No puedo creer que no lo recuerde. Ojalá yo pudiera hacer lo mismo pero no puedo quitármelo de la cabeza. Ya han pasado dos semanas desde aquello y no dejo de pensar en esos cálidos e impacientes labios presionados contra los míos.

???: Ames

Yo: ¿mm?

Sonic: je, y luego te quejas de que me duermo en clase...

Yo: No dormía, sólo meditaba.

Sonic: Toma, tu examen. Me he levantado yo a recogerlo porque estabas en las nubes.

Yo: Idiota.

Le quito el folio de las manos y miro mi nota.

Sonic: ¿Un seis?

Yo: No he estudiado mucho. Es...por culpa de la pintura...debería dejarlo.

Sonic: No digas chorradas, yo te ayudaré a estudiar.

¿Sonic y yo? ¿solos? ¿estudiando? Si hago eso, lo único que conseguiré es enamorarme más de él de lo que estoy ahora y eso precisamente no me conviene.

Yo: No, gracias. Puedo yo sola...

Sonic: Promete que no dejarás de pintar.

Yo: ¿Y qué te importa a tí eso?

Sonic: Tu sólo prometemelo.

Yo: Esta bien, no tengo ganas de discutir ahora. ¿Vamos a cafetería?

Le pregunto al escuchar la campana que indica que ha terminado la clase. Nos sentamos en la mesa de siempre dónde nos reuníamos con Blaze y Silver. En ese momento llega Sally y le tapa los ojos a Sonic.

Sally: ¿Quién soy?

Sonic: Mmm... ¿Knuckles?

Sally: ¿¡Qué?! ¿Tengo voz de tío?

Sonic: Jajaja, era broma. ¿Qué haces aquí?

Sally: No se va a acabar el mundo por un día que no valla a comer con las animadoras. ¿Puedo sentarme?

Blaze: Haz lo que quieras.

Sally: ¡Genial!

Si sienta entre Sonic y yo, provocando que tenga que echarme a un lado para dejar más espacio. Es una buena chica pero a veces me entran ganas de sacar el martillo y... Ufff, ¿cuando me he vuelto tan celosa?

Sally: Oye, Sonic, ¿puedo pedirte un favor?

Sonic: No voy a salir contigo.

Sally: ¡No es eso! Me gustaría que me ayudaras a preparar los exámenes, tengo tantos...

Silver: Es normal a final de trimestre.

Sonic: Vale, supongo de puedo darte clases.

Sally: Que feliz soy, me pasaré por vuestra casa la semana que viene. Bueno, ya nos veremos.

Le da un beso en la mejilla y sale corriendo. Apenas a comido, claro, ya a conseguido lo que quería y puede irse tranquila. Sonic está ahí, cómo si nada, con la expresión más neutral posible. No hay forma de saber lo que está pensando.
Blaze y Silver se quedaron estudiando en la biblioteca y Sonic y yo volvimos a casa junto a Knuckles. Ya que no encontrábamos otra persona que ocupara el lugar de Shadow, le ofrecimos a Knuckles vivir con nosotros, y aceptó sin pensarlo. Sabía que la residencia de la universidad tenían mala fama, pero no pensaba que fuera para tanto.

Rouge: Ya era hora de que llegaras.

Rouge me esperaba en la puerta con los brazos cruzados cómo una madre que estuviera a punto de regañar a su hija.

Yo: ¿Qué pasa?

Rouge: Esto pasa.

Saca un camiseta con una enorme mancha verde.

Knuckles: Bonita camiseta.

Sonic: ¿Qué tiene de malo?

Rouge: ¿No lo veis? ¡La mancha! Uno de los tubos de pintura de Amy se ha roto y lo ha manchado todo.

Yo: Lo siento...

Rouge: Y no sólo eso, apenas hay espacio en la habitación con la cantidad de cuadros que hay por ahí tirados.

Sonic: Siempre puedes cambiarte de habitación.

Yo: Blaze nunca me dejaría quedarme con ella.

Sonic: No me refería a eso, sino al ático.

Yo: ¿Ese lugar polvoriento y en ruinas?

Sonic: Seguro que entre todos podemos dejarlo en condiciones.

Yo: ¿Vais a reconstruir una habitación para mí?

Knuckles: No tan rápido, el ático es tan grande como la segunda planta entera, hay espacio de sobra para todos.

Yo: ¿Qué quieres decir?

Sonic: Tails, Knuckles y yo vamos a formar una banda.

Knuckles: Sip, la batería ocupa mucho espacio y mi habitación está siempre desordenada , por lo que el ático nos viene genial para ensayar.

Rouge: Yo lo veo.

Yo: Un momento, ¿y qué hay de mi intimidad?

Sonic: Sólo estaremos allí por la tarde.

Knuckles: ¿Qué dices?

Yo: ¿Me dejáis la decoración a mí?

Sonic: Si, pero nada de rosa.

Yo: Trato hecho.

Nos pasamos el resto del día en el ático arreglando el suelo y las paredes que estaban casi a punto de caerse. Todos pusimos dinero para la pintura y los muebles y me gusta cómo está quedando. He colgado una cortina en la esquina donde va mi cama para correrla si ellos están dentro y quiero estar sola. También he comprado unos tapones para lo oídos, me harán falta, ya que Knuckles aún está aprendiendo con la batería. Al menos se le da mejor que la guitarra.

Knuckles: ...y entonces, la pared va en verde ¿no?

Sonic: A mi me gusta el rojo.

Yo: creo que el azul turquesa quedaría mejor.

Knuckles: ¿Y naranja?

Sonic: Ni hablar.

Yo: Oye, yo voy a ser la que pase más tiempo aquí, creo que mi opinión tiene preferencia.

Knuckles: ¿Y qué pasa, como yo he sido el último en llegar no importa lo que piense?

Yo: Pues claro que no.

Sonic: Parecéis niños pequeños.

Knuckles: ¿Y qué pasa contigo?

Yo: Yo creo que un niño se comportaría mejor.

Sonic: Tienes razón, Tails, ¿que color prefieres tú?

Amy: Buena idea, dinos, Tails.

Tails: ¿Así que me veis cómo un niño pequeño? ¬_¬

Yo: No te enfades, nos interesa de verdad...

Tails: ¿Y si lo pintais de todos los colores?

Knuckles: .....

Sonic: No tendríamos que haberle preguntado.

Yo: No, es buena idea, dejemos la pared blanca y pintemos notas musicales de distintos colores.

Al fin todos nos pusimos de acuerdo. Me gusta tanto la idea que empiezo a pintar enseguida. Los demás se fueron abajo a cenar pero yo no tenía hambre.

Sonic: Hola. Te traigo un poco de pizza que ha sobrado.

Yo: Graci... Espera, no será de la tuya, ¿verdad?

Sonic: Tranquila -_-"

Acepto el trozo de pizza y me siento en el sillón que había colocado Tails en el hueco de la ventana.

Sonic: Está quedando muy bien.

Yo: Si, pero aun falta un poco... Oye, ¿puedo preguntarte algo?

Sonic: Dispara

Yo: ¿Por qué estás tan obsesionado con que no deje la pintura?

Sonic: mmmm... Me gusta verte feliz.

Yo: ¿Eeh?

Sonic: ¿No te has dado cuenta de la sonrisa que aparece en tu rostro cada vez que coges un pincel?

No puedo evitar sonrojarme. Ahora que lo pienso, suele estar siempre cerca cada vez que estoy pintando y dibujando, ¿en serio se fijaba en eso? ¡Qué vergüenza!