Era una noche estrellada en el norte, las ciudades de Estados Unidos, Canadá y Alaska se cubrieron de rojo y verde esperando la llegada del trineo de regalos. La primera ciudad en ser visitada fue Queens, Estados Unidos.
Allí, en una casa humilde, una pequeña estaba durmiendo abrazada a su oso de peluche escuchó que tiraron abajo la puerta de su habitación, era Arthur que corrió hacia ella, la ató a una silla y la amordazo.
Acto seguido, imitando su voz chillóna de un niño de 11 años, se comunicó con Santa por medio de la tepatía que aprendió de su padre.