Algo tan obvio...
Últimamente hacía bastante frío, era el clima normal en esos meses, aunque ese día en específico había salido el sol finalmente, calentando aunque sea un poco la isla y derritiendo la más mínima nieve que se había acumulado los últimos días.
A pesar de que se elevara un poco la temperatura, lo mejor era llevar mínimo una prenda abrigadora para el frío.
Con el clima así, no daban ganas de levantarse de la cama, pero ese no era el caso de Amy Rose. Ella se había levantado temprano; como era de costumbre, se dio un baño de burbujas largo, se secó y peinó, sacó un vestido de gala de su armario y lo colocó sobre su cama para que no se arrugara a lo largo del día. Se vistió; optó por un vestido de lana roja, sus mallones morados y unas botas cafés.
Una vez lista, aprovechó que aún era temprano para bajar a la sala de su casa e ir por su bolsa de tejido. Debía terminar su último trabajo. Tomó las agujas y el estambre correspondiente para retomar donde se había quedado.
Pasaron máximo dos horas y su reloj había sonado, dando el medio día ya.
— Listo... sólo debo rematar esta última parte y... — se dijo a sí misma, orgullosa de cómo estaba quedando su trabajo. Faltaba tan sólo un poco para que quedara listo y todo su ser estaba centrada solamente en eso...
Y de pronto, escuchó fuertes golpes contra su puerta, seguido de una muy ruidosa y conocida voz.
— ¡Amy! — su usualmente loca mejor amiga no podía hacer excepción de su encantadora personalidad, ni siquiera ese día especial.
Claramente, el susto la hizo tirar las largas agujas que tenían su tejido. Se paró rápidamente para recogerlas y guardarlas lo más rápido que pudo devuelta a su bolso de tejido y estambres.
— ¡Abre la puerta! — seguía tocando con desesperación.
— ¡Un segundo! — por el pánico y la prisa, todas las bolas de estambre que cargaba dentro, salieron volando de la bolsa.
— ¿Por qué tardas tanto...? — hizo una pusa dramática para proceder a exclamar fuertemente — ¡¿Acaso los alienígenas te están secuestrando?!
Giró los ojos con esa suposición típica de ella. Decidió no contestar y dedicar su atención en recoger los estambres del suelo.
— ¡Amy! ¡Abre, yo te salvaré! — siguió golpeando la puerta, sólo que esta vez con mucha más desesperación.
— ¡Sólo un segundo! — una vez se aseguró de haber guardado todo en su lugar, se dirigió finalmente a la puerta de la entrada para abrirle a la gritona de su amiga — Sticks, te dije que que...
— ¡Ahh! — se abalanzó sobre ella, derribándola contra el suelo en el acto — Asegurada.
— ¡Sticks! ¿Qué te pasa?
— Sé que están ahí! ¡Manifiéstense alienígenas! — sacó su boomerang — ¡No permitiré que toquen el cerebro de mi amiga!
Hubiera aventado su arma si no hubiera sido porque Amy le detuvo la mano aún debajo de la tejón.
— No lances tu boomerang destructivo dentro de mi casa... — advirtió entre dientes — Aquí no hay ningún ser del espacio.
— ¡A mí no me engañan! — se levantó rápidamente y corrió hacia algo que vio en el suelo — ¿Qué me dices de esto? ¡Ha de ser un huevo de alien!
Amy se levantó también y posó sus ojos con aburrimiento en el supuesto huevo alienígena que señaló Sticks, pero entró en pánico al ver que se trataba de una de las bolas de estambre que salieron volando hace un momento.
¡Se le había escapado esa!
— Eso no... no es un huevo de alien...
— ¿Entonces qué es...?
Pensándolo mejor... no tenía que preocuparse de Stickes, lo preocupante sería si otra persona en específico la hubiera descubierto con las manos en la masa. Y por lo que veía, ella venía sola.
Por lo que giró los ojos aliviada — Es una bola de estambre, estaba tejiendo — se la quitó de las manos y la colocó sobre la mesa de su sala.
— ¿Tejer? Suena aburrido — Sticks desvió la mirada, perdiendo el interés por completo — tal vez por eso los alienígenas se fueron. He de admitir que puede ser muy buen repelente.
Amy se sentiría ofendida normalmente, pero eso la ayudó para que la dejara en paz.
Aunque eso la hizo recordar — ¿Qué haces aquí?
Sticks saltó al recordar su objetivo inicial al llegar a la casa de la eriza — Los chicos están en el Meh Burger y me enviaron por ti. Almorzaremos antes de la cosa de esta noche.
— Esa cosa es una gala, Sticks — la corrigió, cansada de explicarle cientos de veces.
— Lo que sea. ¿Vienes?
Sonrió — Vamos.
Tomó un abrigo morado colgado en el perchero al lado de su puerta, para proceder a colocársela encima y así salir de su casa junto a Sticks.
Pasaron al menos cinco minutos cuando llegaron a la Villa Headgehog y lo primero que se encontraron, fueron las hermosas decoraciones con enormes flores y corazones que adornaban a todo el pueblo por el día de San Valentín.
— ¡Blah! Todas estas decoraciones empalagosas me revuelven el estómago y no es por los gusanos que desayuné esta mañana.
— Vamos Sticks... hoy es un día especial. Es la perfecta oportunidad para estar con tus amigos y valorarlos... y a otros seres especiales.
— ¿Cómo mis trampas especiales? — sus ojos se iluminaron.
Amy gruñó, pero antes de poder corregirla, notó que alguien las saludaba a lo lejos.
— ¡Chicas! ¡Por aquí! — era Tails, que se encontraba ya en una mesa del Meh Burger, acompañado de Knuckles y Sonic.
Sonrió y devolvió el saludo. Apresuraron el paso y llegaron hasta ellos.
— Hola chicos. Feliz día — vio que ya habían pedido unas hamburguesas para ellas.
— Igualmente... ammm... ¿Feliz Navidad? — Knuckles preguntó y todos se golpearon la cara con la palma de sus manos — ¿Qué...?
La eriza no pudo evitar sonrojarse levemente con la mención de esa festividad. Por suerte, nadie pareció notarlo.
— Navidad fue hace tres meses. Es San Valentín, Knuckles... ya lo hemos discutido muchas veces — Tails suspiró cansando.
— ¿Pero aún así recibiremos regalos?
Amy se sentó al lado de Sonic, quien le regaló una sonrisa tierna.
— Puede que recibas un regalo de tu persona especial... eso podría ser un símbolo de amor... — dijo con ilusión en su voz. No era secreto que el día de San Valentín era su favorito en todo el año.
Lo extraño es que no separó sus ojos de Sonic, ni este de ella por alguna razón. Eso no pasó desapercibido para sus amigos... no era la primera vez que se observaban de ese modo.
— ¿Cuentan admiradoras? Porque Sonic y yo tuvimos muy buen inicio de Halloween — Knuckles codeó pícaramente al azulado, provocando que este casi de ahogara con su comida por esa mención.
— Knuckles, no es... agh... olvídalo — el zorro prefirió no gastar saliva explicándole de nuevo el nombre de la festividad.
Mientras Sonic recuperaba el aliento, todos centraron sus miradas en Amy, pero contrario de lo que imaginaron ellos tres, ella estaba centrando toda su atención en su hamburguesa, como si no hubiera escuchado nada de lo que dijo Knuckles.
Sintió todos esos ojos sobre ella y levantó la vista.
Arqueó una ceja luego de tragar — ¿Qué?
Se echaron para atrás y rieron incómodamente — Nada...
La eriza iba a hablar, pero fue interrumpida por el sonido agudo de las bocinas alrededor del pueblo.
— Probando, probando... — volvió a oírse una onda aguda, provocando que todos taparan sus oídos por el dolor — ¿Ya? Muy bien...
— Es el alcalde — Tails señaló. asegurándose de ya no ser lastimados por el sonido.
— Atención ciudadanos y colegas. Feliz San Valentí, les deseo un gran día del amor y la amistad. En conmemoración de este día tan especial, les recuerdo que en mi mansión daré una gala con entrada abierta para todos. La única condición para entrar es que vengan formales y acompañados por una amistad o un ser muy especial en sus vidas. Y recuerden; habrá un premio para la mejor pareja de enamorados o de amistad, dependerá de que tan bien demuestran sus sentimientos el uno por el otro esta noche. Eso sería todo, que pasen buena tarde antes de esta noche — y con eso último, el audio se cortó.
— Que aburrido... — Sticks estrelló su cara contra la mesa de madera — Odio que el acalde nos esté obligando a ir específicamente a nosotros.
— Es obvio, somos los héroes del pueblo — Sonic hizo esa típica mueca presumida que tan bien lo caracterizaba — Tenemos que ir para cerciorarnos de que Egghead no haga de las suyas.
— Eso suena más interesante... preferiría dedicarme a eso todo el día que ir a esa cosa — siguió quejándose sin levantar la mirada.
— Vamos Sticks... será divertido — Amy sonrió animosa. Prosiguió para darle un sorbo a su refresco.
— Tan sólo oírlo se oye aburrido... así como tu cosa esa de tejido de hace rato en tu casa.
Al escuchar la palabra "tejido", la eriza casi se ahoga con la bebida al tragar mal; provocando que tosiera el líquido. Casi salieron lágrimas de sus ojos por el ardor del gas.
— Oh... — Tails miró a Amy con curiosidad — ¿Estabas tejiendo?
— Sí... algo... — desvió la mirada avergonzada.
— ¿Qué cosa? — Sonic preguntó curioso también.
— ¡Yo también quiero saber sea lo que sea de lo que estén hablando! — Knuckles se metió a la conversación, sentido de que lo estuvieran excluyendo.
<<¿Y ahora sí les interesa lo que hago con mis manualidades?>> se preguntó a sí misma ofendida al recordar las veces en las que ignoraban sus pasatiempos favoritos, tachándolos de aburridos.
— Si digo "algo", quiero decir "privado" — sonrió entre dientes, tratando de ocultar su molestia, pero sobre todo, su nerviosismo.
— ¿Y tú de a cuando te guardas las cosas? Si te encanta expresarte en voz alta — Sonic se burló, no importándole la mirada asesina que le dedicó la rosada en ese momento.
— Hay cosas que sí puedo decir en voz alta y otras que no... como este tejido.
— Que código tan difícil — Knuckles recargó su cara sobre su mano.
— Pues así es. Son cosas mías y privadas.
— Ahhh... ya entendí — el equidna chasqueó sus dedos — ¡Te estabas tejiendo unos calzones!
Esa declaración escandalosa llamó la atención de los presentes y la gente cerca de ellos, mirando ahora con curiosidad. Seguido de eso, la eriza explotó en diferentes paletas de colores rojos, casi se podría jurar que vapor brotaba de su cabeza. Aunque claro estaba que pena no era lo único que la invadió.... no... el equidna estaba muerto.
Sacó su martillo de la nada y se subió sobre la mesa donde estaban — Knuckles... — dijo con voz siniestra y una especie de aura oscura la rodeó.
— ¿S-sí...? — preguntó con temor, y sus otros tres amigos retrocedieron aún sobre sus sillas, igual de aterrorizados que su musculoso y tonto amigo.
— ¡Te voy a...!
— ¿Amy Rose? — su amenaza, probablemente de muerte, se vio interrumpida por Dave, que contemplaba la escena con indiferencia.
Amy dejó su aura maligna a un lado, pero eso no redujo su mal humor.
— Dave... sabes quién soy. Llevo comiendo aquí por años, te he detenido varias veces de conquistar el mundo — se cruzó de brazos con fastidio.
— No me suena.
Gruñó y apretó los puños para tratar de tranquilizarse. Lo dejaría ir esta vez — ¿Qué quieres?
Dave le extendió una carta con un sello en forma de corazón.
— Un tipo vino a mí y me solicitó que te entregara esto como tu "admirador secreto", y me pidió que no te dijera que se llama Carl — y así, le dio la espalda y se retiró, no sin antes notar la cara de agradecimiento de Knuckles.
Como por arte de magia, el enojo de Amy desapareció al observar ese sobre.
— Uhhh, es el séptimo de esta semana — Sticks recalcó con picardía — Ha de ser otra invitación a la gala de esta noche.
Y así como los tres habían mirado a Amy hace un rato con la mención de las admiradoras de Sonic; esta vez se dirigieron a observar a este mismo... pero él vovió a su chilidog como si nada.
Por una razón, los tres suspiraron con aburrimiento.
— ¿Y qué harás? ¿Lo aceptarás? — Tails preguntó, al parecer ansioso por la respuesta de la eriza.
Ella sonrió, como si ocultara algo — Ni siquiera conozco a "Carl"... además... ya tengo con quién ir.
Nuevamente, captó la atención de ellos.
— ¿Con quién irás? — Knuckles arqueó una ceja expectante.
Amy sonrió aún más.
— Iré con S... — los chicos casi aguantaron la respiración esperando la respuesta — Sticks.
— ¡Lo sabíamos! Era tan obvi... — dijeron al unisón y también se detuvieron al percatarse de lo que había dicho — ¡¿Sticks?!
— ¡Lo sé! También reaccioné así — la tejón se cruzó de brazos con el ceño fruncido — ¡Me está obligando a ir! Actúa como el gobierno.
— Nada como el apoyo de mi amiga en un día tan importante para mí — Amy dijo sarcásticamente con una sonrisa falsa.
— No lo puedo creer... — Tails suspiró decepcionado.
— ¿Por qué? — la eriza comenzaba a fastidiarse por la forma sospechosa en la que actuaban sus amigos.
— Es Sticks... un día romántico... — Knuckles apoyó a Tails — No pensé que te gustara eso...
— Ahora sí recuerdas que es romántico este día... — gruñó — Pero he de recordarte que también es el día de la amistad y la gala lo permite.
— Pero creíamos que tú...
— ¿Qué yo qué...?
Tails miró a Sonic rápidamente. No estaba seguro si decirlo en voz alta — Que tal vez tú...
— ¡Que irías con Sonic! — Sticks lo gritó irritada — ¡Así podría zafarme y todos dejarían de hablar en clave como los alienígenas!
— ¡Sticks! — Tails regañó a la tejón, pero clavó su mirada en los dos erizos, aterrado de cómo podrían reaccionar.
Pero para su sorpresa... los dos soltaron una gran carcajada, confundiendo a sus amigos en el acto.
— ¿De qué se ríen? — Sticks preguntó.
— Jajaja... ajem... — Amy tomó aire — Nada, es sólo que...
— ¿Por qué iríamos juntos? — Sonic completó.
Ahora sí dejó de funcionar el cerebro de los tres.
— Me siento normal — Knuckles dijo de la nada, pero ninguno de los presentes le prestó atención a ese detalle.
— ¿Tal vez porque ambos están hechos el uno para el otro? — Tails seguía sin comprender la gracia.
— ¿Nosotros? — preguntaron al unisón al momento de volver a estallar entre risas.
— No veo lo gracioso. Ustedes parecen dos bobos enamorados — Sticks afirmó — y ni siquiera tuve que usar mi pócima del amor.
— Chicos, sería más factible que fuéramos juntos a la gala como amigos que como pareja — Amy sonrió aún divertida mientras volvía a su hamburguesa.
— Exacto. Sólo somos amigos.
Los tres arquearon una ceja. No podían creer que negaran lo obvio de la naturaleza.
— ¿Van a negar lo obvio?
— ¿Lo obvio...?
— Ustedes harían una excelente pareja... — Tails sonrió y arqueó una ceja.
Ambos se sonrojaron — ¡No la haríamos! — y al unisón, volvieron a negarlo.
— Incluso se ven adorable sonrojados y negándolo — Knuckles sonrió bobamente.
— Están equivocados.
— Por favor... — la tejón se recargó sobre una de sus manos y también los miró pícaramente — Tails lo piensa, yo lo pienso, y sorprendentemente Knuckles tiene la capacidad de pensarlo también.
— ¡Así es! Espera... ¿Qué...? — el equidna la miró ofendido.
— Agh... sólo ustedes.
— ¿Ah sí? — Sticks sonrió — ¡Dave! ¡Quiénes de esta mesa deberían estar juntos? — miró al empleado del Meh Burger.
— ¿Por qué me preguntas lo obvio? ¿Es una prueba acaso...? — parecía confundido — ¡Sonic y Amy!
— Y ahora sí recuerda mi nombre... — una vena de irritación se asomó por la frente de Amy — esto es ridículo.
— No lo es...
— ¡De todas formas! — decidió tomar aire para tranquilizarse — Yo iré con Sticks y Sonic irá con... ammm...
— Aún no ha decidido con quién ir — Knuckles señaló.
— Gracias, Knuckles... — lo miró molesto.
— De nada. Me alegra ser de ayuda — expresó su felicidad al darle una mordida a su hamburguesa.
Sonic rodó los ojos por su amigo que no comprendía el sarcasmo.
— ¿No tienes pareja? — Amy lo miró sorprendida.
— Tenía... pero me canceló en el último momento — sus esmeraldas se clavaron en el pequeño zorro, quién rió con nerviosismo ante esa mirada acusadora — íbamos a aplicar la misma que tú y Sticks.
— Zooey me había dicho que no creía que volvería a la villa antes de la gala, pero esta mañana me llamó y dijo que llegará en unas horas, por lo que la veré en la noche — sonrió bobamente, con cierta emoción en sus palabras y ojos.
A pesar de que su mejor amigo, su hermanito, haya preferido a una chica sobre él... se sentía orgulloso.
Quizá un día podría sonreír como él...
— Entonces estás solo — la eriza se sorprendió — ¿Y qué hay de tus fanáticas secretas?
— Las consideré... pero hay un pequeño detalle...
— ¿Cuál?
— No quiero ir con alguna loca...
— ¿Qué...?
— ¡Es verdad! Algunas de sus fanáticas le mandaron ropa interior y un muñeco vudú como invitación.
La cara de Amy empalideció — ¿Qué qué...? ¿Vudú...?
— ¡Ah! — Sticks gritó, provocando que los cuatro la miraran consternados — Con razón Mary me pidió consejos para hacer un muñeco vudú... — se tocó el mentón pensativa.
— Mary... entonces ya tengo un nombre al cual ponerle orden de restricción — Sonic sonrió, provocando que Amy riera con gracia.
— ¿Tú con quién irás Knuckles? Ya que tú también recibiste cartas, según tu mencionaste — se fijó en Knuckles, alegre de que hubieran olvidado todo el asunto sobre ella y Sonic.
— Estaba entre Stacy y Percy...
— ¿Y con cuál irás?
— No me decidí, así que las invité a las dos.
— No puedes invitar a las dos. Es poco ético — arqueó una ceja.
— No sé que es ético... así que no aplica para mi lógica e iré con las gemelas — mostró una mueca presumida.
Amy sólo rodó los ojos, pero decidió ignorarlo.
— ¿Y qué harás, Sonic? — Tails preguntó, y el nombrado estuvo por contestar hasta que les llegó, al mismo tiempo, un mensaje a cada uno de los cuatro en sus comunicadores correspondientes. Sticks solamente miró expectante a sus amigos; ella seguía negándose a usar uno, ya que decía que la tecnología estaba hecha para pudrirle el cerebro a los demás y que así los controlaría el gobierno. Por eso se enteraba de las noticias por medio de los cuatro.
— Es el alcalde — Amy leyó a quién correspondía el aviso.
— Vaya... — Knuckles expresó sorprendido.
— ¿Qué cosa? — Sticks preguntó curiosa.
— Aún no sé leer... — dijo bobamente, provocando que la tejona gruñera.
— Vuelve a confirmar que se requiere nuestra presencia en la gala de esta noche para evitar que Eggman lo arruine — Sonic leyó en voz alta para Sticks, y aparentemente, también para Knuckles.
— Ya lo sabemos... — Sticks gruñó mientras volvía a estrellar su cara contra la mesa de madera.
— Sin embargo... — Tails obtuvo la atención de la joven salvaje de nuevo — lamenta informarnos que uno de nosotros debe quedarse afuera para vigilar o avisarnos a los que entren a la gala sobre alguna señal que de Eggman.
— Y debemos decidir quién... — terminó la rosada, mirando a sus amigos.
— Esa no me la esperaba — Knuckles expresó.
— ¿Sinceramente esperabas algo...? — Sonic arqueó una ceja
Frunció el ceño con vergüenza — Sí, está bien...
— ¿Entonces cómo decidiremos quién se...?
— ¡Yo me ofrezco! — Sticks ni siquiera dejó terminar a Tails.
— ¡Sticks! Pero se supone que me...
— Que te acompañaría. Lo sé... es una lástima — expresó con pena falsa — ¡Pero es mi oportunidad para usar mi nueva trampa máxima contra el gordinflón! Y requiere que yo me quede afuera.
— Se nota que estás muy triste... — Amy dijo sarcásticamente.
— Pues si Sticks, se quiere quedar afuera, no podemos detenerla — Tails arqueó sus hombros.
— Entonces también me quedé sin pareja... — apretó los labios fastidiada de que hubieran cambiado sus planes.
— Entonces... tú estás sola... — Knuckles señaló.
— Sonic también quedó solo — Tails siguió.
— Es mucha coincidencia... — Sticks sonrió diabólicamente.
De pronto, un rubor se asomó por las mejillas de Amy y su cuerpo comenzó a temblar.
— Ustedes... — el erizo murmuró entre dientes, molesto por lo que insinuaban.
— ¿No sientes pena por Amy...? — Sticks tomó los hombros de su amiga aún sonrojada — Ella de verdad ansía ir a esta gala.
— Y ama este día en específico... sería una pena que fuera sola — Tails sonrió aún más, notando el nerviosismo del cobalto.
Lo estaba arrinconando.
— En verdad es una pena... — Knuckles miró con tristeza a Amy — ¡No se diga más! Yo iré con Amy... no puedo permitir que una de mis amigas más cercanas sufra tal humillación... — se golpeó el pecho como muestra de hombría.
Sin embargo, se ganó la mirada confundida de todos, sobre todo la del zorro y la tejón. Aunque estos dos lo miraban más bien molestos.
— ¡Knuckles! — tanto Sticks como Tails gritaron, pero al ver cómo los observaron los erizos por tal exaltación, se corrigieron.
— Es decir... ¿Qué no irás con Percy y Stacy...? — Tails dijo entre dientes, tratando de ocultar la irritación que le provocaba el equidna.
— Es verdad. Pero Amy es mi amiga... y los amigos van antes que las chicas. Eso es lo que hace un verdadero hombre — siguió expresando su orgullo mismo en voz alta, logrando ofender un poco a Tails por haber elegido a Zooey sobre Sonic.
— ¿Pero qué hay de Sonic...? — Sticks preguntó con la última esperanza de que su amigo rojo comprendiera esta vez.
— Es verdad, casi te olvido amigo... — Knuckles miró con pena a Sonic. Mientras tanto, sus dos amigos creyeron por un momento que todo marchaba bien de nuevo — ¡También vendrás conmigo! Así como Stacy y Percy lo iban a hacer desde un principio.
Y ante esa declaración, Sonic y Amy sonrieron incómodos, y en cambio; Sticks y Tails se golpearon la frente con resignación.
*
*
*
La tarde había transcurrido bien, salvo lo incómodo que se había vuelto el ambiente entre los cinco cuando Knuckles se ofreció a llevar a ambos erizos. Ni siquiera habían aceptado, sólo habían dado por hecho que irían juntos.
Es decir, el alcalde nunca dijo cuántos amigos se podían llevar, por lo que supusieron que no sería mayor problema.
A pesar de la incomodidad, repasaron los roles de cada uno en el baile; Sticks se quedaría vigilando afuera como habían acordado, y los otros cuatro vigilarían las entradas por dentro. Una vez se discutió eso, cada quién se fue por su lado para arreglarse para la gala.
Amy se la había pasado la tarde arreglando algunas cosas en su casa. y terminado de preparar algo. Después de eso, se dedicó a arreglarse para la noche. Se tomó su tiempo una vez lista, se la pasó frente al espejo todo el rato que faltaba para que Knuckles y... aparentemente, Sonic... la recogieran, asegurándose de que su hermoso vestido rosado brillante no tuviera alguna arruga o que su maquillaje con rímel y sombras moradas estuviera impecable, incluso se la pasó retocándose su labial rosa.
Estaba nerviosa y no sabía por qué...
Aunque tuvo que guardarse todo eso cuando llegaron por ella.
Knuckles llevaba un moño negro y un chaleco blanco. Se veía impresionante, tenía que admitirlo, pero se dedicó a evaluar aún más a Sonic...
Llevaba un saco negro y una corbata del mismo color. No era mucho... pero se veía terriblemente guapo ante los ojos jades.
A pesar de sus pensamientos, se limitó a decir que ambos se veían bien, y los dos le devolvieron el halago, aunque pudo jurar que Sonic parecía querer decir algo más.
No les tomó más de quince minutos llegar hasta la mansión del alcalde. Alcanzaron a ver a Tails con Zooey, quien tomaba su brazo con bastante confianza, provocando que las mejillas del pequeño zorro se tornaran rojizas. Miraron por todas partes, pero no vieron señales de Sticks. Seguramente se había camuflado entre los arbusto, vigilando como la loca que era.
Entraron al establecimiento y encontraron cientos de meseros atendiendo a los invitados y ofreciendo champaña. Casi todo el pueblo estaba ahí, era extraño ver esas caras conocidas tan formales, ni siquiera se habían arreglado tanto para la vez que nominaron a Sticks cuando salvo al pueblo de la destrucción de los meteoritos.
El salón estaba decorado con preciosas luces y grandes corazones adornaban las paredes, música clásica y suave llenaba el ambiente. Incluso estaban repartiendo rosas a los caballeros, para que les ofrecieran a sus compañeras.
— Que gran detalle — Knuckles tomó dos rosas, las cuales les extendió a los dos erizos — para mis mejores amigos.
— Ammm... gracias Knuckles — Sonic no supo como reaccionar ante ese gesto.
— Jejeje, te lo agradezco — Amy olió la rosa, no era secreto que era su flor favorita, incluso apreciaba mucho que su amigo se la diera.
— Esta noche será inolvidable, se los puedo jurar... nos divertiremos juntos como nunca jamá... — de pronto calló y sus ojos se posaron en algo más — ¡Camarones! ¡Camarero, espere! — y así, se fue corriendo detrás de esa botana, dejando atrás a los erizos.
— Vaya... — Sonic bufó con gracia — Oficialmente... en menos de veinticuatro horas hemos sido abandonados por nuestros mejores amigos.
— Es verdad, todos nos abandonaron por algo — siguió la corriente con una sonrisa — Tails por una chica, Sticks por trampas y Knuckles... por comida.
Ambos rieron, aunque fueron interrumpido por la llegada del alcande.
— ¡Señor Sonic! ¡Señorita Amy! — saludó con gran entusiasmo — Como me alegra que hayan venido.
— Buenas noches, alcalde — Sonic saludó relajadamente.
— Gracias por invitarnos, su mansión quedó preciosa para la gala — Amy se mostró más formal que el cobalto.
— ¿Dónde están los otros tres?
— Sticks está afuera vigilando como usted lo pidió, Tails está con su pareja y Knuckles... se fue a buscar comida... — ella explicó.
— Gracias por tomarse tantas molestias para cuidar de esta gala — sonrió, pero luego los observó mejor — Sospeché que vendrían juntos ustedes dos... en ora buena.
No comprendieron en el momento, pero al ver la sonrisa pícara del alcalde, el nerviosismo los rodeó.
— No, no, no... es decir... vinimos juntos... pero no es como si... — al unisón, trataron de explicar torpemente su situación — No vinimos como pareja...
— ¿Ah no?
— No... vinimos acompañados por nuestro amigo Knuckles — Sonic sonrió con nerviosismo.
— Sí. Vinimos los tres juntos como amigos... — al igual que él, Amy parecía alterada y un rubor volvió a invadir sus mejillas.
— ¿En serio...? — parecía realmente sorprendido — Es decir... pensé que ustedes eran... ya saben...
— ¿Qué...?
— Pareja... novio y novia...
— ¡No lo somos! — se exaltaron, pero se moderaron, recordando que no debían hablarle así al alcalde.
— Sólo somos... amigos... — Amy explicó, casi en un susurro.
— Bueno... siempre he pensado que harían una excelente pareja — sonrió aún más, sin darse cuenta de la incomodidad que estaban provocándole a eso dos.
— Alcalde...
— Es decir, todos lo creen: los políticos con los que trabajo, la villa entera... incluso mi mamá...
— No creo que...
— ¡Oh! Recordé que quedé de hablar con uno de los senadores — les dio la espalda y alzó la mano en señal del despedida — ¡Disfruten de la gala, jóvenes!
Y así... dejó a los dos erizos solos de nuevo, quienes apenas se miraron, supieron que la noche sería muy larga.
*
*
*
Habían pasado cerca de tres horas y la gala había pasado sin dificultades o señales de peligro.
Casi todos se la estaban pasando de maravilla: Knuckles devoraba casi todo el buffet que habían servido, Tails bailó magníficamente con Zooey, sintiéndose aliviado de que las clase de baile que había tomado no fueron en vano. Sticks no había enviado ninguna advertencia, dando a entender que todo marchaba bien... pero en cuanto a Sonic y Amy... ellos dos no estaban excelentes.
Después de su conversación con el alcalde, un silencio incómodo los había rodeado al momento de sentarse en una de las mesas del salón. Casi no habían dicho nada que no fuera más allá de la decoración del lugar y como todo parecían estar disfrutando, pero luego de esas mínimas palabras, volvían a callar y ni se atrevían a mirarse a los ojos.
Amy observó como las parejas bailaban entre ellas con una melodía de fondo lenta y movida. Ella adoraba bailar, y quizá le hubiera pedido bailar a Knuckles, pero al ver que este prefería atascarse con la comida, descartó esa idea. Y con Sonic... no sabía que tan arriesgado sería pedírselo, sobre todo el silencio eterno que la estaba matando.
— ¿Te gustaría bailar? — escuchó de la nada, encontrándose con la mano de Sonic plantada frente a ella.
Observó esos preciosos ojos esmeralda que habían estado presentes tanto en sus recuerdos como sueños por toda una década, y precisamente por esa hipnótica vibra que siempre emanaban con naturalidad, tomó la mano que le estaba ofrecieron casi por inercia. Se sintió flotar hasta que llegaron a la pista de baile.
Sonic no perdió el tiempo cuando tomó su cintura con una mano y la otra tomó una de las manos de Amy. Casi todo fue en automático para ella cuando tomó su hombro con fuerza y comenzaron a bailar a compás de la melodía de los violines.
— Linda noche... — le sonrió — ¿No?
Ella salió de su trance y asintió, devolviéndole la sonrisa — Sí... lo es.
— Vaya amigos que tenemos; todo el día insinuando sobre nosotros que... no sé ni como contestar ante esas insinuaciones, sobre todo si el pueblo piensa lo mismo.
Ese comentario la hizo darse cuenta... la incomodidad no se había ido, y si entendía bien... al parecer Sonic estaba tratando de arreglar eso.
No contestó, sólo colocó su mejilla contra su hombro y cerró los ojos. Él decidió respetar eso y siguieron bailando.
Era consciente que sólo bastaban algunas palabras para regresar a la normalidad con él; sólo debía estar de acuerdo con lo que sabía que él pensaba... pero hacerlo sólo evitaría el tema que tanto el alcalde como sus amigos les habían puesto... y no podían ignorarlo y ya.
<<¿Debería preguntarle...?>> se dijo a sí misma. Estaba harta de soportarlo.
Quizá era hora de aclarar las cosas y preguntar su opinión.
— Sonic... — el nombrado levantó la mirada curioso — Hay algo que debo preguntarte...
Pero su intención fue interrumpida por una gran explosión, provocando que el suelo temblara y todos gritaran. Miraron la dirección de donde provino y notaron que una de las paredes de la mansión había quedado destruida, dejando cientos de escombros en el suelo.
Y nada más y nada menos, el responsable era...
— Eggman... — Sonic dijo, observando al gordinflón entrando al lugar sobre su aeronave.
— Ay no... — la eriza rosada se preguntó dónde estaba Sticks y por qué no les había advertido. Sólo esperaba que su amiga estuviera bien.
— ¡Así es! ¡Soy yo! — se burló, para proceder a apuntar con su dedo índice al alcalde — ¡No me invitó a la gala, señor alcalde! Así que he venido para vengarme.
El alcalde rió nervioso — Si lo desea... puede quedarse lo que queda de la noche.
— Quizá aceptaría... ¡Si no fuera porque invitó a esos tontos roedores específicamente para detenerme! Ahora sólo quiero venganza.
— ¿Por qué esto parece un diálogo de Maléfica? — el héroe sónico se interpuso entre Eggman y el alcalde — Egghead... veo que ni en este día eres algo amistoso siquiera.
— Este día es absurdo — bufó — Sólo es una estrategia del gobierno para que el marketing de las compras suban.
— Más respetos a este día tan especial — Amy hizo aparición al lado de Sonic, sacando su martillo y apuntándolo hacia él de forma amenazadora.
— ¿Los noviecitos piensan hacerme frente juntitos? — apachurró sus mejillas con burla y asco.
— ¡Qué no somos una pareja! — de nuevo lo negaron juntos.
— Por favor... son unos bobos enamorados negando algo tan obvio.
— ¡Eggman! — Knuckles llegó a ayudar, golpeando sus nudillos entre sí — Aunque estemos de acuerdo contigo... no puedes venir a arruinar la gala y el buffet.
Tails llegó volando, colocándose al lado de sus amigos — No permitiremos que lastimes a nadie ni que destruyas el lugar.
— No vengo aquí a destruir la mansión, tontos. Según mis fuentes más confiables, el premio para la mejor pareja se trata de dinero... así que vengo a robarlo. Pero si el lugar se desmorona, no sería algo que lamente.
— Mejor hagamos esto: te damos una paliza y te vas volando jurando vengarte de nosotros como siempre — Sonic se tocó el mentón, contento con su propia idea.
— ¡Él que se irá llorando serás tú, roedor! ¡Robots, ataquen! — dio la orden y cientos de sus máquinas aparecieron de la nada, dirigiéndose hacia el equipo.
— ¡Ustedes encárguense de los robots! — adoptó una posición a la defensiva — Amy y yo nos encargaremos de Eggman.
— Lo tortolos contra el gordiflón, que lindo retrato — Knuckles suspiró mientras enterraba sus puños contra un robot, destruyéndolo por completo.
— ¡Cállate! — gritaron molestos, pero prefirieron ignorarlo y centrarse en la aeronave de su enemigo.
— Amy, es hora de jugar cricket — le guiñó un ojo.
Ella le sonrió con complicidad — Creí que jamás lo pedirías.
Preparó su martillo y él hizo un spin-dash, esperando el impacto de este. Con todas sus fuerzas, lo golpeó, lanzándolo directamente al núcleo del aparato volador de Eggman, el cual notó que este se acercaba a gran velocidad.
— ¡Oh, no! — se tomó las mejillas con terror.
Esto hizo que la eriza sonriera — En el blan...
Pero sus palabras fueron interrumpidas cuando notó que el spin-dash de Sonic lo atravesaba, pero este no había impactado ni nada, sólo se había ido de largo. Cuando procesó que era un holograma, sintió una presencia detrás de ella.
— Te engañé — era Eggman, quién sonría con burla.
Trató de asestarle un martillazo, pero este la detuvo sujetándola de la cintura con una garra robótica, y acortándole la respiración por la fuerza del agarre, provocó que esta soltar su arma, dejándola vulnerable ante él.
— ¡Eggman! — Sonic regresó a gran velocidad al darse cuenta del engaño cuando cayó lejos de su supuesto objetivo. Estaba por expresar su molestia ante el truco, pero su cara empalideció al momento de ver a Amy siendo sujetada por su enemigo — ¡Amy!
— ¿Ya no eres tan bravo, eh? — se acarició su bigote.
— Te lo advierto... te voy...
— Pa, pa, pa — alzó su índice, en señal de que se detuviera — un paso más y tu novia sufrirá las consecuencias.
Apretó el agarre de su garra, provocando que Amy jadeara por el dolor y la falta de oxígeno.
Sonic gruñó ante la escena, pero tuvo que contenerse y dejar de estar en posición de ataque.
— Buen roedor... — sonrió aún más — Ahora deberás inclinarte ante mí y admitir que soy mucho mejor que tú. Luego me dejarás llevarme el premio sin atacar.
Sonic bufó con gracia — No hay forma de que yo...
— Piénsalo erizo... es eso o la vida de Amy... tú decides.
Ella lo miró con trabajo y negó en forma suplicante para que no lo hiciera, pero él sólo gruñó con resignación.
Apretó sus puños y cerró los ojos. Se agachó para arrodillarse con la cabeza ligeramente baja.
— N-no... Sonic... — dijo Amy apenas con aire en sus palabras.
— ¿Y bien roedor...? — él lo miraba emocionado y sin creerse que eso estuviera pasando en serio — Tus palabras serían...
— Mis palabras serían... — finalmente abrió sus ojos, clavándolos en su enemigo — Buen trabajo, chicos.
— ¡Ja!... Espera... ¿Qué...? — miró a su alrededor y todas sus máquinas habían sido destruidas o desmanteladas.
Y no solamente era eso; tanto Tails como Knuckles lo rodearon, preparados para atacar.
— Se acabó, Egghead — Sonic volvió a pararse — Suelta a Amy si sabes lo que te conviene.
Eggman gruñó, pero luego de unos segundos, volvió a sonreír de manera siniestra.
— Tus deseos son órdenes — dijo en un tono bajo, el cual no le gustó nada a Sonic.
— ¿Qué...?
Antes de poder reaccionar, Eggman aventó a Amy contra una pared, provocando que esta se agrietara detrás de su espalda. Y como se esperaría, ella gritó al ser lanzada, pero inmediatamente perdió la consciencia al momento del impacto.
— ¡Amy! — los tres gritaron al unisón, corriendo hacia la eriza que yacía entre tantos escombros que la acompañaron junto con el golpe.
Sonic fue el primero en llegar hacia ella, quien la tomó entre sus brazos. Quitó algo de suciedad que cayó en sus espinas, para proceder a acariciar una de sus mejillas con ternura.
— Amy... — dijo casi en un lamento. Pero no pasó mucho rato cuando miró sobre su hombro al responsable, quién seguía riéndose — Eggman...
Sus burlas pararon al escuchar lo siniestra que se había convertido la voz del cobalto, sobre todo cuando este se levantó lentamente.
— ¿Roedor...? — preguntó con temblor en su voz.
Este no contestó, en cambio, colocó a Amy delicadamente en el suelo. Se paró y una aura oscura lo rodeó y el peligro que sintió estaba ahora en otro nivel. Incluso Knuckles y Tails retrocedieron con temor.
— Incluso en sus momentos oscuros se parecen... — el equidna dijo a lo bajo para que sólo lo escuchara el zorro, recordando cómo Amy estuvo por matarlo hace un par de horas en el Meh Burger — De verdad están hechos el uno para el otro...
— Sí... — contestó su amigo, impresionado por el semblante de Sonic.
Podía ser que Eggman no saliera vivo de esta.
Pero de pronto se escuchó un gran golpe provenir del techo.
Había sido el traga luz del techo de la mansión. Lo confirmaron cuando cientos de fragmentos de cristal cayeron al suelo... y no sólo eso... Sticks había caído junto con ellos.
— ¡Rrrrraaaaa! — gritó salvajemente al momento de aterrizar sobre la aeronave de Eggman. Fue tal la fuerza del impacto que provocó que la nave se destruyera, siendo acompañada del grito de gordinflón, ya sea por el susto o por el enojo de eso.
Ante eso, el aura oscura de Sonic desapareció y se sorprendió al ver a su amiga tejón, parándose en una pose victoriosa sobre la máquina, anteriormente, voladora. Como si tratara de un cazador presumiendo su caza.
— ¡Sticks! — gritó — ¿Dónde rayos estabas?
— Vaya forma de agradecerme — frunció el ceño — Les dije que estaba preparando mi trampa máxima.
— ¿Y esa era...? — Tails preguntó sin entender, pues no había visto ninguna señal de ella en toda la noche.
— ¿Qué no es obvio...? — sonrió orgullosa — ¡Yo misma!
— ¿Tú eras tu propia trampa? — Knuckles preguntó — ¿Eso es posible?
— Estaba esperando la perfecta posición para atacar, sólo tenían que distraer a Eggman para que se colocara en el centro del salón y voalá.
Se abstuvieron de reclamarle esa absurdo plan, después de todo, ella había sido quién derribó a Eggman... y de cierta forma... también los salvó.
— ¿Sonic...? — escucharon a Amy detrás de ellos.
Él no esperó que repitiera su nombre cuando corrió hacia ella
— Amy... — tocó su mejillas con gentileza. Ella trató de incorporarse, pero gruñó por el dolor, seguramente era su espalda — Con calma... lentamente...
— Je... — rió ligeramente — no sabía que tuvieras esa palabra en tu vocabulario.
— Si se trata de ti... nada es imposible conmigo — dijo naturalmente, no importándole esta vez que sus amigos, los invitados o que todo el mundo haya escuchado. Lo único que le importaba que la eriza a la que rodeaba entre sus brazos estuviera bien.
— Creo que tenemos los ganadores del premio de esta noche... — el alcalde declaró con un micrófono. Obviamente se refería a los cinco, pero en este momento, al cobalto era lo que menos le importaba.
*
*
*
Luego de derrotar y echar a Eggman de la gala, el alcalde les dio a los cinco un cheque de dos mil dólares. A pesar de que originalmente fuera para la mejor pareja de la noche, hizo una excepción al romper esa regla, explicando que el trabajo en equipo de los héroes había sido más que prueba suficiente de probar su mayor amistad y preocupación entre ellos.
Esto lo celebraron Knuckles y Sticks a lo máximo al principio, pero pasaron a poner su total atención hacia el estado de Amy, quien había sido atendida por Tails en una de las habitaciones de la mansión; que por supuesto, el alcalde les concedió.
Una vez que Tails confirmó que la eriza estaba bien y que solamente era cuestión de descanso, el equipo decidió irse de la gala, incluso si esta seguiría a pasar de los daños que provocó Eggman. El zorro prometió que ayudaría mañana a reconstruir lo que fue derribado en la mansión.
Y ahora los cinco se encontraban caminando hacia la casa de Amy... bueno... casi todos.
— Knuckles... ya estoy bien. Puedo caminar yo sola — la eriza insistió por quinta vez.
Apenas abandonaron la mansión, sin su permiso, el enorme equidna cargó a Amy entre sus brazos, negándose a bajarla a pesar de todas sus protestas.
— ¿Qué clase de cretino del Día de San Valentín sería si permito que mi pareja de la gala se lastime? Sobre todo si es de mis mejores amigas — expresó, y su rostro reflejaba toda la hombría que él quiso expresar desde un principio.
— Finalmente recuerdas que día es hoy... — sonrió, conmovida por la preocupación de Knuckles. Era bueno de vez en cuando verlo en ese estado.
— Recuerda que deberás descansar el día de mañana. Sin salidas o movimientos bruscos — Tails le recordó las instrucciones que le había dado una vez que la había inspeccionado — Podemos venir mañana para ayudarte en lo que necesites y...
— No es necesario, no es la primera vez que me lastiman en batalla. Sé cuidarme— se negó amablemente — Pero... realmente agradezco tus cuidados Tails... eres el mejor — el nombrado sonrió por el halago.
— ¿Segura...? — Sticks mostró genuina preocupación en su voz, pero no pasó mucho cuando su semblantes se volvió paranoico y sus ojos temblaron — ¡¿Y qué harás si los alienígenas vienen esta vez y se aprovechan de lo débil que estás para secuestrarte?!
Ella rodó los ojos, pero esta vez, había diversión en su rostro y no borró su sonrisa.
— Si llegan los alienígenas por mí... sé que harás una gran aparición como en la gala y me salvarás.
Antes esas palabras, los ojos de la tejón volvieron a temblar, pero esta vez fue por lo importante que fueron esas palabras para ella, incluso pequeñas lágrimas se asomaban en estos.
Amy se sentía feliz y agradecía de tener grandes amigos como ellos, y aunque fueran su tema principal en esos momentos... no pudo evitar desviar su mirada hacia Sonic.
No había dicho nada desde que dejaron la gala. Todo el rato que estuvo siendo revisada por Tails, no se apartó de su lado, pero al momento de marcharse, se abstuvo de decir palabra alguna, incluso se mantuvo alejado a unos metros detrás del grupo; el cual pareció notarlo... sólo ella.
— Llegamos — su concentración fue interrumpida cuando los tres, a excepción del erizo, anunciaron el fin de su viaje.
Knuckles la colocó en el suelo con cuidado — Gracias por acompañarme hasta mi casa.
— No hay de que. Recuerda, si necesitas algo, lo que sea, llámanos.
— Gracias Tails — alzó ligeramente su mano en señal de despedida — Buenas noches, chicos.
— Buenas noches, Amy — ni siquiera habían terminado de despedirse cuando Sonic se retiró corriendo lo más pronto posible.
Y eso no pasó desaparecido para ella...
— Adiós... — se despidió una última vez antes de entrar a su hogar. Estrelló delicadamente su espalda contra la puerta de la entrada, así evitando el dolor, y suspiró con cansancio.
Pero sabía que no podía irse a la cama todavía... eso estaba claro.
Aventó su bolsa a su sillón y tomó una bolsa de papel con un moño que había preparado antes de que Knuckles llegara por ella para la gala. Miró el reloj en la pared; eran las 11:40 pm. Eso la alivió, pues el día todavía no acababa.
Sus amigos se habían ido hace tres minutos, así que le quedaban dos minutos exactos.Tomó aire y abrió la puerta de su casa, asomando su cabeza para cerciorase que sus amigos ya se habían ido o que hubiera alguien conocido cerca. Una vez asegurada, salió por completo y se colocó a algunos pasos lejos de la entrada principal, bajo el marco con flores que tenía conectado al techo de madera que rodeaba toda su casa.
Estaba nerviosa y no sabía por qué. No era la primera vez que hacía eso, no es como si algo malo fuera a pasar o similar... todo seguiría exactamente igual...
Cualquier cosa en la que pensara, desapreció cuando sintió una brisa rodeándola velozmente, sorprendiéndose de que fuera acompañada por un par de brazos cálidos y tan familiares.
Inmediatamente supo de quién se trataba. Usualmente, ella sonreiría con su llegada, era lo normal... pero esta vez fue diferente... sobre todo por ese abrazo fuerte pero suave que le estaba brindado.
Pasaron como unos tres minutos cuando este se negó a romper el silencio, por lo que decidió que debería ser ella.
— ¿Sonic...? — le dio unas cuantas palmadas en su hombro para ver si con eso reaccionaba.
Pero sólo consiguió que este apretara aún más su agarre. Aunque al menos había logrado que mostrara señales de vida.
— Pudo ser peor... —susurró contra su cuello, hablando finalmente.
— ¿Qué...? — casi se desconcentró por el aire cálido que sintió contra su cuello con esas palabras.
Sonic gruñó. Tomó sus hombros con fuerza y la separó de su cuerpo a unos pocos centímetros de él.
— Eggman pudo hacerte un daño más grave... todo por mi excesiva confianza y por no tomar las precauciones necesarias y...
Su voz se oía quebrada y sus esmeraldas mostraban verdadero temor. Fue ahí cuando comprendió su verdadera preocupación... provocándole una sonrisa conmovida.
— Hey... — tomó su mejilla, silenciando los murmullos que salían de su boca — estoy bien gracias a ti y los chicos... por eso somos equipo.
A pesar de seguir mostrando miedo, sus facciones se aligeraron sólo un poco.
— Y si no hubiera sido por Sticks, podría haber sido Eggman el que saliera aún peor que grave — se burló al imaginarse ese escenario — Puede que no hubiera estado del todo consciente, pero pude ver en primera persona tu semblante.
Sonic apretó sus labios así como apretó el agarre que tenía hacia ella, ahora con sus manos colocadas alrededor de su cintura.
— Casi me arrebata lo que es mío...
Ella frunció el ceño, pero aún así sonrió coqueta — No soy un objeto, por lo que no tengo dueño.
— Eres mi novia... así que eres mía aunque sea un poco — finalmente sonrió, y como siempre, la eriza no pudo evitar sentir mariposas al oír las palabras provenientes de él. Aún no se acostumbraba a eso.
Había sido hacía casi dos meses; la villa organizó una gran fiesta para recibir la Navidad.
Todo el equipo había ido con gran entusiasmo para celebrar, y a diferencia de la gala de esta noche, ese día no hubo incidentes con Eggman.
Cada quien se había ido por su lado casi toda la fiesta, pero en un momento de la noche, Sonic y Amy habían coincidido en un lugar particular, algo alejado de todo el pueblo. No había sido a propósito, pero habían reído con incomodidad cuando cayeron en la cuenta de que estaban solos... pero esas risas se detuvieron cuando notaron que había un muérdago arriba de ellos.
Amy iba a decirle que no era necesario que lo hicieran, después de todo, al no haber nadie, no tenían ninguna presión social... pero su gran sorpresa fue cuando Sonic tomó sus mejillas y la acercó hasta él para robarle un beso.
A pesar de la emoción que sintió y la certeza de que si moría en ese momento, lo haría en paz y sin arrepentimiento alguno; se hizo a la idea de que solo había sido el muérdago por lo que actuó así el erizo... sobre todo porque se retiró una vez que se rompió el beso.
Se sintió culpable el resto de la semana, pues Sonic apenas y le hablaba... pero fue hasta Nuevo Año que lo volvió a ver después de la otra fiesta que se había organizado para esa noche, a la cual tampoco le había dirigió la palabra el erizo. Cuando había llegado a su casa como a las 2:00 am, Sonic tocó a su puerta y en su rostro expresaba desesperación; eso hizo que cualquiera rastro de molestia que tuviera Amy en su corazón desapareciera.
La abrazo y admitió que el besarla lo hizo experimentar nuevas cosas... nuevas emociones que quería compartir con ella, porque finalmente había aclarado los sentimientos que le provocaba desde hacía tiempo ella.
La eriza no pudo ser más que feliz al oírlo decir eso. Se declaró a él también y desde esa noche, se habían convertido en novio y novia.
Rodeó su cuello con sus brazos, apegándolo más a ella. Era el momento perfecto para preguntarle lo que quería hace rato.
— ¿Crees que es momento de decirles...? — para su sorpresa, no fueron esas palabras las que salieron sus labios, sino de los del erizo.
— ¿Qué...?
— Ya no puedo con esto... — sus esmeraldas temblaron — No puedo soportar que siempre tenga que negar que hay algo entre nosotros... no puedo soportar tener que verte a escondidas como ahora... y no puedo soportar no gritarle al mundo que Amy Rose es mi novia.
Lágrimas resbalaron por las mejillas de ella, alterando a Sonic.
— ¡Lo siento! — limpió algunas gotas saladas — No fue mi intención, yo...
— No es eso — sonrió bellamente — son lágrimas de felicidad y de alivio.
— ¿Ah, sí?
— Iba a decirte algo parecido antes de que nos interrumpiera Eggman. Yo tampoco puedo soportar tantas cosas... como no haber ido a la gala contigo como mi novio y... ahuyentar a todas tus fanáticas locas.
Sonic rió — ¿Celosa...?
— Tengo derecho — ni siquiera lo negó.
— También yo — la apegó más cerca de él — tengo que buscar a ese tal Carl.
Ahora fue turno de ella para reír — Tú sabes que eres el único para mí.
Besó su mejilla, ganándose el sonrojo de él. Como adoraba verlo así exclusivamente con ella. A pesar de lo feliz que se sentía, la preocupación regresó a su rostro.
— ¿Pero qué hay de Eggman?
Si habían mantenido en secreto esa relación había sido para que este no se aprovechara de la debilidad de cada uno.
— Tu misma viste que eso no es impedimento... Eggman te lastimó hoy y sin que supiera de nuestra relación — su ceño se frunció aún más — quizá si lo ve desde otro ángulo... le quede claro que eres la última persona con la que se puede meter...
Ella rió con gracia — Aunque quizá sea lo correcto... me gusta verte a escondidas... siento que es como en las películas y se trata de un amor prohibido — rodeó nuevamente con sus brazos el cuello del héroe de toda si vida.
Él sonrió coqueto — Quizá tú seas la princesa... y yo solo un plebeyo que no está a tu altura... o un simple mortal que no puede estar con una diosa... o tal vez...
— Me estás dando tantas ideas para mi siguiente obra escrita por mí.
Ambos rieron al unísono esta vez y conectaron sus frentes.
— De todas formas nuestros amigos ya sospechan — Sonic dijo.
— Hay cosas que no se pueden ocultar... ni siquiera de Knuckles...
— Jajaja... — conectó sus esmeraldas con sus jade — Te amo Amy Rose...
— Y yo te amo Sonic the Hedgehog...
Estaba por besarla, pero ella lo detuvo colocando sus dedos sobre sus labios.
— No tan rápido — extendió una bolsa de papel entre los dos — todavía no te voy tu regalo de San Valentín, que por cierto, termina en cinco minutos el día.
Le entrego la bolsa y Sonic abrió enormemente los ojos y sonrió nervioso.
— ¿Me disculpas...? — sonrió bobamente y sin que ella pudiera responder, salió corriendo a máxima velocidad.
No pasaron más de diez segundos cuando regresó, con una bolsa de papel parecida.
— Lo olvidé en la cabaña — se rascó la mejilla.
— ¿Quieres abrirlo al mismo tiempo? — preguntó tomando la bolsa
Asintió. Y a la cuenta de tres, ambos abrieron sus regalos.
— Una bufanda — dijeron al unísono y sonrieron al volverse a mirar.
— ¿Es lo que estabas tejiendo en la mañana?
— Sticks casi lo arruina, y Knuckles es un tonto por creer... mejor ni lo menciono.
— Está increíble — inmediatamente se la colocó alrededor del cuello. Se trataba de una bufanda café con cuadros amarillos.
— Y a mí me encanta la mía — hizo lo mismo que el cobalto y se la puso, admirando el color lila y el patrón de las rosas.
— Aunque quizá no sea tan especial mi regalo como el tuyo... después de todo tu tejiste está y yo la compré y...
— Es perfecta — volvió a abrazarlo — Feliz San Valentín, Sonic.
— Feliz San Valentín.... Amy... — tomó sus mejillas y finalmente juntó sus labios en esa acción que tanto adoraba hacer exclusivamente con ella — Quiero estar esta noche contigo...
Amy se separó y sus mejillas explotaron en rojo, ganándose una risa de parte del erizo.
— Relájate... — tomó su mentón — no pasará nada que tú no quieras... sólo quiero asegurarme de que estés bien esta noche... porque mañana cuidaré de ti, no creas que te escapas de eso.
Su expresión cambió, a pesar de que sus mejillas siguieran sonrojadas, mostró una sonrisa conmovida por su preocupación.
— Preocúpate tú... puede que esta noche pasen cosas que sí quiera... — fue el turno de Sonic para sonrojarse y quedar en trance, casi siendo jalado hacia dentro de la casa por Amy.
— Creo que se van a aparear...
— ¡Sticks! — Tails bajo los binoculares que tenía — No digas eso y mucho menos lo digas así por favor...
— Que lindos se ven... — el equidna suspiró encantado — espero que llamen a su hijo Knuckles junior...
Por un lado... dos almas enamoradas debían soportar guardar silencio... y por el otro... los mejores amigos metiches que tenían debían soportar fingir ignorancia hacia lo que habían descubierto accidentalmente no hace mucho tiempo...
Todos pueden saber que estás enamorado, pero lo que realmente vale, es que tú mismo lo sepas, no necesitas disimularlo o compartirlo con nadie más.... solo con esa persona especial...
Feliz San Valentín...
•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•
FELIZ DÍA!!!
ESTO DEBÍA SER UN ONE-SHOTE PEQUEÑO... PERO SIEMPRE ME TERMINO EXTENDIENDO MÁS DE LO QUE DEBERÍA, ASÍ QUE LAMENTO SI LO VEN MUY LARGO.
ESTÁ IDEA NI SIQUIERA ERA PARA SAN VALENTÍN; COMO DIJE IBA A SER MÁS CORTA, SOLO EL GRUPO EN UN DÍA NORMAL MOLESTANDO A SONIC Y AMY, COMIENDO, YENDO AL CINE Y VENCIENDO A EGGMAN Y AL FINAL LA GRAN REVELACIÓN DE QUÉ SIEMPRE ESTUVIERON EN UNA RELACIÓN, PERO LUEGO SE ACERCABA LA FECHA Y DIJE "POR QUÉ NO?"
COMO ADORO SONIC BOOM, ESTÁ IDEA SURGIÓ POR LA TEORÍA QUE YO Y MUCHOS FANS ESPECULÁBAMOS DE QUE SONIC Y AMY SALÍAN EN SECRETO... ERA MUY OBVIO Y NUNCA LO CONFIRMARON 😭... (BUENO... UN GUIONISTA CONFIRMÓ QUE ERA OBVIO Y QUE NO HABÍAN PODIDO ESCRIBIR ESE CAP 🥲)
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y LO SIENTO POR SI HAY ERRORES ORTOGRÁFICOS.
VOTEN Y COMENTEN.
ROXY 51 FUERA!!!!
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