*Final del capitulo editado*

Amy, Sticks y Rouge estaban paseando por el centro comercial cuando la murciélaga se queda embobada viendo el escaparate de una joyería.

Rouge: Miralas, me están llamando...

Amy: Rouge, no. Tus días de ladrona se han acabado.

En ese momento un chico se hacerca a Sticks y le da unos folletos.

Amy: ¿Que es eso Sticks?

Sticks: Aquí pone "la pista de hielo ya estará abierta al público durante todo el invierno". ¿Qué es eso?

Rouge: Es una pista de patinaje hecha de hielo. Valla esta chica tiene que salir más del bosque.

Sticks: Aaah ya sé, las he visto por la televisión, en los anuncios.

Rouge: Si, con esto parece que te descuentan la entrada.

Amy: bah, paso. No me gusta patinar, cuando me caigo me mojo entera y siempre termino helada.

Rouge: yo también paso.-dice mientras tira los folletos a la basura y siguen caminando.

Sticks: tenéis razón, no debe ser muy interesante, lo he visto por la tele: parejas pastelosas dándose la mano mientras patinan y riéndose justos cuando se caen. Es ridículo... ¿Mmmm? ¿Amy?

Al darse la vuelta Rouge y Sticks se encuentran con Amy rebuscando en el cubo de basura.

Minutos después en casa de Tails...

Amy: ¿y bien? ¿que piensas?

Sonic: ¿Patinar sobre hielo?

Amy: Sí, será divertido.

Knuckles: Yo también voy.

Amy: es que solo tengo dos entradas...

Knuckles: Pero si te estoy viendo ahora mismo tres en la mano. Son tres ¿no?

Rouge: Si, cielo, has contado bien.

Amy: Claro, y estaré encantada de dartela...

Amy tira la taza de chocolate caliente de Tails encima de la entrada.

Amy: ¡Ooh que torpe!

Rouge: No pasa nada Knuckles si quieres tu y yo podemos ir a dar una vuelta al centro comercial.

Nukles: No pienso comprarte ninguna joya, Rouge.

Rouge: jo.

Narra Amy

Esto es perfecto: voy a tener una romántica cita con....con mi....mi...m-mi novio... Caos, aún no me acostumbro. Esto es lo que por mucho tiempo esperé, por eso no puedo meter la pata. Debo demostrarle de que no se ha equivocado, que seré la novia perfecta... Todo va a salir bien.

Eso es lo que pensé un segundo antes de pisar el hielo y caerme de cabeza.