Te jamón con queso (BoyfRiends)
Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de su respectivo creador. Dedicado a mi beia waifu SweetyGirl90 por el mes del amorsh (Seh, bien joto todo aquí) (?)
Advertencia: Pareja homosexual. Headcanons.
-Te jamón con queso-
A pesar de su joven edad, podría decirse que Jeremy y Michael tenían sus propias tradiciones duales. Aquellas que llevaban a cabo desde muy niños, alimentando ilusiones y sonrisas, creando nuevo recuerdos.
Y claro, eso nunca cambió ni siquiera cuando aquella infantil amistad creció en sus corazones como algo más; detalle que cierto castaño con singulares pecas nunca olvidaría.
No por nada conocía y confiaba en su mejor amigo/novio/jugador lo suficiente como para llevar cerca de media hora deambulando de un lado a otro solo siguiendo su voz e indicaciones. Según el moreno le había prometido para este día especial; su primer año como pareja; una inusual sorpresa, así que en todo el trayecto que llevase llegar hasta ella, Jeremy debía andar con los ojos cubiertos.
No fue complicado, sólo colocarse una gorra tan larga como para llegar al tabique de la nariz y dejarse llevar por la mano del de gafas.
Debía admitirlo, a cualquiera el estar en su lugar lo asustaría un poco, especialmente tomando en cuenta su propia torpeza natural y la enorme posibilidad de caer hasta quebrarse algo, pero eso no estaba en la cabeza del castaño cuando aceptó prestarse a todo esto.
Conocía a Michael desde preescolar, sabía que podría confiar en él para ser su 'doge guía' por hoy; aunque por dentro la curiosidad y ansias por espiar un poco lo carcomían lentamente.
No era alguien muy paciente, la verdad.
- Bien... Michael, llevo buen rato caminando tras de ti ¿Ya puedo quitarme esto de la cara? -Como que usar una gorra de invierno en verano le provocaba comezón.
- Ya casi, Jer-bear. No seas impaciente. -Calmó un poco el moreno, conteniendo una risilla por lo baja.
Jeremy no necesitaba verlo para percibir cuan emocionado se encontraba.
- Ok, ok. Y a todo esto ¿A dónde me llevas? Digo, todo es tan misterioso... -Habían dado tantas vueltas desde hace rato que podía asumir con facilidad los intentos del contrario por desconcertar a su sentido de orientación.- ¿Será una sorpresa o intentas hacerme cruzar la frontera?
¿Qué? Confiaba en él, pero también lo conocía lo suficiente como para creerlo capaz.
- ¡Justo eso! O quién sabe. -La sola suposición ajena lo hacía reír, pero le seguiría el juego.- Quizás solo vayamos a un parque o tienda de videojuegos, o quizás al mercado negro o algún sótano para cumplir mis fantasías más oscuras~ ¡Todo es posible!
- ¡Eso suena hasta divertido!
Bien, bien.
Por ahora intentaría no sospechar de alguna barbaridad ilegal; aunque cierto aroma familiar lo llevó a deducir por otro camino mientras iban avanzando por lo que parecían ser unas escaleras.
- ¿Uh? ¿Eso que olfateo es pizza? -Reconocería ese ahumado perfume de pan especiado en donde fuese.
¡Imposible engañar a un glotón!
- ¡Hey, sin trampas ni spoilers!
- ¡No hice nada! Ni estoy mirando.
- ¡Que tu nariz se asome igual cuenta!
- Ok, ok. Exagerado. -Vale, nada de ver ni oler.
Lo tenía.
- Ya me lo agradecerás.
- No lo dudo.
Michael siempre fue detallista y genial. Sabía lo que a ambos gustaría, usando bien todo ese conocimiento acumulado en años de amistad y crush secreto.
Si existía alguien capaz de hacerlo feliz hasta con el más mínimo detalle, era él. Nunca lo defraudaría ni decepcionaría.
Y vaya que tuvo razón en creer en él.
- Y... ¡Listo! -Detuvo el paso al fin, acomodándose tras su amado para quitarle la gorra para que viera todo. Era ahora o nunca.- Ya puedes abrir los ojos.
- ¡...! -Y entonces, finalmente vio donde estaban.
Esto es...
El sótano de la familia Mell, aquel en el que pasó sus días de infancia, niñez y adolescencia junta a nadie más ni nadie menos que el propio Michael; pero eso no era lo que lo sorprendió, sino el arreglo dado que sobresalía en cada rincón del lugar.
No era el desastroso sótano lleno de latas de refrescos vacías ni con su peculiar alfombra de envolturas de dulces o frituras.
No.
Ahora estaba milagrosamente limpio... ¿Hace cuanto el suelo estaba alfombrado de verdad? Juraba que no lo reconocía sin toda la basura.
Y eso no era todo, toda la habitación se encontraba a oscuras, a excepción de aquel rincón junto a los puf y la consola frente al televisor, estratégica y hermosamente adornada con algunas luces navideñas colgadas por encima; casi aparentando como un improvisado cielo estrellado; las cuales iluminaban la mesita sobre la cual reposaba una enorme pizza con algo escrito sobre el queso con pepperoni.
Vamos, prácticamente el escenario más bonito que jamás imaginó que aquel lugar podría ambientar.
Dios, Jeremy casi podía sentir el picor iniciar en sus ojos mientras todas las palabras morían en su propia garganta ¿En verdad Michael hizo todo esto?
- Sé que quizás no es un restaurante cinco estrellas ni valen unos boletos a Brodway, pero... -A medida que hablaba, una tierna sonrisa iba naciendo en los labios del moreno, permitiéndole un segundo a la nostalgia envolverlo. Había tanto que podría recordar allí, pero hoy sus ojos no estaban sobre ello, sino en Jeremy. - Compartimos tantos momentos aquí. Quería compartir uno más junto a mi jugador número 1.
- Michael...
El moreno llevó sus manos a las del contrario, aferrándose a éstas de manera repentina. Todo eso, sin perder nunca la vista de aquellos orbes lagrimosos que tanto adoraba.
- ¿Qué dices, Jer-bear? ¿Aniliquilamos zombies y nos atragantamos con pizza y helado toda la noche? Solos tu y yo ~
El pecoso sonrió, aprovechando un poco el momento para acercarse aun más.
Sus sonrisas casi se tocaban, pero no llegaban a ello, divertidos con hacerse desear.
- Es una propuesta tentadora ¿Intentas seducirme?
- Todo el tiempo~
Volvieron a reír a la vez que se dejaban caer sobre uno de los puffs sin llegar a soltarse, compartiendo al fin aquel roce que tanto anhelaron mientras el delicioso aroma de su futura cena iba adentrándolos en su íntimo y singular ambiente.
¿Se podía tener un mejor aniversario? Lo dudaba.
Todo era simplemente perfecto, incluso el "extraño mensaje" sobre la cena que no tardó en notar poco después.
- ¿"Te jamón con queso"?
- No preguntes, el chico de la pizzería no entendió mi letra ni lo que le pedí. -Bufó Michael, preguntándose cómo rayos aquel chico no supo diferenciar sobre lo que quería 'sobre la pizza' de lo que pedía 'escrito' en ella. Y lo peor, ni pudo reclamar al respecto en medio de su apuro.
- Es porque escribes como doctor. Pero... Es lo más lindo y delicioso que me han dicho. -A ver, las cosas como son.
El mensaje pudo haber sido diferente a lo esperado, pero logro estremecer el corazón del joven Heere.
- ¿Uh? -El de gafas no terminaba de creer su propio éxito, pero tampoco se quejaría.
- También te jamón mucho, Michael.
- Y yo a ti, Jer-bear~
Notas finales: No me miren así, comí pizza hace poco y de allí vino la idea. (?)
Y sobre el título... El que entendió, entendió. (?)
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