El sacrificio.

-Kira- Gritó Ike.

No se había dado cuenta, pero se había quedado embobada en el cielo.

Negros como la noche unos nubarrones se comenzaron a formar lentamente en el cielo.

-¡Que!- El viento azotaba su pelo. Parecía que en cualquier momento una tormenta fuera a estalla.

Ike movió la boca para decir algo justo cuando un rayo cayó sobre la casa en la que hace un minuto habían estado.

Kira, que se encontraba mas cerca de la casa que Ike y Dafne, notó el calor del rayo muy cerca.

Sobresaltada se alejó de la casa y los tres corrieron unos metros hacia ninguna dirección, bueno en dirección contraria a la casa, pero sin rumbo alguno.

Dafne se acercó y le tocó el hombro.

-¡Vamonos, por aquí¡- La chica comenzó a correr hacia la misma dirección hacia la que habían corrido anteriormente.

El "pueblo misterioso en ruinas" era redondo por lo que cualquier dirección en línea recta era valida.

El viento azotaba a cada zancada la cara de los tres chicos. La oscuridad se cernia sobre sus cabezas, el único ruido a parte de sus pisadas y sus respiraciones era la tormenta.

Pasaban entre casas rapidamente, Kira estaba algo preocupada pero no como Ike y Dafne, que literalmente huian como si un bestia les acechara.

Más y mas rayos caían por todas partes. Kira pensó que alguno les podía haber dado, pero pronto se percató de que estos caían solo en las casa y que cada casa, después de recibir un rayo, se iluminada de color negro en su interior, como las sombras de la ex-esfera azul de la primera casa.

Dafne aminoró muchísimo la marcha... De hecho se paró de golpe.

-¡Ya están aquí!- Kira no sabia a que se refería con el están, pero le daba mala espina.

Tan pronto como acabo su razonamiento Dafne alzó su arco y apunto a Kira.

-¡Agachaté!- Haciendo caso inmediato a la la orden Kira se tiró al suelo.

Una flecha de Dafne salió disparada envuelta en hielo hacia un espectro hecho de sombras que avanzaba hacia ellos detrás de Kira.

Todo pasaba demasiado rápido; Ike agarró a Kira y de un tirón que casi le disloca el hombro la levanto y echo a correr hacia la misma dirección que habían tomado antes.

De todas partes salian espectros. Dafne disparaba flechas heladas, Ike lanzaba hojas en forma de daga a las criaturas.

Una criatura se lanzó a Kira y la tiró por los suelos.

El espectro olía a muerto. Kira lo incendió nada mas tocarlo, se levantó y prosiguió su marcha.

Otro espectro atacó a Dafne, pero en menos de 5 segundos Ike ya lo había aniquilado.

Cuando Kira se quiso dar cuenta una nueva orda de espectro se hayaba detrás de ellos, lo bueno es que la salida estaba a menos de 10 metros.

9 metros.

5 metros.

3 metros.

1 metro...

Kira vió como Ike y Dafne daban un salto y salian del área color rojizo que rodeaba el pueblo. Justo cuando Kira iba a repetir la accion algo la tiro hacia atras.

Se golpeó fuertemente en la cabeza y se le nublo un poco la vista, pero lucho por mantenerse viva.

Tres espectros estaban encima suya a menos de 1 metro, cuando algo, unas lanzas de hielo... Mejor dicho flechas les atravesaro.

Intentó incorporarse, pero no podía, se acababa de partir el tobillo.

-Socorro- Gritó. Dafne ya había vuelto a entrar para ayudarla. Nuevas bestias se avecinaban a lo lejos del otro lado del pueblo.

-Noooooo- Gritó Ike a lo lejos.

Dafne había entrado y había tomado a Kira por los hombros y haciendo acopio de una fuerza increible lanzó a Kira 3 metros mas allá, fuera del poblado.

Ike cogió a Kira en el aire para evitar que más le pasara.

Entonces cuando Dafne fue a salir del área algo salió disparado detrás de ella.

El objeto punzante, una flecha de humo se clavó en la espalda de la chica y le atravesó el pecho y el corazón.

Como si la ultima gota de aliento de Dafne se escapara gritó.

Abrí los ojos, Ike me tiró al suelo y corrió hacia Dafne.

A esta los ojos se le habían envuelto en lagrimas y se le habían tornado negros.

Porqué.

Estaba muerta...

Ike volvió arrastrandola.

Tenia los labios negros , la piel morada y respiraba con dificultad.

Como una persona a la que conoces desde hace menos de 3 horas puede sacrificarse por salvarte.

Rompí en lagrimas al verla ahí tirada junto a Ike que la intentaba reanimar, sin surtir ningún efecto.

La amargura y la culpa envargaban mi corazón.

Gracias Dafne.

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