Capitulo 8
"Los momentos efímeros de felicidad parecen que fueran habituales en estos momentos"
—Amelia7celeste
No pude dormir casi pensando en lo que mi padre había dicho, lo cual era raro, ya que las veces que me trasnochaba era por las pesadillas que tenía .
Bajé rápidamente al baño y me alisté, después me dirigí a la cocina donde encontré a mi padre preparando waffles con una gran sonrisa que no me daba buena espina.
—¿Y esa cara de felicidad?—pregunté dándole un abrazo y en ese momento escuché el timbre sonar, inmediatamente fruncí el ceño al mirar el reloj.
—No es ningún ladrón, ve a abrir la puerta —dijo mi padre riendo.
Hice lo que él dijo y al abrirla encontré a una Adaria nerviosa y a un Derek mirando al suelo.
—Hola Tess, ésto no nos gusta molestar pero tu padre nos invito a desayunar —dijo ella con voz baja.
—¿Quién dijo que molestas?. Eres mi amiga y son bienvenidos —respondí sonriendo, Adaria era una gran chica y Derek pues era Derek.
Cuando entramos, papá y Joyce ya tenían todo servido así que nos dispusimos a comer. Después me encargué de lavar los platos.
Mi padre se fue antes ya que tenía una reunión importante, mientras Joyce y Adaria mantenían una conversación en la que estaban muy entretenidos.
—¿Te ayudo en algo?—me puse nerviosa al escuchar la voz de Derek y volver a pensar en la conversación que había escuchado .
—No, ya terminé —dije secándome las manos —. Ya casi es hora de irnos.
—¿A donde vas a ir?.
—Pues a clases —respondí con obviedad.
—Tess, hoy es sábado —respondió Derek con una sonrisa que después se convirtió en una leve carcajada.
—Entonces, ¿ podemos ir a ver las flores?—pregunté con cautela.
—Sí claro, necesito tú ayuda.
—Acompañame a buscar la herramienta —dije emocionada.
Subimos hasta mi habitación y no me dí cuenta de lo que hice hasta que ya estábamos en el interior de ésta.
Derek se quedó mirando de un lado a otro y al ver que lo observaba sonrió.
—Tienes un cuarto muy ordenado.
—Si mi cuarto es ordenado, no me quiero imaginar el desorden del tuyo —respondí abriendo el armario.
—No es tan malo —respondió sonriendo.
—Vamos—dije dirigiendome al primer piso otra vez, me detuve a medio camino porque escuché las risas de Joyce y Adaria.
—Presiento que se están divirtiendo —dijo Derek levantando una ceja.
—Como puedes ser tan sucio —respondí acelerando el paso.
—Yo no dije nada malo, tú quisiste tomarlo de esa manera. ¡La sucia eres tú ! —exclamó riéndose.
No le respondí a Derek, me dispuse a salir y a saltar la cerca para entrar al patio trasero de su casa.
—Tess, no me ignores—al escuchar su voz me volteé para fulminarlo con la mirada pero tenía un aura un poco apagada a pesar de que hace un rato estaba bromeando.
—¿Dónde están las plantas?
—Las tengo en el garaje, iré por ellas.
Vi a Derek adentrarse y me dispuse a sacar las herramientas e ir preparando la tierra, aunque no pude dejar de pensar en la conversación de mi papá con Derek y en sí era ésta la causa de que él pusiera un muro invisible frente a las personas.
Pero también pensé en el parecido que mi papá encontraba entre él y mí yo de hace un año.
—Aqui están las plantas —dijo él colocando dos hermosas Hardy Fucsias a mi lado con delicadeza —. Te ayudaré a cavar.
—Gracias —respondí automáticamente.
—Las gracias te las debo a ti.
—Derek, ¿puedo preguntarte algo ?—interrogué un poco nerviosa.
—Claro —respondió con una sonrisa que se convirtió en una mueca, él se hacía una idea de lo que yo iba a preguntar así que formulé otra pregunta.
—¿Qué te parece vivir aquí?¿Estudiar en la preparatoria ?¿Te sientes cómodo?—pregunté mientras plantaba una de las Hardy .
—Seré sincero contigo Tess, extraño a mis amigos de San Francisco, a ellos los conozco desde que era pequeño, aquí es un buen lugar pero lo más divertido sabes ¿que es? —preguntó mirando en mi dirección a lo que yo negué con la cabeza —. Ver a mi vecina sonrojarse.
En el momento en el que lo dijo mis tontas mejillas reaccionaron tomando un color rojizo que me delataba ante la mirada de Derek y el comienzo de una pequeña sonrisa suya.
—¿Eres molesto lo sabías ?—pregunté entrecerrando los ojos al mirarlo.
—Es parte de mi encanto.
—Oh sí que lo es, por cierto creo que a este paso mi hermano y la tuya nos harán familia.
—Ni lo pienses señorita West, todavía falta mucho para eso —dijo riendo.
—Bueno ya terminé con las plantas —dije recogiendo las herramientas —. Sólo falta regar todo el jardín.
—Ya te paso la manguera.
Unos segundos después él comenzó a regar unas cuantas plantas y de pronto sentí el frío liquido cayendo en mi piel empapándome junto al sonido de sus carcajadas.
—Derek —grité—ya verás.
Le arrebaté la manguera apuntando a su cara y después al resto de su cuerpo empapándolo también.
—No me ganarás Tess —respondió él con una mirada maliciosa al arrebatarme la manguera y volviendo a apuntarme con ella disparando el liquido sobre mí .
Cerré los ojos y me tropecé cayendo encima de Derek, el cual dejo de reír para mirarme seriamente.
Analicé un poco lenta la situación y me dí cuenta que yo estaba sobre él mientras mi camisa blanca se pegaba a mi cuerpo haciendo notar el color y el contorno de mi ropa interior.
Rápidamente intenté levantarme pero me enrede con la manguera y volvimos a caernos solo que esta vez el rodó sobre mí .
Esta situación era rara y su rostro estaba muy cerca del mío pero no me incomodaba, más bien me alegraba poder ver esos ojos azules tan hipnotizantes de cerca, un segundo después mi mirada bajo a sus labios humedecidos por el agua que hacían ver a Derek sexy.
« Nunca había tenido la sensación de que un chico me pareciera sexy »pensé.
Lo único en lo que pensaba en ese momento era en acercarme y besarlo, quería besarlo y ésto era algo que nunca había sentido.
Él pareció ver mi intención y comenzó a inclinar su rostro hacia el mío hasta que mi corazón se detuvo y no sabía desde cuando había estado latiendo tan rápido.
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