Fleeting smile (Connor x Evan)

Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de su respectivo autor.

Advertencia: Headcanons. Homosexuales. AU.

-Fleeting smile-

Sinceramente, cuando se levantó aquella mañana en verdad sintió que todo podría ser diferente, aunque no de la manera en la que terminó comprobando al final de todo.

Vamos, no se supone que alguien como él fuese protagonista de grandes aventuras o situaciones de ensueño donde terminaba venciendo o salvando a alguien.

Tal solo era Evan Hansen, nadie especial o que mereciera ser recordado, aunque su madre intentara que creyera lo contrario. Solo era un tipo ordinario con problemas para socializar incluso a su no tan joven edad y sin un amigo a quien saludar.

Nada más, nada menos.

Ya se había acostumbrado a esa idea desde hace mucho, aunque seguía esforzándose por dar lo mejor de sí. A pesar de todo, quería creer que eso daría frutos algún día.

Pronto lograría hablar con alguien sin hastiarlo con sus tontos balbuceos. Podría saludar sin ponerse nervioso ni entrar en pánico. Sería importante para otros, por el simple hecho de estar cerca y mantener lazos firmes.

Sí, este día en verdad despertó con esas ideas vibrando en su pecho. De verdad creyó que podría, aunque la manera en que lo tomó desprevenidamente su oportunidad lo sorprendió un poco, sin embargo no terminó tan mal como esperó... Incluso si eso los llevó a la enfermería, en la que dicho sea de paso, todavía no llegaba la enfermera.

Supongo que habrá ido por un café o algo... Creo. La verdad prefería creer eso a aceptar posibilidades en las que resultara evidente que a dicha enfermera le importaba tres pepinos su horario.

Había que intentar no ser tan negativo ¿Cierto? O al menos eso le aconsejaba su terapeuta.

Suspiró.

Bueno. Mejor dejar de preocuparse por eso, su prioridad ahora era el chico que reposaba en aquella primera camilla tras su espalda, usando su propia mochila como almohada.

Connor Murphy.

Lo conocía... Al menos de vista y gracias a los variados rumores que pululaban a su alrededor. No estaba muy seguro que tan verídicos pudieran ser, a su ojo todo el mundo merecía el beneficio de la duda.

Además... Vamos, no es como si el Connor que todo el mundo describía de maneras tan exageradamente aterradoras fuera muy parecido al que se había encontrado de mera casualidad en los baños cuando fue a refrescarse antes ir a clases. Al principio en verdad habían parecido de mundos diferentes, aunque no lo veía necesariamente como algo malo.

Al menos en medio de toda esa irregular situación podría agradecerse a sí mismo por mantener en lo factible la calma, no se hubiera perdonado ser un completo inútil cuando por primera vez alguien lo necesitaba a él.

- ¿Ya te sientes mejor? Puedo traerte agua o algo de la maquina expendedora si quieres.

No se le ocurría nada mejor, aunque su acompañante no lucía muy interesado en ello. Antes de traerlo le había dado un instante para remojar su rostro y tomar algo de aire, por lo que parecía infinitamente más calmado que minutos atrás.

- Estoy bien, no necesitas hacer eso. -Recibió en respuesta junto a una mirada relajada.- Además, esa chatarra te come el dinero, realmente no lo hagas.

- O-oh, gracias por el consejo.

Por la mueca en el rostro ajeno, Evan asumió que lo decía por experiencia. Le pareció algo adorable, pero no se atrevió a mencionarlo.

En momentos como ese agradecía traer el almuerzo preparado por su madre.

- O-oye, sobre lo de hace rato ¿Seguro estás bien así? -Le resultaba difícil no seguir dando vueltas al asunto. Después de todo, quería estar seguro del bienestar ajeno antes de tomar cualquier decisión.- S-siento si no pude hacer gran cosa, pero...

- ¿De qué hablas? Hiciste suficiente, no te preocupes más por eso, sólo... Es parte del síndrome de abstinencia. Nada grave, estaré bien.

- Y-ya veo. Me alegra saberlo, Connor.

Entonces... era eso ¿Eh?

A decir verdad, había llegado a sospechar aquella posibilidad cuando lo vio de cerca. Reconocía parte de los síntomas debido a algunos pacientes que llegó a ver cuando iba con su terapeuta, pero no quiso sacar conclusiones apresuradas.

Y de cualquier modo, entre suponer y confirmarlo todo era muy diferente. Ver tales efectos de cerca...

Se notaba que aquel chico estaba pasándola mal, pero igualmente daba lo mejor de sí.

Pensar en ello... Resultaba un poco más esperanzador, tanto para sí mismo como el futuro del propio Connor. Aunque no tuvo mucho para pensar en ello, pues la voz ajena robó su atención justo cuando planeaba irse.

- Oh, y por cierto... N-no divulgues nada de esto ¿Quieres? Finjamos... Que no fue tan dramático como en realidad fue.

Ok, debía admitírselo aunque sea solo a sí mismo; ese intento por fingir desinterés en el asunto a la vez que le pedía algo tan raro era tierno.

Solo un poco.

Aunque entendía sus posibles motivos, el pobre ya tenía suficientes rumores encima como para que se le uniera uno más.

- Uhn... N-no estoy seguro de si lo entendí bien, pero tranquilo. No iba a hacerlo de cualquier modo. -Una de las grandes ventajas de no tener con quien hablar: ser casi una tumba social para los secretos; aunque pensaría sobre ello más tarde, el ver el reloj le recordó que tenía mayores preocupaciones ahora. Era bastante tarde.- ¡W-wahhh, la hora! ¡Y-ya no alcanzaré la clase de química!

No es que adorara esa clase, pero el profesor daba algo de miedo como para pedirle notas o ir a disculparse por su ausencia.

H-hoy no es día...

Y al parecer, no era el único ahí presente que lo sabía.

- ¿Uh? ¿También te tocaba hoy con ese cabeza de huevo? Joder, a ese viejo le gusta torturar a varios un mismo día en la semana...

- ¿A-ah? A-algo así, pero... Dudo que me dejen entrar ahora. -Ya había perdido como los primeros 40 minutos de la jornada y ese profesor no era precisamente el rey de la tolerancia.

- Ya veo, siento eso, viejo. -Vio a Connor encogerse en su sitio, quizás con cierta culpa vislumbrándose en sus ojos.- Pero... En ese caso ¿Me prestarías tu libro? No pude sacar el mío de mi casillero hoy.

Lucía frustrado por ello, aunque no lo suficiente como para faltar a esa clase.

- ¿Uh? Bueno...

La verdad estaba algo inseguro, más que nada por que nunca había hecho algo así.

¿Así se siente confiar tus cosas a otros? No era tan malo, pero debió apresurarse al responder, pues terminó dando una idea equivocada al contrario sin querer.

- Si te preocupa que no te lo devuelva, tranquilo. Si quisiera robarte algo, creeme que no sería una copia del libro que más detesto. -Le daba cosa el solo pensarlo. Tenía pesadillas con esa cosa del diablo.

-¡N-no, no es que creyera eso! -Se apresuró a aclarar, a la vez que iba sacando el dichoso libro de su mochila.- Solo... Toma, puedes usarlo. Total, no tendré esa materia hasta el jueves.

Nada de qué preocuparse ¿No?

- Perfecto, yo trataré de recuperar el mío antes de ese día, aunque... -Todo parecía muy fácil, pero para estar seguros hizo algo más luego de escribir fugazmente en un trozo de papel de cuaderno para entregárselo.- Ten, para que puedas contactarme por tu libro por si algo surge.

Era su e-mail.

Evan nunca había recibido uno de alguien más. El de Jared lo obtuvo incluso solo a a través de sus madres.

- O-oh, gracias. -Seguía impresionado mientras tomaba el papel.- Yo también voy a-

- No hace falta, tan solo envíame algún mail hoy diciendo que eres tú. -Se apresuró, deteniendo el posible accionar del contrario con un breve gesto.- Soy algo olvidadizo y si me das tu correo en un papel puede que lo pierda.

Ya le había pasado.

- Ah, entiendo.

Nuevamente no tardaron en caer en el silencio, pero extrañamente no resultaba incómodo, solo raro.

Y de igual manera no duró mucho, pues de nuevo un vistazo vago al reloj los regresó ambos a la realidad.

- Uhn... Creo que ya casi va a iniciar la segunda clase. -Comentó mientras se levantaba lentamente. Ya no le apetecía mucho seguir esperando a la enfermera.- Deberías darte prisa para evitar un retraso.

- Ah, sí. Claro... -Cierto, clases. Casi lo olvidaba, por lo que se apresuró a retirarse.- ¡H-hablamos...! ¿L-luego...?

Quiso golpearse ¡¿Por qué tenía que seguir sonando tan molestamente inseguro?!

Pero para su fortuna, a Connor no pareció molestarle.

- Claro, viejo.

Ambos sonrieron, listos para volver a sus propias rutinas, aunque justo cuando Evan estuvo por desaparecer tras algunas escaleras del siguiente nivel, la voz ajena robó su atención fugazmente.

¿Acaso olvidé algo más?

Pero al voltear, supo que no se trataba de nada sobre eso.

Era algo más.

- Hey, Evan... Gracias.

¿Esa era... Una sonrisa agradecida? ¿De Connor Murphy?

Era... Muy hermosa.

- No fue nada, en verdad.

Ojalá pudiera recrearla varias veces más.

Notas finales: Por si se lo preguntaban, . Es la continuación del anterior (?)

Disfruten las jotadas tanto como yo.(??)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top