Viernes

Si tuviera que definir sus sentimientos con una sola palabra, Hoseok probablemente diría que se sentía intranquilo. Claro que en realidad era mucho más profundo que eso, pero analizarlo más implicaba pensar en cosas, y luego de esa semana, lo último que deseaba era pensar... y aún así, eso era lo único que hacía en ese momento. Por más que deseaba apagar su cerebro por un rato y relajarse, no podía dejar de pensar, y cada uno de sus pensamientos tenía nombre y apellido. 

—¿No comentó nada? —le preguntó a Namjoon, probablemente por vigésima vez—. ¿Revisaste bien? Tal vez se te pasó algún comentario suyo entre los demás comentarios.

—No, Hope, por milésima vez... Taehyung no comentó nada —respondió el chico, suspirando—. ¿No habías dicho la otra vez que se quedó dormido? Tal vez se durmió de nuevo.

—Pero mi bloque ya está por comenzar, y no está mandándome nada —bufó, abultando los labios inconscientemente mientras revisaba su teléfono, aún sin notificaciones—. Siempre me manda muchos mensajes mientras escucha el programa...

—Evidentemente, no está escuchándolo ahora —dijo Yoongi, usando una mano para sostener su rostro—. Es un viernes a la noche, seguro tenía planes. ¿No dices siempre que tiene muchísimos amigos?

—Pero siempre escucha Triptych... —siguió quejándose él, formando un puchero—. Cuando no puede escucharlo me avisa...

Tanto Namjoon como Yoongi se encogieron de hombros, y no agregaron nada más, dejando a Hoseok solo con sus quejas. Y bufó, sintiéndose realmente molesto, porque no entendía por qué Taehyung no estaba escuchando el programa, pero se hacía una idea y esa idea no le gustaba nada. ¿Y si había espantado a Taehyung el otro día con todo lo que dijo? Tal vez el chico estaba evitándolo, tan horrorizado como para dejar de hablarle para siempre luego de aquella semi confesión tan desastrosa del miércoles pasado. 

—Tendría que haberle hablado ayer, u hoy más temprano —volvió a quejarse, aunque ninguno de sus amigos parecía estar prestándole atención—. Pensé que iba a hablarme hoy, siempre lo hace por el programa, pero no... yo no le hablé porque estaba avergonzado, quiero deci-

—Hope, podemos hablar de todo esto cuando termine el programa —lo interrumpió Namjoon, acomodándose—, ahora concéntrate, salimos de nuevo en quince segundos.

Hoseok tensó la mandíbula al tragarse todas sus palabras, y luego dejó ir el aire para relajarse un poco y poder seguir con el programa. No le resultó tan fácil y natural como otras veces, pero logró distraerse lo suficiente como para poder comenzar a hablar sobre el rapero en ascenso que había elegido esa noche. Mientras dejaba que los oyentes escucharan una de sus canciones, volvió a revisar su teléfono esperando un mensaje de Taehyung que no llegó. Rendido, decidió apagar el aparato para dejar de revisarlo cada dos segundos como un idiota, con lo que ganó miradas curiosas de sus amigos.

—¿Sin noticias de Taehyung? —cuestionó Yoongi, mirándolo con una ceja alzada.

—Nada.

El chico palmeó su hombro con empatía, presionando suavemente antes de soltarlo, y a Hoseok le faltó poco para gruñirle cuando se dio cuenta del aire divertido en la mirada de su amigo. No le parecía gracioso en absoluto. 

—¿Le mandarás saludos igual? —preguntó entonces Namjoon—. ¿Vas a decir algún dato sobre algún animal?

—No —decidió él en ese momento, llevándose la botella de agua a los labios para dar un sorbo largo—. Ni siquiera se enterará si lo hago o no, de todos modos. 

Namjoon nada más asintió con la cabeza, y rápidamente se preparó para terminar el programa, al igual que Hoseok y Yoongi. Tras leer algunos comentarios y deleitar a los oyentes con algo de freestyle, Namjoon mencionó algo sobre el cumpleaños de Hoseok y le leyó algunos deseos de cumpleaños de los comentarios. Como siempre hacía (y Hoseok sospechaba que era totalmente a propósito), leyó unas felicitaciones dejadas por Minjae de Daegu que lo hicieron poner los ojos en blanco, y odió a sus compañeros por aguantarse la risa mientras agradecía con su tono más falso posible. 

Afortunadamente ya era hora de despedirse y terminar por esa noche, y Hoseok nunca había suspirado con tanto alivio como cuando Triptych: Killer dio por finalizado el programa. Luego de juntar sus cosas estuvieron los tres listos para dejar el estudio, y como cada martes y viernes, eran de los últimos en transitar por los pasillos de la universidad. Caminaron en silencio hasta salir del edificio, y una vez en el campus se dirigieron hacia el dormitorio. Yoongi y Namjoon iban adelante, Hoseok los seguía pateando cuanta piedra se cruzara en su camino, revisando su teléfono recién encendido para comprobar que seguía sin tener noticias de Taehyung. 

Tras un suspiro aceleró el paso hasta alcanzar a sus amigos, y luego terminó por adelantarlos. Aunque le escocían las manos por revisar su teléfono de nuevo, se aguantó las ganas y lo dejó bien guardado en el bolsillo, apurándose aún más porque caminando rápido se concentraba más en que le dolían los pies que en la ausencia de Taehyung. A ese paso no tardó mucho más en llegar al dormitorio, y tras un corto viaje en ascensor, se encontraban abriendo la puerta de su pequeño departamento. Hoseok prendió la luz ni bien entró, aunque apenas unos segundos después, mientras se quitaba las zapatillas, la luz se apagó de nuevo. Antes de que pudiera maldecir o algo similar, la sala se iluminó tenuemente... con las velas del pastel que se acercaba hacia él. 

Pasmado como estaba, logró incorporarse mientras le cantaban el feliz cumpleaños. Vaya sorpresa se llevó cuando levantó la vista de las velas y encontró a Jungkook sosteniendo el pastel, sonriendo a la vez que cantaba. Tenía tantas preguntas que hacer, pero por el momento se limitó a sonreír y pensar en el deseo que pediría... y se sonrojó cuando su primera idea fue Kim Taehyung, para variar. Agradeció internamente que no pudieran verlo y finalmente apagó las velas, ganándose una pequeña ronda de aplausos. La habitación había quedado a oscuras de nuevo, aunque a los pocos segundos alguien encendió la luz.

Y entonces, lo vio. 

—¿Tae? —preguntó en un susurro, mirando atónito al chico parado junto a su hermano.

Kim Taehyung en vivo y en directo, parado en medio de su sala como si nada. Kim Taehyung con sus tontas mechitas verdes, sus ojos brillantes y su ridícula sonrisa cuadrada, ahí, a un brazo de distancia solamente. Kim Taehyung, su Kim Taehyung, con él.

—¿Sorpresa? —balbuceó el aludido, sonriendo como si lo hubieran atrapado en medio de una travesura—. Sorpresa...

—Hyung, nosotros iremos a cortar el pastel —anunció Jungkook en voz alta, y aunque Hoseok asintió, no estaba muy seguro de qué acababa de decir.

—¿Qué haces aquí? —logró preguntar con la voz ahogada, acercándose a Taehyung y llevando de inmediato una mano a su cabello, tomando un mechón con los dedos—. Debo admitir que estoy muy sorprendido ahora, mechitas verdes.  

—Masin tiene el poder para cualquier cosa, Hobi —dijo Taehyung, haciéndolo sonreír—. Vine a festejar tu cumpleaños, obviamente, y traje a Jungkookie conmigo.

—¿Lo trajiste? —preguntó, riendo suavemente—. ¿Cómo es eso, lo cargaste desde Busan hasta aquí acaso?

—No, le dije que iba a venir a verte de sorpresa y que debía venir conmigo —explicó el chico con simpleza—. Cuando dijiste que tu cumpleaños no era importante y que no ibas a festejar me dio mucha pena... No iba a dejar que pases tu cumpleaños solo por nada en el mundo, así que armé un grupo en kakao con Jungkook y con los hyungs y planeamos todo, y aquí estamos. 

Fue una cuestión de segundos para que la sonrisa en el rostro de Hoseok desapareciera, siendo reemplazada por un puchero. Los labios le temblaron, anunciando lo inminente: estaba a punto de llorar. Sintió los ojos humedecerse rápidamente, y antes de que pudiera tratar de calmarse, ya estaba derramando algunas lágrimas. Sin dudarlo ni un momento, bajó la mano con la que aún sostenía el cabello de Taehyung y la posó en su nuca, haciendo que el chico se pegara a él para envolverlo en un fuerte abrazo. Enseguida sintió los brazos delgados del menor rodeando su cintura, y se permitió hundir el rostro en su cuello, cerrando los ojos para disfrutar de aquel momento sin pensar en nada más.

No supo con exactitud cuánto tiempo pasaron abrazados. Bien pudo haber sido un minuto, o tal vez una hora, un año, un mes; no tenía idea. Lo único que sabía con certeza en ese momento era que el tiempo parecía haberse detenido mientras aspiraba el delicioso aroma a vainilla de la piel cálida de Taehyung, y que aquellas caricias suaves con los pulgares se sentían de maravilla en su espalda, y que de no haber sido porque Yoongi carraspeó antes de preguntar si querían pastel y lo hizo salir del hechizo, no se habría separado de él nunca. 

Pero lo hicieron, se separaron, y Hoseok se veía ridículo con restos de lágrimas en los ojos, y Taehyung se veía adorable con las orejas rojas por un evidente sonrojo, soltando risitas tontas mientras se dirigía hacia el sillón. Si Yoongi, Namjoon y Jungkook tenían algo que decir, hicieron un trabajo excelente fingiendo que no mientras comían y hablaban del viaje en tren y la noche pasada con el hermano de Taehyung. No le resultó nada extraño que Jungkook hablara con admiración del chico, no después de todo lo que Taehyung le había contado de él previamente. 

Entre porciones de pastel, historias y carcajadas, la noche avanzó. Volvieron a cantar el feliz cumpleaños a las 12, luego prepararon ramen a pedido de Jungkook, y siguieron hablando de todo y nada a la vez. Por supuesto que Taehyung no tardó mucho en conquistarlos a todos con sus ocurrencias, sus curiosidades, sus anécdotas. El chico parecía especialmente animado, casi como si estuviera borracho o algo así, todo risitas tontas y sonrisas cuadradas que hacían desaparecer sus ojos.

Hoseok había empezado su cumpleaños de la mejor forma posible.

—Jungkook se quedó dormido —anunció Yoongi luego de echar un vistazo al menor, que llevaba callado un buen rato ya—. Iré a buscar algo para taparlo.

—Tuvo taekwondo hoy —recordó Hoseok, asintiendo con la cabeza—. ¿Debería llevarlo a mi cama?

—Deja que duerma aquí —aconsejó Namjoon, quitando los pies de Jungkook de su regazo para acomodarlo en el sillón—. Ya se durmió, no lo despiertes.

Yoongi reapareció con una almohada y dos mantas, entonces se dedicó a arropar bien al menor de todos, que se terminó de acomodar por su cuenta sin siquiera despertarse. 

—Yo también me iré a dormir —anunció entonces Yoongi—. Se supone que desayune con Yeji mañana.

—Yo estoy cansado —mintió Namjoon (porque por supuesto que Hoseok sabía cómo era él cuando estaba cansado, y no lo parecía en ese momento), exagerando un bostezo—. Buenas noches a todos.

Y así de fácil, ambos chicos huyeron a sus respectivas habitaciones, dejando a Hoseok a solas con Taehyung en la sala, Jungkook durmiendo plácidamente en medio de ambos. Los dos voltearon a verse al mismo tiempo, sonriendo en cuanto sus miradas se cruzaron, y rompieron el contacto nada más cuando Taehyung bostezó repentinamente. Él, al contrario de Namjoon, sí lucía cansado: Hoseok había visto al chico bostezando y refregándose los ojos más de una vez a lo largo de la noche.

—Tienes sueño, ¿no? —preguntó, sin dejar de sonreír—. Ya es algo tarde.

—Sólo un poco —aseguró el chico, tras negar ligeramente con la cabeza—. Aunque sí me gustaría una cama ahora mismo...

Hoseok, aún sonriendo, no dijo nada y se limitó a tomar la mano de Taehyung para guiarlo hacia su habitación. Sintió auténticas cosquillas en el estómago cuando Taehyung entrelazó los dedos de ambos, y lamentó que durara tan poco porque una vez que llegaron a su cuarto el chico no demoró más de dos segundos en soltarse para dejarse caer en la cama, suspirando apenas su cuerpo delgado chocó contra el colchón. Con el impacto, las cosas que reposaban sobre la cama cayeron al suelo, y mientras Taehyung se acomodaba, Hoseok se dispuso a levantarlas.

—Tu cama es muy cómoda —murmuró, sus palabras algo ahogadas al tener el rostro pegado a la almohada, sobretodo cuando volvió a bostezar—. Y huele rico... huele como tú.

—¿Yo huelo rico? —cuestionó él, sonriendo como un tonto mientras alisaba el abrigo de Jungkook—. ¿La mochila negra es tuya, Tae? La dejaré sobre la silla...

—¡No puedes tomar mi mochila! —exclamó Taehyung, levantándose de golpe—. Digo... es... tengo mis lentes ahí adentro, trátala con cuidado. 

—¿Tus lentes?

—Sí, mis lentes, lo juro —aseguró el menor, aunque enseguida comenzó a reírse ante la mirada confundida de Hoseok—. Es difícil mentirte, Hobi.

—¿Mentirme? —inquirió, aún más confundido que antes—. ¿Y cuándo me mentiste?

—Tienes que esperar hasta mañana para ver tu regalo —dijo Taehyung, llevándose la almohada al pecho para abrazarla, bostezando de nuevo—. ¿Tienes otra almohada? Es que me duermo abrazando a Shim, necesito abrazar algo para dormirme...

Hoseok buscó la almohadilla para cuello que Yoongi le había regalado su cumpleaños pasado, ofreciéndosela al menor mientras sus palabras daban vueltas en su cabeza, "tienes que esperar para ver tu regalo". Tras acomodarse nuevamente con la misma bajo el cuello, Taehyung cerró los ojos con una sonrisa en el rostro, bostezando una vez más, completamente ajeno a las dudas que había sembrado en Hoseok tan inocentemente. 

—¿Dijiste regalo, Tae? —quiso saber—. ¿Me trajiste un regalo?

—Cierro los ojos pero aún te escucho, eh —advirtió Taehyung sin dignarse a responder, y Hoseok tuvo que aguantarse la risa—. Es que quiero descansar la vista, me arden los ojos...

—Está bien —terminó aceptando, aunque ya se imaginaba lo que sucedería—. Sé que estás muy cansado.

—Sí, es que estuve toda la tarde ocupado —explicó Taehyung, arrastrando las palabras—. No fui a natación pero igual estuve haciendo todas estas cosas con... mi mochila.

—¿Con tu mochila? —repitió Hoseok, haciendo un esfuerzo sobrehumano por no reírse—. ¿Tiene algo que ver con mi regalo?

—Mh...

Era un caso perdido, lo supo en cuanto vio al chico con el ceño fruncido y los labios abultados, más dormido que despierto. Hacerlo hablar en ese estado hubiera sido trampa, y Hoseok no quería hacer trampa. Por esa misma razón se obligó a dejar la mochila de Taehyung en la silla sin revisarla, incluso si se moría de ganas por ver qué era aquel dichoso regalo. Honestamente, con que hubiera ido a verlo era más que suficiente. El regalo podía ser una roca, e igualmente la atesoraría por siempre por el simple hecho de que provenía de Taehyung, luego de que tuviera un gesto tan bonito con él como ir a verlo de sorpresa. 

Con este pensamiento en mente se acercó a la cama, tomando asiento al borde de esta para observar al chico, sin creer del todo su suerte. Había pasado las últimas cuatro horas sentado a su lado, rozando su mano o su pierna cada vez que se movía, escuchando su risa, sintiendo su calor, y aún así no terminaba de creerse que realmente Taehyung estaba ahí.

—Sí que me sorprendiste, Taehyungie —susurró mientras le quitaba el cabello del rostro—. Mi deseo se cumplió así de fácil, así de rápido... —agregó, llevando la mano a la mejilla del chico, dejando una caricia suave—. Ahora falta mi otro deseo...

Esperaba cumplirlo pronto. Si tenía suerte, al día siguiente podría hacerlo. Así que suspiró y se inclinó sobre Taehyung, conformándose con darle un beso en la frente por el momento mientras le deseaba buenas noches. Después de eso se levantó, arropó bien al menor, apagó la luz y salió del cuarto para ir a recostarse en el sillón junto a Jungkook. 



-----------------

 1) Hoseok habló de lil pump el de gucci gang ¿? ah

2) Namgi trolleó a Hoseok epic troll

3) Sleepy Tae = drunk or high Tae

4) Espero que les guste ¿?

5) Todavía falta lo mejor ahre

6) Feliz cumple a Hobi bb

7) 5HINee <3

8) Me avisan si hay errores, quiero subir esto yayaya y no tengo ganas de revisarlo ahre perdón:(

9) Me emocioné con la lista gg good night babies i love you

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top