7. Realidad.


Jeongin estaba estático, empezó a temblar ante ese contacto. Luego sintió como el agarre de su mano con la contraria cambiaba... Hyunjin estaba entrelazando sus dedos mientras lo besaba y ahora, su espalda acababa de quedar pegada contra la pared de ese tejaban.

Llevó con titubeo su mano libre hasta el fino rostro de Hyunjin y cerró sus ojos. Abrió sus labios.

La sorpresa inundó al rubio, ¿Jeongin le estaba dando mayor acceso? sus manos se sentían tan bien en su cara.

Profundizó ese beso, era tan lento y apasionado... ninguno esperó que tomara ese rumbo, pero era un beso lindo, al fin y al cabo, demasiado lindo.

Tras varios minutos, cuando sus cuerpos exigieron aire, se despegaron un poco.




-Innie, si te he molestado... yo...


-No, hyung. No lo hiciste, tú... me has dado mi primer beso y fue... -Se sonrojó de sobremanera-. Fue mejor de lo que creí será un primer beso. Gra-gracias.





Esas palabras llegaron profundo en Hwang y lamentablemente estaba sintiéndose mal... no quería que pasara lo mismo que le ocurría a él con Lee Know, no deseaba que Jeongin se hiciera ideas erróneas sobre él y lo que sentía.

Se quedó mirando esos ojitos llenos de brillo, muchas de las palabras amorosas que un día el menor le dijo llegaron a su mente y empezó a hacerse ideas al respecto, aunque deseaba que ninguna tuviera la razón.

Sonrió, sonrió porque el chico frente a él era demasiado lindo, era su amigo, su pequeño del alma, lo consideraba su soulmate en amigo y... bueno, había sido una experiencia bonita para los dos, ese beso no rompería la amistad que tenían, probablemente la fortalecería...





-Vamos a mi casa. -Lo sacó de sus pensamientos el más pequeño.





Hwang no dijo nada, se limitó a asentir y ser guiado por Jeongin. Entraron a su casa y se dirigieron a la habitación del menor. Había estado tantas veces en ella, pero esa noche se sentía tan diferente.

Yang abrió el armario y sacó un par de pijamas que el rubio había dejado hace tiempo y se las dio para que se quitara la ropa mojada, él hizo lo mismo.

Una vez vestidos con ropa seca, los dos subieron a la cama matrimonial de Jeongin y se recostaron. Platicaron de cosas sin sentido durante varios minutos hasta que el sueño fue venciendo al menor.

Fue ahí que Hyunjin pasó una de sus manos por la cintura del pequeño pelinegro y pegó sus cuerpos... no supo cuándo, pero terminó quedándose dormido.

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A la mañana siguiente, Jeongin despertó y sintió una respiración cálida entre su cuello y su hombro, del mismo modo se dio cuenta que estaba rodeado por un brazo y...

Se giró lentamente hasta encontrarse con el rostro contrario, dándose cuenta con ello de que nada de la noche anterior había sido un sueño. Sonrió lleno de alegría, su estomago tenía a las mariposas revoloteando.





-Buenos días, hyung. -Susurró gravemente, típicamente de una voz que estuvo en silencio por horas. Hwang abrió lentamente sus ojos y sonrió ladino.


-Innie. -Pronunció con voz ronca, erizándole la piel al otro.





Sin decir una palabra, Jeongin unió sus labios una segunda vez, tomando por sorpresa al rubio, sin embargo... no se separó ni un centímetro, no... todo lo contrario, profundizó esa unión, tomó con posesión las caderas de Yang y lo pegó a su cuerpo, dio ligeras caricias en su espalda mientras continuaba la danza lenta de labios...

Se sentía tan bien, las fuertes manos de Hwang rodeándolo era fuera de ese mundo, simplemente perfecto y qué mejor que estuviera besándolo.

Ninguno supo en qué momento Hyunjin se subió al cuerpo de Jeongin, sin separarse del beso y... moviendo peligrosamente sus manos al cuerpo del otro.

Antes de avanzar más con ese contacto que ambos estaban disfrutando con evidencia, el celular del rubio sonó. Al escucharlo, éste se despegó rápidamente, dejando con ganas de más al menor...





-Oh, Lee Know hyung, ¿Qué pasa? -Dijo, intentando modular su voz agitada por el momento.





A Jeongin se le hizo un pequeño nudo en la boca del estómago al escuchar ese nombre. Estaba claro, Hyunjin iba a dejarlo ahí por salir corriendo con Lee.

Puso una mueca de fastidio en su rostro, quitó las sábanas que tenía sobre el cuerpo y bajó molesto de la cama, ingresó al baño y abrió la llave de la ducha.

Mientras tanto, Hwang mantenía la llamada con su hyung, al parecer el tema era referente al próximo concurso de baile que se llevaría en el auditorio principal de Seúl. Era una llamada importante.





-¿Entonces debemos ensayar todo un mes seguido? -Estaba sorprendido tras recibir esa información.


-Sí, tú mejor que nadie sabe que ese concurso es el que define a los mejores bailarines semi profesionales. Debemos ganar.


-Tienes razón, en este momento voy a casa, me doy un baño y me dirijo a la universidad.


-¿No estás en tu casa a esta hora? ¿En dónde andas?





Para Hyunjin, esa pregunta lo hizo creer que Lee Know estaba celoso o preocupado, claramente su enamorado corazón elegiría pensar aquello, sin embargo, el mayor solo preguntaba por curiosidad, porque todos sabían que Hyunjin odiaba levantarse temprano, de modo que era raro que estuviera levantado a esas horas.





-Estoy... estoy con Jeonginnie.


-Ah, ya veo, me lo saludas. Nos vemos a las 10.





Tras eso, colgó. Dicha acción siguió siendo malinterpretada por Hyunjin, él quería convencerse de que Lee estaba celoso.

Se lanzó a la cama del menor, y empezó a dar vueltas por la cama como colegiala enamorada. Luego se quedó estático al darse cuenta de que Jeongin no estaba ahí... solo su dulce aroma.

Miró a su alrededor y escuchó la regadera encenderse.





-Innie, me tengo que ir. -Informó.




Yang lo sabía... estaba tan molesto, quería gritarle que no se fuera, pero sería inútil, nunca podría competir contra un chico como Lee Minho, además, no se iba a comportar de forma infantil, ya no era un mocoso.





-Que te vaya bien, Hyunjin hyung. -Respondió tras la puerta, su voz sonaba apagada, pero el rubio no lo notó por la emoción e idiota ilusión sobre Lee.


-Gracias, nos vemos en la universidad.





Y en ese instante la habitación se quedó en silencio, mientras que en la del baño lo único que se escuchaba era el del agua cayendo en la regadera, porque bueno, algo más que se mantenía en silencio era las lagrimas de Jeongin. Un llanto silencioso...

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Ya en la universidad, Hwang parecía con nuevas energías, estaba entusiasmado, él quería ser de los mejores bailarines de Seúl y mucho más, del continente y todos los existentes, sabía que podía lograrlo a lado de Lee Know, quien era la persona encargada de enseñarle mayormente.

Llegando, el dueño de sus suspiros estaba ensayando ya, traía una camiseta negra ceñida al cuerpo, marcando sus perfectos y grandes pectorales y sus abdominales, una pantalonera gris y un par de tenis, esa vista para el menor era de infarto.

Ingresó con lentitud tragando salvia, dejó de lado su mochila y quitó su sudadera para unirse al mayor.





-¡Oh! ¡Llegaste Hyunjinnie!




Esa tierna manera de llamarlo... adoraba que le dijera de esa manera, era como si tuvieran una unión más profunda, lo hacía sentir en las nubes, no podía evitarlo, le encantaba ese chico.




-Sí, apenas llamaste salí de la casa de Innie y me fui a casa para alistarme, y bueno, aquí estoy. -Sonrió-. ¿Qué vamos a montar de coreografía?


-Primero vas a observarme y luego seguirme ¿de acuerdo?





Para Lee era más fácil hacerlo de esa manera y sinceramente le funcionaba a la perfección.

Las horas pasaron, ninguno asistió a clases, ambos preferían perfeccionar lo más que pudieran los primeros pasos de esa coreografía.

Uno de los pasos que más aceleraron el pulso del menor fue uno donde quedaban el uno frente del otro hacían un ligero desplante acercándose y después ascendían con lentitud, uniendo ambas manos, quedando sus pechos y rostros a escasos centímetros del otro...

Estaban sudorosos y cansados, pero ese paso en específico... Dios, ese paso estaba de infarto, más viendo el sudor de Lee recorriendo desde su rostro hasta perderse bajo el cuello de su ajustada camiseta negra, sus labios ligeramente abiertos, mostrando su tierna dentadura que le daba una apariencia de conejito.

Lee Know no podía negar que la vista de Hyunjin era todo un agasajo, esa camisa blanca suelta, con algunos botones desabotonados, su cabello semi recogido... seguido de sus expresiones tan marcadas y sus pasos tan elegantes... carajo, era precioso. Hwang tenía una mirada penetrante.






-Y ahora se besan en esa parte ¿no? -Interrumpió Félix, con una sonrisa socarrona en la puerta.





Ambos bailarines se separaron y se giraron para ver al dueño de esas palabras. Tras ver que era Lix rodaron la mirada y luego soltaron una risilla. ¿Por qué siempre estaba en ese tipo de momentos?





-Luego nos besamos, ahorita estamos practicando. -Dijo el mayor de los tres, provocando que las cejas de Félix se alzaran con sorpresa y que Hyunjin sonriera tímidamente.





Claramente, lo de besarse era sarcasmo, solo era por seguirle la corriente al australiano, aunque no negaba que los labios de Hwang seguían pareciéndole apetecibles.

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Jeongin llegó a sus clases y mayormente se mantuvo en silencio. Había tenido una noche de ensueño y un despertar increíble, pero todo se había ido al carajo con una llamada de uno de sus amigos... era tan terrible que existiera ese triangulo amoroso en un grupo de amigos ahora que lo pensaba.

Pero él se había enamorado primero de Hyunjin, mucho antes de que Lee apareciera en la vida de ambos y eso... era más doloroso, porque se daba cuenta que para el rubio nunca fue suficiente.

Beomgyu notó el ánimo apagado de Jeongin, sabía que lo más probable era que no le contara nada, pero no deseaba verlo así.





-¡Yah! ¡Yang Jeongin! -Pegó a la mesa.


-...


-Vamos a tu casa, quiero jugar videojuegos. -Demandó.


-No tengo ganas.


-Pero yo sí, ándale, hace mucho que no jugamos juntos, desde que regresé lo único que hemos compartido son las clases. -Puchereó, dándole ternura al mayor. Ese Gyu lo convencía muy fácilmente.


-Aish... -Fingió molestia-. Eres muy odioso cuando quieres. -Dijo, pero el menor sabía que lo decía a juego, así que no le tomó importancia.


-Me vale, ahora vámonos. Hoy traje mi auto y sé que tú no trajiste el tuyo, así que nos vamos juntos. -Sonrió, acomodando el flequillo que le caía sobre las largas pestañas.


-Hyunjin me dijo que nos iríamos juntos. -Recordó.


-¿Jugará con nosotros?


-No creo...


-Entonces te vas conmigo. -Respondió firme.


-Pero...






En eso su celular timbró y sabía que ese era Hwang. Abrió el mensaje y su expresión se oscureció. El rubio de su vida acababa de decirle que lo lamentaba, pero debía quedarse con Lee y con Félix para terminar el ensayo, de modo que si quería irse antes no había ningún problema.

Choi notó su expresión molesta y la curiosidad entró en él, ¿qué lo había puesto de tan mal humor en cuestión de segundos? Aunque, toda la mañana se había mostrado así...

Acercó su rostro lentamente, para que su mayor no notara que estaba intentando leer el mensaje, amplió sus ojos y solamente alcanzó a ver el nombre de Hyunjin ahí.






-¿Qué pasó?


-Hyunjin hyung dijo que me fuera, no podremos irnos juntos hoy, tiene que practicar. -Bufó, tomó su mochila y caminó a la salida del salón.





Beomgyu lo imitó y siguió pensando en lo que acababa de escuchar. Él sabía que Hyunjin era extremadamente importante para Jeongin y eso... eso lo molestaba, porque ellos dos habían sido amigos primero y bueno, sentía que, tras haberse ido a Japón, esa amistad ya no era la misma y Hwang había ocupado su lugar, su precioso lugar en la vida de Yang.

Debía hacer algo, odiaba ver a su mayor todo deprimido o molesto, ellos siempre eran risas y tonterías, esa fase de Jeongin era completamente desconocida para Choi y no le agradaba, peor si era a causa del rubio usurpador.

Haría algo... definitivamente.




(Mi edit BeomIn/JeonGyu)


Hello~~~

¿Cómo están? ¿qué tal todo?

Yo andaba poco desaparecida, pero bue... aquí andamos de nuevo :3

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