12. Comprando mandarinas

Atsushi despertó por la madrugada, de momento se asusto había dormido mucho pero rápidamente notó a los bebés Akutagawa en su pecho – no puede ser – susurro molesto. Odiaba ser tratado como una mujer y peor, la madre.

Atsu estaba en el futon, así que se levantó arrullando a ambos bebés, notó a Dazai y a Chuuya dormidos en el mueble, - ¿están abrazándose? – Suspiro – Akutagawa no puede ni sacar un futon – menciono molesto.

Llego a la cocina donde busco las mamilas – diablos ¿Dónde? – cuestiono, Akutagawa estaba saliendo del baño cuando lo vio. Se acercó confiado

― Jinko – le llamo susurrante y el albino lo volteo a ver – están aquí – menciono señalando la olla – las lave

― ¿lavaste?

― Hay de limpiarlas ¿no? Te vi hacerlo cuando eran bebés antes

― Ah, si – Atsushi se acerco

― Llevas a ambos, déjame hacerlo

― ¿y sabes?

― Lo sé.

Akutagawa saco, limpio y preparo las mamilas para ambos bebés azabache, Atsushi vigilo cada cosa que el mafioso hacia dudando de lo que creaba pero todo había sido perfecto. Su mayor temor eran ambos bebés que rebuscaban en su pecho – es divertido verlos – menciono, acerco su brazo – dame a Ryu

― Bien – Atsushi le pasó a Ryu, el mafioso acerco la mamila en la mesa.

Atsushi cargaba a Ono, se había sentado en la mesa para darle el biberón - ¿seguirás molesto?

― ¿seguirás presionando?

― Hoy limpie toda la casa

― Uno de 365 días

― Vamos Jinko, llevamos aquí un mes

― Estoy cansado Akutagawa, cuidar bebés no es fácil, también tu pides. No soy multiusos

― Lo sé, perdona

― ¿eh?

― Dije.... – suspiro desde lo más profundo de su ser – que lo siento

Atsushi sonrió – gracias por eso

― Si como sea.

Ambos bebés bebían su leche, Atsushi no pudo evitar tararear, el mafioso lo miro y sonrió. Se acercó al albino para recargarse, se había colocado entre las piernas del menor. Atsushi siguió tarareando, la noche era cálida y corta.

A la mañana siguiente, Dazai y Chuuya hacían el desayuno, más bien Dazai. Chuuya se jactaba de haber preparado la comida. Akutagawa despertó en el futon, se sonrojo pues no solo se había quedado dormido y olvidado vigilar la casa, despertó abrazando al albino y a los niños de un lado. En cuanto el albino parecía despertar, el mafioso se incorporó y se alejó. Atsushi abrió sus ojos, y volteo a ver a los bebés, sonrió de esto. Estaban bien. Se sentó para estirarse mientras el mafioso fijaba su vista en él – Jinko – le llamo, Atsushi volteo la cabeza para mirarlo y sonrió

― Buen día Ryu

El mafioso miro a otro lado – Dazai-san y Chuuya se quedarán unos días por los bebés

― Claro – dijo Atsushi levantándose - ¿puedes vigilarlos? Iré al baño

― Mm – respondió en asertiva.

Atsushi salio de la habitación, el mafioso pudo escuchar los saludos de buenos días y el bullicio. El azabache se dejó caer en el futon donde Atsushi había dormido, respiro hondo y suspiro - ¿Por qué si usamos el mismo shampoo huele tan bien? – cuestiono. Sintió golpeteos en la cabeza y el mafioso miro. Los niños estaban jugando con su cabello y riendo. Atsushi volvió a la habitación para mirarlos. El azabache jugando con los tres niños le hizo sonreír

― Oi, Atsushi ¿Dónde está la salsa? – escucho al voz de Chuuya. Atsushi se aparto

Una vez en la cocina, Chuuya estaba sentado y Dazai lo miro preocupado – Atsushi-kun ¿estás bien?

― ¿eh? Si, ¿buscaban la salsa?

― Pero Atsushi – le hablo Chuuya – tu cara está completamente roja

― ¿eh? – Atsushi toco su cara - ¿roja? ¿sangre?

― No, torpe

― Chuuya

― Ven – Chuuya extendió su mano y llevo al albino al baño

Akutagawa llego con los tres niños a la cocina – Dazai-san ¿y los demás?

― Parece que Atsushi-kun tiene fiebre, Chuuya lo fue a revisar

― ¿Jinko con fiebre?

― Bueno, vino de la habitación completamente rojo.

Atsushi y Chuuya salían del baño, no era nada al parecer, comieron juntos. Atsushi se encargó de darle el desayuno a Atsu y a los bebés. Atsu disfrutaba de comer hasta quedar tan lleno que su pancita crecía. – Bueno, como estaremos por aquí, iremos a hacer unas compras – menciono Dazai

― No podemos salir

― La vecina chismosa esta tras nosotros

― Ryu, contrólate

― ¿Ryu? – pregunto Chuuya. Ambos chicos se sonrojaron

― A veces me llama por mi nombre

― Sí, eso.

Akutagawa salió con Atsushi y los gemelos. Chuuya cargaba de Atsu y Dazai caminaba tranquilo – estoy nervioso... Estoy nervioso... - mencionaba Atsushi. Y el azabache suspiro.

Entraron en la tienda y claro, su vecina favorita debía estar allí y debía ser a la primera persona que miraran – ¡mis niños!

― Se-señora Fuyumi – sonrió Atsushi

― Maldita chismosa – susurro Akutagawa

― Por fin los veo – menciono la mujer acariciando las mejillas de los bebés – oh

Ambos chicos se miraron, Dazai y Chuuya sonrieron. - ¿Cómo ha estado? Somos amigos de los chicos

― Oh es un gusto, soy la señora Fuyumi, su vecina

― Si, ve-vecina – sonrió Atsushi

― Ambos niños ahora se parecen, ahora los niños son iguales

― Ah, sí ca-cambian seguido – menciono Atsushi nervioso

― Mami – le llamo Atsu

En ese momento Atsushi sintió como todo se caía, Akutagawa cargo al pequeño Atsu – ahora son tres – menciono Akutagawa alegre

― ¿a-adoptaron otro?

― Si, venimos para checarlos – menciono Dazai – ya sabe, estos dos chicos son tan buenos

― Bienvenido pequeño, yo soy la señora Fuyumi. Cuidare de ti y tus hermanos cuando tus padres estén ocupados

Después del gran momento con la señora Fuyumi, Atsushi sentía que el corazón se le iba a salir. Akutagawa palmeo la espalda del albino - ¿estás bien?

― Sí, estoy bien. Esto es bueno

― Si, y ahora tienen 3 retoños ahora, Atsushi-kun las mujeres deben envidiarte

― ¿Por qué soy la mujer siempre?

― Disculpa chico, pero tienes ese sentido de maternidad

Atsushi suspiro, llevaba a los bebés en sus brazos – ire por cremas para su piel – menciono fastidiado

― Creo que esta estresado

― ¿deberíamos hacer algo por él?

― Tres niños, superar traumas, vivir con un mafioso – suspiro Dazai – iré a hablar con él

― Bien, Akutagawa, vamos por pañales

Chuuya y Akutagawa fueron por pañales, Atsushi miraba cremas con ambos bebés, - Atsushi-kun

― ¿ahora de que se burlaran de mí?

― Atsushi-kun entiendo que estas estresado

― Ya no puedo con esto ¿sí?

― ¿necesitas algo?

― Necesito tiempo, esto es estresante. Akutagawa es tan... tan mafioso.

― Esto te tiene harto ¿verdad? ¿quieres regresar a la agencia?

― Si... - le miro – solo quiero... volver.

Ambos chicos regresaron, con una crema suavizante. Atsushi miro al mafioso elegía con dedicación los pañales mientras el carro de compras tenía unas frazadas, e ingredientes para chazuke. Atsushi suspiro más y miro a Dazai – me quedaré...

― ¿estás seguro?

Atsushi sonrió – creo que todos merecen una segunda oportunidad... y creo que intenta arreglarlo. – Le miro serio – hace rato se disculpo

― Bien – sonrió Dazai – quédense juntos.

Atsushi dejo la crema en el carro - ¿dejaras a los bebés allí? – Pregunto el mafioso – dejaré mi abrigo

― Si, gracias.

El mafioso dejo su abrigo, Atsushi acomodo a Ry y Ono. Acaricio su cabello y el mafioso lo miro - ¿quieres algún té?

― Me gustaría de mandarina

― La mandarina sabe mal

― ¿de qué hablas? Es buena

― Por supuesto que no

― Ahora quiero mandarinas

― Bien, compraré mandarinas pero no las acerques a mi

― Me parece buena idea – dijo Atsushi con una gran sonrisa.

Dazai y Chuuya sonreían desde atrás mirando a ambos chicos, quizá y solo quizá no eran necesarios ese día. 



...

¿Les gusta como está quedando?
Atsushi paso por un mal trago y ahora ¿que pasará? ¿Akutagawa sabrá ayudarle? ¿su relación será más cercana? ¿en algun momento se besarán?

¿lo esperan verdad? Quien sabe si pase. 

¡Gracias por leer!

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