12. "¿Calentamiento...?"
Nada salió según lo esperado con Kim Seungmin, quien ahora se encontraba en un vuelo rumbo a Japón, a casa de su hermano mayor Kim Seokjin.
Estaba destrozado, derrumbado. Días antes, fue molido a golpes por su padrastro al darse cuenta de sus preferencias sexuales y más que nada, saber que era correspondido por Lee Minho, ese señor no iba a tolerar tal cuestión, de modo que lo mandó con Jin.
Ni siquiera le dio tiempo de informarle algo a alguien, las cosas ocurrieron de un instante a otro, sus redes sociales fueron bloqueadas, le quitaron su celular y prácticamente había desaparecido de la faz de la tierra.
Lee Know estaba lo que le seguía de molesto, no podía comprender por qué cuando decidió prestarle verdadera atención a alguien, se iba y lo dejaba... por eso estaba mal enamorarse, por eso las cosas del amor eran una pérdida de tiempo y emociones...
Esa noche en específico eran ya tres semanas sin saber de Kim Seungmin, todos intentaron acercarse a su casa y preguntar qué había ocurrido, pero nunca los recibían, el más insistente siempre fue Félix y precisamente en ese instante estaba tocando a la puerta.
—Félix, no deberías estar aquí. -Susurró angustiada la hermosa mujer de pecas.
—Es que necesito saber qué pasó con Minnie. No me siento bien, lo extraño demasiado y él nunca desaparecería así nada más, mucho menos sin dejar algo para su mejor amigo, o sea yo.
—Ay Dios... cómo te explico... -Miró en varias direcciones, tomó al muchacho de la mano y lo metió a la casa.
Félix y la madre de Seungmin llegaron hasta un despacho al final del pasillo, el lugar era lindo y ordenado, estaba seguro de que el lugar le pertenecía de lleno a esa mujer.
Algo se sentía verdaderamente extraño, Lee lo notaba con solo ver a la madre de Kim, ella no era esa clase de mujer asustadiza, siempre se mostraba sonriente y amable, cálida, cosa que para nada estaba siendo en esos momentos, algo realmente grave debió pasar en esa familia...
—Señora Kim, no quiero incomodarla o causarle problemas, pero por favor, dígame que Minnie está bien. —Pidió con su mirada acuosa, eso le partió el corazón a la madre del menor.
—Félix, ¿tú sabías de las preferencias de Seungmin?
—Sí, claro que sí, ¿qué clase de mejor amigo no lo sabría?
—Pues por eso mismo él no está aquí. —Lix frunció el entrecejo—. Mi esposo se enteró... y mandó a Seungmin a Japón con Seokjin.
—¿¡Qué!? ¿¡Pero por qué!? —Si la voz de Félix ya era grave, en esa ocasión llegó un tono más bajo.
—Porque... él no acepta eso, él dice que es contra lo moral, que es insano y que no va a permitir que manchen nuestro apellido por esas cuestiones... él creyó que lo mejor era alejar a Seung de aquí y que recapacitara.
—Es una estupidez. —Soltó mordaz—. Una jodida estupidez. —Ya poco le importaba si con quien hablaba era la madre de su mejor amigo.
—Supo que un tal Minho correspondía a Seung y... bueno, tú ya sabes lo demás, le quitó su celular, borró y bloqueó sus redes sociales y sus cuentas... ahorita está lejos y no tiene permitido usar nada que pueda ponerlo en contacto con ustedes, es por eso por lo que él... que aparentemente desapareció.
—Esto va contra la moral, esto si está mal, están privándolo de sus derechos.
—Félix, tú no sabes de lo que es capaz mi esposo. —Calló y dejó caer unas lágrimas—. Si de verdad quieres tanto a mi hijo, por favor, no digas nada de lo que hemos hablado, solo di que tuvo que irse del país y que regresará en un largo tiempo... de lo contrario, Seungmin sufrirá.
—¿Sabe? Lo que me sorprende es que usted siendo su madre, no lo aprecie ni valore lo suficiente. No puedo creer que haya permitido tan atrocidad, porque esto, definitivamente tiene destruido a su hijo... Me voy.
Una vez dicho eso, se alejó de la casa lo más rápido que pudo, tenía un coraje enorme en todo su ser, lo corroía por dentro. Al único que le comentó lo ocurrido fue a Bang Chan, quien además de Seungmin, era su otro mejor amigo, aunque la mayoría decía que parecían algo más.
Esa noche tenía pensado hablar con Lee de eso, él tenía derecho a saber lo que pasó.
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Hyunjin estaba en casa de Jeongin, estaban alistándose para irse de fiesta con sus demás amigos, todos estaban preocupados por Kim, pero lo conocían y sabían que muchas veces tenía esos arranques de querer alejarse de todos y bloqueaba cualquier comunicación, además, un profesor les había comentado que había sido transferido a Japón, de modo que pensaron que era cuestión de estudios y que pronto se comunicaría con ellos.
Jeongin se puso una camisa negra que se transparentaba y encima un arnés que lo hacía verse de infarto, unos pantalones negros de piel y unos zapatos que quedaban ideal con su look.
Al salir del baño, Hyunjin se giró y quedó petrificado con la imagen. Yang Jeongin acababa de robarle completamente el aliento, jamás creyó que ese chico podría verse de esa manera tan tremendamente caliente...
—¿Qué tal me v...?
Jeongin no pudo terminar la frase para cuando ya tenía sus labios siendo besados por los de Hyunjin, era un beso completamente lleno de pasión, las manos del mayor estaban con una posesión inmensa en sus caderas y de un instante a otro ya estaba sobre su cama y con Hwang encima.
—Ah... hyung... —Se separó poco del beso al sentir las manos juguetonas sobre su abdomen.
Hyunjin no se detuvo, continuó besando el cuello de Jeongin con devoción, era como si la lujuria acabara de apoderarse de su cuerpo y mente, estaba cegado por el placer...
—Mmm... —Soltó entre suspiros y jadeos el menor, esas sensaciones eran nuevas en su cuerpo... estaba disfrutando demasiado de eso.
—Estás... malditamente hermoso... —Murmuró entre besos el mayor. Esas palabras se plasmaron completamente en el corazón de Jeongin.
—Hyung... de-debemos ir con... ¡ah...!
Las traviesas manos de Hwang bajaron a la parte de Jeongin, empezó a tocar con anhelo esa parte del joven bajo su cuerpo, lucía tan delicado y a sus pies... tan jodidamente caliente y excitante... era suyo, Yang Jeongin era suyo.
—Mío... —Mordió el lóbulo de la oreja contraria, haciendo retorcerse de placer, por qué sí, era lo que Hyunjin estaba provocándole a Yang.
Jeongin se aferró con fuerza a los hombros del mayor al sentir su cuerpo siendo elevado, colocándolo a horcajadas en Hwang.
—Muévete... quiero... quiero sentirte Jeongin...
Jodida mirada que le estaba dando el rubio al pelinegro... una mirada tan penetrante, perdida en la lujuria y el deseo. El menor no iba a hacerlo esperar y así lo hizo. Empezó a moverse lentamente sin dejar de conectar su mirada con la otra, él quería ver qué más lograba encontrar en ella, era un reto que parecía interminable.
Hyunjin mordió su labio inferior, su cabello empezaba a pegarse a su frente y cuello por el sudor, cerró sus ojos, él perdió esa batalla, alzó su cabeza hacia atrás, dejando descubierto su cuello... cosa que aprovechó Jeongin para atraparlo entre sus labios, sin dejar de moverse...
—Carajo, Yang... ¿Cuándo...?
Estaba por preguntar ¿Cuándo aprendió a moverse de ese modo? Pero una voz resonó en su cabeza...
"Tu pequeño amigo, alguna vez tendrá pareja, se besará con él y muchas cosas más y... ¿Qué crees? Pienso ser esa pareja".
Ese recuerdo terminó apagando todo el momento. Hyunjin detuvo los movimientos de Jeongin, llevó la mano a su cabello, tragó saliva y miró en cualquier dirección que no fuera el rostro confundido del menor.
—¿Qu...?
—Dijiste que debíamos ir con los demás. —Se excusó—. Vamos... vamos tarde.
Siguió sin dirigirle la mirada y eso, eso no había convencido para nada al menor, pero igual, no dijo nada, simplemente lo bajó de su cuerpo.
Ambos tomaron un poco de aire antes de salir de la habitación de Jeongin, sus padres acababan de llegar, no podían salir de esa manera.
Una vez recuperados, salieron, saludaron y se despidieron. Subieron al auto del mayor y avanzaron. En todo el camino estuvieron callados y Jeongin simplemente se preguntaba ¿qué había hecho mal?
Para el menor, era algo que hizo lo que provocó que Hyunjin se detuviera... quizá su estúpida insistencia por irse con los demás... aunque evidentemente prefería estar con él, pero le daba miedo dar un paso más con su hyung... tenía miedo de no ser lo suficientemente bueno en el ámbito sexual que, era a donde llevaba toda esa situación.
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Lee Know seguía bebiendo, desde que llegó lo primero que hizo fue dirigirse a la barra, si salía al jardín caminaba hasta las hieleras y sacaba más cerveza, nada estaba importándole en esos instantes, quería perderse. Odiaba la forma en la que estaba sintiéndose.
Regresó dentro y empezó a bailar, estaba perdido en su propio mundo, en su mundo lleno de coraje...
Hyunjin y Jeongin aparecieron y buscaron a sus amigos, la mayoría estaba en la parte de la sala, estaban con juegos de cartas y alcohol, se veían bastante entretenidos.
—Hey ¿y Lee Know hyung? —Preguntó después de un rato Hyunjin. Jeongin rodó la mirada.
—Siempre es el maldito de Lee Know hyung... —Pensó.
—Está bailando, no ha dejado de beber, no sabemos qué le pasa, quizá tú podrías sacarle eso, parece que eres de los pocos a los que les cuenta sus cosas. —Intervino Jisung. Jeongin lo miró mal.
—Bien, ahorita regreso.
Yang se quedó observando cómo desaparecía entre los pasillos su amado rubio. Chan y Félix se miraron inquietos, además... notaron ciertas marcas en el cuello del menor que los hacía pensar cosas, cosas nada decentes, estaban recientes y no dudaban ni un poco que el causante fuera el rubio.
—¿Todo bien Innie? —Se animó a preguntar Chan.
—Claro hyung, todo jodidamente bien. —Sonrió con evidente falsedad, ni siquiera le interesaba fingir su sarcasmo—. Ya vuelvo.
Se puso de pie y fue por una cerveza, necesitaba beber. Todos los demás se quedaron pasmados con la respuesta del menor, era bien sabido por todos que cuando no estaba de humor podía ser la persona más arrogante y siniestra del mundo, pero no creyeron volver a verlo de esa manera...
—¿Qué creen que...?
—Ni idea, por ahora será mejor no tocar temas que puedan hacerlo explotar.
—Bien...
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En la pista, Lee seguía moviéndose como si solamente él existiera, sentía completamente la música, en este caso "Who do you love" de Monsta X.
Hyunjin se quedó mirándolo con suma atención. Dios, amaba verlo bailando, era hipnotizante.
En esos momentos, Minho abrió sus ojos y se encontró con Hwang al frente, sonrió ladino y caminó hacia él.
—¿Bailamos? —Sugirió un tanto sensual.
—Es un placer. —Siguió el coqueteo.
Empezaron a bailar, Hwang tomó de las caderas a Lee, bajaban y subían al ritmo de la música... las manos traviesas del mayor empezaban a hacer de las suyas, tocando ligeramente el trasero del otro, recibiendo a cambio un levantamiento de ceja.
—Vayamos... a un lugar más privado, muero de calor y planeo sacarme la ropa.
Esas palabras fueron suficientes, Lee tomó de la mano a Hyunjin y subieron a las habitaciones.
Félix también había dejado a los otros atrás, quería hablar con Minho sobre Seungmin, pero para él, lo que acababa de ver significaba que le importaba poco. Por otro lado, Jeongin también los vio subir a una habitación.
—Así que... ¿fui el calentamiento? —Dijo incrédulo.
—¿Calentamiento de qué? —Se acercó Beomgyu rodeándolo con un brazo.
El menor miró en la dirección que veían los ojos de Jeongin y ahí comprendió.
—Ese tipo... —Chasqueó su lengua—. ¿Sabes? Es un imbécil. ¿Cómo puede gustarte alguien tan idiota? —Se quejó el de mechas.
—Ni siquiera yo lo entiendo... pero me duele. —Bebió más de la botella.
—Deja eso, no es nada sano, además... lo único que hará por ti es traerte tremenda resaca mañana. —Le arrebató la botella.
—Déjame solo Beom...
—Eso no va a pasar. Hagamos algo. —Dijo y lamió sus labios—. Démosle una lección.
—¿Qué? ¿de qué hablas?
—Cuando él salga de esa jodida habitación, entraremos a otra y fingiremos que haremos lo mismo que él con el tal Lee.
—Creo que alguien ya está ebrio. —Rio el pelinegro—. Estás loco.
—¿Por qué estaría loco? Dijiste que él te uso de calentamiento, es decir que ustedes tuvieron un encuentro bastante similar al que están por tener ellos dos... aplica la de diente por diente, aunque tú y yo no hagamos nada. Finge conmigo In-ah.
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