D O S
Nuevo integrante a la historia, su nombre es Ethan.
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TYLER POV
Ser el único de padres buena onda, como lo son Scott McCall y Liam Dunbar, tenía sus beneficios, como no tener necesidad de una beca, aunque si la tengo por mis altas notas, tenía un auto que no era de último modelo pero era mi tesoro, trabajaba en una cafetería por medio tiempo para la gasolina, ya que no quería ser alguien dependiente a los veintiún años, asi que era mi mejor opción, ellos me enviaban dinero cada mes, que por el momento estaba reuniendo una muy buena cantidad, a excepción cuando Mady me decía para ir de compras y Tomas nos acompañaba, terminaba comprando casi media tienda y medio patio de comidas, Tomas y yo siempre terminamos haciendo competencia por quien bebe más raspado de diferentes sabores, creo que Freya, la chica que atiende el lugar, ha tenido una que otra noche con Tomas porque siempre que lo ve se le iluminan los ojos.
Mis tíos por supuesto no se quedan atrás, los padres de Claudia y John, son como mis segundos padres, cada festividad recibo un bono extra de regalo por parte de ellos, Stiles y Derek son un amor de relación... me quedo de pie por un momento, un nudo en mi garganta se instala y mi cuerpo empieza temblar, mi visión se nubla y siento como mi lobo empieza a jadear, camino lentamente hacia una silla que está en el patio del campus y me siento rápidamente, dejo mi mochila a un lado y comienzo a respirar a bocanadas.
Había decidido no recordar nada de lo que concierne a los compañeros de vida de un lobo, ahora recordé a Stiles y Derek y todo se derrumbó, no es que mis padres no se amaran, por supuesto que lo hacían, pero al escuchar la historia de amor de los Hale sientes como si hubiera sido una historia de amor, de aquellos que te encantan el final, porque no es ni meloso ni cliché, ellos son el verdadero significado de compañeros de vida.
Recordar como fui abandonado por mi compañero hace más de diez años, se fue a Londres junto a sus padres, no lo podía culpar por aquello, teníamos casi once años y dependíamos de nuestros padres al cien por ciento, pero jamás se despidió ni dejo una carta, no tuve información de él ninguno de los años siguientes, lo poco que sabía era por mis padres, ya que sus padres y los míos también son buenos amigos, pero no sabía nada concreto de él.
Gruñí fuertemente hasta que sentí una mano en mi hombro y me exalte, fulmine con la mirada a quien me interrumpió, su rostro reflejo miedo por un momento.
--lo siento, no quise molestarte—subió sus manos en forma de rendición y me sonrió levemente—solo pensé que necesitabas ayuda, te vi cuando te sentaste y parecía que te faltaba la respiración.
Era castaño, con ojos azules y piel bronceada como si viviera en la playa y se dedicara a surfear, me fui calmando, trate de borrar ese momento de mi cabeza y él también se sereno.
--¿Puedo dejar de pensar que si hago un movimiento saltaras encima mío para morderme?—dijo.
No me había dado cuenta que seguía en guardia, trate de relajar mi cuerpo y aunque mi lobo estaba un poco más tranquilo no dejaba de estar en modo seguridad resguardada, suspire y me levante rápidamente, él era un poco más alto que yo, por pocos centímetros.
--lo siento, estoy bien—dije colocando mi mochila sobre uno de mis hombros.
Su mano se enrosco en mi brazo desnudo y sentí una corriente recorrer mi cuerpo, rápidamente me zafe de su agarre y mis sentidos se pusieron alerta, más bien mi cuerpo se relajó, quien estaba tenso era mi lobo, sus ojos azules me transmitieron preocupación y trate de calmar a todo mi ser, logrando solo un poco.
--perdon—dijo tragando duro—cada vez que veo a alguien en peligro tengo la necesidad de ayudar.
--parece que aquella anciana está en peligro—señale hacia el parqueadero, donde el carro de una anciana salía humo—ve salvar a la pobre anciana, tus sentidos arácnidos están fatales, debo decirte.
Empecé a caminar no sin antes escuchar su risa.
--Soy Ethan por cierto—me grito y yo simplemente alce mi mano alzando mis dos dedos de amor y paz.
Seguí mi camino, pasando el edificio principal, aun me sentía un poco mareado por lo de hace un momento y me sentía un poco ansioso, cuando llegue al parqueadero principal entre a mi auto y suspire varias veces, cerré mis ojos y pensé en blanco, pensar en nada podía resultar algo bueno para mí, en algunos casos, no siempre resultaba ya que suelo desviarme en mis pensamientos y eso sí que resulta.
--el tiempo de yoga ha pasado—me exalto nuevamente y veo al copiloto--¿Qué sucede?
Es Adrián, fruncí el entrecejo y el me sonrió ladeadamente y sus ojos se achicaron y su melena rubia tapo sus ojos, luego de que lo viera por varios minutos, el bufo molesto.
--ya que no me preguntaras donde estuve metido toda la mañana te lo contare de igual manera—me dijo mientras yo encendía el auto.
--aunque nadie te pregunte siempre terminas soltando la sopa—Tomas entro a los asientos traseros.
--sabes que—dije—pude estar teniendo sexo aquí y ustedes simplemente entran.
Ambos se quedaron en silencio y luego rompieron a carcajadas, yo fruncí el entrecejo mientras salía del parqueadero, aunque había una cola ya que alguien estaba teniendo un problema con su auto más adelante.
--¿Algún chiste del que no haya escuchado?—dije algo cabreado.
--el día que tu tengas sexo será cuando "el que no se puede nombrar" llegue y te deje sin caminar—Tomas rio al igual que Adrián.
Yo simplemente trate de controlarme para no tener un momento salvaje, ellos se dieron cuenta de mi actitud porque se quedaron callados, un claxon me saco de mis pensamientos y la cola ya estaba avanzando, seguí mi camino y note que la anciana estaba agradeciendo al chico de ojos azules que me había topado en el patio del campus sonreí y negué con la cabeza.
--lo siento—Tomas llamo mi atención—no fue mi intención que lo recordaras.
--lo entiendo—dije y cambie rápidamente de tema—entonces Adrián ¿Qué fue lo que hiciste en la mañana?
--adivinen donde fui—dijo emocionado.
--¿si fuera vidente no te parece que tendría el boleto ganador de la lotería?—bufe.
--que genio el tuyo—Adrián rodó los ojos y Tomas rió bajito—la cosa es que hoy fui a una entrevista de trabajo y me lo han dado.
Fruncí el entrecejo y Tomas hizo lo mismo cuando lo vi por el retrovisor.
--eso no sonó emocionante—Tomas dijo.
--lo sé—Adrián se encogió de hombros—lo emocionante es que ahora podrán beber todo el café que quieran.
Yo reí quedito mientras negaba con mi cabeza.
--trabajo en la misma cafetería y no puedes regalar café a la gente que quieras Adrián—le conté.
--pero ella claramente me dijo que debía darle bocadillos a los de la manada—me dijo pensativo como si estuviera hablando en su mente la Sra. Thompson, dueña de la cafetería.
--cuando ella te habla de la manada, no se refiere a tu manada Adrián—explique—se refiere al grupo de Natación que ella patrocina y que tienen el nombre de "La manada"
***************
Claudia no parecía contenta, su cabellera negra caía como una cascada por sus hombros hasta su cintura, sus ojos verdes echaban chispas por algún motivo, era hermosa, nadie lo dudaba, a excepción cuando estaba del genio que estaba en este momento, sus labios pintados de un rojo suave están fruncidos.
--a que debemos esta agradable reunión—Tomas abrió la boca primero, siempre era él quien hablaba primero.
Estábamos en "la sala de reuniones" como Tomas siempre lo llama, vivimos en el mismo condominio, es más bien como una casa de tres pisos, en la planta baja esta la cocina, la sala, la biblioteca, la sala de juegos, lugar donde la mayoría del tiempo pasábamos Tomas, John, Adrián y mi persona, en el segundo piso hay cuatro habitaciones donde duermen Claudia, Mady y John en cada habitación respectivamente quedando uno libre que es el de visita, para nuestros padres, y en el último piso los tres hombres que quedan, cada uno en su habitación y una habitación que es para los invitados también, por supuesto había días donde Claudia subía a nuestro piso, ya que Mady y John estaban demasiados calientes como para respetar que había gente cerca.
Sus padres no tenían nada en contra, aunque para Jordán Parrish, el padre de Mady, al principio fue difícil saber que su hija se iría a otra ciudad con su compañero para estudiar, lo termino aceptando de buena manera, aunque sí dijo que por el momento no quería nietos, quería ver a su hija graduada y todo, John era un caballero y había prometido que en eso no habría problemas y que el cumpliría con su palabra.
--¿Dónde está Mady?—pregunto Claudia omitiendo el comentario de Tomas.
--estará en unos minutos por aquí—Adrián se levantó y desapareció por la cocina, luego apareció con una bandeja donde había dos sándwiches y cuatro vasos de jugos—creo que puedes empezar sin tu hermano y Mady.
Nos dio un jugo a cada uno y un sándwich a Tomas.
--no quiero que andes robando mi comida cuando este distraído—le dijo y empezó a devorar su obra maestra.
El problema en estos momentos no era la falta de Mady en la reunión, era algo más que Claudia no nos estaba contando, su mente trabajaba rápidamente y se podía deducir por los gestos que hacía con su rostro, por ejemplo en este preciso momento estaba frunciendo sus labios y los movía de un lado a otro, además que sus manos no ayudaban mucho para quitar la tensión que su cuerpo emitía, de pronto exhala, suelta el aire que viene acompañado de una bomba:
--He encontrado a mi compañero—no nos observa a los ojos, está empeñada en sacar la pintura de sus uñas.
Enarco una ceja ante la repentina actitud que ha tomado, ya que no es sorpresa para nadie que Claudia lo que más ha tratado de encontrar es a su compañero, giro mi rostro hacía Adrián que está igual de estupefacto que yo, sostiene en su mano el sándwich enorme que está en su boca abierta listo para morder, veo a Tomas y noto que él me está observando, ¿algo apenado?, frunzo el entrecejo y vuelvo a observar hacia Claudia que ha dejado el meticuloso trabajo de sacarse la pintura de las uñas y me está observando.
--lo siento—me susurra.
Y viene un recuerdo a mi mente, más bien una promesa.
"Tyler, para acompañarte en tu dolor prometo que si encuentro a mi compañero no lo reclamare hasta que el tuyo no vuelva"
Y regreso a la realidad algo conmocionado y veo a Claudia, le sonrió y niego con la cabeza.
--¡oh cariño!—me levantó del sofá y me arrodillo delante de ella que ha caído al sofá grande afligida, agarro sus manos y beso sus nudillos dejando caer una lagrima—esa promesa la hicimos cuando éramos unos niños, teníamos doce o trece, no voy a permitir que sufras lo mismo que yo sufrí por mi culpa, asi que mejor levantémonos y arreglemos la casa para invitarlo a cenar.
--no Tyler, muchas veces has puesto tu felicidad muy atrás por la de nosotros—yo intento hablar pero ella me interrumpe—todavía no habló con él, ni siquiera sabe que existo, así que mejor dejémoslo asi, ahorita lo más importante es tu bienestar.
Le sonrio pero nadie más lo hace.
--pero si yo estoy bien—le digo.
--John viajo a Beacon Hills porque Icker está de regreso.
Luego de eso lo único que escucho es a mi lobo jadear y mi visión empieza a oscurecer.
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VOTEN COMENTEN RECOMIENDEN.
¿QUE LES PARECIÓ?
HE NOTADO POR LOS COMENTARIOS SOBRE SUS DUDAS ACERCA DE TOMAS Y MADY, PUES EN EL PRÓXIMO CAPITULO TRATARE DE ACLARARLO.
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