La Nueva Amy

Narra Amy

Era un día normal...otro día normal. Hacía tiempo que no pasaba nada interesante. Si, las típicas tonterías de Eggman. Pero nada había cambiado. No sé, ya me estaba acostumbrando. Por la mañana fui a recoger unas cuantas flores para Cream, que no pudo ir hoy ya que se encontraba un poco enferma, así que hacerle una corona de flores era una idea estupenda para animarle. Cuando llegué me la encontré sentada en la sala de estar junto con su madre, con la cabeza agachada entristecida.

Amy: ¿Qué pasa, Cream? ¿No te encuentras mejor? Mira, tengo algo para ti...

Cream: El señor Sonic se ha ido.

La cesta de flore se cayó al suelo y me quedé petrificada al oír esas palabras.

Vainilla: Cream, pero no lo digas así... Veras, Amy, ya sabes que no les gusta ponerse sentimentales, por eso se han ido sin despedirse. No pasa nada, estamos nosotras. ¿No te gustaría vivir aquí?

Amy: yo...yo...t-tengo que buscar...-Tartamudeo poniendo la mano en el pomo de la puerta, pero Vainilla me detiene.

Vainilla: No, Amy. Ya es tarde. Sé que ya te pedimos esto una vez, pero no va a volver. Entiende que es mejor para ti, cariño.

Aquella noche lloré sin parar, como una niña pequeña, a pesar de que dentro de poco cumpliría los trece. Es tan ridículo. Nadie se merece llorar por alguien que ni siquiera se preocupa de él. Es humillante.

Cream: Amy, es hora de almorzar.

Amy: ¿Ya es medio día?-Pregunté resolviéndome entre las sábanas.

Cream: Si... Mamá dice que puedes levantarte cuando quieras.

Amy: No, espera... Me levanto.

Cream: ¿En serio?

Amy: Si, ya...he llorado suficiente.

Creo que jamás he dado un paso tan valiente en mi vida. A pesar de eso, estuve toda una semana deprimida. Me costaba comer, dormir, salir de casa... Todo me aterraba, así que Cream y Vainilla decidieron hacer todo lo posible para ayudarme, y cuando digo todo quiero decir todo.

Vainilla: Y aquí te traigo unos folletos de clases de música, clubes de deportes... Dime, ¿Qué te interesa?

Cream: ¿Qué tal la jardinería? Siempre te ha gustado.

Amy: De verdad que no me apetece...

Vainilla: ¿Sabes que? A ti te hace falta un cambio. Nos vamos de compras.

Cream: ¡Sii!

Any: no...

Pues al final sí. Me pasaron literalmente por todas las tiendas del centro comercial. Estuvimos horas buscando algo que me hiciera sentir bien conmigo misma. Cream quiso llevarme a la peluquería pero siempre me han gustado mis púas y no veo razón para cambiar de peinado. Lo que sí necesitaba era un nuevo vestuario, algo que no me hiciera ver como una niña pequeña. Al final me decidí por un vestido rosa con botones y unas zapatillas deportivas. Por primera vez se podía notar una pequeña sonrisa en mis labios después de tanto tiempo.

A Cream se le ocurrió la idea de decorar nuestra habitación, ya que ahora vivíamos juntas necesitaba darle un toque de mi estilo. Me pasé toda la tarde moviendo los muebles hasta que quedaron de la forma perfecta. Sé que me obsesioné un poco, pero a mi amiga le encantó el resultado, aunque a mí no del todo. Resultaba que una de las paredes quedaba muy vacía, así que decidí pintar algo. Hice un lindo cuenco de frutas con las pinturas de Cream, el resultado fue mejor de lo que esperaba.

Vainilla: ¿Lo has pintado tú, Amy?

Cream: Sí, es una artista, ¿verdad?

Amy: Bueno, tanto como eso...

Vainilla: No seas modesta, es el nivel de una clase de arte.

Amy: ¿Tú crees?

Vainilla: Solo tienes que ver lo que has echo con la habitación de Cream. Tienes mucho talento para esto.

Sus palabras realmente me alegraron. Había encontrado mi motivación, eso era lo que me falta. Antes de que Sonic se fuera, mi único pensamiento era estar junto a él. Ahora sé quién soy.

Soy Amy Rose...y sigo enamorada de Sonic.

Cream: ¿¡Qué?! ¿¡Quieres ir a buscarlo?! ¡Amy, se supone que lo habías superado!

Amy: Por eso mismo debo mostrarle lo feliz que soy ahora, que estoy bien sin él. Que he cambiado y que se está perdiendo todo esto.

Cream: Eso es una tontería, Amy.

Amy: Lo sé T-T

Cream: Si vuelves a verle volverás a ser como antes, no quiero que eso ocurra.

Amy: Y no ocurrirá. No le quiero. ¿Pero no has pensado que igual él se sienta culpable por herir mis sentimientos y se merezca saber que estoy bien?

Cream: Bueno...visto de ese modo...

Amy: ¡Exacto! Solo necesito que me digas a donde se han ido.

Cream: Está bien. South Island.

Amy: Aaaaww, eres la mejor amiga.-Dice mientras le abrazaba.

Aquella misma noche hice las maletas y partí.

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Vainilla: No va a volver, ¿verdad?

Cream: No.

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