27. Facetime
Apenas la pantalla se iluminó con la imagen de Taehyung, Hoseok suspiró de alivio al atender la llamada. Entonces Taehyung apareció en la pantalla, y que estuviera sonriendo casi con timidez hizo que Hoseok por un segundo se olvidara de que estaba asustado por la tormenta. Sólo por un segundo, pues un nuevo trueno estalló en sus oídos, obligándolo a cerrar los ojos con fuerza y apretar los dientes, y la sonrisa que pretendía dedicarle al chico no llegó a formarse.
"Casi no se te ve, Hobi" se burló Taehyung en medio de una risita tonta.
"Sí, bueno, cuando se corta la luz digamos que te quedas un poquito a oscuras" logró decir tras unos segundos en los que trató de volver a la normalidad luego del susto, y su comentario hizo reír a Taehyung. "Espera, voy a tratar de... dame un segundo".
"¿Qué estás haciendo?"
"Tratando de... si pusiera las velas sobre mi cama sería demasiado estúpido, ¿verdad?" preguntó en vez de responder, con una vela en una mano y el teléfono en la otra, mirando la expresión de confundido en el rostro de Taehyung. "No me gusta no poder verme ni siquiera las manos, Tae".
"Tienes miedo de que te caiga un rayo o de que te coma un monstruo, pero es más probable que quemes tu dormitorio haciendo algo así de tonto" lo regañó el menor, riéndose como si hubiera algo de que reírse en un momento así.
"Tienes un muy buen punto ahí, Kim Taehyung..." admitió, tan avergonzado como resignado. Al desistir de la idea, dejó la vela nuevamente en la mesita de noche y se dejó caer en la cama en el momento exacto en el que otro trueno le sacó un respingo. "¿Sabes? Eso me da más miedo que un incendio ahora mismo".
"No es por nada pero se escucha terrible incluso desde aquí, wow" soltó Taehyung, asombrado, totalmente ajeno al auténtico miedo que sentía Hoseok. "Pero ya dije que te iba a distraer, ¿qué puedo hacer para distraerte?"
"Cualquier cosa" se apresuró a decir él, y ni siquiera se sintió avergonzado por la desesperación que vibraba en su voz. "Tú siempre tienes algo de lo que hablar... háblame de algo, supongo que eso será suficiente para distraerme".
Taehyung se llevó la mano libre a la barbilla, frotándose el mentón mientras pensaba. Hoseok se quedó en silencio nada más contemplando el rostro del chico, sorprendido por cómo, a pesar de que no estaba diciendo nada de lo que pasaba por su mente, su rostro tan expresivo lo delataba. Su ceño se fruncía y a él no le costaba adivinar que estaría recordando algo asqueroso; sus ojos desaparecían detrás de una risita que no lograba ocultar y Hoseok ya se imaginaba que lo que lo hacía reír así era el recuerdo de alguna travesura...
O tal vez sólo estaba exagerando, como tendía a hacer cada vez que se trataba de Taehyung. La cosa era que el rostro del chico era completamente transparente, y a eso a él le gustaba mucho, casi tanto como la sonrisa cuadrada que ahora se encontraba al otro lado de la pantalla.
"¿Quieres que te cuente algo muy lindo?" ofreció entonces Taehyung, y Hoseok dijo que sí con urgencia luego de que la habitación entera se iluminara momentáneamente por un relámpago repentino. "Soonshim está abrazando un peluche ahora. Estos días que estuvo durmiendo aquí conmigo los pasó con un peluche que se robó del cuarto de Jin hyung".
"¿Se robó un peluche del cuarto de tu hermano?" preguntó él, a lo que Taehyung asintió con la cabeza. "¿Y tú la dejaste?"
"Soonshim puede hacer lo que quiera, Hobi" dijo Taehyung con un tono de voz que no admitía discusiones, y él se encontró riéndose suavemente. "La cosa es que tiene a este bicho blanco, y no duerme sin él... le pasa una patita encima o lo usa de almohada".
"¿Y qué estás esperando para mostrarme a Soonshim con su peluche, eh?" tentó. "Entiendo que lo tuyo sea presumir, pero esto es inhumano incluso para un dictador".
"¡Oye! Yo no soy un dictador" se defendió el menor, luciendo realmente ofendido. Sin embargo, antes de que Hoseok pudiera disculparse, Taehyung hizo una mueca que sólo podría calificarse como una mezcla entre malvada y sugerente, levantando las cejas al momento de decir: "soy el rey de la oscuridad, no te olvides".
"Cómo olvidarme de Masin, tu verdadera forma..."
"Aunque el que está a oscuras ahora seas tú" agregó el chico, y luego soltó un suspiro un tanto exagerado. "No te preocupes, ninguno de mis súbditos te hará daño, nunca lo permitiría".
"No sé si debería reírme porque eres muy tonto, o llorar porque yo soy aún más tonto y tengo miedo de verdad" bufó Hoseok en respuesta, logrando que Taehyung sí soltara una carcajada. "Ya bastante tenía con los truenos, ¿pero que se corte la luz? Joder".
"Ok, déjame pensar algo más que pueda contart-" Pero las palabras de Taehyung quedaron en el aire, interrumpidas por un repentino grito nada varonil que soltó Hoseok al sentir algo en sus pies. Dubu acababa de subirse a la cama, y por poco le provocaba un infarto. "¿Qué pasó? ¿Estás bien?" preguntó entonces el chico, sonando auténticamente preocupado, casi asustado.
"Dubu..." balbuceó débilmente, entonces se llevó la mano libre al pecho para comprobar que su corazón no se saliera de su lugar ya que sentía el pulso acelerado incluso en la garganta. "Joder.. Dubu se subió a la cama y me rozó el pie. No te imaginas lo rápido que está latiendo mi corazón ahora mismo, maldición, qué susto".
"Oh, Hobi..." murmuró Taehyung , con una expresión que Hoseok no supo descifrar.
"Debes estar pensando que soy un cobarde, ¿verdad?" se atrevió a preguntar, y por los nervios, se rió incómodo. "Ya sé, ya sé que tendría que ser más valiente. Y sí, yo también lo pienso, ojalá fuera más valiente".
"En realidad..." comenzó a decir el menor, pero optó por suspirar en vez de terminar de hablar. Hoseok esperó pacientemente a que dijera lo que fuera, con el susto que se había llevado no se sentía tan hablador en ese momento. Y, tal como supuso, Taehyung volvió a hablar por cuenta propia unos momentos después. "No estaba pensando que seas cobarde, tampoco que tengas que ser más valiente. Estaba pensando en otra cosa".
"¿En qué pensabas?" cuestionó Hoseok, ahora más que intrigado por la expresión llena de duda en el rostro de Taehyung.
"Mm..." dudó nuevamente el chico, al punto de morderse el labio antes de finalmente decir algo. "Estaba pensando en que me gustaría que viviéramos más cerca. Si viviera allá en Seúl, o tú aquí en Daegu... no sé, me gustaría estar ahí, contigo, así no tendrías que ser valiente".
"Tae..." pronunció, y el susurro fue tan débil que ni siquiera sabía si Taehyung lo habría oído.
"A mí no me dan miedo las tormentas ni la oscuridad" agregó Taehyung, hablando cada vez más rápido, probablemente incómodo por la falta de respuesta de parte de Hoseok. "Lo digo por eso, podría distraerte mejor y no estarías asustado... aunque sea contándote curiosidades de la lluvia o de cualquier otra cosa"
Silencio. Taehyung balbuceaba más y más cosas sobre las que podía hablar, y Hoseok nada más se quedó en silencio, escuchándolo, procesando sus palabras. Que Taehyung era ridículamente tierno no era nuevo, pero cada vez que decía algo así de dulce Hoseok no podía ignorarlo. Aquel chico era la persona más adorable que había conocido, y en ocasiones como esa, cuando ya no podía resistirse a la ternura de Taehyung, le tocaba detenerse por un momento para asegurarse de que Taehyung era real.
"¿Hobi?" llamó el menor, regresándolo a la realidad. "¿Estás ahí todavía?"
Hoseok no tenía idea de cuánto tiempo había pasado en silencio, pero cuando al fin reaccionó se dio cuenta de que había desviado la vista y estaba sonriendo como sólo lo hacía cuando Kim Taehyung decía algo extremadamente dulce (o cuando le mandaba fotos de Soonshim, claro).
"Estoy aquí" dijo entonces. "Lo siento, tuve que desconectarme del mundo por un momento por tu culpa".
"¿Por mi culpa?" preguntó un levemente confundido Taehyung. "¿Te molestó lo que dije? Si fue por eso no... no era mi intenci-"
"Cálmate, pequeño, cálmate" lo interrumpió, riéndose suavemente. Su risa se vio interrumpida por un nuevo trueno, al cual sobrevivió tensando la mandíbula hasta que el ruido cesó. Antes de volver a hablar respiró profundo, entonces dijo: "No dijiste nada malo, es sólo que fue tan tierno que no pude soportarlo. En el buen sentido, digo".
"En el... buen sentido..."
"Sí, porque eres como una pequeña bolita de amor, no lo sé" dijo, y frunció el ceño por su propio comentario, tan raro y estúpido. "¿Ves? Eres tan ridículamente tierno que me haces decir cosas como esa".
"No soy tierno..." bufó Taehyung, pero cuánto se contradecía si al decir aquello hacía un mohín con los labios. "Y si dices cosas tontas es porque eres tonto, no porque yo sea tierno... ¡que no lo soy!"
"Claro, claro" se burló, riéndose nuevamente. Y aunque Taehyung parecía seguir resistiéndose, al final se rindió y se unió a él, por lo que terminaron riendo juntos. "Haré como que te creo..."
"¡Yah!"
"Perdón, pero burlarme de ti es casi tan efectivo como escucharte hablar para que se me pase el miedo" se justificó, aunque se arrepintió un poco de lo que dijo, porque una vez más no pensó y sólo soltó las palabras. "Dios, tengo que dejar de hablar sin pensar, estoy diciéndote cosas muy raras hoy. Lo siento. Mejor vuelve a hablar tú".
"Mh, ¿sobre qué debería hablar?" inquirió Taehyung pasados unos segundos de silencio. "No sé qué contarte, durante la semana te conté las cosas que hice".
"Te pediría que me cantes una canción, pero el trato es que yo baile a cambio y ahora mismo no podría hacerlo..."
Taehyung asintió, comprensivo, y luego el silencio volvió a envolverlos a ambos. El silencio y el ruido de la tormenta para Hoseok, pero siempre y cuando no estallara un nuevo trueno, tal vez podía sobrevivir sin problemas.
"Sólo habla de cualquier cosa" se escuchó pedir luego de que el silencio se prolongara mucho para su gusto. "En serio, sólo necesito que hables para concentrarme más en tu voz que en la tormenta o en la oscuridad".
"Hace unos cuantos días fui a un restaurante italiano con Minjae, y adentro las paredes eran de ladrillo a la vista" empezó a contar, a lo que Hoseok, confundido, frunció el ceño. Aún así, no lo interrumpió. "Me gustan mucho las paredes de ladrillo a la vista. Supongo que es porque las de mi casa son así, por fuera digo. Y también, en la casa de Cheol tienen la chimenea así, como en las películas de Estados Unidos, y creo que se ve muy bonito el detalle de los ladrillos a la vista".
"Ok, sé que dije que hablaras de cualquier cosa, ¿pero de qué se supone que estás hablando ahora exactamente?" preguntó cuando la confusión fue demasiada. De todos modos estaba riéndose.
"De ladrillos" respondió el chico con simpleza, encogiéndose de hombros. "Recién dijiste que te hable de cualquier cosa, y hoy temprano dijiste que podía hablar de ladrillos, que sólo querías que hable de algo para distraerte".
"..."
"Fue lo primero que pude pensar, huh, lo siento" se disculpó Taehyung con una risita tímida.
"Por supuesto que sí" fue lo único que logró decir Hoseok antes de sufrir un ataque de risa, pero no de burla, sino porque estaba... ¿conmovido? ¿Enternecido? Un poco de ambas. "En verdad... ah, tú, mocoso..."
"¡Bueno, alguien tenía que pensar en algo y tú no estabas ayudando!" estalló entonces, aunque también se reía. "Me dices que te hable de algo, bueno, ¿qué si quiero hablar de ladrillos? ¡Tengo datos curiosos sobre eso también!"
"¿Estás hablando en serio?"
"No, pero podría buscarlos y seguro algo encontraría" se corrigió rápidamente, y luego soltó un bufido.
"Dios, Tae, nene..." soltó Hoseok, sin poder dejar de reírse. "Eres tan... rayos".
"¿Tan...?" repitió Taehyung, poniendo su mirada de cachorrito confundido (esa que ponía todo el tiempo sin darse cuenta, porque Hoseok sí se había dado cuenta). "¿Tan qué?"
"No lo sé, Tae" admitió Hoseok, recordando que habían tenido la misma conversación antes. "Tan... tan tú, supongo".
"¿Tan yo?"
"Sí, tan... Tae" terminó por decir, y luego asintió con la cabeza. "Eres definitivamente muy Tae".
"Soy Tae, Hobi" le recordó el chico, como si Hoseok no lo supiera. "Obviamente voy a ser muy Tae, yo soy Tae".
"Por eso digo..." balbuceó Hoseok en su lugar, y antes de que pudiera decir algo más, su teléfono vibró. Cuando revisó la pantalla se encontró con el tenebroso mensaje de poca batería avisando que el aparato se apagaría en cualquier momento. "Tae, tengo un problema".
"¿Cuál?"
"Me queda poca batería..."
"Oh" fue lo único que dijo Taehyung. "Rayos" agregó después, haciendo que Hoseok sonriera.
"Si la luz no viene en los próximos treinta segundos probablemente me muera".
"¿O podrías poner el teléfono en modo avión y así sobrevivirá un poquito más?" sugirió el chico. "Pero para eso tendrías que colgar... no se puede hacer llamadas en el modo avión".
Aunque Taehyung tenía razón, Hoseok se sintió un poco molesto. Se había divertido hablando con Taehyung, no quería cortar tan pronto. Especialmente no quería cortar porque si no seguía hablando con alguien nada iba a distraerlo de la tormenta y realmente se moriría, y si no moría por la tormenta, de todos modos moriría por la oscuridad. Pero el teléfono seguía titilando con el maldito mensaje condenador, y no le quedaban muchas más opciones.
"Supongo que voy a tener que cortarte entonces" terminó aceptando, y no pudo contener un suspiro. "Bien, colgaré primero. Gracias por hacerme compañía hasta ahora, Tae".
"No fue nada, Hobi".
"Buenas noches, deséame suerte con tus súbditos de la oscuridad" agregó, logrando que el menor soltara una risita. "Y con Poseidón, que está tirando su océano electrocutado sobre Seúl ahora".
"Todo es culpa de los camellos con abrigo de leopardo" dijo con total convicción Taehyung, y el que se rió ahora fue Hoseok. "Suerte, no tengas mucho miedo porque Dubu te va a cuidar toda la noche".
"Dubu casi me asesina" le recordó, bufando. "Pero sí, mejor con Dubu que solo... En fin, buenas noches... y de verdad, de verdad gracias por haberme llamado".
"Ya te dije que no es nada, Hobi".
"Pero podrías no haberlo hecho, después de todo, sólo soy un bufón casi desterrado de Taebi..." comenzó, aunque decidió que no debía bromear en ese momento. "No, sin bromas, Tae. Gracias por haberte quedado, hablar contigo en serio me tranquilizó un montón".
Otra vez silencio. Taehyung se quedó callado y no respondió, pero Hoseok no se atrevía a cortar sin oír su respuesta. Le tomó unos cuantos segundos darse cuenta de que en realidad la llamada se había cortado sola cuando su teléfono se apagó por la falta de batería, y para cuando lo notó no había mucho por hacer de todos modos. Ahogando un suspiro, dejó el teléfono junto a una de las velas (que ya se había consumido por completo), y luego se permitió sonreír en medio de la oscuridad de su cuarto.
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