Come home -Part 1- (Treebros)

Notas: Ningún personaje me pertenece, todos son obra de su respectivo autor.

Advertencia: Headcanons. Pareja homosexual. AU.

-Come Home-

Parte 1

El crujir de las ramitas y pasto hacía un eco extraño bajo sus botas, a la vez que el húmedo aroma de los arboles golpeaba su nariz.

Le encantaba, era como él perfume peculiar del parque, aunque lamentaba solo haber traído su chamarra negra en su mochila, aunque sabía que no hubiese cabido mucho más.

Tengo frío.

No era de extrañar, llevaba un buen rato dando vueltas a la intemperie, en medio del bosque y bajo un cielo estrellado que nunca antes había siquiera llegado a soñar con ver.

Todo un espectáculo hermoso que nunca imaginó tener la oportunidad de encontrar en una noche como aquella.

Se siente ver estar aquí.

Podía aspirar luego de mucho tiempo algo de aire fresco.

¿Hacía cuanto que no visitaba un lugar como este? Ya lo había olvidado, pero estaba seguro de que en su niñez sí fue así.

Cuando todavía su familia seguía unida

Cuando llamaba a Larry 'papá'.

Cuando Zoe no era su mayor pico de estrés.

Cuando... No estaba tan vacío y roto.

Jeh, esos sí que solían ser buenos tiempos para recordar, no como los de ahora que parecían escenas dignas de una obra melodramática de lazos rotos.

Sentía ganas de patear las piedresillas que iba encontrando en su camino de solo recordarlo. Resultaba tan frustrante a estas alturas.

Ni siquiera sentía seguir buscando el 'por qué' detrás de todo, ya era muy tarde para eso.

Era muy tarde para él.

Por eso estaba allí en primer lugar ¿No es así? Ya estaba harto de seguir en aquel círculo que solo servía como una venenosa carga para todos.

Levantó la vista al cielo una vez más, dejando a la brisa acariciar su cabello junto a algunas hojas mientras intentaba contar algunas estrellas.

De tener su libreta y lápiz no dudaría en intentar plasmarlo.

Hermoso...

El perfecto último escenario para aquella farsa a la que llamaba 'vida'.

Total, nadie lo extrañaría.

Estarían mejor sin él, se lo recordaban constantemente.

Su familia perdida...

Los amigos que ni siquiera creía tener...

Evan...

No.

Él era diferente.

Evan Hansen era como él. Lo supo desde la primera vez que lo conoció.

- Ha pasado tiempo desde eso... -Murmuró para sí, recostándose contra el tronco de un árbol mientras una media sonrisa nacía de sus labios.

Oh, claro que recordaba esa vez.

El día en el cual se conocieron...

En este mismo lugar y a una hora muy similar.

.

..

...

La salida de casa había sido dura y molesta, igual que el de xada cada día.

Larry y su madre habían iniciado una charla sobre el futuro durante la cena, obviamente dirigida más hacia su hermana que hacia mismo, cosa que en realidad ya no le sorprendía, por lo que se mantuvo en silencio mientras jugaba con algunos chícharos de su plato.

Incluso si no lo decían directamente; no hacía falta; sabía que muy en el fondo ninguno de sus padres le guardaba suficiente fe para creerle un futuro real.

Eso era tan... Frustrante.

"Al menos podrían esperar a que me vaya para empezar esto". Gruñó por lo bajo mientras iba levantando su plato sin que lo vieran.

Vale, sabía que lo había arruinado varias veces y que merecía tal desconfianza, pero tampoco hacía falta que le restregaran a su tan perfecta hermana en la cara.

Y sólo por ello, no se sintió mal de abandonar el desayuno para adelantarse hacia la escuela.

A decir verdad, su humor no estaba muy apetecido por ir, pero cualquier cosa era mejor a seguir respirando el aire de su hogar.

O al menos eso creía hasta que fue percatándose lentamente de los susurros a su alrededor.

Es él ¿Cierto?

, es Connor Murphy...

P-parece drogado de nuevo...

Escuché que tuvo una suspensión por golpear a un maestro...

Escuché que estuvo en una pelea hace poco...

¿No era la cárcel?

¡N-no lo mires de frente o vendrá al golpearnos!

M-mierda, y hoy compartimos clase con él.

¡A-apresura el paso!

¡No dejes que te oiga!

Y seguían y seguían.

Uno tras otro.

¿De verdad creían que no podría escucharlos? O tal vez incluso lo decían así de alto esperando que .

No estaba seguro ni quiso quedarse a averiguarlo. Antes de siquiera notarlo sus talones ya habían doblado y cruzado por la calle que no era, llevándolo a un desconocido destino el cual no le importaba.

Solo quería irse lejos.

Ya daba igual dónde, con tal de alejarse estaría bien.

No quería escuchar a sus compañeros.

No quería escuchar a sus padres.

¡No quería escuchar a nadie!

"No es verdad... No es así ¡Estan sacando todo de contexto!"

Las cosas no eran como decían esos balbuceos y expectativas, él era mucho más de lo que todos creían.

, lo arruinó.

Probó la droga, se metió el problemas en la escuela y llegó a comportarse como un animal en casa, no podría negarlo, pero... ¡Estaba tratando de cambiar eso!

Estaba intentando dejar las drogas paso a paso, incluso su angustia y malhumor actual formaba parte de la abstinencia a ellas, así como su nuevo hábito de acabarse la leche por las mañanas y antes de dormir. Aún traía alguno que otro cigarrillo en mano, pero nada de lo demás que decían.

Estaba reduciendo sus intentos de cortes aunque costara.

Luchaba por medicarse a hora como le habían indicado y sin excederse.

Salía a tomar aire, acompañaba en las comidas, buscaba entretenerse dibujando o con música, evitaba a toda costa a sus viejos proveedores de yerba.

¡Lo estaba intentando duro, maldita sea!

¡¿Por qué nadie podía verlo?!

¡¿Qué tenía que hacer para que lo notaran y callaran sus críticas?!

No lo conocían siquiera... ¡No tenían derecho a hablar así!

– ¡Tks!

La frustración era tal que ni siquiera logró contenerse a soltar una patada a un basurero cercano, demasiado irritado como para hacer caso a su sentido común y no descargarse con lo primero que tuviese en frente.

Lo único que podía agradecer en ese momento era que al menos no se encontró con ninguna persona en lo que siguió acelerando su paso, entre maldiciones y una jaqueca que aumentaba a cada segundo.

No quería más de esto, solo... Borrarse por un rato.

Olvidarlo todo, no respirar el mismo aire que aquellos habladores e hipócritas.

Tal vez por eso inconscientemente se dirigió al parque más cercano que encontró en su camino. No sabía cuanto rato caminó para llegar hasta allí.

Tal vez horas, tal vez unos minutos.

Daba igual, el punto era que era todo lo que necesitaba.

Un lugar sin personas, silencioso y alejado de toda perturbación que pudiese perturbar aun más su humor.

"Uhn... Supongo que no está mal".

Solía visitar aquel parque de niño con su familia; era el lugar ideal para jugar a las escondidas; y  recordaba haberlo pasado muy bien.

Sin embargo, esos recuerdos ahora no importaban. No estaba allí por ellos, sino para darse un aire lejos.

Aquel lugar en especial solía ser reconocido por ser enorme y frondoso ¿No? Dudaba mucho que fuese fácil encontrarse con alguna molestia allí más allá que alguna ardilla, quizás.

Siguió caminando por un rato más, ignorando todo sendero y adentrándose a la espesura entre los árboles.

No había nada que temer, solo era un parque. No le iba a salir ningún puma ni oso.

Y si aquello absurdamente llegaba a suceder, bueno... Subir a un árbol seguía siendo una opción.

Es decir, a veces sentía ganas de morir, pero de formas menos dolorosas que no incluyeran ser masacrado y devorado por algún animal, claro esta.

Cualquier cosa era mejor que eso.

"Parece que no hay nadie cerca..."

No le sorprendía, después de todo era lo que buscaba y tomó caminos alternos para evitar a quien sea.

El único sonido que ahora llegaba a sus oídos era el trinar de los pájaros y quizás el crujir de las hojas bajo sus pies.

No había un alma en km, tan solo árbol tras árbol. Incluso luego de un rato se detuvo a recostarse por uno, el cual no tardó identificar como un roble.

"Es... Alto..."

¿Cuantos años debía cargar consigo? ¿Mil?

Improbable, aunque ello no le restaba lo imponente. Parecía de aquellos árboles salido de los fantasiosos mundos de un libro, lo que no le contenía a jugar con su imaginación, esperando que quizás algún gnomo o dragón saliera de alguna de sus ramas.

"Tal vez me pasé con la yerba hoy..." Rió de su propio pensamiento, retrocediendo un poco para ganar impulso.

Bien, quizás no encontraría al mago de Oz tras alguna bellota, pero de igual modo quería intentar subir.

No tenía ningún motivo en particular, sólo era un mero capricho tonto, el cual, dicho sea de paso, no fue difícil de cumplir.

Tal vez no fuese tan aficionado a la actividad física, pero la cercanía de una rama en torno a otra lo ayudó a llegar a cierta altura.

No está nada mal...

La vista era bonita.

No podía ver su casa desde allí, pero eso no le quitaba crédito al viejo árbol. Incluso no tardó en acomodarse en una de sus altas y firmes ramas, permitiendo al aroma de las hojas llegar a sus pulmones una vez listo.

que debía ser muy fuerte como para tolerar su peso con la misma facilidad como si fuese solo una simple ardilla.

La brisa era fresca, el sol no llegaba a alcanzarlo y sus pies podían colgarse juguetonamente sobre el vacío.

De un momento a otro, toda pizca de molestia de la mañana fue esfumándose lentamentePodía olvidarse al fin de todo lo que lo había irritado en tan poco tiempo, y darse aquel respiro silencioso que tanto anhelaba.

"Se siente... Bien..."

Sin embargo, sus oídos no duraron mucho bajo el ensordecedor silencio, pues unos vagos sollozos robaron su atención.

–¿Uh...?

"Eso es..."

Fue entonces cuando lo notó, volteando casualmente hacia una ramas de un árbol vecino al suyo.

No estaba solo.

Justo al lado suyo, apenas con un par de metros de diferencia, alguien más se encontraba sobre una rama.

Parecía ser otro joven, tal vez de su edad. Cabello castaño tirando a rubio, piel clara, ligeramente regordete y con una expresión oculta tras su propio brazo.

No había alcanzado a percibir el momento exacto en el cual trepó hasta allí, por lo que había que reconocer cuan silenciosa podía ser su presencia.

Casi tanto como la suya propia.

Sin embargo, no necesitaba ser un experto para sospechar el motivo de su reciente estadía allí.

"Al parecer no fui el único con un mal día..."

Una parte de consideró no decir nada; seguramente esta persona vino allí buscando privacidad para su desahogo; pero a la vez su pecho se sentía encoger cada vez que el eco del llanto ajeno se hacía presente.

No...

No podía quedarse solo escuchando ¿Cierto?

Se debatió sobre ello por largo rato, pero... Al final supo qué hacer.

Hey... ¿Estás bien?

...

..

.

Evan era muy amable...

Y lo seguía siendo, sin duda.

Si tuviera que compararlo con un postre, seguramente elegiría algo como un rollo de canela.

Del tipo de persona que merecía una mejor vida que la que ya tenía, que merecía mayores oportunidades de ser feliz, que merecía... Quizás nunca haber conocido a alguien tan roto como él.

Eso... Hubiera sido lo mejor.

Ya tenía más que suficiente siendo una carga en su familia, no quería significar lo mismo para Evan.

El pobre ya tenía sus propios problemas.

Esto es lo mejor para todos, es lo mejor para Evan.

Nada ni nadie borraría esa idea de su cabeza. La tenía dando vueltas desde mucho antes de conocer al rubio, y ahora ya era una decisión tomada.

Con eso y aquel joven en mente, detuvo sus pasos en aquel árbol que lo inició todo, dejando caer

– Aquí... Aquí nos conocimos. -El solo colocar su mano sobre la corteza erizaba su piel.

Fue donde dijo 'Hola' y también donde diría 'Adiós' muy pronto.

Debía agradecérselo, por abrirle los ojos a la cruel verdad y hacer de estos últimos meses maravillosos.

Tuvo experiencias que guardaría en su memoria por siempre, así como los nuevos sentimientos que fueron aflorando en su pecho hasta palpitar casi dolorosamente.

Gracias, Evan... Por todo...

Sonrió con solo recordar su pecoso rostro. Seguramente frunciría el ceño si supiera lo que estaba haciendo, incluso si intentaba explicarle que lo hacía por su bien también.

No, él no lo entendería de ese modo, y solo por eso no se arrepentía de mantener esto en secreto hasta con Evan.

– Bien, a la mierda la nostalgia. Ya es hora. -Sacudió un poco su cabeza, dejando de lado su mochila luego de hacerse con su contenido y dio un vistazo al árbol delante suyo.

Aun en la oscuridad lograba visualizar que tan formido y  fuerte era en relación a los otros cercanos.

Un roble ¿Tal vez?

No estaba seguro, él no era en experto.

Para nada de eso importaba, solo su fuerza para sostenerlo junto a la cuerda que traía en manos.

– Es... Perfecto.

Dejó a sus botas seguir crujiendo contra la corteza una vez más, a la vez que elegía la rama más adecuada para lo que buscaba. No tardó nada en encontrarla, así como tampoco siguió haciéndose esperar a su 'nueva corbata'.

Todo estaba listo. No quedaba más que una última mirada al cielo, el cual lucía tan oscuro como su alma.

¿Estaría triste por él? Lo dudaba.

¿Quién podría estarlo?

En fin, ya no importaba. Tan solo quedaba decir...

Adiós...

Notas finales: Sorry por lo sad ;;;

La canción de un animatic me pudo y salió esto ;;;

Y siendo sincera aún me debato sobre dejarlo así o hacer otra parte (?)

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