Los Pines estaban por dejar a los "Collins" descansar, pero antes de irse Mabel se despidió de ellos con un beso en la frente y una caricia en sus mejillas.

—Mabel, no los conoces. –Reprochó su hermano–

—Lo sé, pero míralos Dipper, están muy lastimados.

Dicho esto, ambos se marcharon.

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El rubio fue el primero en recobrar la conciencia, luego de aquella golpiza.

Abrió con pesadez sus ojos ambarinos, para acto seguido voltear su mirar, dirigiendolo al peli-celeste que aún descansaba en la inconsciencia.

Luego intentó acomodarse en la camilla, percibiendo el dolor de su cuerpo.

—Malditos humanos. –Espetó con notable molestia–

Observó nuevamente el lugar, asegurándose de que nadie estuviese ahí, después de eso hizo surgir una llama azul celeste de su palma, la cual utilizó para curar algunas de sus heridas.

Sin embargo, aquel fuego ya no era tan vivo como antes; sabía perfectamente que sus poderes eran limitados y para ese punto, su ánimo y energías también.

Escuchó como el silencio fue interrumpido por un quejido, seguido de un leve sollozo.

—Will... No llores. pronunció pausadamente, pero con tranquilidad en su voz–

—Me duele... –Respondió con su voz quebrada y tenue–

—Lo sé, pero ¡El dolor es divertido! –Sonrió al decir la última frase–

—No es cierto. –Lo miró con tristeza–

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La verdad, es que el dolor jamás fue considerado por el rubio como un motivo de diversión, esa era sólo una de las tantas mentiras que le ayudaban a sobrellevar su existencia. Su sonrisa no era más que un mecanismo de defensa, lo único que lo mantenía a flote; además de su hermano.

Le hacía creer al mayor de ellos que le divertía ser golpeado por él, con la esperanza de que se cansara de hacerlo.

Fingía frente a Will, porque sabía que debía ser lo suficientemente fuerte como para protegerlo y consolarlo.

Se mentía a sí mismo, porque creía que era lo mejor.

¿Pero acaso eso importa, cuando ya no distingues la verdad, de la mentira?

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Bill se acercó al menor para curarlo y limpiar sus lágrimas.

Will notó que la marcha del rubio era torpe y su rostro parecía marchito; no sólo por los golpes también por la falta de sueño.

Y el peli-celeste tampoco estaba en las mejores condiciones, pero sí lucía más saludable a comparación de su hermano.

Finalmente se oyó la puerta abrirse, dando paso a una joven mujer con un uniforme blanquecino; por lo que Bill dejó de curar a su contrario.

—¡Oh chicos, que bueno verlos despiertos! Me informaron que su estado fue producido a causa de una pelea con los chicos del club de deportes. Permítanme ver como se encuentran.

La enfermera se acercó a ellos, revisando primero al oji-ámbar; percatándose de que las heridas eran mínimas, por no decir inexistentes.

Posteriormente procedió a hacer lo mismo con el otro chico, cuya situación era similar a la anterior; con a excepción de que él sí tenía unas cuantas marcas.

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Minutos después ambos ya estaban listos para irse, el horario  lectivo ya había concluido por lo que debían volver a su "hogar."

O al menos Will debía, ya que Bill iría directo al trabajo.

—¿Seguro que estarás bien, solo? –Preguntó por tercera vez–

—Sí, no te preocupes; no puedes retrasarte más y la escuela está lejos de tu trabajo.

El mayor parecía meditarlo, pero su hermano tenía razón; debía irse ya si quería llegar a tiempo.

Por fin se decidió a dejarlo, no sin antes despedirse.

—Te veré cuando vuelva, recuerda no hacer enojar a nuestro hermano y ten cuidado ¿Okay?

—Bien. –Respondió mientras agitaba su mano en señal de despedida y se alejaba–

Y así ambos tomaron su camino.

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En el trayecto de Will todo resultaba tranquilo, iba a paso lento porque realmente no quería llegar a su destino y observaba su alrededor en busca de distracciones.

Al fin tenía un momento de paz.

—¡Hey, pero si es el Bebé Llorón!

Repito, tenía.

El pobre reconoció perfectamente aquella voz a sus espaldas, comenzó a temblar y sus piernas flaquearon.

—Hola... –Susurró temeroso–

Continuará...
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Hello, how are you?

Lamento mucho la tardanza en todas mis historias mabill, la inspiración es una dama caprichosa.

Bueno, como podrán leer, mi forma d escritura ha cambiado; al igual que mi perfil.

Supongo que es notorio ya que esta historia no era actualizada desde el año pasado.

Nuevamente me disculpo por ello.

Pero pasando a otro tema, si vieron la multimedia podrán darse cuenta que está en inglés; así que se los traduzco:

En los AMA, Bill dijo:

"Miente hasta que lo que quieres que sea verdad se vuelva verdad. Miente hasta que no puedas recordar qué es una mentira y qué no. Miente hasta que no mientas más."

Él se miente a sí mismo dentro de una falsa felicidad.

Eso no funciona, sólo retrasa el problema.

Él sonríe constantemente en "Sock Opera", porque él siente que lo necesita. Es otra parte de su mentira.

Las personas felices sonríen, ¿Verdad? ¡Mírame, yo sonrío todo el tiempo, así que soy muy feliz!

¡Las personas  felices van afuera a fiestas! Mírame, estoy teniendo  una fiesta, así que soy muy feliz ¿Bien?

¡Las personas felices son casuales! ¡Mira todos esos apodos, mira que casual soy!

Las personas felices no se interesan por nada ni por nadie, ¡Mira! Soy muy feliz.

Muy... Feliz... ¡Hahahahahahaha!

Es fácil fingir una sonrisa cuando llevas haciéndolo durante un trillón de años.

Es la primera vez que traduzco algo para los demás, así que si notan un error, no duden en corregirme.

Decidí poner esa imagen porque sentí que va con la temática de la historia, además de que me gusta ver a los personajes sufrir.

Sin más que decir, me despido.

Bye^^