𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟏𝟎

Eran casi las nueve de la noche y casa estaba sumergida en un silencio sepulcral, el ambiente seguía pesado, tal como cuando Yoongi llegó por primera vez.

Era el momento de ponerle fin, quiso ver a Yoongi por última vez y decirle que jamás dejó de amarlo. Pero lamentablemente trajo a la peor versión de su novio y que quería acabar con él. Decidió, al percatarse de que el espectro no se encontraba en el hogar, fue hasta su oficina y allí vio uno de los causantes de sus problemas.

El violín.

Tomó el instrumento completo con fuerza y furia, estaba cansado de todo y de todos. Con su hermano, sus padres, Seokjin, sus amigos, con todo el maldito mundo. Sentía impotencia de que jamás alguien fue sincero con él, la única persona fue su pareja y aún, lo hace, en vid y en muerte, supo que Min era el único. Por su mente divago la idea de irse con él, quizás tenía razón, todos eran unos hipócritas, Quitarse la vida mientras Yoongi tomaba su alma e irse con su novio podía ser una forma de acabar con los problemas que había en su vida, pero cobarde, no se atrevía.

Ya listo tomo el violín con las partituras que dejaron un día en su casa, metiéndoselas en el estuche del instrumento. Era tarde y autos no había a esas horas, afortunadamente, luego de esperar casi media hora, tomó un taxi y le pidió que lo dejara en el cementerio.

Ir hasta allí fue algo repentino, sentía que si iba a acabar con esto, debía hacerlo ahí, en la tumba de su exnovio. Iba a ser difícil porque a esas horas no andaba nadie, solo los guardias. Arriesgaba mucho, pero no tenía nada que perder, así que se coló por el estacionamiento del cementerio entro, camino najo la luz de la luna, den el lugar más tenebroso buscando la lapida con el nombre de Min Yoongi.

Tras caminar unos minutos la encontró, estaba limpia y algunas flores frescas, de seguro la madre de Min fue hace poco. Rompió en llanto al estar ahí, ver le, nombre y una foto de su amado luciendo radiante.

—P-Perdóname Yoonie... pero se acabó —dijo alzo con rudeza el violín hacia arriba, a punto de azotarlo contra el suelo para destruirlo.

Pero lo detuvo el mismo Min Yoongi.

Volvió y estaba hecho furia, una bestia incontrolable. Tomó las muñecas de Taehyung con la fuerza que pudo casi que casi incrusta sus uñas sobre la piel del rubio. De un solo movimiento empujo a Kim con tanta fuerza que este cayó contra una lápida que había cerca. Taehyung por inercia ya había soltado el violín y comenzó a quejarse de dolor.

¡¿Qué carajo haces maldita sea?! —gruñó entre dientes tomando el violín con cuidado. Como si fuera su tesoro. —¿Qué intentas hacer cariño? —preguntó prepotente.

—L-Lárgate... —susurro Taehyung intentando levantarse del piso. —¡Quiero que te vayas de una vez de mi vida!

Min rio con burla, aún enfadado, se acercó a Taehyung.

¿Crees que intentar romper el violín o yendo donde una estúpida médium yo me iré así de fácil? 

Kim bajo la mirada.

No. No soy como cualquiera de los que vuelve, soy diferente. Si me voy, será contigo Tae. 

Taehyung intentó quitarle el instrumento, pero fue inútil, era débil ante esa presencia maligna. Min se volteó para tomar el estuche en donde venía el instrumento, mientras que Kim estiro su mano con sigilo hasta sentir una cruza de plata, al tacto, pudo saber que su punta era un poco filosa, intuía que ese tipo de cosas serviría con el espectro como Min. Así que la escondió y se levantó.

Yo no me iré contigo a ni una parte.

El pálido al oírlo se volteó y percato como el chico con fuerza enterró en su pecho la cruz de plata. Por primera sintió dolor, odio y rencor. Tomándose el pecho, miro con cólera a Tae, estaba justo para acabar con él, tomar su cuello y dejarlo sin aire. Kim no tuvo más opción que correr y huir de allí. Su plan no funcionó, ahora Min lo perseguía dispuesto a llevárselo de la peor forma.

Quitándole la vida vilmente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top