Solo Acaba De Empezar

Narra Amy

Quedan unos minutos para media noche. La mayoría de los invitados ya se habían ido, solo quedaban nuestros amigos más cercanos: los chicos estaban bromeando y divirtiéndose haciendo el tonto, ya que más de uno se había pasado de copas. Yo charlaba con las chicas en una de las mesas.

Sally: ¿Esos no se cansan de hacer el ridículo o qué?! -Pregunta mirando a los chicos que estaban "cantando" karaoke.

Rouge: Pues yo creo que Knukles está muy sexy...jajaja...

Blaze: Creo que tú también te has pasado un poco bebiendo.

Rouge: Deja de decir tonterías, Sticks.

Blaze: Soy Blaze.

Rouge: Ups. ¿Seguro?

Sonia: Pues yo no sé vosotras pero yo me voy a divertirme con los payasos.

Sally: Me uno. Igual ligo y todo, jajaja...-Ríe levantándose y dirigiéndose a la pista de baile.

Las sigo hasta allí y permanezco frente a la pista observando la escena. Hoy ha sido un gran día, no podría estar más feliz.

Justo en ese momento siento unas manos que rodean mi cintura y me abrazan tiernamente.

Sonic: ¿Qué haces aquí parada? ¿No vas con ellas?

Amy: Estoy muy cansada. Anoche no dormí nada con los nervios y ha sido un día agotador...

Sonic: Mmmmm... Nos están esperando fuera para llevarnos a casa.

Amy: ¿Eh?-Respondo extrañada sin saber a lo que se refiere.

Él me guiña un ojo y me acompaña a la salida. Nada más abrir la puerta me encuentro con una hermosa limusina blanca aparcada en frente.

Amy: Sonic... Es preciosa. Oooh me encanta.-Digo ilusionada.

Sonic: Sabía que te gustaría.-Abre la puerta y me indica que pase, haciendo una pequeña reverencia como si yo fuera una princesa.

Me acomodo en uno de los elegantes asientos de cuero y dejo escapar un suspiro.

Amy: Gracias por hacerme tan feliz.

Me mira con una sonrisa. Coge mi mano, la besa tiernamente y susurra...

Sonic: Nuestra vida juntos solo acaba de empezar.

Amy: Aún no puedo creerlo.

Sonic: Y todavía queda una sorpresa más.

Amy: ¿Qué es?

Sonic: Es una sorpresa.

Amy: ¡Jo!-Exclamo haciendo pucheros.

La limusina nos deja en frente de casa. Él me abre la puerta y me ayuda a salir, es un poco complicado moverse con el vestido. No me deja dar un paso más antes de cargarme en brazos sin avisar y llevarme al estilo nupcial mientras me río.

Me lleva hasta el piso de arriba y me deja en el suelo mientras que miro el lugar totalmente sorprendida.
La había decorado todo con pétalos de rosa y velas.

Amy:... Esto es muy bonito...-Comento sin aun poder creerlo-¿Lo has echo tú solo? ¿P-para esta noche?

Sonic: Sí, bueno pero si no quieres no tienes que verte obligada.

Amy: ¿Estás loco?

Sonic: No, en serio, no tiene importancia que consumamos nuestro matrimonio esta noch...

No le dejo seguir hablando ya que le doy un apasionado beso que rompe todas las barreras y consigue que empiece a seguirme el juego. Enrolla mis piernas en su cintura y me levanta para llevarme hasta la cama sin romper el beso en ningún momento.

Se inclina hacia mí haciendo que me recueste en la cama y me besa más profundamente. Deslizo las manos por sus púas, dejando que empiece con sus expertas caricias que me hacen enloquecer. Mis primeros gemidos se hicieron presentes al sentir que me quita el vestido bajando la cremallera de este delicadamente a la vez que sus dedos rozan mi espalda. A continuación, vierte un reguero de dulces y sensuales besos en mi cuello haciendo un camino hasta el valle de mis senos. La piel que no cubre el sujetador recibe pequeñas succiones y lamidas mientras que sus manos se deslizan por mi espalda, logrando deshacer el broche de mi sostén en un tiempo récord.

Este instinto de posesión me hace enloquecer, la calidez de su boca y sus manos acariciando mis muslos desnudos me están perturbado. Todo en mí tiembla, todo esto solo me lo puede provocar él, nunca voy a cansarme de tenerlo todo para mi.

Empieza a bajar su boca por mi pecho. Mientras lo hacía, lamía y mordía las partes de mi torso que él quería. Muevo las caderas consiguiendo que su miembro se endureciera más y más. Gemimos al unísono al sentir un calor sobrehumano entre nosotros, ambos respiramos con dificultad llevados por la pasión del momento.

No puedo resistir más mi deseo y lo empujo bruscamente para colocarme sobre él.
Toco con mimo sus duros hombros y se los beso a la vez que le quito la camisa. Me encanta que esté vestido, nunca se lo he dicho pero cada vez que lo veo con traje siento el impulso de arrojarlo a la cama y arrancarle la ropa. Se podría decir que es mi fetiche, simplemente él es mi fetiche, al fin y al cabo, siempre ha formado parte de todas mis fantasías.
Cada acción suya me pone a cien.

Consigo algunos jadeos de su parte al meter las manos en sus pantalones y acariciar su miembro que ya se encuentra totalmente erecto.

Sonic: A-Amy....-Susurra clavando los dedos en el colchón y agarrando las sabanas con fuera.

Decido acabar con su sufrimiento y termino de quitarle las prendas que le quedaban. Respiramos con dificultad y no puedo evitar gemir su nombre al sentir su mano segura sobre mi sexo. Ahora soy ya la que no puede resistirse más.

Amy: ¡Sonic...! T-te necesito ya...

Incapaz de negarse a mis deseos, posiciona su miembro entre mis piernas y lo hunde con cuidado. Sus manos se posan sobre mis caderas ayudándome en mi misión de entrar y salir. De esa manera, sus embestidas comienzan siendo lentas y poco a poco ganando velocidad y haciéndose más persistentes, enviando agradables olas de placer a mi vientre.

Nuestros movimientos están perfectamente acompasados, como si sólo fuéramos uno. Su respiración se vuelve áspera, irregular, igualando a la mía. Siento la familiar aceleración en mi interior. Esto es lo que hace, toma mi cuerpo por completo y lo llena de sensaciones. Todas las veces me hace sentir como si fuera la primera.

De pronto deja salir de sus labios un ronco gruñido y vuelvo a gemir al sentirme llena por él. Toda la tensión acumulada en aquellos días desaparecen para dar lugar a un reguero de placer inmenso.

Sonic: ¿Todo bien?-Murmura cerrando los ojos y echando la cabeza para atrás.

Amy: Maravillosamente bien.-Suspiro en un hilo de voz.

Dominada por la situación, comienzo a mover las caderas de nuevo adelante y hacía atrás buscando mi propio goce. Mi marido contesta dejándose llevar por sus instintos más primitivos y por su deseo implacable y hambriento de empujar en busca del más alto climax. Unos escalofríos de placer lo tensaban y destensaban a cada movimiento.
La marea de fuego abrasador llega a mi interior cuando lo veo estremecerse y le escucho gemir al llegar al orgasmo.

Una locura ardiente se apodera de él y perdiendo el control, me agarra por las caderas y se hunde en mí hasta que tras un gruñido de placer me suelta.

Acabado el baile de lujuria y pasión, nos deslizamos entre las pegajosas sábanas y me acerco a él dejando que envuelva mi cuerpo con sus brazos y deposite un dulce beso en mi frente.

Sonic: ¿Conque cansada, eh?

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