Dafne
Ike hizo un gesto con la mirada, un "de nada" supuso Kira.
-Hay cerca de 30 hienas mas- Dijo el chico, su voz era calmada y suave, aunque mostraba una gran fuerza interior, firmeza y algo que hacía mucho que Kira no oía y se alegró de escuchar... Esperanza y Felicidad.
-Lo sé, vienen a por Icaro- Hizo un gesto para señalar al gato, que inexplicablemente se había quedado dormido, probablemente el cansancio se apodero de todas sus fuerza y de las heridas de combates solo quedaba un pequeño corte el el lomo de la criatura, por suerte.
-Ven, podremos escondernos un par de horas en una pequeña casita que he restaurado- cada palabra que pronunciaba hacía que a Kira se le movieran mariposas en el estómago .
-Eh, si - dijo un poco sorprendida por la sensación nueva aún no experimentada jamás.
-¿Estas bien?-
-Si, esque no esperaba que ningún chico tan guapo- se mordio la lengua, y se maldijo por haber dicho eso- tan fuerte- restificó.
-Eh, gracias- Se sonrojó Ike.
Tras girar un par de calles yendo en total silencio Kira lo rompió.
-¿Porqué solo nos podemos quedar solo un para de horas?- Dijo acentuando las ultimas palabras.
-Este pueblo ... No es solo un pueblo-
-¿ A que te refieres?-
-Es un punto de conferencia de almas, almas de todas partes pueden acudir a la vida durante la noche, incluso pueden atacar a los vivos-
-¿Me estas diciendo que por la noche en este sitio se rompen las barreras de la vida y la muerte?-
-Si- Dijo lentamente.
-¡Pues vamonos ya!-Dijo asustada, tirando en dirección contraria del brazo de Ike. Notó los fuertes brazos del chico, los debían ser para levantar esa espada que el chico llevaba a su espalda, aunque los músculos no se le marcaban demasiado allí estaban.
-No, hay que ir a buscarla-
-¿A quién?-
-A Dafne-
Tras girar una esquina entraron en una casa. La casa de madera medio derrumbada era fría y tenebre. Las telarañas se encontraban por todas partes y las tinieblas creaban escalofríos que corrían por la espalda de Kira.
Tras una esquina apareció una chica de pelos negros y rizados, su piel color café solo ocultada por una pequeña banda de tela en el pecho y una parte baja a modo de bañador junto a una falda tipo velo, blancos como la leche. La chica alzaba con fuerza y tensaba un arco, pero cuando su mirada se cruzó con la de Ike la chica bajó el arma.
-Hola, ¿Ike quién....?
-Hola Dafne, ella es ...- Kira saludó con la mirada, la situación era estraña, fría podría decir.
-Kira- Dijo en seco Dafne.
-¿Como puedes saber ni nombre?-
-Dafne tiene un ... Digamos "Don" que la hace especial- Confirmó Ike. Ahora se vuelve a dirigir a la chica de color café- ¿Los tienes?, tenemos que irnos.
-No, me ha atacado una hiena-Dijo señalando con un pulgar por encima de el hombro, detrás de Dafne había una hienea desangrada con una flecha clavada en el pecho.
-Date prisa, tienes 5 minutos-
-Ok- Dijo la chica subiendo a la planta de arriba.
-¿Que esta pasando Ike?- preguntó Kira.
Ike pareció ignorar la pregunta y comenzó a subir los escalones.
Kira algo confusa le siguió.
Tras cruzar el ultimo escalón Kira se quedo petrificada.
Dafne estaba levantando las manos hacia el centro de la sala donde había una esfera de color azul turquesa, de sus dedos salian chorros de luz, que impactaban en la esfera, la chica movía los dedos, como si estuviera manejando algún títere, los pelos le ondeaban hacia atras como sibel viento, totalmente quieto en la sala, los moviera.
-¿Que esta haciendo Ike?- Dijo Kira dando unos pasos a la derecha y apoyandose en el pecho de el chico.
-Esta buscando información, mapas, almas, hechizos, este pueblo es especial-
A Kira le daban dolores de cabeza al pensar en eso.
Sin saber porque, tal vez por instinto se acerco, dejó a Icaro sobre una mesa de madera medio podrida y alzó las manos hacia la esfera azul.
-¡Pero... Kira apartaté!-
Rayos de luz salieron de su cuerpo, los ojos se envolvieron en azul y los gritos de Ike quedaban atras como si se perdieran en la distancia de un tunel, pronto Kira perdió la concienciencia.
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