Capítulo 1 Un mundo sin Sonic
Los meses habían pasado, la noticia de la muerte de Sonic no tardó mucho tiempo en hacerse presente en los oídos de las personas lo que hizo que rápidamente hubiese un derrumbamiento de la moral en todas las partes del planeta. Esta situación fue aprovechada por Eggman que no tardó mucho en desplegar a sus tropas para que empezaran la conquista. Miles de territorios fueron cayendo conforme Eggman iba avanzando más, todo gracias a Infinite que tras ser humillado por Sonic, el chacal se había convertido en psicópata que no dudaba en masacrar a todo se le pusiese por delante. Igual que en la línea de tiempo original, los amigos de Sonic formaron la Resistencia para tratar de hacer frente al ejército de Eggman, pero lo único que lograban era retrasar un poco lo inevitable ya que en su mayoría de misiones el número de bajas superaba al número de personas que rescataban. Así fue la situación durante toda la primera etapa de la guerra, eso hasta que llegó cierto día. Ahora nos encontramos en la última instalación activa de GUN, situada en el interior de una montaña rodeada por un extenso bosque y donde pronto se iba a producir una gran batalla.
Los soldados iban corriendo de un lado para otro recogiendo todo los suministros que tenían cierta relevancia para subirlos a los transportes. Habían recibido una alerta de violación del perimetro lo que los obligó a dejar todas sus actividades para preparar una huida forzada.
―¡Vamos, vamos! ¡Quiero esto recogido para ayer! ―dijo el general para meter prisa a los soldados.
―General, el transporte especial está listo, pero aún tenemos que cargar el tanque ―le informó un soldado.
―Capitán, eso no son buenas noticias, son justo lo contrario ―dijo el general.
―Soy consciente de ello señor ―dijo el capitán.
―Estas son las últimas instalaciones de GUN activas, la información y el contenido que tenemos no pueden perderse bajo ninguna circunstancia ―le recordó el general.
―¡Señor, la amenaza se acerca! ―le informó un soldado.
―¡Ya le habéis oído, la amenaza está cerca y no se vosotros, pero yo no quiero estar cuando llegue! ―dijo el general.
―Me aseguraré de meter prisa señor ―dijo el capitan alejándose de su general.
El general siguió avanzando por las instalaciones, esquivando a todos los soldados de GUN que pasaban por delante de él para prepararlo todo. Caminó un poco más hasta llegar a la sala de mando, ahí se encontraban algunos de los soldados de mayor rango haciendo un diagnóstico de la situación fuera de la base.
―¡General, menos mal que está aquí! ―dijo uno de los comandantes.
―Informe de situación ―le ordenó el general.
―El enemigo ha atravesado gran parte del perímetro, las tropas apenas aguantan defendiendo su puesto ―le informó el comandante.
―Dime, ¿Está él aquí? ―le preguntó el general.
―Me temo que sí general ―le respondió el comandante.
―TKKS, suponía que ese chacal vendría a acabar con nosotros en cuanto supiese que hacíamos, muy listo por su parte ―dijo el general con una sonrisa frustrada.
―Señor, si seguimos así no podremos evacuar el tanque y... ―le comentó el comandante.
El ruido de una explosión llamó la atención de los presentes. Al parecer el enemigo había logrado entrar con éxito en las instalaciones de GUN antes incluso de lo previsto. Algunos de los soldados dejaron sus tareas para ir a atender la puerta principal, que ahora estaba envuelta en una gran masa de humo negro. Cada soldado tomó su posición y apuntó a la nube humo para disparar en cuanto viesen movimiento dentro de esta. Durante unos segundos no hubo movimiento alguno, pero eso más que calmar a los soldados lo que provocaba en realidad era temor y nerviosismo, en cualquier momento algo podría salir de esa nube para acabar con sus vidas, aunque tampoco podían permitirse el lujo de retroceder sabiendo todo lo que estaba en juego. Fue en ese momento cuando unos ojos rojos se hicieron visibles en la nube.
―¡FUEGO! ―ordenó un soldado de GUN.
Los soldados del equipo de GUN no dudaron en disparar, pero aquella silueta esquivó los disparos para después salir de la nube de un salto. Aquella silueta se trataba de Metal Sonic, el erizo robot no tardó en abalanzarse contra uno de los soldados de GUN, clavando sus garras en el estómago del soldado.
―¡Joder! ―dijo uno de los soldados apuntando a Metal Sonic.
Metal Sonic se lanzó rápidamente a por el soldado que lo apuntaba y lo decapitó sin que este lograra reaccionar a tiempo. Los demás soldados trataron de dar en el blanco, pero el robot era demasiado para ellos, tanto que en menos de lo esperado ya había reducido el gran grupo de soldados de GUN.
―¡Disparar el arma! ―ordenó uno de los miembros del equipo.
Tras decir eso, dos miembros de GUN levantaron entre los dos un pesado lanzacohetes. Cuando tuvieron a tiro a Metal, dispararon uno de los proyectiles del arma. Metal Sonic ni siquiera se movió, con mucha facilidad logró atrapar el misil en el aire antes de que pudiese impactar en él. Acto seguido miró a los dos soldados que le habían disparado y se preparó para devolverles el regalito que le habían dado.
―¡Ahora, dale! ―dijo uno de los soldados que sujetaba el arma.
Al escuchar la orden de su compañero, el otro soldado que sujetaba el arma le dio a un pequeño botón que había en el arma. Tras esto, el misil que Metal Sonic explotó en la mano de este y si bien no le hizo daño alguno, una extraña corriente eléctrica recorrió el cuerpo del robot que lo dejó completamente inmóvil.
―¡Bien, el AM ha funcionado! ―dijo uno de los soldados.
―¿¡Pues a qué esperamos!? ¡Aprovechemos ahora que está inhabilitado antes de que pueda volver a mo...! ―dijo otro soldado.
Un pequeño proyectil de energía atravesó el cuello de aquel soldado antes de que pudiese terminar de hablar. No fue el único, ya que los compañeros cercanos a él fueron igualmente asesinados por estos pequeños proyectiles. El causante de estos no tardó en revelarse cuando decidió salir de la cortina de humo de la que anteriormente había salido Metal Sonic.
―Buen truco, justo lo que me esperaba de mis compañeros ―dijo Shadow el erizo.
Más miembros de GUN hicieron su acto de presencia para tratar de contener a ambos erizos. Shadow se limitó a acercarse un poco más para ver las caras de aquellos a los que iba a matar.
―Siempre dispuestos a luchar, hay que reconocer que GUN os ha preparado bien muchachos ―dijo Shadow.
―¡No te atrevas a hablarnos como si fuésemos tus compañeros, tú solo eres una imitación! ―dijo un soldado.
―Valientes, lastima que la valentía no sea poder ¿verdad Metal? ―le preguntó Shadow a su compañero robótico.
Metal Sonic recuperó por completo el movimiento de su cuerpo. El erizo robot miró fijamente a los soldados de GUN marcándolos como nuevos objetivos.
―Morir al menos con dignidad ―dijo Shadow.
―¡Fuego! ―ordenó el líder del pelotón.
La situación no era muy diferente en otras zonas de la base. Varios pelotones de Eggman habían logrado perforar la montaña con la maquinaria del científico pese a sus grandes defensas. Los pasillos se encontraban inundados por Egg Pawns que acababan con cualquier soldado que viesen en su camino. Todos estos, liderados por el líder de los Deadly Six Zavok.
―¡Apart...! ―dijo el agente de GUN.
Antes de poder terminar su frase. El agente de GUN fue aplastado por el potente impacto de un placaje de Zavok, acabando así con la vida del joven soldado y de otros muchos más que estaban en su camino.
―Tarde para apartarse ―comentó Zavok.
Una serie de disparos impactó en el cuerpo del distraído Zavok, aunque de poco servían contra el zeti pues a este no parecían afectarle en lo más mínimo. Zavok se giró con calma para ver a esos pobres agentes que estaban descargando todo su cargador en él.
―Váis a tener que hacer algo más si queréis dañar a un zeti o a lo que tenéis detrás ―les informó Zavok.
Los soldados no pudieron darse la vuelta antes de ser atravesados por unas garras hechas de agua. El autor de esto no era ni más ni menos que Chaos.
―Bien, sigamos con nuestro trabajo, aún hay mucho que limpiar ―dijo Zavok mientras pasaba por al lado de Chaos.
El dios de la destrucción asintió ante el comentario de Zavok y decidió meterse por las cañerías de la instalación mientras el zeti seguía abriéndose paso a los bruto.
Todo lo ocurrido era visto por el general de GUN desde la sala de mando, lo que generaba una gran frustración dentro de él al ver como sus valientes compañeros caían uno tras otro tratando de defender su objetivo. Todo esto se lo guardaba para sí mismo, pues no podía permitirse derrumbarse ni sentir lástima por sus compañeros ahora, tenía que mantenerse firme y luchar por aquellos caídos.
―¡Señor, el tanque ya está preparado, nos esperan para la evacuación! ―le informó su coronel.
―¡Que todo el mundo se retire, es hora de largar...! ―les ordenó el general.
La luz de las instalaciones desapareció por completo, lo que cortó por completo lo que el general iba a decir. Para su fortuna aún las cámaras estaban activas.
―¿Por qué se ha ido la luz? ―preguntó un soldado con preocupación.
―Agentes ¿Que está pasando ahí abajo? ―preguntó el coronel en busca de respuestas.
―¡Es él, está aquí! ¡AAHHHH! ―le respondió un soldado al comunicador antes de cortar bruscamente la llamada.
―¡Soldado, responde! ―dijo el coronel.
―No hagas esfuerzos en vano y prepárate porque el chacal está viniendo ―le ordenó el general mientras miraba las cámaras.
Lo único que mostraban las cámaras era un destello rojo seguido de una serie de gritos por parte de los agentes de GUN. Al ver que cada vez estaba más cerca, los agentes de la sala se armaron con todo lo que tenían para al menos tratar de ganar tiempo. Algunos de ellos se colocaron en el pasillo apuntando hacía la única entrada que conectaba con la sala de mando.
―¡Soldados, sabéis perfectamente lo que va a entrar por esa puerta, pero también sabéis que es lo que protegemos y lo valioso que es, así que pase lo que pase mantened la posición, que ese cabrón vea el valor de GUN! ―les ordenó el general.
Los soldados tenían eso más que claro, por eso mismo no iban a dudar ni a retroceder por nada del mundo, aunque eso supusiera su muerte inminente.
―Bien, eso es lo que me esperaba ―pensó el general con una sonrisa.
Los soldados permanecieron inmóviles esperando a que aquel ser pasase por esa puerta. Los nervios y el miedo estaban presentes en ellos, ya que sabían que en cualquier segundo él entraría. No pasó mucho para que la puerta se abriera mostrando que detrás de ella solo había una pasillo largo envuelto por la oscuridad o eso es lo que pensaban hasta que de repente se empezó a escuchar el sonido de una respiración.
―Ahí está ―pensó el general de GUN.
Aquella respiración estuvo presente durante unos segundos mientras el chacal no hacía ningún movimiento. No podían verlo, pero sabían que estaba allí, esperando su momento de atacar, como un animal que acecha a su presa. La respiración se paró lo que alertó a los soldados que se prepararon para disparar.
―Puedo sentirlo...puedo verlo... ―dijo una voz entre las sombras.
Lentamente una luz creció dentro de aquella masa de oscuridad, a la vez que poco a poco un extraño sonido se hizo cada vez más presente. La luz creció tanto hasta que finalmente mostró por completo a aquel que tanto temían, Infinite el chacal.
―El miedo... ―dijo Infinite mientras materialazaba una espada de color rojo en su mano derecha.
Tras estas palabras, los soldados de GUN comenzaron a disparar todas sus balas contra el chacal. Infinite simplemente blandió su espada para parar todas y cada una de las balas que iban hacia él mientras caminaba hacia ellos.
―¡No retrocedáis! ―les ordenó el general.
Infinite se acercó al primer soldado y lo decapitó cruelmente. Su compañero más cercano no tardó en sufrir el mismo destino cuando el chacal levantó su arma y la bajó con tanta fuerza que lo partió por la mitad de forma diagonal. Posteriormente el chacal creó unas esferas de energía de color rojo que utilizó contra algunos de los soldados que trataban inutilmente de perforar en su cuerpo.
―Débiles ―dijo Infinite.
El chacal se acercó con furia hacia el soldado más cercano ignorando por completo que lo estaba disparando. Con su mano izquierda el chacal lo levantó por el cuello con fuerza y sin vacilar se lo rompió para después lanzar el cuerpo sin vida del soldado sobre dos de sus compañeros. El chacal creó rápidamente un cubo de energía de color rojo alredor de esos soldados y lo fue encogiendo lentamente aplastando por completo a esos soldados hasta dejar apenas un pequeño charco de sangre.
―¡Temblad! ―dijo Infinite mientras su cuerpo comenzó a brillar.
Infinite expulsó una ráfaga de energía que mandó a volar a los soldados provocando que se chocaran contra las paredes muriendo en el impacto por la potencia del ataque. Al ver que tenía vía libre el chacal entró en la sala central donde le esperaban el general y los soldados restantes.
―¡Acabad con él! ―les ordenó el general.
Los miembros del grupo restantes dispararon con todo lo que tenían al chacal. Infinite se limitó a quedarse parado frente a ellos ya que nada de lo que estaban haciendo le producía molestia alguna, hasta que finalmente el cargador de las armas se vació.
―Patético ―dijo Infinite.
Infinite creó sus propias balas. El chacal hizo un chasquido de dedos y rápidamente los proyectiles atravesaron el pecho de todos y cada uno de los presentes a excepción del general, pues a este solo le atravesó la pierna.
―¡AAAA! ―gritó el general mientras se agachaba por el dolor.
―Al parecer una sola bala hace falta para neutralizar a uno de los líderes militares más peligrosos del mundo ―observó Infinite.
―TKKS, al menos puedo gozar de un cuerpo saludable ―dijo el general mientras observaba a Infinite.
El aspecto del chacal había cambiado considerablemente con respecto a la vez que se enfrentó a Sonic. Ahora portaba una armadura de combate de color gris oscuro con algunas líneas que se iluminaban de color rojo cuando el chacal usaba su poder, en su pecho se podía apreciar que había una protección extra que cubría el rubí fantasma. Esta vez se colocó una capa de color granate y su máscara había recibido algunos cambios ya que ahora el chacal parecía usar una especie de respirador que era lo que provocaba esa extraña respiración.
―Por ahora ―dijo Infinite.
―Veo que al Doctor Eggman le ha podido la tentación de venir a por nosotros ―dijo el general.
―En cuanto supo que escondíais algo no pudo quedarse sentado sin hacer nada, por mi parte no podía importarme en lo más mínimo, aunque he de reconocer que es divertido ver cómo os desmoronáis con facilidad ―le comentó Infinite.
―No creo que tú seas él más indicado, después de todo, esos cambios te los has hecho porque perdiste dos peleas ―le recriminó el general.
―Solo me deshice de lo innecesario para potenciar lo que de verdad importa ―comentó Infinite mientras se tocaba el pecho.
―Y por eso ahora eres más máquina que ser vivo, me pregunto cuánto eres capaz de aguantar vivo si te quitas eso ―dijo el general.
―Más tiempo de lo que le queda a usted general ―le comentó Infinite.
―Oh cierto, me sorprende que todavía no hayas intentado matarme ―dijo el general.
―Si está vivo es por una razón muy simple, digame donde se encuentran el resto de soldados y le prometo que le mataré antes de que tenga que ver como disfruto masacrando al resto ―le prometió Infinite.
―Lo siento, no tengo intención de decirte dónde están mis muchachos ―dijo el general.
―Nose si es usted consciente de que lo único que hace es alargar el tiempo de vuestra destrucción, cada día queda menos gente que esté dispuesta a luchar contra el ejército de Eggman y lo cierto es que hacen bien, después de todo no quieren acabar como su salvador ―le comentó Infinite.
―Con o sin Sonic aún no hemos perdido la esperanza y menos si es un payaso enmascarado el que trata de quitarnosla ―dijo el general.
―Cuide ese vocabulario general, quizá se me puede ir la mano ―le advirtió Infinite mientras le clavaba su espada en el pie derecho.
―¡AGGG! ―gritó el general de dolor.
―Por más que usted se haga el fuerte, todos pierden la esperanza tarde o temprano, así que ahorrese sufrimiento y dígame dónde puedo encontrar a Shadow ―dijo Infinite.
―TKKS, así que eso también lo sabéis ―dijo el general con algo de sorpresa.
―Aún quiero probar este poder con alguien, el erizo azul murió sin poder apreciar mi potencial por completo, quizá me pueda divertir con el otro un poco ―dijo Infinite.
―Pues es una lástima, porque lo único que vas a encontrar aquí es polvo y rocas ―dijo el general mientras sacaba un extraño aparato.
―¡Un detonador! ―dijo Infinite sorprendido.
―¡Esto vá por mis amigos caídos, por GUN! ―dijo el general apretando el botón del detonador.
Tras pulsar el botón, todas las instalaciones de GUN explotaron, llevándose consigo a todos los Egg Pawns que habían invadido la base y las copias de los antiguos enemigos del erizo. Además de servir como tumba para los soldados de la agencia caídos, pero sobre todo, siendo un retraso y estorbo para el chacal que quedó sepultado bajo los restos de la base combinados con el derrumbamiento de la montaña.
El sacrificio de tantos soldados permitió que una serie de camiones lograsen evacuar a tiempo y alejarse lo suficiente de la base antes de que explotara. Algunos de esos soldados sobrevivientes miraron hacia atrás durante unos segundos para apreciar lo que sus compañeros habían hecho.
―Ha sido un honor trabajar junto a usted general ―dijo un oso de color azul clarito mirando hacia atrás.
―No cantemos victoria Daru, ese cabrón sigue vivo ―dijo un leon de color amarrillo.
―¿Pues qué esperáis para ir más rápido? ―preguntó una zorra de color morado por el comunicador.
―Como si eso fuese una opción Taiga ―le respondió el león por el comunicador.
―Con esa actitud no llegaremos lejos Kanzen ―dijo Taiga por el comunicador.
―Mantener la calma los dos, seguid el rumbo fijado, si tenemos suerte nos comunicaremos con la Resistencia tarde o temprano ―dijo un perro gris.
―Si es que se dignan a aparecer ―susurró Kanzen.
Justo como los soldados temían, Infinite no tardó mucho en dar señales de vida. El chacal salió sin muchas complicaciones de los escombros en los que había sido enterrado y como era de esperar, este no presentaba ningún daño alguno. Simplemente se agachó para limpiarse el polvo que había ensuciado sus botas.
―Muy bien general, me la ha jugado con eso lo reconozco, pero ¿Cuánto tiempo le habrás conseguido a tus hombres? ―se preguntó Infinite.
El chacal se rodeó con la energía del rubí fantasma para posteriormente elevarse por los cielos en busca de los camiones de GUN. Mediante los radares de los camiones, los soldados no tardaron en percatarse de que el chacal ya se había librado de su prisión de escombros.
―¡Coronel Aku, detecto una fuerte señal de energía aproximándose! ―le informó un soldado.
―Ni cinco minutos puede quedarse quieto, que todos los camiones activen los campos de invisibilidad, vamos a ver si podemos despistarlo ―dijo el coronel Aku.
Los conductores de los camiones obedecieron al instante la orden del coronel y activaron los campos de energía. El resultado parecía ser más que efectivo, pues el chacal no logró localizar donde estaba la posición de los agentes, lo que les permitió avanzar una gran distancia.
―Cada vez lo tenemos más lejos ―observó Daru.
―Al final vamos a librarnos de él y todo ―dijo Taiga con entusiasmo.
―Calma todo el mundo, hay algo que no me gusta ―dijo Aku observando en el radar como Infinite había dejado de moverse.
El chacal se quedó inmovil en el cielo observando bajo sus pies la gran cantidad de árboles que había. Sabiendo que los de GUN podrían tener cualquier truco bajo la manga, Infinite no se lo pensó dos veces y levantó su mano hacia el cielo.
―Estoy harto de juegos ―dijo Infinite.
Infinite creó una enorme esfera de energía en la palma de su mano que hizo que gran parte del cielo se tornara de color rojo. Los hombres de GUN observaron desde los camiones lo que estaba planeando el chacal.
―¡Hostia! ―dijo Kanzen preocupado.
―¡KANZEN, POR TU VIDA MÁS RÁPIDO! ―dijo Daru.
―¡TODO EL MUNDO QUE SE AGARRE A ALGO! ―ordenó Aku.
Unos segundos más fueron necesarios para que la bola de energía de Infinite estuviese totalmente cargada y lista para ser lanzada.
―Desaparece GUN ―dijo Infinite con una sonrisa.
Infinite lanzó la bola de energía contra el suelo generando una gigantesca explosión que no tardó mucho en expandirse por todo el bosque mientras que lo consumía lentamente. Los camiones de GUN recibieron parte de la explosión, pero gracias al material del que estaban hechos y a que estaban lo suficientemente lejos lograron no ser consumidos por la explosión, aunque debido a la onda expansiva, los camiones acabaron volcando por completo.
Al cabo de unos minutos, los soldados fueron saliendo poco a poco como podían de los camiones volcados. Los que estaban en mejores condiciones ayudaron a salir a los que peor se encontraban, mientras trataban de atender sus heridas en caso de que fuesen muy graves.
―AGG, mi pierna ―dijo Kanzen.
―UFF, la tienes bastante mal, diría que está rota ―observó Taiga.
―Du-duele bastante ―confesó Kanzen.
―Apoyate en mí, yo te llevaré ―dijo Daru.
―Está bien ―dijo Kanzen mientras se levantaba con ayuda de Daru.
―¿Todo bien por aquí? ―preguntó un soldado.
―Bien dentro de lo que cabe ¿Y el resto? ―le preguntó Taiga al soldado.
―Gracias al cielo no hemos tenido ninguna baja, pero aun no sabemos el estado del coronel, ni tampoco si el contenido del camión está intacto ―les comentó el soldado.
―Con lo apurados que estamos...vamos a buscarlo ―dijo Taiga.
A una distancia no muy lejana de donde se encontraban el resto del grupo. Su camión se había estrellado contra un árbol, por lo que al principio le costó tanto a él como a su compañero salir de la cabina.
―AGG ¿Te encuentras bien chaval? ―le preguntó Aku a su compañero.
―Creo que tengo alguna costilla rota ―le respondió el compañero mientras se quejaba por el dolor
―Quédate ahí y respira un poco, voy a comprobar si el contenido está en buen estado ―dijo Aku.
―De acuerdo señor ―dijo el soldado mientras se sentaba en el suelo.
El coronel se acercó a la parte trasera del camión para ver si todo estaba en orden. Con algo de esfuerzo logró abrir las puertas traseras del camión. Grande fue su alivio al ver que el tanque de mantenimiento estaba en perfectas condiciones pese a todo lo ocurrido, por lo tanto el cargamento de su interior estaba intacto.
―Je, el general tenía razón cuando dijo que la cápsula era dura, ha aguantado como una campeona ―dijo el coronel aliviado.
―Por ahora ―dijo una siniestra voz.
El general se dio la vuelta de inmediato al escuchar esa voz. Cuando lo tuvo cara a cara pudo comprobar que esa voz era efectivamente la del chacal.
―Hola ―dijo Infinite.
―No has tardado nada en venir sucio chacal ―dijo Aku mientras miraba fijamente al chacal.
―Tengo grandes razones de peso para seguiros y no puedo permitirme perder el tiempo ―dijo Infinite.
―No darás ni un paso más ―dijo Aku mientras apuntaba con el arma al chacal.
―Que a estas alturas sigáis pensando que eso pueda hacerme algo me hace cuestionar qué tan inteligentes sois, si ni siquiera la explosión de vuestro jefe ha podido rasgar mi armadura ―le recordó Infinite.
―Mientras sigas suelto GUN no piensa rendirse ―dijo Aku.
―Querrás decir lo poco que queda de vosotros, dado a que habéis ido perdiendo fuerzas poco a poco, parece que los únicos que han entendido que no se puede hacer nada son los propios miembros de la Resistencia ―le preguntó Infinite.
―GUN no tiene nada que ver con la Resistencia ―dijo Aku mientras cargaba su arma.
―Y por eso mismo estáis condenados a caer más rápido ―dijo Infinite.
―Pues caeremos con honor ―dijo Aku.
―Vuestro honor no me importa lo más mínimo, solo quiero que me des el contenido de ese camión. De hecho, podrías aprovechar para escaparos mientras yo me entretengo con el erizo ―dijo Infinite.
―Ni lo sueñes, que el camión haya llegado hasta aquí es gracias a todo lo que GUN ha sacrificado y no pienso tirar por la borda todo eso ―se negó Aku.
―Sois tan parecidos todos vosotros. Muy bien, lo conseguiré por la fuerza ―dijo Infinite mientras apuntaba con su mano a Aku.
El coronel se mantuvo firme en todo momento pese a que sabía de sobra que el chacal podía hacerlo picadillo. Infinite soltó una leve carcajada al ver lo decidido que estaba, algo que le parecía simplemente estúpido. De repente una bala impactó en el caso del chacal llamando la atención de este último lo que provocó que Infinite se centrará en la persona causante de esa agresión.
―Con que el soldado herido quiere hacerse el héroe ―dijo Infinite mirando al soldado que anteriormente estaba descansando por el dolor de sus costillas.
―AGG, pensaba que iba a hacerle algo ―susurró el soldado.
―Lastima que últimamente lo de hacerse el héroe no salga bien ―dijo Infinite mientras creaba una espada de energía.
―¡Soldado corre! ―dijo Aku mientras se preparaba para vaciar todo el cargador con el chacal.
El chacal se lanzó a toda velocidad a por el soldado malherido. Aku trató de pararlo, pero la diferencia abismal que había entre ambos era ridícula, ya que ni en sus sueños su velocidad se iba a asemejar. Solo quedaba esperar ver cómo Infinite le desgarraba el cuello a otro soldado de GUN o eso es lo que parecía. En vez de partir al soldado por la mitad, la espada del chacal chocó con un brazo robótico que se interpuso entre él y su objetivo.
―Ohhhh hasta que decidís dar la cara ¿EEE Gizoid? ―dijo Infinite con tono burlón.
Frente al chacal se encontraba ni más ni menos que Gemerl. El gizoid se había interpuesto en la trayectoría de su ataque, poniendo su brazo izquierdo como escudo para bloquear el espadazo.
―E-es la Resistencia ―dijo Aku sorprendido.
―Pero ¿Cuanto crees que tarde en partirte si hago un pelin de fuer...? ―trató de preguntarle el chacal.
Gemerl interrumpió a Infinite al intentar darle un derechazo aprovechando que aparentemente había bajado la guardia. El chacal se limitó a echarse hacia atrás para evitar el ataque del gizoid.
―No piensas darme tregua, aunque ha sido fallo mío al bajar la guardia tanto, por poco me dás ―le comentó Infinite.
―Coronel, póngase detrás de mí y agarre a su compañero ―le pidió Gemerl.
―De acuerdo ―dijo Aku mientras se acercaba a Gemerl.
―Me sorprende que esté tan obediente coronel, después de todo no se han dignado a aparecer hasta que os he destruido casi por completo ―le recordó Infinite.
―¿Acaso tenemos más opciones? ―le preguntó Aku.
―No muchas, aunque creo que el gizoid puede daros una oportunidad mientras lucha conmigo ―le respondió Infinite.
―Mi única misión es la evacuación y traslado de las fuerzas de GUN ―le informó Gemerl.
―Así que queréis seguir huyendo de mí. No pensaba que vosotros los héroes de este mundo ibais a ceder tan rápido solo por la muerte de ese patán, incompetente ―dijo Infinite.
―Detecto tus intentos de provocación ―le comentó Gemerl.
―Y yo detecto que son muy efectivos ―dijo Infinite con una sonrisa.
―Prepárense ―les dijo Gemerl mientras su cuerpo empezó a expulsar energía chaos.
―No lo permitiré ―dijo Infinite preparandose para atacar a Gemerl.
Antes de que Infinite pudiese hacer nada. Una extraña energía azul rodeó el cuerpo del chacal impidiendo que este lograse moverse con éxito.
―¿¡Qué narices!? ―se preguntó Infinite.
―Bloqueo efectivo, procedo con la evacuacion ―dijo Gemerl.
―No tán rápido ―dijo Infinite rompiendo el bloque.
―¡Chaos Control! ―gritó Gemerl.
El Chaos Control resultó ser un éxito completo, pues no sólo evacuó a los presentes en ese lugar, sino que también logró evacuar al resto de fuerzas de GUN y al contenido del camión con éxito. En vez de partir al gizoid, Infinite partió por la mitad al camión.
―TKKS, muy hábil gizoid ―dijo Infinite.
El chacal miró durante unos segundos como había dejado todo el lugar y de cómo había quedado el dominio de GUN. Sin duda alguna disfrutó dejar su marca en este lugar, pero le frustraba no haber logrado conseguir a por lo que había venido originalmente.
―Para la próxima será ―pensó Infinite.
El chacal se marchó volando de aquel lugar devastado. Por otro lado, el chaos control hizo que las fuerzas de GUN aparecieran en una de las muchas habitaciones de la central de la Resistencia. Junto a ellos se encontraban el gizoid Gemerl y el encargado de haber frenado temporalmente a Infinite.
―Tu bloque ha funcionado como pensábamos Silver―le dijo Gemerl a su aliado.
―Bueno, ha logrado romper el bloqueo un segundo antes de lo que pensaba, pero al menos todos estamos bien ―dijo el erizo albino.
―No todos ―dijo el coronel Aku.
―Coronel, es un placer verlo ―dijo Silver.
―Ojalá pudiera decir lo mismo ―dijo Aku.
―Sentimos no haber llegado a tiempo, hemos tenido serios problemas a la hora de ejecutar esta operación ―se disculpó Silver.
―Ya me diréis más tarde cuáles han sido esos problemas ―dijo Aku.
―Cierto, la prioridad es atender a los soldados heridos ―dijo Gemerl.
―Seguidnos por favor ―le pidió Silver.
―AGG, primero la pierna y luego este mareo por esa luz ―dijo Kanzen.
―No te quejes y vamos ―dijo Taiga.
―Por fin un descanso ―dijo Daru.
Los soldados fueron pasando poco a poco en las instalaciones. Silver no pudo evitar sentirse mal por la situación de aquellos agentes y sinceramente le hubiese gustado actuar antes, pero las cosas eran como eran.
―Silver, era cierto ―dijo Gemerl mientras miraba el contenido del tanque.
―¿El qué? ―le preguntó Silver mirando a Gemerl.
―Shadow, está aquí ―le respondió Gemerl mirando al erizo reposar dentro del tanque.
GUN se ha visto acorralada por las fuerzas del Doctor Eggman lideradas por su mayor aliado Infinite. Ni siquiera toda la milicia ha podido hacer sudar al chacal que ha ido reduciendo poco a poco sus miembros hasta dejar solo a unos pocos soldados. Ante esta situación Gemerl y Silver han intervenido en el conflicto, pudiendo salvar a los pocos que quedaban, a la par que han descubierto el paradero de su compañero desaparecido Shadow ¿Qué es lo que depara a la Resistencia? ¿Infinite logrará acabar con la poca esperanza que queda?
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