Capítulo 3 La vida durante la guerra
―¡AAA! ―gritó un civil.
Eso fue lo último que dijo esa persona antes de que Chaos le partiera el cuello. Toda esta ejecución era vista por otro grupo de ciudadanos colocados en fila arrodillados con las manos detrás de la cabeza. Frente al grupo se encontraba Infinite sentado en unos escombros y a su lado el erizo Shadow que observaba todo con una mirada fría.
―¿¡Por qué nos haces esto Shadow!? ¡Pensábamos que eras de los buenos! ―dijo uno de los ciudadanos.
―Silencio ―le ordenó Shadow.
―¡Cobarde! ―dijo el mismo ciudadano.
Y tras decir el insulto al erizo. Un pequeño láser atravesó la garganta del ciudadano, este cayó al suelo de inmediato mientras se ahogaba en su propia sangre. Todo esto obra del chacal.
―Como ha dicho él, silencio ―dijo Infinite mientras tenía el brazo levantado.
Al ver como aquel ciudadano se estaba ahogando en su propia sangre. Uno de los arrodillados decidió levantarse e intentó huir de la zona. Shadow molestó levantó su brazo apuntando al civil que estaba tratando de escapar.
―¡Chaos Blast! ―gritó Shadow mientras lanzaba su ataque de energía.
El ataque impactó en el civil desintegrandolo al instante para después crear una pequeña explosión que asustó aún más a los ciudadanos arrodillados por la manera tan fría de actuar que tenía uno de los supuestos salvadores de la Tierra, aunque sus dos acompañantes no se quedaban nada atrás, especialmente el chacal que tenía siempre tiempo para reírse y burlarse de ellos.
―¿Alguno más quiere desobedecer? Porque no quiero seguir teniendo que callarme porque uno de vosotros me interrumpe ―dijo Infinite mientras se levantaba.
Las palabras del chacal hicieron efecto en los ciudadanos que pese a su enorme miedo a morir decidieron guardar silencio para enfadar al chacal.
―Bien pensado por vuestra parte, otros grupos han sido totalmente eliminados solo por no saber cerrar la boca. Eso me hace pensar que sabéis lo compasivo que soy con los grupos que saben comportarse, muy bien pues empezemos a jugar ―dijo Infinite.
Pero cuando el chacal terminó sus palabras todo se volvió negro porque no eran más que simples recuerdos del lobo rojo que volvió en si cuando alguien le tocó su hombro. Rookie se dio la vuelta para descubrir que esa persona se trataba de su amigo Spike.
―Oye Rookie, no te frenes tanto que al final me voy a chocar contigo ―le pidió Spike.
―¡Oh si perdona! ―se disculpó Rookie.
―Qué despistado eres amigo ―dijo Spike con una sonrisa.
―Si eres distraído debes centrarte más nunca se sabe cuando el enemigo podría atacar ―dijo Espio metiéndose en la conversación.
―Pero no te metas así como así Espio ―lo regañó Silver entrando también en la conversación.
―Solo doy consejos ―se defendió Espio.
―No se preocupe, créeme que lo tengo en cuenta ―dijo Rookie.
―Por cierto, no os hemos agradecido que nos habéis salvado ahí arriba de esos robots, la verdad es que estábamos muy jodidos ―les agradecía Spike.
―No tienes que agradecernos nada, solo hacíamos lo que debíamos hacer ―dijo Silver con una sonrisa.
―Y pese a que vosotros habéis actuado de forma imprudente la verdad es que no os falta valor ―los felicitó Espio.
―Creo que se refiere a cuando nos hemos lanzado como locos para tratar de salvar a esas personas ―le susurró Spike a Rookie.
―Sí, ya me he dado cuenta ―dijo Rookie.
―Y creedme que luego hablaremos de eso ―dijo Wing que se encontraba un poco por delante.
―¡No pongas la oreja Wing! ―le gritó Spike.
―Os movéis bien por aquí abajo, debéis venir mucho ―observó Silver.
―Es que nuestro hogar está aquí abajo, con el tema de que los robots de Eggman han ocupado toda la superficie es prácticamente casi imposible moverse por arriba ―le comentó Spike.
―Y menos con esas cosas arriba ―dijo Rookie con asco refiriéndose a Infinite y al resto de aliados de Eggman.
Cuando Rookie dijo eso tanto como Espio y Silver entendieron rápidamente a qué se refería Rookie. Recordando así nuevamente lo que ese chacal había hecho. No tardaron mucho en volver a la realidad cuando el grupo se paró frente a un muro de roca.
―Bullet ¿Puedes encargarte tú? ―le preguntó Wing.
―Sin problema ―le respondió Bullet mientras se agachaba.
El toro quitó poco a poco los ladrillos de la parte inferior del muro hasta hacer un pequeño túnel.
―Pasad con cuidado y avanzad un poco, más adelante encontraréis nuestro campamento ―les indicó Bullet.
Uno a uno los ciudadanos pasarón por el pequeño túnel que hizo el toro. Cuando todos los civiles pasaron fue turno de los líderes del grupo y de ambos miembros de la Resistencia.
―Qué forma tan práctica de esconder vuestra base ―observó Silver.
―Es lo único que podemos hacer para escondernos de los robots, aunque por suerte últimamente tenemos más movimiento gracias a que parece que Eggman está algo más calmado ―les comentó Wing.
―Siento que soy pesimista, pero eso a mi no me gusta ―opinó Espio.
―Pienso lo mismo ―dijo Rookie.
―Sigamos por favor ―pidió Wing.
―Por supuesto ―dijo Silver.
―Vosotros adelantaros, yo me aseguraré de que no haya ningún robot de Eggman cerca ―dijo Bullet.
―Yo me quedo contigo, que si no te pasa lo de la otra vez ―dijo Spike.
―Está bien, nos vemos luego ―dijo Bullet despidiéndose del resto.
Win guió al resto del grupo por las alcantarillas. Finalmente llegaron a lo que era la "base" del grupo de refugiados, una sala enorme llena de tiendas de campaña en las que vivían como podían los civiles.
―Es horrible ver como esto ya es una costumbre ―dijo Espio.
―Sí... ―afirmó Silver mientras era observado por los niños de esta pequeña base.
En la superficie, Classic Sonic y Tails habían llegado al destino al que el zorro había tratado de llegar antes de que Chaos se hubiera interpuesto en su camino. Su destino se trataba de un antiguo almacén.
―Tails...¿esta es tu base? porque es algo deprimente ―opinó Classic Sonic.
―¿No has oído eso de que las apariencias engañan? ―le preguntó Tails.
―Eso se aplicaría a cada máquina de Eggman, parecen ser super peligrosas, pero a la hora de la verdad se desmontan enseguida ―le respondió Classic Sonic.
―Te recordaba menos charlatán ―dijo Tails.
―¿Yo? ¿Cuando he sido alguien poco hablador? ―le preguntó Classic Sonic.
―Tendría que pensarlo ―le respondió Tails mientras abría la puerta del almacén para después entrar
―Ya te digo yo que no encontrarás respuesta ―dijo Classic Sonic entrando detrás del zorro.
El zorro guió al pequeño erizo por el almacén abandonado hasta llegar a una puerta de metal con un pequeño armario a la derecha. Tails abrió el armario, dentro de este había un escáner de retina.
―Típico de Tails ―pensó Classic Sonic.
Tails acercó su ojo al aparato, la máquina lo escaneó rápidamente la retina del zorro hasta confirmar que era la de él. Cuando terminó el escaneo, la puerta se abrió revelando el taller secreto del pequeño zorro.
―Joder, las apariencias si que engañaban ―dijo Classic Sonic.
―Te enseño mi pequeño refugio ―dijo Tails.
Los dos entraron en la habitación del zorro. El laboratorio estaba lleno de diferentes máquinas y además de una exagerada cantidad de planos repartidos por toda la pared. Lo que más desentonaba con la sala, era una extraña cortina verde.
―Oye Tails tendrías que recoger un poco esto, buscar las cosas que necesitas debe ser una tarea muy difícil ―observó Classic Sonic.
―Aunque no lo parezca para mi esto no es nada, tengo como mi propia organización ―dijo Tails.
―Y ¿Para qué estabas recogiendo antes los restos de esos robots? ―le preguntó Classic Sonic.
―Para esto ―dijo Tails acercándose a la cortina.
Tails retiró la cortina revelando lo que había tras esta. Classic Sonic se quedó sorprendido al descubrir que se trataban de los restos del robot conocido como Omega.
―No me fastidies ¿¡eso es Omega!? ―le preguntó Classic Sonic.
―Así es, Infinite lo dejó en este estado tras un combate, antes estaba mucho peor, pero con el tiempo y los restos de otros robots de Eggman he podido arreglar el 40% de su cuerpo ―le respondió Tails.
―En realidad es un 43% ―le corrigió Omega recién activado.
―¡AAA! ―gritó el Classic Sonic sorprendido al ver a Omega hablar.
―Ah si se me olvidaba comentarte que hace poco conseguí que volviese a hablar ―dijo Tails rascándose la nuca.
―Un poco tarde ya ―dijo Classic Sonic.
―Tu eres el Sonic de otra dimensión denominado como Classic Sonic, ¿Qué haces en nuestra dimensión? ―le preguntó Omega.
―El nuevo plan del cabeza huevo como siempre falló y como consecuencia fui arrastrado a este mundo o eso creo que pasó ―le explicó Classic Sonic.
―Faltan datos ―comentó Omega.
―¿Qué quieres que te diga? lo veo todo un poco borroso después de la pelea ―dijo Classic Sonic.
―La de veces que me ha dicho Sonic eso después de que un robot de Eggman le estalle en la cara ―dijo Tails mientras sacaba las partes de los robots de su bolsa.
―Y la de veces que yo habré visto al Tails de mi mundo sacando chatarra de su bolsa ―dijo Classic Sonic.
―La mayoría de esas piezas me son inservibles ―comentó Omega.
―Pues que rabia, nos ha costado mucho conseguir estas piezas ―comentó Tails.
―Al menos ese charco se ha llevado una paliza que no olvidará ―dijo Classic Sonic.
―Por los datos que he recogido de Sonic puedo deducir que te refieres a Chaos, no me sorprende que lo hayas derrotado ―opinó Omega.
―Aunque no sabemos si está completamente derrotado y si lo estuviera aún quedan por ahí Metal Sonic, Zavok, Shadow, Eggman e...Infinite ―dijo Tails.
―Ese chacal debe ser exterminado ―dijo Omega.
―Pues por como estas no creo que puedas hacer mucho ―opinó Classic Sonic.
―¡Exterminar! ―dijo Omega.
―Vale, vale tranquilo ―dijo Classic Sonic.
―Me ocuparé de que estés listo lo más pronto posible, solo necesito un poco más de tiempo ―dijo Tails.
―No soy un manitas, pero he visto a Tails muchas veces trabajar, creo que puedo ayudarte un poco ―dijo Classic Sonic.
―O puedes retrasarme más ―dijo Tails.
―Omega ¿A que debería ayudarlo a reconstruirte? ―le preguntó Classic Sonic.
―Aún me cuesta reconocer las bromas ¿está situación es una? ―les preguntó Omega.
―Vale, ya estoy ofendido ―dijo Classic Sonic.
―A ver, trae las herramientas y veamos cómo te desempeñas arreglando a Omega ―dijo Tails.
―Pues al lío ―dijo Classic Sonic preparándose para ayudar a Tails.
Nuevamente en las alcantarillas Espio estaba reunido con Wing en lo que se suponía que era la mesa de planeaciones de la base improvisada de los refugiados. El camaleón estaba ciertamente sorprendido por todos los avances que habían hecho en estas circunstancias.
―Esto es un buen trabajo, sorprende mucho que tengáis todas las alcantarillas registradas ―dijo Espio.
―Es especialmente útil a la hora de movernos con los civiles heridos ―dijo Wing.
―Pero no para mover material ―dijo un lobo blanco entrando a la conversación.
―Señor Espio, permítame presentarle a nuestro técnico, él es el que hizo la sierra mecánica de antes ―le comentó Wing.
―Soy Cross ―dijo el lobo estirando su mano
―Un gusto ―dijo Espio apretando la mano del lobo.
―No habla mucho, pero es un buen compañero ―comentó Wing.
―Pareces bastante aplicado con la tecnología, me recuerdas un poco a Tails ―dijo Espio.
―Hago lo que puedo, muchas de las cosas que construyo las he aprendido de estas notas ―le comentó Cross mientras ponía unos planos sobre la mesa.
―UMM, esta letra es la de Tails ―observó Espio sorprendido.
―Gran parte de lo escrito aquí es suyo ―dijo Cross.
―¿Cómo es que tienes esto? ―le preguntó Espio.
―Él nos las proporcionó hace tiempo ―le respondió Wing.
―Así que ha estado aquí ―dedujo Espio.
―Sí, aunque de eso ya hace mucho, no le vemos desde hace tiempo ―dijo Wing.
―Dejó esto ―dijo Cross sacando otro papel.
―Lo que hemos podido sacar de aquí es que tenía pensado hacer un nuevo tipo de arma ―dijo Wing.
―No sacaremos mucho de esto, pero me alegra saber que os ayudó a su manera ―dijo Espio.
―Dime ¿lo estais buscando? ―le preguntó Wing.
―Desde hace un tiempo, se fue de la base poco después de lo ocurrido con Sonic porque se sentía responsable, desde entonces estamos preocupados por cómo debe estar ―le respondió Espio.
―Ojalá pudiésemos ayudaros ―dijo Wing.
―No os preocupéis por nosotros, ya tenéis suficiente con preocuparos por los vuestros ―dijo Espio.
―Está bien ―dijo Wing.
―Iré con Silver un momento, tenemos que comunicarnos con la base de la Resistencia ―dijo Espio marchándose.
―¿Crees que tiene planeado llevarnos con ellos? ―le preguntó Cross.
―No lo sé, podría ser difícil tanto para ellos como para nosotros desplazarnos con un grupo tan grande como este ―le respondió Wing.
No muy lejos de allí, Rookie se estaba encargando de mostrar a Silver cada una de las tiendas de campaña que había ahí abajo.
―Esta es la zona médica que por suerte últimamente está vacía gracias a que Eggman ha dejado de traer tropas a la ciudad ―le comentó Rookie entrando en la tienda.
―Eso siempre son buenas noticias ―dijo Silver siguiendo al lobo rojo.
Como el lobo rojo dijo, la tienda estaba casi completamente vacía con únicamente alguna cama para que los heridos se tumbaran. Dentro había una loba gris que estaba atendiendo a una pequeña niña toro. Las dos no pasaron por alto la presencia del erizo blanco y el lobo rojo.
―¡Rookie que alegría verte! ―dijo la loba sorprendida al ver al lobo.
―Yo también me alegro de verte, veo que sigues atendiendo a la pequeña Tory ―observó Rookie.
―Alguien tiene que cambiarle las vendas de la pierna y quien mejor que yo para eso ―dijo la loba.
―La señorita Sky es muy bruta ―dijo la pequeña niña Tory.
―¡Pero si lo hago con cuidado! Un momento...¿Ese erizo es Silver the Hedgehog? ―le preguntó la loba.
―Ese soy yo, un placer ―dijo Silver.
―El gusto es mío ―dijo la loba.
―Ella es Sky, es una vieja amiga y la única que sabe algo de medicina aquí abajo ―le comentó Rookie.
―Sé lo justo y necesario, pero en estas circunstancias opino que cualquier cosa vale ―dijo Sky.
―No podría estar más de acuerdo con eso, cualquier cosa que uno pueda hacer por los demás es suficiente ―dijo Silver.
―¿Este señor es amigo del erizo? ―le preguntó Tory a Sky.
―Sí, él también es un héroe que lucha contra los malos ―le respondió Sky.
―¿De verdad? ¿Y qué poderes tiene? ―le preguntó Tory con curiosidad.
―Vaya veo que tienes curiosidad por ver lo que el gran Silver puede hacer, pero ¿estás preparada para verlo? ―le preguntó Silver con una sonrisa.
―¡Sí, sí, sí! ―le respondió Tory con ilusión.
―¡Pues mira! ―dijo Silver haciendo levitar a la pequeña.
―¡GUAU! ―dijo la pequeña ilusionada.
―¿Eso es seguro? ―le preguntó Sky.
―Tengo mucha práctica, mi maestro ha llegado a obligarme a entrenar días enteros ―le respondió Silver.
―Deben dolerte los brazos después de practicar ―dijo Rookie.
―Nada comparado con una buena jaqueca ―comentó Silver mientras bajaba a la pequeña.
―Gracias por esa experiencia señor Silver ―le agradeció la pequeña.
―De nada pequeña ―dijo Silver.
―Oye señor Rookie ¿Cómo está mi padre? ―le preguntó Tory.
―Tranquila, está haciendo un pequeño trabajo con Spike, en un rato los verás a los dos por aquí ―le respondió Rookie.
―Me alegra saber que papi está bien ―dijo la pequeña Tory.
―A quien le alegrará saber que todo está bien es a tu madre, agarra tus muletas que te llevo con ella ―dijo Sky.
―¡A sus órdenes mi capitana! ―dijo Tory.
―Hasta luego capitana, cuida bien de ese grumete ―dijo Rookie.
―Señorita capitana para vosotros ―dijo Sky de forma burlona mientras salía con la pequeña Tory de la tienda.
―Qué alegre es la niña ―opinó Silver.
―No creo que tenga que decirte quien es el padre ―dijo Rookie.
―Es fácil de intuir, aunque es una pena que esté así ―dijo Silver.
―Sky dice que su pierna solo necesita reposo, dice que tuvo suerte de no perderla cuando ese robot se le cayó encima ―dijo Rookie.
―Por suerte tu amiga parece tener mucho cuidado ―opinó Silver.
―Sí, aunque lo pasa mal cuando le toca tratar a la gente, menos mal que hoy no ha salido nadie herido ―dijo Rookie.
―Ojalá nosotros tuviéramos esa suerte, es muy duro cuando salimos a hacer una misión para recuperar algo del territorio perdido, pero siempre que conseguimos avanzar, él aparece ―dijo Silver.
―Infinite ―dijo Rookie.
―Cada vez que él aparece volvemos a la base con menos de la mitad de las tropas, lo peor es tener que decirle a sus familias que esa persona que ellos querían no va a volver ―comentó Silver.
―Sé a lo que te refieres ―dijo Rookie.
―¿Perdiste a alguien importante? ―le preguntó Silver.
―Pues... ―le respondió Rookie sin poder terminar su frase.
―Silver, necesito que vengas un momento, es hora de establecer comunicación ―lo llamó Espio.
―Enseguida vuelvo Rookie ―dijo Silver.
―Sí, de seguro tus compañeros están preocupados por vosotros ―dijo Rookie.
Silver se marchó dejando al lobo rojo con los recuerdos del pasado. Entre ellos algunos ocurridos antes de la guerra con algunas de las personas a las que más apreciaba.
―Solo espera a que tenga la oportunidad ―se dijo así mismo Rookie.
Mientras tanto en el Death Egg. El doctor Eggman procesaba la información que Infinite había conseguido de la copia de Chaos. Estaba acompañado por el dúo formado por Orbot y Cubot, además del chacal antes mencionado.
―TKKS, maldita rata ¿¡Por qué siempre el destino me pone un Sonic en el camino!? ―se preguntó Eggman.
―Menudo regalito le ha traído el rubí fantasma jefe ―opinó Cubot.
―Es curioso ver como lo que le ha acabado con Sonic también ha traído al Sonic de la otra dimensión ―dijo Orbot.
―¿¡Y yo como iba a saber que el rubí traería a esa mini rata a nuestro universo!? ―dijo Eggman con furia.
―Sin duda alguna es todo un imprevisto la aparición de ese otro Sonic, pero no es ningún problema que yo no pueda solucionar ―comentó Infinite.
―No Infinite, esta vez tú te quedas quieto ―le ordenó Eggman.
―Permíteme discrepar, gracias a la información que he conseguido de la copia de Chaos es que hemos podido descubrir que hay otro Sonic ―dijo Infinite.
―¿Te refieres a la misma copia que ha destruido? ―le preguntó Eggman.
―¿Prefieres mandar a tu juguete? ―le preguntó Infinite.
―Puede que Metal Sonic no haya podido derrotar a Sonic, pero el Classic Sonic no es tan poderoso como el normal, estoy seguro de que podrá hacerse cargo de este problema ―le respondió Eggman.
―Como tú digas, aunque yo también quiero usar uno de mis juguetes ―dijo Infinite abriendo su mano.
―Me intrigas ¿Que planeas? ―le preguntó Eggman.
―Subir el nivel ―le respondió Infinite mientras su mano brillaba.
De vuelta en el lugar de la batalla contra Chaos. Los restos del charco de agua comenzaron a brillar, poco a poco el agua volvió a tomar la forma de Chaos. Sin embargo, como el propio Infinite dijo era momento de subir el nivel, por lo que el charco de agua mutó nuevamente alcanzando su forma de Chaos 04.
―¡GRAAAAA! ―gritó el nuevo Chaos.
Volviendo a las alcantarillas. Silver y Espio se habían alejado un poco de la gente con el fin de poder comunicarse de la mejor manera con sus compañeros y amigos.
―A la, está todo preparado ya podemos llamar ―le comentó Silver mientras ajustaba la radio.
―Perfecto, veamos si responden ―dijo Espio mientras llamaba a la base.
No pasó mucho tiempo para que alguien les respondiera, ese alguien se trataba del equidna Knuckles o también conocido como uno de los líderes de la Resistencia.
―A ver, veamos creo que funciona ¿Se escucha bien? ―les preguntó Knuckles.
―Se escucha bien ―le respondió Espio.
―Genial ¿Habéis podido encontrar a Tails? ―les preguntó Knuckles.
―No, era la oportunidad perfecta para encontrarlo, pero hemos tenido problemas de por medio ―le respondió Silver.
―¿Problemas? ―les preguntó Knuckles.
―A lo que se refiere es que hemos ayudado a un grupo de civiles a escapar de los robots de Eggman, estamos justo en su base o bueno mejor dicho las alcantarillas ―le respondió Espio.
―Un grupo de refugiados...¿Son muchos? ―les preguntó Knuckles.
―No son muchos, pero tampoco son pocos, afortunadamente no hay apenas heridos ―dijo Silver.
―UMMM ―pensó Knuckles.
―Ese pensamiento tuyo me da escalofríos ―opinó Espio.
―En vista de la situación en la que os encontráis vamos a cambiar los planes, os va a tocar trasladar a estas personas ―les ordenó Knuckles.
―Sabía yo que pensarias algo así ―dijo Silver con una sonrisa.
―¿Tú crees que aceptarían venir con nosotros? ―le preguntó Espio.
―¿Tú crees que no? ―le preguntó Silver sorprendido por la pregunta de Espio.
―A lo mejor para ellos es mejor estar aquí que en el campo de batalla arriesgando sus vidas ―le respondió Espio.
―Nadie peleara si no quiere ―dijo Silver.
―Pero todo el que pueda lo hará ¿Y qué pasará cuando uno de ellos no vuelva? ―le preguntó Espio.
―No pienso permitir que sigan viviendo aquí en estas condiciones ―le respondió Silver.
―De acuerdo, entonces si tú lo dices lo haremos, pero primero hablaremos con ellos ―dijo Espio.
―En cuanto sepáis algo me enviáis un mensaje y yo me encargo de mandaros la ubicación para reunirnos, también os mandaré algo de ayuda ―dijo Knuckles.
―Bien, en un rato nos vemos ―dijo Silver cortando la comunicación.
Knuckles hizo lo propio y se quitó los auriculares. Nada más quitárselos el equidna se giró para comentar a sus compañeros sobre la nueva misión que habían preparado.
―Bueno chicos ya habéis oído, necesitan nuestra ayuda ―dijo Knuckles.
―Tomate, como líder estas decisiones hay que pensarlas un poco, ahora tenemos que preparar a todo un escuadrón de rescate y a gente para que baje a las alcantarillas ―dijo Rouge.
―Reconozco que ha sido todo muy precipitado y puede que vayamos justo de personal, pero tengo algo preparado para estas situaciones o mejor dicho alguien ―le comentó Knuckles.
―¿Qué ha pensado, señor Knuckles? ―le preguntó Cream.
―Cream, llama a tu amigo y dile que tiene trabajo ―le respondió Knuckles.
El Doctor Eggman se ha percatado de la presencia de Classic Sonic en su mundo gracias a la información dada por el rubí fantasma. Como medida ha mandado a Metal Sonic para que se haga cargo de la situación e Infinite ha hecho lo propio mandando a un Chaos mejorado. Por su parte, Silver y Espio han podido contactar con Knuckles para así poder evacuar a los ciudadanos de las alcantarillas, por lo que el equidna ya ha empezado a tomar medidas para mandar a alguien que pueda ayudarlos ¿Encontrarán Metal Sonic y Chaos a Classic Sonic? ¿Podrán evacuar con éxito las alcantarillas?
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