III
Fuyumi suspiró profundamente, caminó hasta la habitación de Enji Todoroki. El símbolo de la paz veía un pequeño cuadro familiar mientras bebía una lata de cerveza. Tadeo lo abrazaba como si fuese su padre y Zzio abrazaba a Shouto —quien aceptó salir en la fotografía debido a la insistencia de Zzio—, Endeavor gruñó molesto y miró a Fuyumi.
—Solo diré que no fue culpa de Zzio —salió del cuarto, en dirección a su agencia.
—Natsuo —llamó Fuyumi preocupada, Endeavor apestaba a alcohol.
—No lo sé, solo déjalo... está viejo como para que nos preocupemos por él.
Natsuo salió de la casa, llevaba un juguete que había comprado para Tadeo, una semana antes del accidente, Fuyumi asumió que iría al cementerio. Quizás era hora de que ella también fuera.
—Fuyumi... —llamó la jovencita, la mujer miró a Zzio, sus ojos se cristalizaron al verla. Abrazaba un pequeño oso de Tadeo, se veía delgada y pálida, no era la Zzio de siempre, era una persona distinta.
Endeavor llegó al jardín infantil por Tadeo, los pequeños gritaban emocionados al ver al gran símbolo de la paz delante de ellos corrían eufóricos, él nunca había ido a recoger a Tadeo—. ¡Endeavor, Endeavor, Endeavor, Endeavor! —gritaba el niño, saltando a su alrededor. El corpulento hombre lo alzó entre sus brazos y se despidió del personal.
—¿Quieres un helado? Tu hermana y Shōto no vienen hoy, debían hacer unos encargos en la academia. —Él parecía mirar fijamente la barba del hombre, quería tirar de ella pero su hermana siempre le decía que aquello era de mala educación.
Reaccionó ante el ofrecimiento del hombre tras varios minutos—. ¡Sí! —exclamó abrazándolo. Endeavor sintió calidez, aquélla calidez que por su ambición no pudo recibir por parte de sus hijos. Tadeo lo hacía sentir feliz y de alguna forma, completo.
—¡Oi, oi, oi! —escuchó Zzio—, ¿a qué hora haremos el estúpido trabajo? —preguntó Bakugō.
—Cuando quieras, estoy libre estos días, Shouto está trabajando con mi preciosa Momo-chan.
—En la salida, vamos a mi casa ¡NO QUIERO UN NO COMO RESPUESTA!
—Claro, no tengo idea de dónde vives, es mejor que vayamos juntos o me perderé.
—¿Ah?, ¿¡Qué tan estúpida puedes ser como para perderte!?
—Tengo un pésimo sentido de orientación la verdad, ¿no te lo mencioné? —Katsuki bufó, de alguna forma no le molestaba tener a Zzio de compañía. Tal vez su madre comenzara a molestarlo, pues esa mujer era consciente —gracias a Kirishima—, de los sentimientos que poseía el rubio por aquella muchacha.
Shouto sintió molestia por no ser él quien haría el trabajo con su amada novia. No era un hombre celoso, pero Katsuki no era la persona que más confianza le daba en esos momentos.
—Quería trabajar con Zzio... —murmuró Yaoyorozu. Todoroki no comprendió, pero aparentemente Jirou sí lo había hecho.
Yaoyorozu abrazó a Zzio, necesitaba saber si aquellos sentimientos que estaba desarrollando eran algo más allá de la amistad. Pues según su gran amiga Jirou, estaba enamorada de Zzio. Aquello le parecía imperdonable, se sabía sobre la relación que mantenía con Todoroki y, Momo, no quería arruinar aquello por un enamoramiento adolescente.
Su corazón latió con euforia, el aroma de la joven de hebras violeta le parecía magnifico, era un toque de durazno y lavanda tal vez, algo que le parecía simplemente maravilloso. Quería estar con ella por horas, pero era imposible.
Yaomomo confirmó aquello que Kyouka había mencionado, estaba enamorada de su amiga y compañera de clase. ¡Ay, que martirio! imaginó una escena donde ella confesaría sus sentimientos y Zzio rompería con Shouto por ella, pero le parecía tan egoísta querer algo así. No era digno.
—Momo-chan, estas muy cariñosa hoy. —La joven sintió como su cuerpo se derretía de ternura al ver a la contraria acurrucarse en busca de calor y cariño. Jirou alzó los pulgares en señal de aprobación.
Shouto las miró pero no dijo nada, le parecía lindo que su novia tuviese una amiga tan buena como Momo.
Zzio estiró su cuerpo, miró a Shinsou luego de un rato de silencio, él estaba concentrado jugando un videojuego en una pequeña consola, quería ver qué estaba haciendo más allá de lo que se veía externamente.
Le causaba curiosidad saber más sobre él, era el único que no la ignoraba y era aburrido no hablar tanto, sobre todo porque a Zzio le gusta hablar. Optó por no interrumpirlo, le parecía de mala educación hacerlo y odiaría que Hitoshi se molestara con ella por eso. Recordó que tenía unas galletas en su mochila, por lo que iría por ellas para compartir.
—Oye Shinsō, iré a mi salón por galletas, vuelvo en cinco minutos.
—Claro, estaré aquí esperando.
Zzio saludó a algunos alumnos, su rostro se ruborizó al ver como varios le respondieron. Ya no estaba siendo tan ignorada, ahora faltaba que sus compañeros comenzaran a hablarle.
Vio a TetsuTetsu, saludó al joven. Habían hablado antes pero desde hacía unos meses que ya no.
—¡Hola! —exclamó parándose delante de él.
—¡Zzio-chan! Ahora estoy un poco ocupado, ¡pero hablemos más tarde! —habló con una alegría enorme—. No es algo muy masculino de mi parte dejarte sola, pero Kendo está ordenando el salón, ¡no puedo dejarla sola tampoco!
—¡Está bien! —exclamó alegre—, no te preocupes, igualmente me están esperando, nos vemos luego. —TetsuTetsu se despidió, entrando al salón.
Zzio siguió su camino, estaba feliz porque al menos, habían más personas que no la ignoraron.
Hitoshi tomó asiento en su salón, dejó de prestar atención en clases. Quería ir a casa y hablar con su madre, llamar a su novia y pedirle algún consejo sobre lo que estaba ocurriendo, no entendía nada y simplemente quería dejar de pensar en ello. Oh, cuanto extrañaba a su pareja en ese momento, pero estaba de vuelta en su país natal debido a que su abuela materna había caído enferma.
Pensó en Kaminari, quizás él le daría más respuestas porque extorsionarlo era más simple de lo que podría ser con otro, quizás el mismo Shouto Todoroki le daría respuestas o hablar directamente con Zzio, después de todo ella era la principal implicada en el problema.
Vio a Katsuki Bakugou en la entrada de su salón, notó que el tiempo había volado. Bakugou hizo una señal, él lo captó y salió para hablar con él.
Zzio corrió desesperada hasta el lugar donde estaban atacando. Su hermanito estaba abrazando a la maestra, la joven de ojos rosa tropezó, empujando a uno de los héroes profesionales que acababan de llegar, estropeando el plan pues requería una concentración enorme.
El NOMU golpeó el piso. Zzio aturdida cayó dentro del agujero, saltó para usar su particularidad luego de unos minutos inconsciente en el suelo. Tadeo era su prioridad, abrió el portal de almas para atrapar al nomu, sin embargo, atrapó accidentalmente al héroe que estaba encargado de la misión, no conocía su nombre, jamás lo había visto. Era obvio que ningún héroe conocido llegaría, estaban en un sector alejado de la ciudad, aquél que todos desean evitar.
La joven escuchó los gritos de los otros héroes, abucheaban a la joven haciéndola entrar en pánico, pero ellos no estaban haciendo nada para ayudarla, en su lugar se burlaban de su torpeza. ¿Aquellos eran los que se hacían llamar héroes?, Zzio logró liberar al héroe, quien la lanzó contra el nomu —que mientras ella trataba de hacer algo destruía todo a su paso—, estaba frustrada, había sido lanzada una vez más por el villano. Destrozó una infraestructura de la ciudad, Zzio cayó inconsciente y aquellos niños inocentes fueron aplastados por el nomu.
Los noticieros hablaban sobre el plan fallido de los héroes, habían culpado de todo a la joven quien saltó sin medir las consecuencias, sin embargo, jamás mencionaron que ellos no hicieron nada para ayudarla.
—¿Qué mierda estás haciendo, inútil? —habló Katsuki al verla mirar a la nada por más de treinta minutos. Su madre dejó unas galletas y gaseosa, pero Zzio no se había percatado de ello.
—¿Ah?, ¡oh, lo siento! —se disculpó.
Bakugou no dijo nada, miró como la joven escribía y escribía la información que él le había entregado, después de todo ella tenía una linda letra, por lo que exigió que ella escribiera por él. Bufó por lo bajo al ver una pequeña marca de beso en el cuello de la muchacha.
Estaba tan celoso de Todoroki, de verdad odiaba ser la segunda opción de Zzio, aunque en realidad, ¿siquiera había pensado en él como una opción?
Zzio se despidió de Bakugou en la estación de trenes, subiendo al que la llevaría a su hogar. Katsuki suspiró pensando en lo que él podría hacer indirectamente para ayudarla, parecía estar ahogándose en su miseria desde que Tadeo había muerto, incluso podía verla delgada, pálida y su cabello parecía caerse con el más mínimo toque.
En ese momento Bakugou quería matar a Todoroki, ¿siquiera se preocupaba por la salud de su pareja?
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