Sonoko se felicito por la increíble idea que tuvo, se sintió tan orgullosa que se lo contó a Sera como si hubiera descubierto el mejor lugar del mundo para bailar. Era genial saber cómo tener al mocoso entre sus manos y mandarlo al frente con Ran.

- ¿Ponerlo celoso? -definitivamente era un idea interesante. Sera tenía que admitir que los celos de Kudo... No, Conan eran más que evidente. Era una persona que se encargaba de dejar las cosas en claro, en evidenciar que nadie se metía con su hermana mayor.- ¿Y cómo harías eso? Sabes que Ran no le gusta coquetear y eso...

- ¡Fácil! Decirle al mocoso que se ve con alguien.

"Ya me puedo ver a Conan rompiendo la cara de cualquier chico con su pelota..." -la detective sonrió. Todo esto era genial. Poner a Shinichi en contra de si mismo.

Era tan ridículo que le fascinaba.

¿Debería decirle a Sonoko que esto no tenía ningún sentido porqué Conan es Shinichi?

Nha, disfrutaría del caos mientras pueda. Con el tiempo aprendió qué el secreto de Shinichi era decisión de el, y era estupido evidenciar esto poniendo en peligro a la gente a su alrededor.

Y por eso mismo dejaría que las cosas fluyan.

La organización fue destruida.

Su madre estaba bajo la protección del MI6.

Aún no había cura.

Y Shinichi decidió decir la verdad.

Era una locura.

Pero no iba a analizar toda su vida ahora, lo más importante era que Sonoko quería ver el mundo arder.

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Conan dejó su mochila en el sillón del living. Observó a su alrededor viendo que la televisión estaba prendida con la nueva serie de Yoko. Rodó los ojos estando seguro qué Kogoro antes de hacer Dios sabe qué, hizo una maratón.

Caminó hasta la cocina en busca de agua. Al acercarse a la heladera encontró una nota.

Conan-Kun:

Fui a ver a mamá para hacer algunas compras. Llegaré tarde y estoy segura que tendrás hambre. Hice un bizcochuelo de vainilla.

Besos, Ran ♡

Una sonrisa se extendió por su rostro junto a un pequeño sonrojo. Tenía que admitir que amaba la atención que su novia siempre le daba siendo adulto o niño.

No se arrepentía de haberle dicho la verdad.

"Por primera vez me alegro de haberla cagado según Haibara..."

Era consciente del todo el dolor de culo que le dio a la científica por esto, pero no había marcha atrás. Ver como Ran abrazó con fuerza a Haibara y le dijo que estaría con ella pase lo que pase, que la consideraba una hermana menor, tocó el corazón de la niña.

Por supuesto que esto no cambió los regaños que recibió por ya no actuar como un niño.

A éstas alturas, ¿Cómo podría?

Era divertido y excitante burlarse de Ran con comentarios sexuales.

"Esa pollera remarcar tu trasero" -comentó una voz detrás de ella. Su rostro compitió con un tomate al ver qué Conan corrió la cortina y metió la cabeza.

- "¡¿Se puede saber que haces?!" -lo miró a través del espejo. ¡No podía creer que Shinichi sea tan atrevido! Sabía que era un pervertido de vez en cuando... ¡¿No se supone que se debería comportar en un niño?! ¡Ella sin saberlo lo convirtió en un monstruo! Al llevarlo de compra desde que se convirtió en Conan.

Este solo la analizó como si fuera un caso. Antes de poder comentar algo más, ella le lanzó su zapato en la frente y retrocedió tocando la zona y maldiciendo en voz bajo, sin saber que Sera miraba todo.

Sera no sabia si reírse o preocuparse que cualquier persona viera esto y malinterpretara está escena.

Aún sabiendo que se pasaba, solo lo hacía en ocasiones. Por supuesto que no iba a insinuarse a Ran delante de Kogoro.

Unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos y se acercó para abrirla.

Una mueca de desagrado pasó por su rostro, sin ningún intento de ocultarlo al ver que era Sonoko. Ella al verlo tampoco puso su mejor cara.

- ¿Ran no llegó, mocoso?

- No -frunció el ceño. Estaba solo con el postre que su novia le hizo con amor y aparece Sonoko.- "Genial".

Con una exagerada reacción de sorpresa, se llevó la mano en la boca junto a un "oh". La miró con sospecha.

- Una lástima, quería detalles de su cita -con una fingida actuación de lastima negó con la cabeza, mirando con disimulo su reacción. Como si nada se llevó el pelo hacia atrás.- Era tan guapo...

Hubo unos segundo de silencio, en donde Conan procesaba la información.- ¿D-de qué hablas... Hermanita Sonoko?

- ¿No lo sabes? Ran se está juntando con cierto detective...

Dijo esto cómo si fuera lo más obvio esperando que su anzuelo sea mordido.

Pudo observar cómo una de sus cejas temblaba y su rostro se oscurecía.

El mocoso mordió el anzuelo.

Sonoko 1, Conan 0.