Capítulo 8 Algo de paz
―¡Ya llegan! ―informó un miembro de la Resistencia observando la pantalla.
Los miembros de la Resistencia se movilizaron tras oír el aviso de su compañero. La plataforma de aterrizaje fue despejada lo más rápido posible para que la nave pudiese aterrizar libremente.
―¡Venga, venga más deprisa, hay heridos en esa nave que necesitan ser evacuados enseguida! ―dijo Vector.
―¡Menos meter prisa y más ayudar grandullón! ―dijo Charmy mientras regañaba a Vector.
―¡Seras! ―dijo Vector.
―Dejad de pelear, ya están descendiendo ―dijo Amy.
La nave de rescate descendió poco a poco sobre la plataforma de aterrizaje. Una vez ya situados, la compuerta de la nave situada en la parte inferior se abrió. El líder de la Resistencia bajó acompañado del resto de miembros de la Resistencia, además de todos los civiles que lograron evacuar de las alcantarillas con éxito, pero no todos estaban en perfecto estado. Un grupo de soldados llevaba a Tails y a Classic Sonic en camillas debido al mal estado en el que se encontraban.
―Oh no... ―dijo Vector viendo a Tails.
―Necesita atención urgente ―les comentó Rouge.
―¡Llevadlos a la enfermería! ―ordenó Amy.
―Mi pobre espalda... ―murmuró un casi inconsciente Classic Sonic
Los soldados dejaron al dúo sobre las camillas y rápidamente llevaron a los malheridos a la enfermería. Todo el que veía pasar a Classic Sonic se quedaba anonadado, era como ver un fantasma del pasado caminar junto a ellos.
―Lo sé, para nosotros fue una sorpresa verlo, incluso todavía lo es ―dijo Espio.
―¿Es él mismo verdad? ―les preguntó Amy.
―Así es, él mismo que luchó con el Time Eater ―le respondió Rouge.
―Ya tendremos tiempo de resolver dudas, esta gente necesita asistencia ―dijo Silver.
―Así es, Vector por favor lleva a toda esta gente a un lugar donde puedan descansar, los que tengan que ser atendidos seguid a Gemerl ―dijo Knuckles.
―Ya habéis oído, seguidme todos, os merecéis un descanso, seguro que más de uno querrá dormir en una buena cama ―dijo Vector mientras guiaba a los civiles.
―Nada me gustaría más ―dijo Spike siguiendo a Vector.
―Ya somos dos ―dijo Sky.
―Seguidme de forma ordenada para evitar separarnos ―les indicó Gemerl.
―Si ―dijo Bullet llevando a su hija en brazos.
―Silver deberías ir con ellos, alguien debería atender tus heridas ―le comentó Knuckles.
―No es necesario, dejame que os... ―dijo Silver.
―Negativo chaval, tú vas de cabeza a la enfermería, ya has hecho suficiente por hoy ―le ordenó Rouge.
―Pero... ―dijo Silver.
―Ya has oído a la jefa, andando ―le ordenó Knuckles.
―TKKS, será posible ―se quejó Silver siguiendo a Gemerl.
―Los jefes dan miedo ―dijo Darkon.
―Ya te digo, han mandado a Silver a la enfermería como si nada ―dijo Ray.
―Dejad de hablar que os van a oír ―les avisó Netsu.
―En cuanto al resto, vamos a cenar, pronto será la hora de acostarse y quiero a todo el mundo con energía para mañana ―les ordenó Knuckles.
―¡Señor, sí señor! ―obedecieron todos para después marcharse.
―Voy a sumarme yo también, necesito un descanso de tanta emoción ―dijo Rouge.
―Todos la necesitamos ―se sumó Espio.
Amy no dijo nada al respecto,solo sonrió levemente al ver como su compañero de equipo era capaz de subir el ánimo a todos, ojalá que este tipo de cosas fueran las más comunes, pero dada la situación era difícil.
―Cerrad la pista, hoy no recibiremos más naves ―comunicó Amy por el transmisor mientras se disponía a seguir a sus compañeros.
La base se cerró por completo sin dejar rastro alguno de su presencia. El día había sido complicado, pero pese a todos los inconvenientes, el grupo logró pasar esta situación, aunque esta no iba a ser su misión más complicada.
En la enorme estrella de la muerte del doctor Eggman las cosas estaban algo más alteradas. El doctor miró fríamente a la copia de Sonic, Metal estaba con la mirada baja sin entrar en contacto con su creador, pues era humillante verlo a la cara. La tercera esquina de este triángulo era Infinite, esperando pacientemente a que su jefe castigara al robot.
―Me rompes el corazón Metal, puse toda mi confianza en tí y no has conseguido acabar con esa mini rata azul ―lo regañó Eggman.
―Ya se lo advertí Doctor, era mejor mandarme a mi ―dijo Infinite.
―No tan rápido Infinite, parte la culpa la tienes tú también ―dijo Eggman.
―¿Exáctamente en que? ―le preguntó Infinite.
―Puede que no hayas estado presente, pero tus réplicas han fallado tanto como Metal Sonic ―le respondió Eggman.
― No esperaba que iba a aparecer alguien que mereciera la pena entre toda esa chusma, ni tampoco que el albino pudiese oponer tanta resistencia ―se defendió Infinite.
―Excusas, te confié el poder del rubí porque pensaba que eras capaz de crear réplicas que sean más fuertes que los originales o ¿Acaso no eres capaz? ―dijo Eggman.
―¿Que pregunta es esa? Por supuesto que lo soy ―le respondió Infinite indignado.
―Entonces, la siguiente copia que vea luchar quiero que esté a la altura ―dijo Eggman.
―Sí Doctor ―dijo Infinite.
―Y en cuanto a ti Metal, no vuelvas a fallarme en una misión en la que tú estés a cargo, porque la próxima no seré tan benevolente ―le advirtió Eggman.
Ambos secuaces aceptaron a regañadientes los regaños de su jefe, aunque ninguno de los dos tenía pensado que esto acabase así. Sobre todo Metal, pues como volviera a cruzarse con el erizo pequeño, lo iba a destrozar por completo.
―Pero jefe sea optimista, podría ser peor ―dijo Cubot inocentemente.
―Normalmente ignoro tus comentarios al igual que tu existencia, pero algo de razón tienes ―comentó Eggman.
―Ay jefes, gracias por el cumplido ―dijo Cubot.
―Para ser el Doctor lo es ―dijo Orbot.
―A callar los dos ―dijo Eggman levantando la mano.
―¡Sí jefe! ―dijeron ambos.
―Volviendo al tema, gracias a este encontronazo hemos podido ver a ese gizoid en acción ―dijo Eggman.
―Sin duda es fuerte, pero nada que yo no pueda frenar ―dijo Infinite.
―¿Tú crees? ―le preguntó Eggman con una sonrisa.
―¿Vuelve a dudar de mi poder Doctor? ―le preguntó Infinite ciertamente ofendido.
―No saltes tan rápido Infinite, hay un factor muy importante que debemos tener en cuenta, las esmeraldas del chaos ―le respondió Eggman.
―Cierto, el gizoid tenía una en su poder cuando se enfrentó a mis copias ―recordó Infinite.
―Y si la memoría no me falla, fue gracias a ella que pudo sobrepasar el poder de tus copias ―dijo Eggman.
―Creo que ya se en que estás pensando, temes que me puedan derrotar con las siete juntas ―dedujo Infinite.
―Aún no hemos podido comprobar el 100% de poder del rubí y sé por experiencia lo que son capaces de hacer esas gemas ―dijo Eggman.
―Estoy seguro de que podría hacerme cargo de esos mequetrefes en el momento en el que libere todo mi poder, la gema definitiva es sin duda alguna el rubí fantasma ―dijo Infinite apretando su puño.
―Tranquilo amigo mió, de todas formas nunca podrán usar esa carta a su favor, yo también poseo algunas cuantas esmeraldas del chaos en mi poder y francamente dudo que sin las siete puedan ganarte ―dijo Eggman.
―TKKS ―dijo Infinite mientras apretaba el puño con frustración.
―¿Y que vamos a hacer con el Egg Pawn hackeado jefe? ―le preguntó Cubot.
―Ahora iba a eso, por lo visto Metal logró darse cuenta a tiempo de una sucia artimaña por parte de nuestros enemigos, afortunadamente interrumpimos el proceso a tiempo, algo bueno hiciste ―dijo Eggman mirando a Metal
―Perooooo han podido quedarse con algunas cosas ―dijo Orbot.
―Podría haber cosas importantes como bases, posicionamiento de las tropas, códigos e incluso podrían haber descubierto el plan de ejecución de Sonic ―dijo Cubot.
―Tonterías, esa información no la puede conseguir cualquiera lo tendría que haber hackeado alguien con una gran inteligencia ―dijo Eggman.
―¿Como Tails no? ―le preguntó Cubot.
―Si como Tai...Oh ―dijo Eggman.
―Parece que usted también falla ―dijo Infinite con un tono burlesco.
―TKKS, esto complica las cosas, como se enteren de que esta vivo... ―dijo Eggman.
―No dudarán en venir aquí, es perfecto ―dijo Infinite.
―¿Como? ―le preguntó Eggman algo confuso.
―Pienselo Doctor, hasta ahora nuestro mayor problema ha sido que ellos se han estado ocultando como ratas, pero si saben que Sonic está vivo, no dudarán ni un segundo en ir corriendo a salvar a su héroe ―le respondió Infinite.
―Y cuando vengan podremos acabar con todos aquí...¡brillante! ―dijo Eggman.
―Solo tenemos que fingir normalidad y mantener las cosas como están, como vean un movimiento extraño pensaran que sabemos algo ―dijo Infinite.
―Bien pensando chacal, como se nota que eres un mercenario de primera ―lo felicitó Eggman.
―No me lo recuerdes ―dijo Infinite.
―Ya me han causado demasiados problemas estos roedores, es hora de acabar por completo con esa plaga ―dijo Eggman.
―Ese es el espíritu jefe ―dijo Cubot.
―¡Que el plan cero Resistencia comience! ―dijo Eggman con ilusión.
De nuevo en la base, Vector llevó el grupo de civiles hasta donde sería su lugar de descanso temporal.
―Veamos ¿Donde os puedo ubicar? ―se dijo así mismo Vector.
―El cocodrilo se ve muy perdido ―le susurró Spike a Rookie.
―Un poco de respeto que nos está dejando un sitio para descansar ―dijo Rookie.
―Si no me quejo, se quejan mis pies ―corrigió Spike.
―Eres como un niño pequeño ―dijo Rookie.
―Opino lo mismo ―se sumó Cross.
―¿Cuánto llevas escuchando? ―le preguntó Spike.
―Mucho tiempo ―le respondió Cross.
―Shhh, bajad la voz chicos ―dijo Sky.
―Si nadie nos escucha ―se defendía Spike.
―Mucha tertulia escucho yo por ahí atrás ―dijo Vector.
―Vale, si nos escuchaba ―dijo Spike.
―Disculpa a nuestro amigo, es un poco maleducado ―se disculpó Wing.
―No os preocupéis, es bueno ver que la gente aún mantiene la sonrisa incluso ahora ―dijo Vector.
―Pues claro, no debemos bajar el ánimo ante nada ―dijo Spike.
―Mantened ese espíritu siempre, al menos es lo que le digo a todos cuando toca ponerse a hacer ejercicio ―dijo Vector.
―Supongo que estaréis en constante entrenamiento para estar preparado para todo tipo de situaciones ―dijo Wing.
―Sí, por eso no todos están dispuestos a participar en nuestras misiones, pero no todo es salir a luchar, hay muchas otras cosas que debemos hacer ―les comentó Vector.
―¿Como qué? ―le preguntó Rookie.
―Encargaron de colocar a la gente en un sitio seguro ―le respondió Vector mientras se paraba frente a una puerta.
―Mira que oportuno ―dijo Cross.
―Podeís entrar y descansar un poco, si tenéis hambre podéis ir al comedor de la Resistencia para tomar algo ―les explicó Vector.
―¿Lo has oído Rookie? Una buena cena nos espera ―dijo Spike mientras agarraba del brazo a Rookie.
―¡EEEHHH! ¡Espera! ―dijo Rookie mientras era arrastrado.
――Vaya...si que es rápido ―observó Vector.
―Para tonterías sí ―dijo Cross.
―Podrían haber dejado las cosas dentro ―dijo Sky.
―Ya sabéis como es Spike, eso sí, se ha quedado sin un buen sitio para dormir ―dijo Wing.
―Ja, sois un grupo muy peculiar eh ―dijo Vector cargando unas bolsas de algunos civiles.
―No sabes tu bien ―dijo Cross mientras metía sus cosas en la habitación.
El grupo se asentó en la zona indicada por Vector, mientras que el cocodrilo les ayudaba a dejar sus cosas. En la enfermería de la Resistencia, Silver se encontraba sentado en una de las camillas mientras un leopardo verde trataba sus heridas del combate.
―Terminado ―dijo Esmerald.
―Genial, espero no haberte quitado mucho de tu tiempo con esto ―dijo Silver.
―Tranquilo, hace rato que estabilice a Tails y a Sonic pequeño, además Gemerl se está encargando de monitorizarlos mientras el resto nos encargamos de tratar las heridas de nuestros nuevos amigos ―dijo Esmerald.
―Pensaba que se estaría haciendo sus reparaciones ―comentó Silver mientras se colocaba un guante.
―Los daños eran menores, no he necesitado mucho para recuperarme ―le explicó Gemerl.
―Qué oído tiene, ¿Está todo en orden doctora? ―le preguntó Silver mientras se ponía sus botas.
―Podrás salir con normalidad a otras misiones ―le respondió Esmerald.
―Muchas gracias doctora ―dijo Silver mientras se acercaba a ver como se encontraban sus amigos.
Gemerl estaba sentado junto a dos camillas. En ellas descansaban el pequeño Tails y el Sonic alterno, ambos ya estables, aunque todavía sin dar señales de despertar. Silver miraba ambos con algo de tristeza, no esperaba que ambos acabasen en un estado tan lamentable y menos el pequeño Tails.
―No es tu culpa ―dijo Gemerl.
―Yo estaba a cargo de la misión de rescatar a Tails, por no estar ahí para ayudar, los dos han acabado así ―comentó Silver.
―Hay cosas que escapan de nuestro control, esta situación era una de ellas ―dijo Gemerl.
―TKKS, tienes razón, pero aun así no soy capaz de aceptar esto ―comentó Silver molesto.
―Yo tampoco ―añadió Gemerl.
―Por ahora estad agradecidos, ha sido la primera misión en mucho tiempo que todos los miembros del equipo han podido volver de una pieza y en gran parte ha sido gracias a vuestra participación ―les recordó Esmerald.
―Gracias, eso reconforta un poco ―dijo Silver mirando a Classic Sonic y Tails.
―No se martirice tanto señor Silver ―dijo la pequeña Tori.
―¡AHHH! ¡Que susto pequeña! ―se sorprendió Silver.
―Se supone que tienes que estar parada ―la regañó Esmerald.
―Perdone, perdone, en cuanto me despisto, ella se escapa ―dijo Bullet.
―Voy a tener que pedir a alguien que le ponga un freno a esa silla ―comentó Esmerald.
―No, no, me portaré bien ―se disculpó Tori.
―Pues portate bien hija ―dijo Bullet.
―Je, me alegra ver que te encuentras bien pequeña ―dijo Silver feliz.
―La doctora me ha tratado bien, aunque es algo ruda ―le comentó Tori.
―Estoy aquí presente ―le recordó Esmerald.
―Y por eso digo que es usted una gran doctora ―dijo Tori.
―Enana y manipuladora a partes iguales ―dijo Esmerald con una sonrisa.
―Ese primer adjetivo me recuerda a que tengo que ir a atender ciertas cosas. ¿Me lo permite doctora? o ¿Necesita mi asistencia? ―le preguntó Gemerl.
―Viendo que la pequeña está bien, creo que no será necesaria tu ayuda ―le respondió Esmerald.
―Gracias Doctora, nos veremos mañana Silver ―se despidió Gemerl antes de salir de la habitación.
―Chao amigo, saluda a Cream de mi parte ―le pidió Silver con una sonrisa.
―Afirmativo ―dijo Gemerl.
―Tu también tienes el permiso de irte cuando quieras ―le recordó Esmerald.
―Gracias doctora, pero creo que me quedaré un poco más ―dijo Silver.
―Como quieras, ah y tu pequeña te quedas aquí por hoy para cambiarte el vendaje mañana ―le indicó Esmerald.
―Vaya... ―dijo Tori fastidiada.
―Yo me quedaré a tu lado en todo momento pequeña ―dijo Bullet poniendo su mano sobre la cabeza de su hija.
―Jeje ―se rió la pequeña Tori.
―Mejor que estés tú a que este sola ―dijo Esmerald.
―No sea mala doctora ―dijo Silver.
―A que te prohibo la salida ―le amenazó Esmerald.
―No sería capaz...¿verdad? ―le preguntó Silver.
―Piensalo bien ―le respondió Esmerald.
―No la rete señor Silver ―le susurró Tori al oído.
―Ya me he dado cuenta ―dijo Silver.
Gemerl dejó atrás la enfermería para ir a ver a su querida amiga Cream, pero mientras iba caminando el gizoid sintió como una gran cantidad de energía chaos se movía por su cuerpo. Ante esta repentina sobrecarga, el gizoid se apoyó un segundo en una de las paredes del pasillo.
―Mi sistema está volviendo a ceder, no esperaba que los efectos secundarios por retener mis instintos fueran a darme tantas complicaciones ―dijo Gemerl mientras trataba de calmarse.
―¡Por fin te encuentro! ―dijo una voz familiar con alegría.
Al escuchar esa voz, el gizoid recuperó rápidamente la concentración y se volteó para ver a la dueña de aquellas palabras. Cream, la pequeña hija de Vainilla, se encontraba frente a él. Al parecer la conejita había estado buscándolo por un buen rato, pues se la notaba cansada.
―Cream, justo me dirigía a tu ubicación para verte ―dijo Gemerl ya totalmente recuperada.
―Pues yo iba a hacer lo mismo, Vector vino a vernos y me dijo que estabas en la enfermería, pero cuando he pasado te habías ido ―dijo Cream algo agitada.
―Disculpame, de haberlo sabido me habría quedado quieto ―se disculpó Gemerl.
―No te disculpes ¿Cómo ibas a saber que te estaría buscando? ―le preguntó Cream.
―Estadísticamente es lo que suele hacer cuando vengo de una misión ―le respondió Gemerl.
―Eso es porque me preocupo por ti ―dijo Cream.
―Esa respuesta es correcta ―dijo Gemerl.
―Jeje, tú y tú cosas Gemerl ―dijo Cream agarrando de la mano al robot.
―Sí... ―le respondió Gemerl.
No muy lejos de donde se encontraban. Los miembros de la Resistencia disfrutaban de la comida junto con los civiles recién llegados.
―Está todo muy bueno ―dijo Spike.
―Macho te has comido lo de mi plato ―se quejó Darkon.
―No soy el único ―dijo Spike señalando a Cross.
―¡Oye! ―dijo Darkon.
―Uy, no me he fijado ―mintió Cross.
―No cuela Cross ―dijo Sky.
―Se intenta ―dijo Cross.
―Voy a tener que cuidar mi comida ―dijo Netsu con miedo.
―Qué más da, vamos a dejarlos que aprovechen ―los defendió Ray.
―Lo dices porque todavía no te han robado de tu plato ―comentó Netsu.
―Para nada ―mintió Ray.
―Vaya, aquí también están devorando los platos de comida ―observó Rouge burlona.
―Ya es la cuarta mesa que arma escándalos por la comida ―dijo Espio.
―No puede ser ―dijo Wing tapándose la cara con su mano por la vergüenza.
―Sentimos el escándalo, normalmente no comemos así jeje ―se disculpó Rookie.
―Tranquilos, no sois muy diferentes de los aquí presentes ―comentó Espio.
―No me ofendo ―dijo Darkon.
―Ni yo, la comida está genial ―dijo Spike mientras comía.
―Y otra vez lo mismo ―comentó Sky.
―Gracias por todo esto, nos venía bien un descanso ―les agradecía Wing.
―Para eso estamos ―dijo Rouge.
―Además, esta batalla la hemos ganado en parte a vosotros ―les recordó Espio.
―Por un momento parecíais auténticos miembros de la Resistencia ―opinó Rouge.
―¿De verdad? ―le preguntó Rookie algo ilusionado.
―Bueno, es cierto que nos sabemos defender algo, allí fuera solo nos teníamos a nosotros ―dijo Wing.
―Ya eso se acabó, pronto os llevaremos a una zona segura con el resto de refugiados ―les comentó Espio.
―Así podréis estar tranquilos y con mayor comodidad que aquí ―dijo Rouge.
―Vaya...nosé que decir ―dijo Wing sorprendido.
―Nada, nada, solo gracias a nosotros los héroes ―dijo Darkon.
―Y ya te has cargado el momento ―comentó Netsu.
―En fin, probablemente si todo está bien os llevaremos mañana a la zona ―les explicó Rouge.
―Por hoy os tendréis que conformar con quedaros aquí ―dijo Espio.
―Ningún problema ―dijo Wing.
―Cualquier cosa es mejor que las alcantarillas ―dijo Cross mientras seguía comiendo.
―Pues eso, mañana tenedlo todo listo ―dijo Espio mientras se despedia.
―Seguid disfrutando de la comida, chao ―se despidió Rouge.
―¿Lo has oído Rookie? ―le preguntó Sky emocionada.
―Sí chaval, os podréis ir a descansar de toda esta locura ―comentó Netsu.
―Ya... ―dijo Rookie algo desilusionado.
―UMMM... ―dijo Cross mientras miraba de reojo a su amigo.
Mientras los miembros de la Resistencia disfrutaban. Una de las líderes de la Resistencia, se encontraba sentada en la sala central monitorizando todo desde el ordenador central, pero en especial miraba la cámara de la enfermería.
―¿Todo controlado? ―le preguntó Knuckles a su compañera mientras entraba en la habitación.
―¡Ah!...que susto ―dijo Amy sorprendida.
―Perdona, no quería asustarte...¿Cenamos? ―le preguntó Knuckles a la eriza mientras le daba una bandeja con comida.
Amy aceptó la comida con una sonrisa. Los dos amigos se sentaron para cenar, aunque ninguno de los dos dijo una sola palabra durante casi toda la cena, hasta que el equidna cedió hablar.
―Me alegra que esté aquí con nosotros ―opinó Knuckles mientras miraba a Tails por la pantalla.
―Sí... ―dijo Amy.
―¿Has ido a verlo? ―le preguntó Knuckles.
―No, lo he intentado, pero no ―le respondió Amy.
―Si es por la pelea que tuvisteis, dudo mucho que te guarde rencor por eso ―le comentó Knuckles.
―Knuckles, yo fui quien la mandó fuera, si no hubiese sido tan dura quizá no hubiese acabado así ―dijo Amy.
―Es cierto que pelear en ese momento no fue lo mejor, pero necesitaba asimilar que Sonic estaba, bueno... ―dijo Knuckles.
―Muerto, no hace falta que te calles, ya no puedo seguir llorando más por eso ―dijo Amy.
―Sé a lo que te refieres, esto de cargar con el peso de la Resistencia es muy duro ―dijo Knuckles.
―Tú al menos parece que logras manejar la situación, yo en cambio, no creo tener madera para esto ―opinó Amy.
―¿Lo dices por como me comporto? Creeme que por más ánimos que dé, sin tus planes no podría hacer nada ―le preguntó Knuckles.
―Para lo que nos han servido ―le respondió Amy.
―Pues hoy hemos ganado, es más, con lo que saquemos de ese robot, quizá podamos sacar alguna ventaja ―opinó Knuckles.
―UMM, por un momento me has recordado a él ―dijo Amy con una sonrisa.
―Bueno, algo se me habrá quedado ―dijo Knuckles.
―¿Qué opinas del otro? ―le preguntó Amy.
―Aún no se que pensar si te soy sincero ―le respondió Knuckles.
―Ni yo, pero la gente no para de hablar del supuesto regreso de Sonic ―dijo Amy.
―En cierto modo parece el destino, donde falta un Sonic, aparece otro para equilibrar la balanza ―comentó Knuckles.
―El destino es cruel ―dijo Amy.
―Puede, pero quizá esto es lo que necesitemos ahora mismo ―dijo Knuckles.
―No lo sé Knuckles, si la gente se emociona con esto y luego pasa otra vez eso... ―dudó Amy.
―Lo sé ―dijo Knuckles.
―Disfrutemos de este momento al menos ―dijo Amy.
―Sí ―dijo Knuckles con una sonrisa.
El dúo chocó sus bebidas y siguieron su cena tranquilamente, mientras disfrutaban de este momento de victoria, aunque fuese por poco tiempo.
La Resistencia ha llegado con éxito a la base, los heridos han sido atendidos con éxito y los ciudadanos pueden descansar al fin. Gracias al esfuerzo de todos, el bando aliado posee cierta información valiosa que por el momento ellos desconocen. El Doctor Eggman ha sido derrotado una vez, pero en vez de frustrarse, el científico doctor con la ayuda del chacal han iniciado un plan con el que planean acabar con la Resistencia de una vez por todas. ¿Despertaran Tails y Classic Sonic pronto? ¿Qué esconde el robot?
Bueno, me he tardado, pero aquí está el capítulo. El resto del mes lo dedicaré a hacer correcciones/añadidos en otros capítulos. Además, de terminar un capítulo que tengo pendiente desde hace mucho para un amigo.
También añadir que si bien he vuelto con otro tipo de contenido, no pretendo que me ocupe mi tiempo para escribir estas historias, pues la prioridad sigue siendo esta historia y otras derivadas del prisas, así que con todo aclarado, me despido y bla bla bla.
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