MAMII

MAMII. (LawLight)

Canción: Mamii de Karol G con Becky G

Resumen: Light quiere olvidarse de su ex y conoce al candidato indicado para hacerlo.

Advertencias: El siguiente OS contiene lemon. En mi opinión lo explícito está en un punto intermedio, pero depende de la percepción de cada quien, para alguien puede parecerle explícito mientras que para otros puede estar muy suave.

oOo

Lo que no sirve, que no estorbe

Te metiste autogol por torpe

Cualquier que lo conozca sabe que Light no agacha la cabeza por nadie. Él está para que lo lloren, no para andar llorando. Por eso mismo se siente idiota.

Quiere sentirse mejor al intentar convencerse que es normal estar triste luego de que una relación de tres años llega a su fin, sin embargo no es justificación, no hay nada peor que llorarle a un infiel. Y si eso no fuera suficiente, el susodicho ha intentado convencerlo de volver desde hace dos semanas y estuvo a punto de caer hasta que hace tres noches vio unas historias donde su ex salía bailando y besándose con el mismo chico con el que lo engañó. ¿Por qué mierdas intenta reconquistarlo si luego va a subir historias restregándole en la cara que sigue con ese muchacho? ¿Lo habrá hecho adrede o simplemente es demasiado idiota que olvidó bloquearlo de sus publicaciones? Mejor pregunta aún: ¿cómo carajos siquiera consideró la opción de volver con él?

Ok, podrán decir que a Light Yagami le pusieron el cuerno, pero nadie dirá que vieron a Light Yagami sufrir por un imbécil, así que manteniendo la frente en alto continúa tomando mechones de cabello para plancharlos, dándoles una leve curva en la punta a algunos. Tiene el entrecejo fruncido pese a que sus mejillas muestran humedad, acorde a las lágrimas acumuladas en los ojos, las cuales se niega a derramar.

Sin Visa ni pasaporte

Mandé tu falso amor de vacaciones

Pa la mierda y nunca vuelvas

Que todo se te devuelva

De lo que me hiciste si no te acuerdas

Revisa su celular, Mello acaba de mandarle un mensaje: «Te dije que el jefe aceptaría, a ese viejo se nota que le gustas. Dice que puedes venir y presentarte las veces que quieras.»

Light sonríe de lado lleno de satisfacción, acto seguido le manda un mensaje de voz a su ex mientras se coloca un poco de gloss en los labios: «¿Entonces, bebé? ¿Nos vemos en The Roof? Te tengo una sorpresa.»

Lanza el celular hacia la cama y se aleja un poco del espejo de cuerpo completo para apreciar el resultado. Su cabello tiene algunas cuantas ondas coquetas, un delineado sutil en color negro resalta sus ojos mientras que el brillo en los labios los hace lucir más voluminosos, eso junto a la ropa de cuero exageradamente entallada que Mello le ayudó a elegir son parte del plan.

Se revuelve el cabello un poco con los dedos para darle un aspecto más desordenado, luego sonríe y sale de ahí.

Ya no miro pa'trás ni pa parquearme

Tengo uno que está listo pa llevarme

El segundo está esperando en el hotel

Y el tercero lo conozco esta noche

—¿Estás seguro que vendrá? —Le pregunta Mello mientras limpia algunos vasos con un trapo seco. Trabaja de bartender en The Roof pero la mayor afluencia de personas empieza a las diez, por lo que intenta ordenar un poco para tener la barra lista— Es decir, tú nunca fuiste con él a sitios como este, ¿no crees que vaya a sospechar?

—Es tan idiota que de seguro ya la tiene dura pensando que este es un movimiento desesperado de mi parte por recuperarlo —le da un largo pero lento trago al coñac que su amigo le sirvió—. Es más, te apuesto a que ya se hizo la idea que al finalizar esta noche ya me la habrá metido hasta la garganta.

Mello ríe al mismo tiempo que se coloca el chaleco negro de su uniforme al ver que algunos clientes comienzan a llegar.

—¿Y estás seguro que podrás hacerlo? Recuerda que serás quien abre el show y eso es una gran responsabilidad.

—¿Acaso crees que no tengo lo que se necesita? —Extiende los brazos hacia los lados y da una vuelta despacio. Mihael sonríe meneando la cabeza.

—Eres un bastardo. Podrías quedarte tieso sobre el escenario y aún así los volverías locos.

Light se encoge de hombros dándole el último trago a su vaso. Él es consciente de su belleza y sensualidad, personas como él tienen el mundo servido en bandeja, pero contrario a lo que su amigo acaba de decir, él no piensa quedarse quieto sobre el escenario sino todo lo contrario. Ahora ve con más claridad que su ex no es más que un macho, de esos tipos que se creen la última Coca Cola del desierto y te dicen frases como: "jamás encontrarás a alguien como yo". Lo sabe porque fue justo lo que le dijo hace unas semanas como si no hubiera sido él quien había fallado. Ahora nota que su ex tenía un ego casi tan grande como el tamaño de su verga, más bien como el tamaño que él presumía tener para tal vez ocultar una posible inseguridad, quien sabe. Y mientras más piensa en cosas que ocurrieron en la relación, más humillado se siente por haberle llorado a alguien que ni siquiera lo cogía como él se merece: hasta dejarlo temblando y sin poder caminar al día siguiente.

Lo único que Light quiere es que tenga un último vistazo al tremendo monumento que se perdió cuando se le ocurrió serle infiel, de paso demostrarle que no pretende encontrar uno igual a él porque se merece uno mejor.

No me llames que mi número cambié

Si quieres que te lo dé

Llama al 1-800-jódete

Hideki Ryuga chasquea la lengua cuando la llamada es de nuevo desviada al buzón de voz. Pasea la mirada por todo el lugar intentando encontrarlo mientras se cierra por completo la chaqueta que lleva puesta. En otra ocasión ya tendría a un tumulto de personas rodeándolo, más específicamente hombres al encontrarse en un bar gay, alguno más atrevido le pediría hasta un beso, lo cual ha sido recurrente desde que hace años salió a la luz que la preferencia sexual del actor y cantante pop del momento se inclina hacia su mismo sexo. Sin embargo, para evitar específicamente eso decidió llevar una gorra, lentes oscuros y que el lugar sea poco iluminado ayuda a mantener su identidad en secreto.

Camina por el bar sin problemas, hay espacio suficiente, pero no ve por ninguna parte a la persona que anda buscando, es entonces que alcanza a reconocer a cierto rubio que sirve tragos detrás de la barra, sabe que Mello es amigo de su ex así que él debe saber algo. Se dispone a ir hacia allá, no obstante de la nada la música se detiene, las luces se apagan, los reflectores se enfocan en el escenario y una suave melodía comienza a sonar. Hideki vuelve a chasquear la lengua, al menos las luces de los reflectores brindan cierta claridad, por lo que retoma su andar. El problema es que una vez que el telón se abre y el stripper queda a la vista, los hombres del lugar se vuelven locos y sin que pueda evitarlo se ve envuelto en una estampida mientras lo empujan de un lado a otro por correr hacia el escenario.

Hideki se acomoda el atuendo una vez se ve libre de ese ataque, molesto voltea hacia atrás para ver quién fue el causante de semejante alboroto, y ahí sus ojos se abren por completo al ver a su ex con un atuendo que no es usual en él, caminando de manera provocativa hasta que sus manos sujetan el tubo que está en medio de la tarima.

Tu' gana' de volver murieron en el intento

Lo hiciste ver como que perdiste el tiempo

Quedaste bien porque lo mío ni lo cuento

Light no tiene experiencia como stripper a diferencia de los chicos que trabajan ahí, quienes emocionados por su plan le dieron algunos consejos. Sin embargo, no piensa escalar el tubo porque corre el riesgo de hacer el ridículo, eso no significa que no vaya a usarlo.

Se pone de espalda contra el tubo, acto seguido lo sujeta con una mano por encima de su cabeza y cuando la pista seleccionada para el show da inicio, él desciende con las piernas juntas, meneando las caderas y arqueando la espalda baja para resaltar el culazo que la vida le dio.

Es probable que algún fan del actor lo reconozca pero no le importa, tampoco le importa si tachan de puta al ex de Hideki Ryuga porque honestamente él está disfrutando comportarse como una.

Continúa bailando sobre el escenario, de manera lenta pero procurando pronunciar bien los movimientos con su cadera hasta que decide caer de rodillas con las piernas abiertas, provocando que el público grite más fuerte. En esa posición agita la pelvis como si fuera una serpiente mientras con una mano se acaricia el torso y con la otra se despeina más el cabello.

Consumido por el momento, gatea con el culo muy arriba hasta quedar frente a uno de los espectadores. Quien sabe si es el despecho o la satisfacción de saberse deseado, pero se atreve a sujetar con dos dedos la barbilla de ese sujeto y plantarle un suave beso sobre los labios, haciendo que todos enloquezcan aún más.

Cuando se levanta, lo invade la sensación de tenerlos a todos a sus pies, y de alguna forma así es. Los ve amontonarse, estirando la mano como en busca de un poco de la suerte que tuvo el chico al que decidió besar.

Le encanta sentirse deseado pero no puede morrearse con todos, ese muchacho le pareció atractivo y por eso lo hizo, pese a que no encaja en sus estándares, quizá por eso mismo le atrajo tanto, por ser tan diferente a su ex.

Aunque no va a besuquearse con todo el bar, decide juguetear un poco. Un beso en la mejilla a algunos, rozarles el rostro con la punta de los dedos a otros y a alguien con más suerte le toma las manos y las posa en su cintura, permitiéndole que le acaricie el abdomen descubierto. El que esos ilusos sujetos lo vean como si fuera lo mejor que les ha pasado le alimenta el ego, pero también está provocando que la tela del pantalón se tense a la altura de su entrepierna.

La canción está a punto de llegar a su fin, así que a su mente vienen los consejos para un final de espectáculo que le dieron los muchachos que trabajan ahí. Sin embargo en ese instante sus ojos chocan contra los de su ex, quien lo observa por encima de los lentes oscuros, sus iris verdosos brillando con furia o impotencia, no sabría decirlo. No está en primera fila pero sí muy cerca de la tarima, y lo primero que lo ve hacer es quitarse la chaqueta, la gorra y los lentes, revelando su identidad.

Light se da cuenta que su ex no está celoso ni nada parecido, el sentimiento que expide su mirada es solo indignación por no ser el centro de atención, porque Hideki Ryuga odia que le roben los reflectores. Supone que su ex va a tener que pagar terapia para superar el hecho que no haya podido opacarlo porque nadie volteó a verlo, es más parece que ni se dan cuenta que el famoso Hideki Ryuga se encuentra entre ellos porque lo que está sobre el escenario los tiene absortos.

Honestamente su ex no podría importarle menos en este instante. Sí, su idea nació por despecho pero quizá esto es lo que necesitaba para recuperar su autoestima. Le lloró demasiado a un pendejo cuando enfrente tiene a un puñado de hombres derritiéndose por él, y eso lo excita.

Su plan era nada más mostrarle a su ex lo que se pierde y eso ya lo logró, sin embargo ahora quiere más, ha besado al mismo tipo los últimos tres años que los delgados labios de ese extraño provocaron un cosquilleo en los suyos. Así que para su gran final vuelve a caer de rodillas, esta vez frente al interesante ojeroso flaquito que es más blanco qué un papel, al cual vuelve a tomar del mentón antes de inclinarse hacia él y susurrarle al oído: «sígueme al camerino y encantado te doy un show privado».

Light sale del escenario y Elle no duda en seguirlo como un desesperado urgido, se ha tirado una cantidad considerable de hombres pero ni uno tan exquisito como éste, sería muy idiota de su parte desaprovechar semejante oferta.

Dicha acción no pasa desapercibida por cierto famoso, quien aún luego de que el show terminara sigue siendo ignorado porque toda la clientela continua eufórica, preguntándose si ese muchacho tan guapo seguirá trabajando en el bar, prometiendo que de ser así volverán a diario.

Light enciende la luz del camerino a tientas y con el pie cierra la puerta mientras el sujeto cuyo nombre desconoce lo besa en los labios con hambre, dejándolo sin aliento. Le recorre la espalda desesperado, buscando deshacerse de esa holgada camisa como si tenerlo desnudo es lo que más necesita en el mundo.

—Alguien parece ansioso. —Le dice el pelinegro con una sensual sonrisa luego de haber separado los labios del cuello terso del contrario.

—Vinimos a que me la metas no a solo a besarnos como si fuéramos dos pubertos. —Responde mientras termina de desabrocharle el pantalón, el cual le cae a los tobillos por gravedad al ser tan flojo.

—Mira —sonríe a la vez que con una mano se medio baja el boxer y con ella toma su miembro grueso. El castaño no puede evitar abrir los ojos por completo al verlo—. Míralo y dime si crees que no sabe a lo que ha venido, lo de antes fue para calentar. —Dicho eso vuelve a hundir el rostro en su cuello mientras le quita la camisa.

Light siente esos dedos delgados recorriendo su torso, poniendo énfasis en sus pezones erectos, pellizcandolos un poco. Pese a disfrutar sentir que esas manos y labios lo recorren como si fuera el manjar más exquisito que existe, él no puede sacarse de la cabeza el pedazo de carne que vio hace unos instantes, nunca había visto un pene similar, tampoco es que haya visto muchos pero por primera vez siente la necesidad de tragarse uno.

Lo empuja de los hombros para separarlo de él, acto seguido cae de rodillas, en esa posición el glande rojizo y húmedo queda a la altura de su rostro. La cercanía le permite percibir la calidez y aroma a hombre encerrado en esa gota preseminal, la cual atrapa con la lengua en un acto reflejo cuando la vio a punto de caer.

Si es sincero nunca le llamó la atención el sexo oral, si antes lo hizo fue solo por cumplir un rol. Sin embargo hay algo en este hombre, o quizá en lo pecaminoso del momento, que sea un extraño y en un lugar cuya finalidad no sea para concretar un encuentro sexual. Hay algo en todo esto que lo hace desearlo, saborearlo por completo.

Empieza de forma tímida, recolectando con su lengua la goteante humedad para luego esparcirla por todo el glande. Comienza a recorrerlo despacio, intentando acoplar su boca al tamaño y grosor de ese pedazo de carne. Elle no mete las manos, lo deja ir a su ritmo, dejándose explorar todo lo que esa preciosura quiera.

Light compensa su poca experiencia con la lujuria que muestra, y es que si algo puede excitar a un hombre es ver que alguien le come la verga con tanta gula. La cabeza del castaño se mueve ansiosa, sus mejillas deformandose debido al tamaño de ese miembro mientras una combinación copiosa de saliva y líquido preseminal le escurre por la barbilla, los testículos del otro chocando contra su mentón cada que intenta tragarla toda.

En un momento Elle lo toma del cabello para alejarlo de él, su pene sale de esa golosa boca con un suave pop. Unos carnosos labios siempre serán bienvenidos alrededor de su falo, sobre todo cuando se tiene una excitante vista a esa cara tan bonita. No obstante, su debilidad es tener a su pasivo retorciéndose de placer, y lograr dicho efecto en un hombre tan hermoso será todo un deleite.

Lo toma del brazo y lo hace ponerse de pie, acto seguido le da la vuelta y lo empuja sobre el tocador botando algunas cosas hasta que su pecho queda sobre la superficie mientras sus pies siguen tocando el suelo, en dicha posición ese redondo trasero que sigue enfundado por la tela de cuero queda a su disposición. Lo magrea un poco pero pronto le baja el pantalón hasta la mitad de las piernas, y por algún motivo su pene da un respingo al ver que no lleva ropa interior.

Light alza la cabeza, enfocándose en el espejo del tocador. Se siente demasiado expuesto pero a través del espejo observa el brillo en los ojos del otro, como si nunca hubiera visto algo similar y eso le genera un delicioso cosquilleo en los testículos. Dicha sensación de por sí ya es gratificante, sin embargo no sabe cómo reaccionar cuando lo ve tomarle cada nalga con una mano para acto seguido agacharse y desaparecer detrás de él. En un principio da un respingo al sentir la abundante humedad que va desde sus glúteos al perineo, acompañada de mordiscos leves y nalgadas que lo hacen jadear. Elle aprovecha la anchura de su lengua para abarcar la mayor cantidad de piel que puede, como si no quisiera dejar intacta ni un solo rincón. Si la vida le da la oportunidad de tener entre las manos un culo tan apetecible, su deber es degustarlo por completo.

Las piernas de Light comienzan a temblar y sus facciones se desfiguran entre sudor y jadeos. Las veces que tuvo sexo con Hideki, el modelo no paraba de verse en los espejos, como si hasta para moverse debía posar. No va a decir que nunca tuvo un orgasmo pero si el que era su pareja culminaba primero, hasta ahí llegaba el acto sexual. Quizá no debería pensar en su ex cuando tiene a un hombre detrás de él lamiendo todo a su paso, pero lo hace solo para darse cuenta que haber sido engañado es quizá lo mejor que le pudo haber pasado.

Elle se ensaliva un par de dedos, le parece que el otro ya se encuentra bastante relajado y entregado, aún así tiene cuidado al palpar con la punta de las falanges el pequeño orificio.

—¿Dolió? —Pregunta tras haberlo penetrado con un dedo y que el castaño diera un respingo.

—No... —Murmura, soltando un gemido al sentir esos dientes arañando la piel de sus glúteos.

Lawliet continúa preparándolo, añadiendo el segundo dedo despacio para comenzar a moverlos mientras los abre un poco, buscando dilatarlo.

—Carajo, ¿qué esperas para meterla? —Light rechina los dientes, su pene tiembla demasiado ansioso.

—Viste su tamaño, ¿no?

—¿Vas a comenzar a presumir en este momento? —Voltea sobre su hombro, fallando penosamente en el intento de retarlo con la mirada cuando tiene el flequillo adherido a la frente a causa del sudor y las mejillas demasiado rojas debido a la excitación.

—No lo digo por presumir —asegura, poniéndose de pie sin que sus dedos abandonen la apretada cavidad, acto seguido se inclina y le imparte besos por la espalda hasta llegar a sus hombros—. Lo decía porque no quisiera lastimarte. Mi única intención es hacerte gemir hasta dejarte afónico —le susurra al oído con la voz carrasposa debido al libido—, que no sepas cómo manejar tanto placer.

La respiración caliente del otro junto a esa voz tan varonil y esas palabras lo hacen temblar al punto de que siente su propia entrada abrirse y cerrarse deseosa alrededor de esos dedos.

—Pues... para eso debes metérmela... —Logra decir entre dientes.

Elle sonríe de lado, no piensa hacerlo esperar más así que retira los dedos y se agacha para sacar de su pantalón la billetera donde siempre carga al menos un condón. Light aprovecha esos segundos para enderezarse.

—¿Estabas incómodo? —Cuestiona el pelinegro mientras termina de colocarse el preservativo.

—No, pero prefiero aquí... —Light se pone de pie y se apoya contra una pared que está al lado de la puerta, a la cual le quita el seguro disimuladamente.

Coloca el pecho contra el cemento frío y tira el trasero para atrás antes de sujetarse cada nalga con una mano, las cuales abre para dejar expuesta su palpitante entrada. Elle se relame los labios, acto seguido lo sujeta de las caderas para luego comenzar a presionar con su glande. El castaño rechina los dientes cuando la punta entra, el otro se toma su tiempo, penetrandolo despacio para no incrementar la incomodidad.

—Ya está... —Le asegura Elle en un largo jadeo mientras lo abraza por la cintura para arañarle con los dientes los hombros mientras con una mano le busca uno de los pezones para juguetear con él, intentando relajarlo.

—Mierda... —Respira agitado, su recto tomándose más tiempo del que hubiese pensado para acoplarse al tamaño y grosor de ese trozo de carne.

—Tranquilo, no tengo prisa —el pelinegro continúa repartiendo besos, una de sus manos sigue en el pecho del contrario y con la otra desciende hasta su miembro para masturbarlo despacio—. Estás demasiado apretado... se siente como si tu agujerito quisiera succionarme la verga...

Esas palabras calientan demasiado a Light, le parecen tan obscenas, acorde a lo que están haciendo, porque nunca se imaginó estar en esa posición con un desconocido.

—Muévete... —Exige, echando las caderas para atrás, buscando él mismo más de su amante.

No me vuelvas a llamar, que hasta boté el celular

De lo tóxico que eres, se volvió perjudicial

Lo que se va, se va

Conmigo no te equivoques

De lo tóxico que eres, no te quiero ver más

—Ya te dije que los camerinos son solo para personal autorizado. —Insiste Mello, cruzado de brazos con una puerta a su espalda.

—¿¡Cómo que personal autorizado si yo vi a alguien que no trabaja aquí entrar!? —Hideki empuña las manos, ganas no le faltan para golpear a ese tonto pero armar un escándalo nunca es buena idea.

El rubio pone los ojos en blanco y luego observa la hora en su reloj de muñeca, acto seguido se encoge de hombros y se hace a un lado mientras abre la puerta.

—¿Ya qué? Pasa. El camerino donde está Light lo encontrarás al final del pasillo a mano derecha.

El actor frunce el ceño confundido, ¿por qué lo hizo esperar tanto si al final lo iba a dejar pasar? Sin embargo no pretende indagar en este momento, tan solo entra sin nisiquiera darle las gracias.

Cuando Light le pidió que se vieran se imaginó algo completamente diferente. No hay que ser un genio para intuir lo que está pasando, lo vio subirse al escenario y bailar como si fuera una ramera para luego huir con un desconocido, solo necesita verlo con sus propios ojos. Aún así duda cuando pone la mano sobre el pomo de la puerta, se queda inerte por unos segundos porque no sabe si está listo. Decide apoyar la oreja contra la madera y es entonces que escucha el inconfundible sonido de dos cuerpos chocando. Quizá guiado por la rabia abre sin hacerlo por completo, y de lleno se topa con el rostro de su ex, quien gime sin reparos mientras un sujeto detrás de él se mueve como si lo estuviera taladrando.

—¡Lo sabía! —vocifera el actor, tomándolo del mentón para casi escupirle las palabras en la cara— ¡No eres más que una puta!

Light gime con más ímpetu antes de sonreír ladino.

—Pero no... tu puta —jadea, moviendo las caderas—. Te agradecería que... te marches... me estás interrumpiendo.

—Después no vengas a mí llorando —Hideki tensa la mandíbula, sujetando con más fuerza el pomo hasta que sus nudillos se ponen blancos—. Nunca vas a encontrar a alguien que sea la mitad de lo que yo soy, ¡ninguno de tus amantes me llega a los talones!

Light podría responderle que en primera fue él quien le ha rogado volver durante las últimas dos semanas y que lo que menos espera ahora es encontrar a uno igual. No obstante, lo único que le interesa en este momento es que los cargados testículos del pelinegro continúen chocando contra sus nalgas, así que prefiere no responder, cosa que enfurece más al actor, quien cierra dando un portazo.

—¿Todo bien? —Pregunta Elle sin moverse, dejó de hacerlo hace varios segundos.

—¿Cómo va a estar todo bien si te quedas quieto? —menea las caderas de forma serpentina, desesperado por continuar— ¿quién tiene tiempo de sufrir por un ex cuando tienes una verga en el culo?

Elle sonríe, retomando el vaivén.

—Si me lo preguntas... me pareció un tipo pretencioso cuando tú estás mucho más apetecible que él... —Le rodea la cintura con los brazos mientras apoya la barbilla sobre el hombro del otro, sin dejar de mover las caderas.

—Me fue infiel... —Si bien no tiene caso hablar de Hideki, tiene una idea sobre lo que el pelinegro responderá y su vanidad desea escucharlo.

—¿¡Es en serio!? —Elle abre los ojos por completo— Me es difícil creer que pueda existir alguien tan idiota... tu cuerpo es demasiado perfecto, ¿quien buscaría en otro lado... teniendo a ti solo para él?

—Él lo hizo... —Gime, cerrando los ojos mientras araña la pared— pero puedes ayudarme a olvidarlo...

Tras esas palabras, Lawliet lo sujeta con fuerzas de las caderas y aumenta el ritmo, dando profundas estocadas.

—No solo te haré olvidarlo... te volveré adicto a mí... —Le mordisquea el lóbulo de la oreja tras haberse inclinado hacia él por un momento.

—¿Ah, sí...? —Lloriquea temblando, incapaz de formular una oración completa. Y verlo en dicho estado prende más a Elle.

—Te dejaré abierto de tanto metertela... —acompaña su promesa con una sonora nalgada, haciéndolo gemir y temblar— Tu pequeño agujerito tomará la forma de mí verga... se convertirá en la funda favorita de mi pene, ¿te... te gustaría?

Ss-sí... más fu-fuerte... —Las piernas de Light se doblegan y el único motivo por el que no cae al suelo es porque el otro lo mantiene rodeado con un brazo.

—¿Quieres más fuerte...? —Jadea añadiendo una nalgada mientras sus testículos chocan contra esa tersa piel de manera obscena— ¿Mejor? —Le toma un puñado de cabello, obligándolo a echar la cabeza para atrás al mismo tiempo que continúa moviéndose como si quisiera perforarlo— Apuesto que nunca te habían cogido así... es una lástima... tú estás para dejarte ese agujerito desbordando leche todas las noches... —el vaivén se vuelve más violento al punto que el castaño debe poner bien los brazos para no golpearse contra la pared—... este culito terminaría mucho más rojo de lo que ya está luego de una noche entera conmigo... —Está vez no da una, sino tres nalgadas seguidas intercalando los lados.

Light suelta un pequeño grito de dolor que combina perfecto con el placer. Nunca nadie le había hablado así durante el sexo por lo que ignoraba lo mucho que podría excitarle al punto que entre escandalosos jadeos dispara tres pocos de semen que van a parar a la pared. Elle aumenta el ritmo, buscando llegar a su propio orgasmo, pero el castaño se encuentra tan sensible que comienza a moverse de forma torpe mientras gime desesperado, su mente poniéndose en blanco y su mirada nublándose. Las paredes de su recto se están contrayendo debido al orgasmo y aún así hay una verga taladrandolo, provocando una sobreexcitación en todo su cuerpo. Es delicioso pero a la vez es demasiado y siente que está a punto de desmayarse, en ese momento el pelinegro lo penetra hasta lo más profundo y culmina tomándolo de las caderas con demasiada fuerza. Una vez que Elle sale de su interior y lo suelta, él cae como peso muerto en el suelo, acto seguido se abraza a sí mismo intentando controlar los espasmos que invaden todo su cuerpo mientras su visión sigue empañada.

—Límpialo. —Exige Elle tras haberse quitado el preservativo.

El castaño parpadea, pero de inmediato se incorpora hasta quedar de rodillas, su mente aún se encuentra adormecida y como si estuviera hipnotizado rodea con una mano el tronco del pene antes de pasarle la lengua por todo lo largo, manchándose las mejillas y labios con los restos de semen espeso.

Hace unas horas se encontraba llorando en su apartamento y ahora lo único que quiere es repetir la cogida de hace unos momentos hasta que su culo se adapte al tamaño de la exquisita verga que tiene entre los labios, tal y como ese pelinegro se lo prometió. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top