome espacio, tan sensible ante mi, tan accesible, tan sumiso a mis manos, creo que tengo un problema motriz, no quiero esto.

Jadee al contacto de mis labios contra su cuello, era tan delicioso que le olor invadió mis fosas nasales, deje una linea de besos hasta su oído y mordí su lóbulo, el gimió y se apego mas a mi cuerpo, podía sentir la contracción de su espalda al tenerlo pegado contra mi pecho, giro su rostro para tenerlo cerca al mio y podía sentir nuestras respiraciones mezclándose, mis manos estaban en su duro abdomen, lo masajeaba y no las quería quitar de ahí.

--Si no me besas ahora te golpeo con la escoba--susurro y sentí temblar mi cuerpo entero.

--me gusta que rueguen por mis besos--dije.

--no estoy rogando, estoy notando que tiemblas por besarme--maldije interiormente, mis labios temblaban--hazlo, besame.

Y no lo deje seguir hablando, este beso era mejor que el primero, nuestros labios se movían como si estuvieran sincronizados, se giro dentro mis brazos, mis manos quedaron en su espalda baja y las suyas estaban en mi nuca atrayéndome mas hacia su cabeza.

Mi lengua entro en su boca como si fuera Indiana Jones buscando alguna reliquia, su sabor era exquisito, lo abrace mas y lo uní mas a mi cuerpo, como si eso fuera posible, quiero decir, estábamos pegados como si fuéramos un solo cuerpo, y lo entendí, entendí que este hombre era quien me complementaba, era mi alma gemela, mi compañero, a quien querré sobre todos los demás, a quien amare, ante ese descubrimiento, bajo mis manos a su muslo y lo hice enredar sus piernas en mi cadera, camine hasta que nos pegamos a una pared, estaba seguro que nuestros quejidos, jadeos y gemidos se podían escuchar hasta la cocina, y estaba agradecido que nadie nos interrumpiera.

Sus manos estaban en mi omóplato aplastándome contra el, me aleje pegando mi frente contra la suya cuando note que le faltaba el aire.

--¡Asombroso!--dijo dejando un beso casto sobre mis labios.

--Es mi segundo nombre--le guiñe y sonreí cuando bufo.

--¿Y ego es tu apellido?--dijo enarcando una ceja.

--En realidad es Parrish--dije haciéndole reír y ese sonido estaba gustándome mucho--Pero puedes llamarme como quieras.

--¡Ah si!--quedo de pie sobre sus pies y bajo sus manos por mi pecho hasta mi estomago para luego agarrar mi gran erección haciéndome mezclar un gruñido y un jadeo--nunca he hecho esto con un hombre, pero... me gustaría hacerlo contigo algún día.

--Yo ni siquiera había pensado que un día desearía tener sometido a un hombre bajo mis encantos--le dije acariciando su rostro, el dejo mi erección para agarras mi rostro-- pero rompiste mis esquemas y ahora no puedo dejar de pensar en ti, ni siquiera cuando estoy manejando y haciendo ejercicio.

--¿Porque esperaste tanto tiempo?--dijo susurrando.

--Tenías una prometida--le dije enarcando una ceja a lo que el sonrío.

--Sobre eso--dijo colocando su cabeza sobre mi pecho--la familia de Alysa es muy amiga de la mía y ellos decidieron que nosotros debíamos ser novios y casarnos cuando seamos adultos

--¿Era un matrimonio arreglado?

--Si--asintió para entender--Quieren que la herencia quede entre nosotros.

--¿Herencia?--fruncí el entrecejo, no me entiendan mal, pero si eres un chico de dinero que hace trabajando en una cafetería.

--Mis padres son dueño de una empresa inmobiliaria y los padres de Alysa son socios, trabajo aquí para ser independiente y cuando pueda valorarme por mi mismo, poder terminar una relación en la cual no estaba feliz del todo, pero quedamos como buenos amigos.

--¿No me digas que tendré que ver a la mujer con la cual tuviste una relación y que incluso estaban a punto de casarse?

--¡Alto ahi vaquero!--dijo mordiendo mi labio--es simplemente mi amiga, ademas tu y yo estamos empezando algo, no quiere decir que duraremos para toda la vida.

¡Oh querido! No sabes lo que acabas de decir.


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Okay, no me maten, se que me demore mucho en actualizar la novela.

¿Pero que les parece la situación de Tomas y Victor?

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