Capitulo 10

"Detrás de una sonrisa, se esconde una gran pena"
Amelia7celeste

Mi hermano se dirigió a abrir la puerta y al otro lado se encontraba Derek con sus manos en los bolsillos, desde el sillón me dispuse a ignorar la fija mirada que me lanzaba.

—¿Qué necesitas ?—preguntó mi hermano con rudeza.

—Si, que necesitas —prosiguió Adaria cruzándose de brazos a lo que Derek suspiró.

—Vengo a hablar con Tess —respondió él como si fuese algo muy obvio.

—Ella no está —respondió mi hermano.

Sonreí para mis adentros porque Derek podía verme sentada en el sillón desde la puerta y él pareció notar la pequeña risa a lo que me puso ojos de perrito. Fruncí el ceño al acordarme de lo que había pasado pero a la vez de comprender su actitud porque al principio yo hice lo mismo con mi padre y Joyce.

Suspiré con algo de frustración y nerviosismo mientras me levantaba acercándome a la puerta.

—Hablaré con él, Joyce —le dije a mi hermano mientras pasaba por su lado y cerraba la puerta detrás de mí —¿Dé qué quieres hablarme ?—pregunté a la defensiva.

—Deberiamos de caminar mientras hablamos —dijo él sin siquiera mirarme a la cara.

Caminamos durante un buen rato sin ninguno soltar una palabra hasta que llegamos al parque más cercano y sin pensarlo o hablarlo nos sentamos en una banca.

—Se que nada justifica lo que hice o dije pero no estaba en un buen momento acababa de recibir una llamada de mi padre y no fue un lindo saludo de buenos días —dijo Derek mientras hacía una mueca con su boca —. Mi familia esta en una crisis emocional bastante grave, llevábamos ocho años sin ver a nuestra madre y de un momento a otro mi padre nos manda a vivir con ella en otra ciudad.

—Derek sobre lo que te dije.

—No necesitas explicarte Tess, tú tienes razón soy cobarde en todo el sentido de la palabra pero no me siento listo para dejar de serlo. Necesito al menos reparar una de las cosas que he hecho mal y eso es de lo que quiero hablar. Yo lo siento mucho Tess, no sabía lo de tu madre. Fue algo que no pensé al soltarlo y te debo una gran disculpa.

—¿Tú alguna vez fuiste al psicólogo?—pregunté.

—Varias veces de niño —respondió Derek con una sonrisa.

—Yo nunca había ido a uno hasta hace un año. Desde pequeña fui muy independiente y siempre he sobresalido en los estudios pero lo que más quería era parecerme a mi madre. Ella era una gran abogada, una mujer justa y ayudaba a mi papá con la empresa. Eramos muy felices pero todo siempre tiene un fin como las flores.

—Son hermosas pero efímeras —afirmó Derek.

—Sí. Derek no necesitas enfrentar ésto tú solo, tienes a Adaria.

—No necesitó ayuda de nadie ,ni que fuese un drogadicto Tess —respondió él con un bufido.

—No es así Derek, pensamos que podemos solos pero no es verdad .En los momentos más duros necesitamos a alguien que esté apoyándonos, guiándonos y sobretodo que nos den fortaleza.

—Yo no quiero nada como eso Tess, eso demostraría lo débil que soy.

—Cuando te sientas listo puedes venir y hablarlo conmigo. Seré tu amiga.

A pesar de que intentaba ayudarlo y no ser egoísta sentí un nudo en la garganta al decir éstas palabras «pero ¿ por qué ? » pensé.

—No quiero ser tu amigo Tess —dijo Derek haciendo voltear mi mirada en su dirección.

Sentí un gran alivio y no podía apartar la mirada de sus hipnotizantes ojos. Ahora no comprendía ni un poco de lo que sentía. O tal vez en el fondo lo hacia pero no sabía si era algo normal o no.

No se que pasaba por mi mente en ese momento pero lo único que podía pensar era en la necesidad de darle un abrazo otra vez y tal vez en hacer algo más como besarlo pero me contuve.

—No seré tu amiga pero si te apoyaré en lo que pueda —respondí abrazándolo.

—Sabes, desde pequeño me la pasaba metido en peleas con los niños de mi clase —dijo derek en mi oído.

—No, no lo sabía pero lo imaginaba —dije riendo —vamos chico problemático.

Nos levantamos y caminamos en un silencio cómodo hasta mi casa, al entrar mi hermano nos esperaba frunciendo el ceño.

—¿Dé qué hablaron ?—preguntó susurrando en mi oído.

—De cosas hermano —respondí mirando hacia una Adaria un poco nerviosa —aunque yo veo que ustedes hicieron mucho más que hablar.

Joyce se quedó callado inmediatamente y comenzó a hablar de la comida dirigiéndose a la cocina. Derek se acercó y comprendió lo que pasaba así que solo sonrió mientras negaba con su cabeza.

—Por cierto Tess dejaste tu ropa en mi casa. Te la traeré mañana.

—No te preocupes —respondí quitándole importancia— ¿Se van a quedar a cenar?

—Sí no somos una molestia.

—No lo son —respondí riendo —. A papá le encanta verte aquí, le caes muy bien.

—¿Sólo a tu papá?—preguntó levantando una ceja.

Agaché la mirada porque su pregunta me intimidaba, hace unas semanas él me caía muy mal, su actitud burlona me molestaba pero en éstos días había comprendido la forma en la que Derek veía la vida y que trataba de divertirse a pesar de todo.

—Me caes súper mega mal—respondí sacándole la lengua.

Él sonrió, pero de verdad y al hacerlo vi un pequeño hoyuelo asomarse en una de sus mejillas.

—Oh no te creo. Yo se que me adoras.

—Sigue soñando —respondí mientras reía.

Nos dispusimos a ayudar a Joyce con la cena y después de que todos comimos, esperamos a mi padre para servirle, era raro que se demorara tanto en llegar.

Justo en ese momento el timbre sonó y me levanté para abrir la puerta. Al hacerlo vi a la madre de Derek en un traje de enfermera blanco que resaltaba el color de su cabello.

Ella me dio una pequeña sonrisa con gran nerviosismo. Así que le devolví la sonrisa con la misma amabilidad tranquilizandola.

—¿Están mis hijos aquí?—preguntó ella con una voz dulce.

Iba a responder cuando Derek apareció a mi lado, su mirada se torno oscura y vidriosa a la vez.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top