I
Las piedras para encender la estufa definitivamente no habían funcionado a pesar de ser una buena idea, y seguirlos durante el día comenzaba a exasperar. Pese a haber crecido en el bosque saqueando a soldados de fuego y dirigiendo un grupo de niños guerreros, Jet no era una persona paciente, al menos no cuando lo que deseaba conseguir se encontraba tan cerca y a la vez tan lejos.
----Jet, esto es en serio. No puedes hacer esto otra vez. ----Se quejó Smellerbe junto a él en el tejado con Longshot a sus espaldas. ----Estamos aquí para empezar de nuevo, no puedes obsesionarte con dos tipos que fueron amables con nosotros.
Longshot asintió hacia él con mirada severa en apoyo a las palabras de la chica.
----No lo entiendes Bee, si tan solo lo hubieras visto comprenderás por qué debo hacerlo.
A este punto, Jet ya tenía una idea concisa del acto que cada uno promovía: el anciano (quién había dicho llamarse Mushi pero no era Mushi porque seguro era totalmente un nombre falso) actuaba como un hombre agradable, sabio e indefenso (pero no era indefenso si le habían enviado a infiltrarse) con una obsesión al té; y Li (diablos, él no es Li), un misterioso adolescente aparentemente traumado con un terrible pasado obvio reflejado en su apariencia (cicatriz) pero que probablemente sea un asesino sin control de su propio poder.
----¡Ese es el problema, Jet! ¿Por qué debes hacerlo tú? ----Reclamó la chica. ----Aunque de verdad fueran Maestros Fuego, no te corresponde desen-
----¿Entonces debo dejar que se salgan con la suya? ----Interrumpió con desdén----. Esto es Ba Sing Se, Smellerbee, si están aquí es porque la Nación del Fuego está tramando algo. Es mi deber descubrir que planean.
Hubo un silencio incómodo durante unos segundos antes de que Smellerbee soltara un suspiro de resignación y se diera la vuelta.
----¿Y qué hay de lo que nos prometiste? ¿Estás seguro de que no haces esto porque te sientes traicionado por Li? ----Jet se congeló en su lugar, y Smellerbee sin decir más se marchó bajando hacia la oscuridad de la calle apenas iluminada por los faros con Longshot detrás de ella.
Jet lo sabía, estaba seguro de que esos tipos eran de la Nación del Fuego y Mushi era un maestro Fuego. Si, aún tenía que comprobar que Li también lo fuera, pero eso no significaba que él no lo fuera. Sabía que Li era un cenicero aunque muy en el fondo anhelaba que fuera un chico normal sin ningún poder.
~∆~∆~∆~
Zuko estaba harto de Ba Sing Se desde el primer momento en que puso un pie en la ciudad. Por supuesto que la ciudad era todo lo que un refugiado (de su propia nación o de la nación enemiga) podía desear, había gente, comida, trabajo, prosperidad, paz; dentro de esos muros había lo necesario para formar un hogar. Pero no para Zuko. Se sentía asfixiado, no era él mismo, ni siquiera podía usar su nombre real y estaba condenado a vivir como un campesino junto a su tío.
Ba Sing Se, tan gloriosa ciudad como era lo ponía enfermo.
Trabajar en la Tienda de Té de Pao era agotador, más de lo que debía de serlo después de acostumbrarse a entrenar por largos periodos de tiempo durante años; las mañanas, que se conocen como un regalo de Agni, comenzaban a tornarse frustrantes y ociosas, el tío incluso había mostrado su preocupación cuando Zuko comenzó a despertar más tarde de lo habitual y no al amanecer como cualquier Maestro Fuego. Y aunque Iroh atribuyó el creciente mal humor de su sobrino al cambio de ambiente, tras varios días y después de descubrir a Zuko tambaleándose en la cocina de Pao, la sospecha de que algo andaba mal solo creció.
Después de tres semanas de haberse mudado, Iroh insistió demasiado en que Zuko debería asistir a un médico que no tuvo más remedio que tomarle la palabra . Después de una búsqueda exhaustiva por parte del tío (mejor dicho: recomendaciones de clientes ancianos de la Tienda de Té), Zuko fue a parar con un curandero del anillo inferior; según la información que obtuvieron de él, el curandero era un maestro de la Tribu Agua llamado Korel que escapó del norte para ser un médico y no un guerrero como dictaban las leyes de la tribu y terminó instalándose en la ciudad para evitar la guerra, este normalmente trabajaba con dolencias de ancianos y niños, sin embargo le habían asegurado a Zuko que no se negaría a atender a alguien que lo necesitara.
----Eres un joven adorable ¿Que te trae por aquí?
Zuko frunció el ceño ante lo ajeno del hombre mientras se sentaba frente a él en un tapete y comenzaba a explicar lo que había estado mal las últimas tres semanas (claro, con excepción de síntomas que podrían delatarlo, como el despertarse con el sol o lo poco acompasada que estaba su llama con su respiración), e incluso soportó que colocará su agua mágica helada sobre el pulso de su muñeca.
----No parece ser nada serio a simple vista----, hizo una pausa. ----Muchas enfermedades tienen que ver con los chacras ¿Eres un maestro?
Zuko dudó por un momento, no podía decir que sí porque él era un maestro Fuego, no un maestro Tierra, pero tampoco podía negarlo si lo que estaba mal tenía que ver con sus poderes. Entonces asintió confirmándolo.
Después de unos segundos de revisión el hombre cambió su expresión amigable por un ceño fruncido de concentración que inmediatamente cambió a una sonrisa de alegría muy parecida a las que el tío le dirigía. Por la forma en que el curandero había reaccionado Zuko supo que lo que sea que tuviera no era nada grave.
Entonces el anciano soltó la pregunta más extraña y vergonzosa que jamás se imaginó tendría que escuchar:
----En las últimas semanas ¿Has estado de forma íntima con alguien?
...
Minutos más tarde, tras un grito proveniente de la habitación continua, Iroh corrió desde la sala común de la casa donde esperaba a su sobrino hasta el lugar del que provenía la conmoción abriendo la puerta con brusquedad.
----¡Sobrino ¿Estás bien?!
Observó detenidamente la escena en busca de amenazas, deteniéndose en la figura de su sobrino quien observaba conmocionado la pared y movía las manos buscando la puerta detrás de él, y al anciano curandero que se mantenía impasible ante su paciente.
Zuko volvió a la realidad y corrió fuera de la habitación, deteniéndose en la entrada de la casa mientras respiraba con dificultad. Iroh no lo siguió, en cambio se dirigió preocupado al anciano esperando una respuesta.
----Felicidades señor. ----Sonrió el hombre aplaudiendo----. Parece que será abuelo.
Y por primera vez en años, Iroh estaba verdaderamente sorprendido.
~∆~∆~∆~
La conversación con Smellerbee semanas atrás había dejado tensa la relación entre él y sus compañeros. Jet, por supuesto, quería cumplir la promesa que les había hecho antes de emprender el viaje hacia Ba Sing Se, pero su mente no dejaba de pensar en la Nación del Fuego y en qué Li y Mushi estaban ahí, en la ciudad impenetrable. Pero cada vez que sus pensamientos se desviaban tan solo un poco a la insinuación de Bee (claro que no lo hacía porque se sintiera traicionado), las emociones dentro de él se volvían en un caos arrollador que prefería evitarlo a toda costa. Y es por eso que a pesar del paso de las semanas, de que estaba intentando ser paciente en su "misión" y de haber conseguido un empleo por su bien y el de Bee y Shot, aquí estaba, siguiendo a Li y su tío entre los callejones de la ciudad para evitar ser visto por ellos.
Vio cómo entraban a una casa bien cuidada en el anillo inferior (que sospechaba era una base espía) por lo que decidió subir al tejado para observarlos por la ventana. Sin embargo todo había estado tranquilo, observó cómo un anciano guiaba a Li a otra habitación distinta a la de Mushi y comenzaban a hablar de algo que no alcanzaba a escuchar. Se sorprendió mucho al ver a la vez al hombre haciendo agua control sobre Li.
"Demonios" pensó, "algo está pasando".
Tan inmerso estaba en todo que apenas pudo seguir el ritmo del drama que sucedió a continuación. Li salió exaltado de la casa, deteniéndose en la entrada claramente exaltado, mientras que Mushi, a través de la ventana, lo pudo observar con expresión de sorpresa.
Después de que Li nuevamente corrió en una dirección aleatoria de la calle, Jet de debatió internamente si debía seguirlo o esperar a que su tío saliera y acecharlo a él. Quería ir con Li, algo dentro de él se sentía mal al verlo de esa forma tan exaltado y confundido, pero sabía que claramente algo había sucedido en esa casa, algo tan malo para los maestros fuego que probablemente le daría la información que necesitaba para terminar con todo eso de una vez por todas y continuar con su vida libre de la Nación del Fuego. Así que continuó en el tejado dejando sus deseos de lado y esperó a que Mushi se fuera.
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Korel despidió a Mushi con un deseo de buena suerte y regresó a la habitación anterior lamentándose un poco porque el joven chico no se tomara la noticia tan bien como esperaba. Recogió el par de tapetes del suelo y mientras los guardaba en el pequeño armario escuchó una pisada caer a través de la ventana abierta. Buscando guardar la calma, el anciano se dio la vuelta tomando el agua de un pequeño jarrón con flores sobre la mesa marrón de la esquina y del cuenco del suelo colocándola frente a él de forma protectora.
----¿Quién eres tú?
Jet dio un paso amenazante con ambas fu tao en sus manos.
----Eso no es lo importante----, despotricó. ----Quiero información y solo tú puedes darmela.
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----¡Jet! ----Gritó de forma ahogada Smellerbee corriendo hacia la forma tambaleante de su hermano. ----¿Estás bien? ¿Qué sucede?
Longshot sujetó a Jet por uno de sus brazos y lo guío hacia el catre en la esquina del destartalado y pequeño departamento que recién habían adquirido después de haber pasado semanas en un complejo de apartamentos compartido con otros refugiados. Lo mantuvieron firmemente sentado intentando hacer que este respondiera con cualquier palabra o frase, sin embargo Jet ni siquiera escuchaba, sus pensamientos se encontraban en total y completo caos. Al salir de la casa del curandero lo único que le mantuvo erguido hasta llegar a casa fue el arrepentimiento de entrar e interrogar a ese hombre.
Seguía en shock aún sin procesar completamente el nuevo descubrimiento. Por una parte, insignificante a comparación con el punto principal, al menos ya tenía claro que Li si era un Maestro Fuego (o un maestro al menos debido a la posibilidad), pero lo más importante, el estado de Li no podía ser una coincidencia sino un hecho, había pasado las últimas tres semanas vigilándolo y en ninguna ocasión se había relacionado con alguien más que para servir té... Excepto él, con Jet, en el ferry.
----Jet, por favor, háblanos. Di lo que sea----, rogó Bee, suplicando que el castaño se encontrará bien. Longshot apretó su agarre sobre sus hombros y Jet pudo ser un poco (solo un poco) más consciente.
----Creo que voy a ser padre.
La habitación se quedó en silencio.
----Mierda.
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