Segundo flechazo (Paul x Heidi)
Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de su respectivo creador.
Advertencia: Pareja heterosexual. Crossover musical (Be more chill y Dear Evan Hansen). Headcanons.
-Segundo flechazo-
Amor, amor.
Aquel cálido sentimiento regalo de Cupido que todos algunas vez recibieron, ya fuera en mayor o menor medida. Grandes obras y clásicos por toda la historia fueron creadas bajo su ilusión e inspiración, alimentando los sueños en los corazones de todas las edades.
Paul Heere llegó a sentirlo alguna vez, aunque quizás no en la mejor época de su vida. Fue joven, impulsivo y algo falto de carácter, cosa que a la larga le costó su primer matrimonio y casi le cuesta su relación con su hijo.
Ciertamente no era un ejemplo ideal a una buena racha, pero su optimismo nunca desaparecía al menos.
Le gustaba creer que quizás la suerte volvería, especialmente ahora que volvió a usar pantalones y... No se equivocó. Esa era la razón por la cual se encontraba allí mismo ahora, en una tienda de arreglos florales y jugueteando con el cuello de su camisa a cada rato.
Estaba nervioso ¿Y cómo no estarlo cuando se estaba escogiendo el regalo ideal para una mujer hermosa a quien tuvo suerte de conocer en una sala de Urgencias?
Ay, todavía recordaba aquella sonrisa tan cálida que derretiría hasta al eisberg del Titanic.
No es como si fuera la primera vez que una enfermera lo tratara amablemente, era parte de la vocación, pero... Ella, Heidi era diferente.
Cuando aparecía, ya fuese para avisarle que el doctor en turno no tardaría en volver o para tomarle la presión, todo cambiaba de color. Las preocupaciones se iban al igual que los nervios; antes de darse cuenta ya tenía una sonrisa boba en los labios y se sentía el hombre más saludable de todos.
¿Hacía cuanto que no se sentía de este modo? Ya conocía la experiencia del primer amor, pero esto era diferente.
Muy diferente.
– U-uh...
Dios, hasta la calva le sudaba.
Veamos, veamos... ¿Cuál flor podría gustarle?
No dejaba de dar vueltas sobre la misma preocupación una y otra vez mientras cambiaba la vista de una flor a otra. Vamos, que no hacía algo como esto desde su adolescencia, era obvio que no tuviera una idea clara ahora que revivía de nuevo lo que era un flechazo y no deseara arruinarlo.
Esta era su segunda oportunidad de hacer todo bien, no podía comenzar con los errores desde ya.
T-tal vez el problema sea escoger flores... ¿Y si mejor son chocolates? Si lo pensaba, el cambio no vendría tan mal.
Heidi era una enfermera ¿No? De seguro trabajaba largas jornadas y algún aperitivo dulce no estaría mal, por no mencionar que de entregarle flores, no tendría donde colocarlas y solo le causaría inconvenientes.
Bien, decisivo. No flores, así que mejor seguía caminando y dejaba de hacer el ridículo frente a aquella tienda.
De seguro habría alguna confitería cerca ¿Cierto? Creía recordar haber acompañado a Jeremy a una hace nada por San Valentin, así que se guiaría por si no muy brillante memoria.
Y de perderse... Bueno, para eso podría llamar a su hijo ¿No?
Brillante, ciertamente un plan de contingencia brillante. Daba por seguro de que el joven no se enojaría tanto si lo hacía, después de todo el asunto guardaba relación con conseguirle una futura nueva madre.
O quizás se adelantaba mucho.
Debo controlarme. A-actúo como un niño. Se autoregañó con un gesto nervioso de rascarse la mejilla.
Sea como sea, no lograba controlar o detener esos pensamientos, por más de que se sentía algo tonto por soñar tanto. Vamos, en el fondo realmente no creía que tendría tanta suerte, pero la mera oportunidad de ilusionarse de nuevo le parecía hermosa, daba igual si existía o no un futuro.
Sí... Le llevaré unos chocolates. Es lo menos que puedo hacer por agradecer su ayuda y paciencia ¿No?
Tragó grueso, mientras iba cruzando la calle rumbo a la confitería mas cercana y entre vagos recuerdos de la sonrisa de aquella mujer.
No sabía si en verdad lograría llegar a algo o si siquiera su obsequio sería aceptado, pero... Este era su segundo flechazo ¿Saben? Y soñaría con ello mientras su corazón lo permitiese.
No estaba tan viejo aun.
Tal vez la vida todavía podría ofrecerte una oportunidad.
Notas finales: Amo este AU, no puedo negarlo (?)
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