Be more you (Boyf riends)
Notas: Ningún personaje me pertenece, todos son obra de su respectivo autor.
Advertencia: Headcanons. Pareja homosexual. Post musical.
Be more you
Complicada.
Esa palabra quedaría perfecta para describir cómo se había vuelto todo a medida que fue creciendo. La adolescencia era difícil, a la vez que la etapa donde más se podía disfrutar antes de la adultez que implicaría la universidad.
Eso era algo que Jeremy Heere siempre supo, aunque había que admitir que al echar un vistazo a su último semestre, no todo calificaría como parte de una juventud normal porque... Vamos ¿Cuántos chicos de su edad podrían decir que impidieron la dominación mundial de un chip del tamaño de un chicle? Pocos, seguramente.
De hecho, ni siquiera él podría decirlo en voz alta; no solo porque tal vez exageraba un poco las cosas; sonaba a algo digno de un manicomio y seguramente terminaría con más de algún involucrado dentro de una camisa de fuerza, algo que todos en la escuela seguro preferían evitar así eso significara sobrepasar a solas el leve trauma de una pastilla que tomó el control de sus mentes de manera fugaz.
Y casi parecían felices con ello, aunque el castaño no terminaba de entenderlo ¿Cómo lo lograban? ¿Tan fácil era olvidar?
Para él... Realmente no lo era. Hizo y dijo muchas cosas de las cuales todavía se arrepentía, por no olvidar mencionar que ese Squip del diablo todavía funcionaba, tan solo habían desactivado parte de sus acciones, pero aún escuchaba su voz en ocasiones.
Siempre como si aun estuviera sintiendo a aquel estrafalario sujeto a sus espaldas.
Persuasivo, susurrante, tentador... Diciéndole aquello que anhelaba escuchar; murmurando promesas de éxito que si bien ignoraba, también deseaba; a veces alimentando su inseguridad y paranoia, otras su mal humor y culpa.
Siempre todo eso con solo pronunciar su nombre.
Jeremy ~
Suspiró, luchando por relajarse mientras seguía esperando a Michael. Había sido una semana dura y quedaron para una noche de videojuegos, comida chatarra y películas viejas en el sótano del moreno, aunque éste todavía estaba arriba atendiendo al repartidor de pizzas, lo que dejaba a Jeremy a solas con el Squip y sus propios pensamientos.
Baja rápido, Michael...
Escuchar a esa cosa enserio podía ser muy irritante.
¿Alguna vez se callaría? Lo dudaba, provenía de Japón después de todo.
Tal vez algún día logre hablar de algo no tan molesto como... No sé, las tetas más grandes del mundo o recetas para galletas pokemon...
...No cuentes con eso, Heere.
Pff, aguafiestas.
¿Ni siquiera podía obtener algo para hacer su eterna estadía más amena? Bueno, tal vez más adelante lo lograría, pero no en esta temporada.
Trataría de ser persistente en lo que eso sucedía, aunque por ahora podía contar con la lata roja entre sus dedos cuando las cosas se pusieran pesadas.
Sin embargo... No se supone que bebiera tanto. Además, su terapista le había recomendado no hacerlo mientras se medicara.
Estaba intentando controlar eso, aunque por esta vez no estaría mal ¿Cierto?
Solo debía recordar suspender la medicación por un día y todo iba a estar bien.
- Solo... Será un trago... -Y su última mala suerte lo ameritaba.
Si bien las cosas como su propia posición escolar estaban bien, su vida personal había tenido varios giros brusco en los últimos meses.
En primer lugar, volvió a su mundo de soltería y masturbación. Su relación con Christine fue un sueño, pero no tardó mucho antes de que las realidad los golpeara.
No se conocían, ni siquiera al nivel real de amigos ¿Y así pretendían lograr algo duradero? Al inicio creyó que podría, guiado por sus propias ilusiones de adolescente, pero con el tiempo terminaron aceptando que quizás no era el momento.
Quizás... Ninguno era la mejora que el otro necesitaba.
Bueno, al menos seguimos siendo amigos. Aunque en este punto no sabía si eso era o no un buen consuelo.
Y con respecto a su vida familiar, bueno, al menos ahora podía agradecer que su padre volviera a usar pantalones, aunque el motivo actual detrás de ello no fuera precisamente su intento se sana paternidad.
Estaba teniendo citas a ciegas o algo así ¿No?
No sé si alegrarme por él o compadecerme de la pobre mujer. No lo malentiendan, aprobaba que su padre reiniciara su vida, pero el sentimiento que invadía su pecho aun era muy raro para manejar.
Nada de esto estaría pasando si me hubieras escuchando.
- Te equivocas. Sí hubiera pasado, solo que yo iba a ser muy desconsiderado como para notarlo ¿No? -Ya había tenido más que suficiente para saberlo, y sin necesidad de ser una súper computadora para saberlo.
Oh, si lo dices así casi suena horrible. Te has vuelto algo sentimental nuevamente, Hamlet.
- Oh, cállate. Intento beber miserablemente.
Porque así seguía sintiéndose a veces... Miserable.
Por los errores que aún cargaba.
Por la alegría que no lograba digerir.
Por las dudas sobre el futuro que no podía manejar.
Porque... Todo sobre él era terrible ¿No es así?
No era solo algo que el Squip diría, sino un pensamiento frágil que conocía desde mucho antes y que incluso ahora, a veces lo acosaba.
Sin embargo... No todo era tan malo ¿Cierto?
Todavía quedaba alguien a su lado; alguien que justamente iba bajando hacia el sótano con una considerable cantidad de cajas de pizza.
- ¡Hey, Jeremy! ¿M-me ayuda con esto? -Podía con todo, aunque su equilibrio no opinara del todo igual.
- ¿M-michael? -No tardó en acercarse a ayudar para acomodar todo, dando un alivio profundo al moreno mientras iban dejando la comida en la mesa más cercana.- Wow, ordenamos mucho esta vez.
Solían pasarse, aunque hoy particularmente parecía mayor a lo usual.
– Hey... ¿No crees que sea mucho?
¿Dónde meterían toda esa comida?
Terminarás grasoso y lleno de granos.
Cállate, Squip.
- ¿Eh? Claro que no. -Hizo un gesto de restar importancia, a la vez que tomaba un par de latas para brindar.- Es una emergencia que amerita un cuádruple de queso, men.
Y eso solo era lo mínimo según Michael.
El castaño sonrió, echando un vistazo mientras intentaba tomar para sí una rebanada. Su amigo siempre era así, alivianando hasta las situaciones más pesadas.
Ya ni creía poder recordar o prestar atención a lo que fuera que lo tenía deprimido hacía un rato.
– Siempre sabes lo que necesito ¿Eh?
El aludido le devolvió una sonrisa juguetona, junto a un par de palmadas.
– Por supuesto ~ ¡Solo lo mejor para mi segundo jugador! -Rió, a la vez que le ofrecía una bebida, aunque esta vez solo parecía ser un refresco.- ¿Quieres? Sé que traje de la roja, pero con toda esta pizza quizás queramos poder movernos más tarde.
Ese era un buen punto. Ya sería complicado caminar de tan llenos que estarían, no hacía falta agregar alcohol a la ecuación. Además, no debía olvidar que estaba en una etapa en la se supone no bebía...
– Pues...
Aunque si no lo hacía, significaría que debía cargar con voces molestas de nuevo.
¿Iba a poder soportarlo luego de tanto?
Jeremy no estaba tan seguro, pero justo cuando la duda amenazaba con aflorar, una mano sobre su hombro le regresó a la realidad.
– ¡...!
– Jeremy... Está bien ¿Sí? -Recordó, usando el tono más amable que tenía.- Estoy aquí.
Y siempre estaría allí, ambos lo sabían y apreciaba; incluso mucho más de lo que en voz alta lograban admitir.
–...Lo sé, bro.
El solo oír eso bastó para indicar al moreno que todo iría bien, al menos por esa tarde de pizzas y juegos.
– No lo pienses demasiado, solo... Tranquilo.
– Sí... Quizás tengas razón.
Ya no debería preocuparse tanto, solo ser un poco más él mismo. Esa era la única mejora que sin duda merecía apreciar ahora.
Ustedes dos son muy homosexuales...
Notas finales: Holi~
He aquí mi visión de cómo quizás continuaron las cosas luego de los acontecimientos del musical. (?
Nos leemos luego ~
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