𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟔

Los rayos del sol se filtraban a través de las blancas cortinas del cuarto del rubio. Abrió sus ojos lentamente hasta que se topó con la preocupada mirada de su hermano mayor y cuñado que estaban ahí. 

—Taehyung, ¿cómo estás? —preguntó su hermano. 

—¿Qué hacen aquí ustedes? 

—Veníamos a verte para saber como estabas —le respondió rápido Seokjin. 

Tae los miró confundidos, ¿qué hora era? ¿Acaso entraron a su casa a las tres de la mañana o cómo? 

—¿Qué hora es? ¿A qué hora llegaron aquí? 

Namjoon observó preocupado a su hermano, sabía que algo andaba mal, tras ver las pastillas de dormir en la cocina y la gran cantidad de botellas de vino, los álbumes de fotos regados en la mesa de café del salón y el desorden de cajas con cosas de Yoongi. 

—A las ocho de la mañana, pensé que sería bueno venir a desayunar contigo. Como no salías use la llave que me diste y entré, subimos con Seokjin y te vimos en la oficina... en la oficina de Yoongi desmayado, no sé cuanto tiempo estuviste ahí ¿Ocurre algo? 

Kim miró a todos lados y no se encontró con la presencia de Yoongi por ni una parte, lo buscó por todo su cuarto, pero nada. Al parecer se había ido y eso lo puso triste de cierto modo. 

—N-No... estoy bien hyung, yo solo bebí mucho. 

—No deberías mezclar las pastillas y el vino Tae —habló Seokjin con preocupación y temor. Sabía que no le agradaba del todo al chico y siempre se acercaba a él con cuidado de no hacerlo enfadar. 

Taehyung iba a responderle, pero de pronto sintió una cálida respiración en su oído. 

Ahora se preocupa por ti, nunca les importaste, en realidad cariño, yo lo sé. Lo sé todo ahora. 

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, de pies a cabeza, al ver en el espejo el oscuro reflejo de Min. Lucía tenebroso, con total aire de maldad. Taehyung no sabía si creer en esas palabras, temía que su novio jugara con su mente y lo hiciera actuar de mala manera enfrente de su hermano más si era con su prometido. 

—Tae —reaccionó al oír la voz de Namjoon. -Jin tiene razón, no es bueno que bebas y tomes pastillas a la vez, trata de descansar, comer bien y salir a caminar, quizá sirva. 

—Claro... 

El mayor de los Kim se acercó a él y lo abrazó con fuerza tratando de transmitirle tranquilidad. 

—Ten —Seokjin sacó un sobre de su chaqueta. —Eres el primero en recibirla, bueno... nos hubiese encantado que Yoongi fuera junto a ti. 

El chico encontró un acto amable por parte de Jin entregarle la invitación de su boda. Se sintió mal al darse cuenta de que actuaba como un celoso porque su hermano estaba haciendo su vida de forma correcta, pero él estaba ahí sin hacer mucho, su vida se estancó cuando Yoongi murió... bueno, si es que era así, porque ahora estaba con él, pero era un total extraño ahora. 

—Gracias. Yo me voy a duchar y descansar, estaré bien, lo prometo. 

Nam y Jin asintieron, el menor los llevó hasta la puerta para despedirse de la pareja. Regalando una sonrisa e intentando decirles que estaría bien, pero como podría, ahora había un espíritu en su casa y no era cualquiera, era el mismísimo Yoongi que rondaba ahora. 

Apenas cerró la puerta se apoyó contra esta y respiró profundo, ya agotado. 

—¿Qué hiciste Taehyung? —susurró. 

¿Acaso te arrepientes? 

El espectro de Min se acercó al cuerpo de Taehyung para acorralarlo contra la puerta y con su pálida mano tomarle el cuello, presionándolo peligrosamente. 

Hazte responsable de tus acciones. 

—S-Suelta...me —jadeó adolorido el chico, la fuerza que Yoongi estaba ejerciendo en su cuello era mucha que le llevaba a asustar que este le rompiera el cuello en cualquier momento. —T-Tú no eres Yoon... él no me haría daño, eres un monstruo... me arrepiento de llamarte. 

Min observó con odio y cólera al chico, posando sus ojos escarlatas sobre él, haciendo un poco más de fuerza que de a poco le quitaba el oxígeno a Kim. 

Taehyung —susurró, apretando sus blancos dientes, su mandíbula totalmente tensa hace que el chico tema aún más por su vida. —No me hables así, tú me llamaste y vine, ¿me querías ver? Aquí estoy mejor que nunca, ya no soy el idiota que era en vida, cambié amor... y vine por lo que es mío. Háblame así de nuevo y no me haré responsable de nada. ¿Entendiste cariño? 

Taehyung lo supo, estaba más que jodido, trató de quitarse la mano de su cuello, pero no podía contra la fuerza de Min. 

Te hice una maldita pregunta. ¿Entendiste? 

Kim terminó por asintiendo con la cabeza. Yoongi satisfecho por la respuesta, lo soltó e hizo que el muchacho cayera al suelo respirando con dificultad y tosiendo con dolor. 

—¿Qué es lo que quieres? —preguntó ya más recuperado. —Pensé que te vería y luego te ibas sin más. 

La Sonata del diablo, ¿has escuchado ese nombre? —Tae negó asustado. —Cuando la tocas no solo puede volver a ver a quienes perdiste, sino que le vendes el alma al mismísimo diablo, pero yo vine por algo más valioso, nuestro vínculo. Tú juraste amarme con todo tu alma, ahora será mía por completo, me perteneces solo a mí. 

Taehyung estaba atemorizado, oír las palabras dichas con voz grave y con la intención de causar temor. No sabía que le esperaba de ahora en adelante.

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