SAGA FREEZER-CAPITULO 35-LA TECNICA SECRETA DE KAME

Goku abrió los ojos y rápidamente se giro para mirar a los demás.

-¡Cubranse!-Les grito Goku provocando la sorpresa de los guerreros. De pronto a una explosión de velocidad Goku desapareció a una velocidad impresionante. Todos quedaron impactados buscando a Goku. Arriba, a la izquierda, la derecha, no lo encontraban, hasta que se escuchó una gran explosión a la lejania.

Una montaña había sido destruida y en el aire se encontraba Freezer con su mirada estoica y seria, mientras Goku se encontraba debajo de los escombros. Había recibido una gran tacleada de Freezer, hasta que terminó estrellado en medio de esta montaña.

Con un gruñido, Goku, salió de entre los escombros rápidamente mientras el Emperador lanzaba un rayo de la muerte. Floto en el aire, mientras aquella montaña se reducía a polvo seguida de una gran explosión...Goku frunció el ceño, si hubiera recibido ese ataque, habría muerto al instante. Su mirada entonces se enfoco en el emperador Galáctico, quien no lo dejo de mirar con aquella mirada sería e irritada.

-Grrr....¡Kaio Ken x10!-Rodeandose en su aura de Kaios Ken, Goku, voló a gran velocidad hasta acercarse a Freezer. Intercambio algunos golpes con el, patadas y puñetazos, pero cada uno de sus ataques era repelido por el emperador. Viendo que no podría hacerle nada, Goku, se alejo un poco, pero Freezer no lo dejaría pensar en alguna estrategia.

Cuando Goku volvió su mirada a su enemigo, se dio cuenta de que no estaba frente a el. Con sorpresa, rápidamente uso su percepción del Ki y por pura suerte, detuvo el golpe del emperador que estaba destinado a su mejilla derecha.

Freezer abrió ligeramente los ojos, pero no dejo perturbarse. Lanzo otro golpe lo que provocó que Goku se agachara y girarán en el aire, intentando darle una patada a Freezer en su costado. El emperador con su antebrazo detuvo la patada, mientras usaba su cola para golpear el pecho de Goku, pero este inbullendo su puño en Ki, golpeó el pecho de Freezer golpeándose al mismo tiempo, alejándose uno del otro.

Incapaces de obtener ventaja el uno sobre el otro, Goku y Freezer retrocedieron y flotaron a una corta distancia el uno del otro en el aire. El pecho de Goku subía y bajaba pesadamente, su respiración se agitaba mientras la monstruosa tensión del Kaioken empujaba sus músculos al límite. La tenue aura roja que lo rodeaba parpadeaba débilmente como una vela a punto de apagarse.

Freezer, aunque todavía estaba de pie, no le iba mucho mejor. Su respiración era irregular y su compostura habitual se estaba desmoronando. Una mano descansaba sobre su pecho, justo encima del profundo y descolorido moretón que le había dejado el golpe de Goku.

Por un momento, ninguno de los dos hizo un movimiento mientras sus miradas se cruzaban en una batalla de voluntades tácita. El aire entre ellos se volvió opresivamente pesado hasta que Freezer finalmente rompió el silencio, su voz teñida con un leve dejo de tensión.

-Aun sigues sorprendiendome Saiyajin...Tienes trucos que pueden hacerme daño-Dijo Freezer viendo el moretón en su pecho-Jamas me habían logrado dañar de esta manera...Ahora tengo curiosidad...Dime Saiyajin ¿Cuál es tu nombre?-

-Son Goku -Respondió Goku provocando que Freezer levantará su ceja

-¿Son Goku? Un nombre extraño para un Saiyajin, pero no soy nadie para juzgar...Muy bien, continuemos con esto, Son Goku, veamos cuánto puedes durar contra mi-

Con forme convicción, Goku, asíntio,  la conversación se apagó rápidamente. Fue una conversación cuya longevidad estaba condenada desde el principio.

La batalla se reanudó. El cielo se oscureció, como si los cielos mismos retrocedieran ante la furia desatada debajo. Cada colisión de sus poderes sacudió Namek hasta sus cimientos, enviando fisuras que brillaban como vetas de luz fundida que se extendían por el torturado planeta.

Para Namek, esto no fue una simple batalla: fue un cataclismo.

ABAJO CON LOS DEMAS

Gohan se acercó al cuerpo de Piccolo de su bolsillo saco la bolsa con las semillas del ermitaño que su padre le había entregado antes. Busco entre la bolsa y se dio cuenta de que solo quedaba una...Con el ceño fruncido, pensó en todas las posibilidades y si era recomendable usar aquella importante semilla...Pero al ver a su maestro herido, Gohan, tomo una desición y acercó la semilla a su boca, pero sorpresivamente Piccolo levanto su mano y lo detuvo.

-Guarda...la...semilla-Le ordenó Piccolo

-Peor señor Piccolo, si no le doy la semilla podría morir-Dijo Gohan preocupado, pero Piccolo no cambio su mirada, más bien sus ojos se dirigieron al otro Namekiano del grupo

-Den..de-Hablo provocando que el pequeño Namekiano viera a Piccolo, rápidamente se dio cuenta de la situación y se acercó a el levantando sus manos, empezando a curar el cuerpo de Piccolo. Tras unos momentos, se levantó, no con todas sus heridas curadas, pero si lo suficientemente estable como para continuar peleando.

-Las cosas se están tornado peligrosas-Dijo Steve sintiendo como la tierra a su alrededor comenzaba a temblar y el mar se agitaba peligrosamente provocando pequeñas olas que se estaban volviendo más grandes-Debemis buscar un lugar alto para estar seguros-Dijo mirando a los demás y al recuperado Piccolo.

Pero un repentino y furioso grito de dolor atravesó el cielo, lo suficientemente fuerte como para alcanzar al grupo de abajo.

Sus ojos se dirigieron rápidamente hacia la fuente del grito, justo a tiempo para ver a Goku, con los dientes al descubierto como un animal salvaje, mordiendo la cola de Freezer. La mordida fue aparentemente tan intensa que el indignado emperador no pudo liberar su cola, lo que lo mantuvo en su lugar.

Las expresiones colectivas del grupo se volvieron extrañas.

-¿Goku... lo está mordiendo?-Pregunto Natasha, sorprendida y algo confundida.

-Sí. Le hizo lo mismo a mi padre-comentó Piccolo con indiferencia, mientras se frotaba distraídamente el viejo dolor fantasma del pulgar con el índice. Lanzó una mirada acusadora a Krillin

Krillin se movió incómodo y evitó el contacto visual con vergüenza ajena.

El prestigio de la Escuela Tortuga pareció sufrir un pequeño golpe en ese momento.

Vegeta, por su parte, se burló, con los brazos cruzados sobre el pecho.

-Qué táctica más deshonrosa-murmuró, aunque un leve tono de aprobación a regañadientes lo delató.

El extraño espectáculo no duró mucho. La alarma se apoderó de los rostros de todos cuando el cuerpo de Freezer se tensó visiblemente y cruzó los brazos con fuerza sobre el pecho. Su figura estalló en un resplandor naranja abrasador, tan intenso que los espectadores que estaban abajo tuvieron que entrecerrar los ojos.

Entonces, sin previo aviso, una inmensa onda esférica de energía explotó hacia afuera. Era la Supernova liberada una vez más como una barrera en rápida expansión.

Y Goku, atrapado en el epicentro, fue golpeado a quemarropa, con los dientes primero.

Pero esta vez, algo era diferente. A diferencia de las iteraciones anteriores de la barrera de supernova de Freezer, que se disipaban naturalmente a medida que se expandían, esta no lo hacía. El enorme orbe de energía se congeló a mitad de la expansión como si estuviera congelado en el tiempo.

Luego, como si se tratara de un cristal roto, unas grietas irregulares y dentadas comenzaron a formarse como una telaraña en su ardiente superficie. Dentro de esas fisuras, unos zarcillos de energía de color púrpura oscuro serpenteaban hacia afuera, como si el veneno se esparciera por las venas.

A medida que la barrera seguía fracturándose, la atmósfera se tornó sofocante y la propia energía pareció espesar el aire. Luego, con un crujido ensordecedor, la barrera se rompió por completo.

Como una mariposa que se deshace de su capullo, Freezer emergió del corazón de la Supernova aún más fuerte que antes.

Todos en el suelo se quedaron congelados.

-¡Tienes que estar bromeando! ¿ Todavía se estaba conteniendo?-

Por encima de ellos, la silueta de Goku resurgió de entre los restos de la barrera destrozada por la Supernova. Aunque estaba maltrecho y visiblemente luchando, Goku se mantuvo firme y su aura brilló desafiante contra el poder de Freezer.

Los gritos de aliento que provenían de los márgenes se fueron apagando y fueron reemplazados por un silencio pesado e incómodo a medida que el tono de la batalla cambiaba. Lo que alguna vez había sido una contienda feroz y pareja ahora se inclinaba decisivamente a favor de Freezer.

Especialmente ahora, después de llevar el Kaioken al límite durante tanto tiempo, el vigor inicial de Goku casi se había desvanecido. Junto con la dura verdad de que el poder bruto de Freezer ahora excedía al de Goku, lo que había comenzado como una postura esperanzadora se estaba desmoronando rápidamente en una paliza brutal y unilateral.

Aunque la determinación de Goku nunca flaqueó, ahora estaba completamente a la defensiva, luchando desesperadamente por mantenerse en la pelea. Y con eso, la energía alguna vez esperanzada de los espectadores de abajo se desvaneció en un silencio sofocante.

ALLA ARRIBA

"KAME HAME..."

Muy por encima de la temblorosa superficie de Namek, una luz azul brillante se concentró en las palmas extendidas de Goku. El resplandor radiante envolvió su figura, rodeándolo con un halo resplandeciente que iluminó el campo de batalla.

Sin embargo, Freezer no era tonto. No tenía intención de permitir que se completara un ataque tan devastador. Con un gruñido, el tirano se lanzó hacia adelante como un rayo, con el objetivo de romper la concentración de Goku. Sus ataques fueron rápidos y calculados, cada uno apuntando a puntos críticos que no dejaron a Goku otra opción que pasar por completo a la defensa.

Desconcertado por el ataque de Freezer, Goku tomó una decisión instantánea: lanzar el orbe brillante de energía hacia el cielo en lugar de arriesgarse a que detonara en sus manos. El Kamehameha, que aún no había sido lanzado, se arqueó hacia el cielo, con una trayectoria apenas desviada de la vertical perfecta, y desapareció entre las nubes.

El momento de distracción le costó caro a Goku. Su aura Kaioken comenzó a parpadear y desvanecerse mientras el bombardeo interminable de Freezer golpeaba cada centímetro de su cuerpo.

Con la desesperación apoderándose de él, Goku aprovechó una oportunidad fugaz. Con una repentina oleada de poder, desató un poderoso Kiai que atacó a Freezer en diagonal hacia arriba. El ataque no lastimó al tirano (no estaba destinado a hacerlo), pero le dio a Goku unos segundos preciosos que necesitaba para contraatacar.

Apretando los dientes, Goku se abalanzó. Pero sin el Kaioken, su velocidad había disminuido considerablemente. Seguía siendo increíblemente rápido, más rápido que la mayoría, pero contra Freezer no era suficiente.

Freezer recuperó la compostura con una rapidez increíble. Sus ojos carmesí brillaban con malevolencia mientras un enorme rayo de Ki salía de su mano extendida hacia Goku, que se acercaba a una distancia peligrosamente corta. La voz de Freezer estaba impregnada del júbilo triunfante de un depredador que se acerca para matarlo.

"¡MUERE, MONO!"

Pero lo que ocurrió después dejó a todos sin palabras.

Goku giró en pleno vuelo y su cuerpo ejecutó una rotación tan perfecta que casi parecía de otro mundo. El rayo de Ki persiguió su hombro mientras giraba, rozando tan cerca que pareció rozar su bíceps, pero por poco no lo alcanza

Fue una maniobra increíblemente suave, una exhibición ingeniosa de técnica y gracia.

Desde el suelo, Nappa dejó escapar un rugido entusiasta.

¡Jodidamente hermoso!-

Nadie podría estar en desacuerdo. La maniobra fue ejecutada con tanta maestría que pareció de otro mundo.

A tres cuartas partes de su giro, Goku extendió su mano hacia arriba y, con una sincronización perfecta, el orbe Kamehameha que había lanzado antes aterrizó de lleno en sus palmas extendidas. La rotación de Goku continuó sin problemas y terminó con él posicionado justo al alcance de la mano de Freezer, ligeramente debajo de él, en un ángulo perfecto para un contraataque.

Freezer, atrapado en los momentos finales de su propio ataque, no pudo detener de inmediato el enorme rayo de energía que rugía desde las puntas de sus dedos. Sus pupilas carmesí se abrieron de golpe hacia Goku, ensanchándose por la sorpresa y la furia cuando se dio cuenta.

El tiempo mismo pareció congelarse cuando los dos luchadores se miraron a los ojos.

De repente, el intenso aura carmesí de Kaioken estalló alrededor de Goku, ardiendo con una intensidad renovada mientras aprovechaba las reservas de Ki que no sabía que aún poseía. Esta vez llevo su Kaios Ken a límites sus no había experimentado, un Kaio Ken aumentaod 20 veces.

"¡HAAAAAMEEE...!"

El rayo estalló en un torrente colosal de energía concentrada.

El ataque de Freezer se desmoronó instantáneamente ante el Kamehameha. La forma del tirano fue tragada por el océano de luz azul, sus gritos primero fueron amortiguados y luego silenciados cuando la energía lo consumió por completo.

El cuerpo de Goku tembló violentamente, agotado hasta el borde, pero se negó a ceder. Sus dientes rechinaron con tanta fuerza que parecía que se iban a romper, y su voz se fusionó con el rugido atronador de energía mientras vertía todo lo que le quedaba en el ataque.

"¡HAAAAAAAAAAAA!"

El rayo brilló aún más, su brillo eclipsó todo lo demás mientras la figura de Freezer desapareció por completo dentro del rayo de Ki.

Durante diez segundos insoportables, Goku mantuvo el ataque, pero al final, sus reservas se acabaron. Como un tanque de gasolina que se está agotando, el rayo comenzó a oscilar cuando sus reservas alcanzaron su punto de ruptura.

Con una última y estremecedora oleada, la energía se agotó y se disipó en volutas de luz dispersas.

Goku se tambaleó y el aura feroz de Kaioken que lo rodeaba chisporroteó débilmente antes de desaparecer por completo. Agotado más allá de toda medida, flotó entre los ecos que se desvanecían de su ataque más poderoso.

Sus párpados se cerraron por la fatiga mientras miraba fijamente el resultado.

Los sentidos de Ki de Goku se tensaron mientras buscaban cualquier rastro de la firma energética de Freezer. Pero su propio Kamehameha había inundado el aire con tanta energía residual que sus sentidos estaban casi cegados. Era como intentar usar la visión térmica inmediatamente después de una explosión: todo lo que vio fue estática y caos.

Entonces, no podía discernir si el Ki de Freezer realmente había desaparecido o simplemente estaba enmascarado bajo la energía residual.

Pero desafortunadamente Goku estaba destinado a la decepción.

A medida que el polvo asfixiante comenzó a asentarse, una silueta flotante emergió de la bruma.

Freezer.

El cuerpo del tirano era un desastre de moretones y quemaduras. Partes de su piel, que antes era blanca y parecía una armadura, estaban marcadas por quemaduras y delgadas volutas de humo se elevaban de su cuerpo como los restos de una brasa moribunda. Una marca de mordedura reciente y sangrienta adornaba la punta de su cola, mientras que el oscuro y feo moretón en su pecho permanecía. De vez en cuando, su cuerpo sufría espasmos involuntarios.

Pero a pesar del daño, Freezer se mantuvo firme. Sus ojos carmesí ardían con puro odio mientras miraba a Goku con malicia.

El momento se alargó. Entonces, en un destello demasiado rápido para que los ojos exhaustos de Goku pudieran seguirlo, Freezer desapareció.

El puño de Freezer se estrelló contra el estómago de Goku como un martillo, salpicando sangre de su boca. Su visión se nubló y sus brazos cayeron flácidos a sus costados mientras la fuerza lo abandonaba por completo.

Y así, sin más, se acabó.

La última esperanza de los Guerreros había sido derrotada.

Mientras el cuerpo de Goku se desplomaba hacia el suelo, la mano de Freezer, no su cola, salió disparada y lo agarró por el cuello. El impulso de la caída de Goku se detuvo abruptamente cuando el tirano levantó al maltrecho guerrero para inspeccionarlo.

Los ojos carmesí de Freezer se entrecerraron mientras estudiaba a su enemigo derrotado. La cabeza de Goku se inclinó hacia un lado, sus párpados revolotearon débilmente mientras se aferraba a la más mínima pizca de conciencia. Freezer inclinó la cabeza, reflexionando sobre este hombre que lo había obligado a ejercer tanto de su poder.

-Después de todo, mi padre tenía razón-Murmuró Freezer en voz baja-Me he vuelto complaciente-

Y, por muy molesto que fuera, tuvo que reconocer el poder de Goku.

Su mirada se desvió y escudriñó el campo de batalla. La devastación que los rodeaba contaba la historia de la dura batalla que se había librado. Y, por primera vez, ya no quedaban enemigos que pudieran desafiarlo. Sus agudos ojos localizaron rápidamente al resto de la galería de cacahuetes a lo lejos: los testigos silenciosos de su victoria.

Su expresión se oscureció levemente mientras su mirada se detenía en el grupo. Parecían prácticamente ilesos, sus cuerpos habían recuperado misteriosamente su salud perfecta.

Con una mueca de desprecio, Freezer comenzó a descender, con Goku todavía colgando sin fuerzas en sus manos. Aterrizó en la tierra quemada con un leve crujido.

El grupo se puso rígido a medida que el tirano se acercaba.

La expresión de Freezer permaneció indescifrable mientras se detenía a poca distancia. Sin decir palabra, extendió el brazo y arrojó a Goku a sus pies. El Saiyajin cayó al suelo con un golpe suave, rodando ligeramente antes de detenerse, inmóvil.

El grupo se quedó paralizado, sus miradas iban del cuerpo arrugado de Goku a los ojos fríos y calculadores de Freezer.

El tirano dejó que el silencio se prolongara, saboreando el terror. Finalmente, habló, con una voz desconcertantemente serena.

-No sé cómo se han curado todos-comenzó, mientras sus ojos carmesíes recorrían con frialdad cada uno de los rostros-Y, francamente, ya no me importa-

Se cruzó de brazos, con una postura engañosamente casual, aunque una abrumadora sensación de peligro irradiaba de él.

-Ustedes deberían estar orgullosos-Continuó-Son los únicos en todo el universo... no , en la historia del universo... que alguna vez me han obligado a usar la mitad de mi poder. Bueno, aparte de mi padre y Cooler, por supuesto-

Su mirada se detuvo en Piccolo y la entrecerró levemente. A pesar de las heridas del Namekiano, Freezer seguía desconfiando de su aparente retraimiento.

Con un movimiento casual de poder telequinético, Freezer levantó a Goku del suelo por el cuello, dejando que la cabeza del guerrero derrotado cayera hacia adelante.

Una sonrisa cruel se dibujó en los labios de Freezer mientras retiraba su mano libre, sus dedos se apretaron en una garra rígida, lista para perforar el pecho de Goku y arrancarle el corazón. Tenía la intención de terminar esta confrontación de manera decisiva y extinguir la vida del insolente guerrero que llevaba las esperanzas de este lamentable grupo.

Pero antes de que alguno pudiera hacer un movimiento, un grito repentino y autoritario los interrumpió a ambos.

"¡FREZEERR!"

El grito sonó con tanta autoridad que no se lo pudo ignorar. Freezer se detuvo en medio del movimiento, con su mano con garras suspendida, y giró la cabeza hacia la fuente de la interrupción.

Para su sorpresa (y la de todos los demás), era Vegeta.

El príncipe saiyajin había dado un paso audaz hacia adelante, separándose de los demás. Su postura era resuelta, sus hombros rectos y sus puños apretados con fuerza a los costados. Su rostro era una tempestad de emociones: ira, desafío y algo mucho más profundo justo debajo de la superficie.

Pero fueron sus ojos los que se robaron el momento.

Los ojos de Vegeta estaban en llamas .

Por un momento, Freezer se quedó mirando fijamente, ligeramente sorprendido por la fuerza de voluntad del príncipe. Luego, lentamente, una sonrisa fría y burlona se dibujó en sus labios.

-¿Ah, sí? ¿Qué es esto?-Se burló con fingida incredulidad-¿Estás dispuesto a dar el paso hacia el centro de atención por él, Vegeta? Parece que nuestro pequeño príncipe finalmente encontró su coraje-

Pero Vegeta no mordió el anzuelo.

Avanzó con pasos firmes y deliberados, y el sonido de sus botas al chocar contra el suelo destrozado resonó en el tenso silencio. Sus puños se apretaron con más fuerza con cada paso, sus nudillos palidecieron a medida que su determinación se solidificaba. Por primera vez en lo que parecía una eternidad, el orgulloso príncipe saiyajin se acercó a Freezer, no con miedo ni aprensión, sino con un propósito absoluto.

Vegeta se detuvo a unos pasos de distancia. Su voz era tranquila, pero tenía un tono inconfundible.

-Esto no tiene nada que ver con Kakarotto-Declaró Vegeta-Se trata de orgullo, ¡el orgullo de un Saiyajin! Incluso si soy derrotado hoy, incluso si es mi último aliento, ¡lo enfrentaré de frente! ¡Me niego a acobardarme!-

Freezer parpadeó y luego se rió .

-Bien-Ronroneó Freezer mientras su risa se desvanecía en un tono aterciopelado-Me complace mucho que entiendas que no hay vuelta atrás en tu traición, sin importar cuán poderoso te vuelvas. Ese puente, querido Vegeta, quedó reducido a cenizas hace mucho tiempo-Su sonrisa se afinó hasta convertirse en una línea muy definida y sus ojos carmesí se entrecerraron-Pero espera tu turno. Estoy ocupado-

Vegeta, sin embargo, no quiso esperar. Dio un paso adelante, completamente impávido, como si Freezer no hubiera dicho nada.

-Ya has aplastado al más fuerte entre nosotros, Freezer. Felicidades. Has ganado-

Freezer parpadeó ante el cambio abrupto de tono e inclinó la cabeza ligeramente hacia Vegeta, desconcertado. Todos los demás hicieron lo mismo.

Vegeta ignoró la extraña elección de sus propias palabras, respiró profundamente y siguió adelante sin dudarlo.

-Kakarotto y ese Namekiano se han ganado tu cautela. Lo puedo ver en tus ojos. Te han desconcertado. ¿Pero yo?-Soltó una risa aguda y amarga- No he sido más que un mosquito zumbando alrededor de tus oídos durante toda esta batalla, ¿no? Absolutamente insignificante-

Su voz se alzó con fervor.

-¡Entonces, por qué vacilaste, Freezer! ¡Enfréntate a mí! Soy el príncipe de la raza que buscabas borrar de la existencia, y ahora estoy ante ti. ¡Lucha contra mí... acaba con ella, si puedes!-

-Uh, Vegeta, ¿qué estás haciendo?-La voz de pánico de Nappa resonó, pero Vegeta lo ignoró. En cambio, abrió los brazos.

-Siempre te ha gustado el teatro, Freezer. Así que aquí tienes tu gran actuación: el príncipe saiyajin, enfrentándose al Emperador de la Galaxia. Una batalla digna de tu ego. ¿O te negarás la emoción y te conformarás con las migajas?-

Freezer inclinó la cabeza hacia el otro lado, no menos desconcertado que antes. Sus labios se apretaron en una leve sonrisa mientras forzaba una risa.

-Qué intrigante, Vegeta. Aprecio la consideración de tu oferta, pero debo admitir que tu razonamiento detrás de todo... esto-Hizo un gesto vago hacia Vegeta-Se me escapa. Así que, explícate. ¿Por qué este torpe intento de provocarme? ¿Por qué ser el primero en morir significa algo?-

Vegeta dudó, pero cualquier duda que lo invadiera fue rápidamente desterrada.

-¡Porque Kakarotto no tiene el deber de enfrentarse a ti!-Declaró, alzando la voz-¡Pero yo, Vegeta, el Príncipe de todos los Saiyajin, sí! ¡Tal es el peso del título de Príncipe: Una noble obligación!-

Hizo una pausa y cerró los ojos por un momento, como si estuviera reuniendo hasta el último miligramo de determinación. Cuando los abrió de nuevo, su mirada era penetrante, llena de la determinación de un hombre que había aceptado su destino, sabiendo que no habría más milagros.

-Y como Saiyan, solo hay una muerte honorable: ¡en el campo de batalla, luchando! ¡No arrastrándose, sin esperar a ser masacrado como ganado!-

-¡Escúchame! ¡No moriré de rodillas, Freezer!-Rugió Vegeta, su voz resonando con un orgullo inquebrantable-Si mi vida termina hoy, terminará como debe ser: desafiante, intacta y digna de la sangre real que corre por mis venas. ¡Eso lo juro!-

Las palabras, "Y nunca romperé mis votos", no fueron dichas, pero bien podrían haber sido gritadas. Cualquiera que conociera a Vegeta, incluso un poco, entendía eso de él. Su palabra era férrea, sus votos inquebrantables. Era parte de él tan seguramente como el latido de su corazón en su pecho.

Freezer miró a Vegeta con una expresión ligeramente divertida. Sus ojos se desviaron brevemente hacia la figura ensangrentada y vestida de naranja que tenía frente a él, que aparentemente era un Saiyan. Luego su atención se desvió hacia Piccolo antes de finalmente regresar a Vegeta.

Sin siquiera decir palabra, Freezer se rió entre dientes y liberó a Goku de su agarre telequinético, el guerrero Saiyajin se desplomó en el suelo con un suave plop .

-Sabes, Vegeta-Reflexionó Freezer, con un tono casi juguetón-Lo gracioso es que sé que estás jugando conmigo, pero...-Se quedó en silencio-Tienes razón . Romperte sería maravilloso. Destrozar ese orgullo sin valor y ese voto vacío tuyo, forzándote a morir de rodillas, suplicando piedad... sin duda tiene un atractivo poético-

Sus ojos no se apartaron de Vegeta mientras pasaba por encima del cuerpo de Goku como si fuera una simple piedra. La voz del Emperador se tornó burlonamente amable mientras continuaba.

-Muy bien, Vegeta. Te concederé gentilmente la muerte que tanto buscas. Considéralo mi regalo de despedida. Tu... paquete de indemnización , por así decirlo, por ser mi perro leal durante casi... oh, ¿cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Casi tres décadas, si no me falla la memoria?-

El paso mesurado de Freezer se detuvo de repente y sus ojos se dirigieron al resto del grupo. Sus labios se curvaron en una sonrisa cruel.

-Pero primero...-

Sin previo aviso, su mano se desvió hacia un lado. En un instante, cinco rayos de energía púrpura abrasadora, afilados como un bisturí y calientes como lava fundida, brotaron de sus dedos. Cada uno golpeó a Piccolo de lleno en el pecho, atravesando su carne aparentemente sin encontrar resistencia alguna. El calor de los rayos de la muerte era tan intenso que las heridas se cauterizaron instantáneamente.

El ataque fue tan rápido que Piccolo ni siquiera tuvo tiempo de respirar.

-Vamos a preparar un poco el terreno para asegurarnos-Los labios de Freezer se curvaron en una sonrisa complacida mientras movía el dedo de un lado a otro en dirección a Piccolo-Ahora, sé un buen chico y quédate abajo mientras me entretengo con Vegeta. No te preocupes, me ocuparé de ti enseguida-

Con esa misma sonrisa gélida, Freezer desvió su atención de Piccolo al resto de los guerreros. Sus ojos los recorrieron con frialdad y crueldad-Y en cuanto al resto de ustedes, ni se molesten en correr. No tiene sentido. Y además, odio perseguirlos-

Vegeta no esperó a que Freezer terminara. Años de odio y frustración latentes habían acabado con toda su paciencia. El suelo se quebró bajo la fuerza de su despegue mientras se lanzaba hacia adelante con un gruñido en los labios.

-¡Vegeta, no!-Gritó Nappa con pánico.

-¡Vegeta, sí!-Replicó Vegeta mientras cerraba la brecha entre él y Freezer.

Pero el orgullo y la fuerza de voluntad no eran sustitutos de la fuerza bruta. 4 millones no era sólo un número: era un abismo tan grande que ninguna desesperación ni bravuconería podían salvar.

La expresión de Freezer permaneció aburrida mientras esperaba pacientemente a que el ataque de Vegeta se acercara. En el último momento posible, su cola se quebró como un látigo, golpeando a Vegeta de lleno en su abdomen. El golpe fue tan rápido que Vegeta fue enviado a la mitad del campo de batalla antes de que su cuerpo tuviera tiempo de registrar el dolor.

-En realidad, Vegeta, no-dijo Freezer en tono burlón. Juntó las manos cuidadosamente tras la espalda y comenzó a caminar, adoptando el paso despreocupado de alguien que pasea por un jardín sereno durante una tarde-Ustedes, los Saiyajin, nunca aprenden. Siempre están tan ansiosos por desperdiciar sus vidas por nada-

Los guerreros de la tierra, junto con Nappa, permanecieron en un silencio sepulcral mientras Freezer se alejaba tranquilamente para continuar atormentando a Vegeta. Una sensación de terror sofocante parecía ahogarlos.

Todos comprendieron que una vez que Vegeta cayera, les tocaría a ellos. Y con sus luchadores más fuertes ya derrotados, no había ningún plan, ningún camino hacia la supervivencia, ninguna esperanza, solo la muerte.

Han perdido, así de simple.

Y la inevitabilidad de su destino pesaba pesadamente sobre sus hombros.

En medio del silencio opresivo, se abrió paso un débil mensaje telepático.

-Dende, cura a Goku primero... luego a mí-la voz dolorida de Piccolo resonó en sus mentes-Tengo un plan, porque por supuesto que lo tengo, pero necesito que Goku despierte para ello-

Dende reconoció instintivamente la orden de Piccolo con un sutil asentimiento, aunque ninguno de los otros pudo verlo. Se lanzó por el aire hacia Goku.

Afortunadamente, el joven namekiano había mantenido intacta su invisibilidad, una precaución causada por la intensa reacción previa de Piccolo ante una amenaza inexistente. Ese momento había asustado a Dende lo suficiente como para que mantuviera el hechizo de ocultación, una decisión que lo ocultó de los agudos sentidos de Freezer. Fue un golpe de suerte fortuito.

Mientras tanto, la voz incrédula de Nappa se extendió por la conexión telepática.

-¿Tienes un plan? ¿Ahora? ¿ Todavía? ¿ Cuando estemos tan jodidos?-

Todos lo ignoraron.

No es que no compartieran su escepticismo (muchos de ellos lo hacían), sino que todos estaban infinitamente más reconfortados por la idea de que todavía tenían un plan.

Y, para su crédito, los planes de Piccolo tenían un historial de éxito. A menudo eran poco convencionales, a veces vagos, en ocasiones totalmente imprudentes, pero al final funcionaban. Ante la presencia de Freezer, la mera existencia de un plan (cualquier plan, incluso uno defectuoso) era un hilo de esperanza que no estaban dispuestos a dejar pasar.

Incluso Steve, por lo general el crítico más severo de Piccolo, no dudaba de su perspicacia estratégica. Los planes de Piccolo lo habían ayudado a superar batallas con Nappa, Vegeta y todas las otras peleas importantes en las que había participado. ¿La prueba de su efectividad? Todavía estaba vivo.

-Hola, chicos-interrumpió Dende-Puedo curar a Goku sin problemas, pero hay un problema. Sus reservas de Ki están peligrosamente bajas y no puedo hacer nada al respecto. Puedo curar sus heridas, pero no podrá luchar hasta que su Ki se recupere, como mínimo, a un nivel no crítico. En este momento, no es más fuerte que una persona promedio-

Piccolo tarareó mentalmente, pero su respuesta fue confiada a pesar del revés-Está bien, Dende. No necesito que luche para que el plan funcione. Cúralo tanto como puedas, pero deja visibles algunas de las heridas superficiales, tal como lo hiciste conmigo-

Dende obedeció de inmediato y su energía curativa actuó rápidamente. Pronto, la respiración de Goku se estabilizó, aunque su Ki permaneció lamentablemente agotado.

La voz mental agotada de Goku se filtró lentamente en el vínculo telepático.

-Estoy... aquí...-

Sintiendo que todos se concentraban en él, Piccolo respiró profundamente y comenzó a delinear su plan.

-El plan es sencillo. Atacamos a Freezer con algo enorme, algo abrumador. La bomba espiritual. Derribó a Vegeta; no hay razón por la que no pueda funcionar en Freezer si Goku le da suficiente poder-

-Pero para derrotar a Freezer, tiene que ser ENORME, ¡mucho más grande que la última vez!-Replicó Goku, y su voz ganó fuerza a medida que Dende continuaba sanando-No hay forma de ocultar algo así. ¡Freezer solo tiene que mirar hacia arriba y lo detectará de inmediato! ¡No va a funcionar!-

Se produjo un silencio pesado mientras la lógica de Goku se apoderaba de ellos, ensombreciendo al grupo. Desanimados, sus ojos se volvieron hacia Piccolo. Para su sorpresa, respondió a sus preocupaciones con una sonrisa confiada.

-Tienes toda la razón, Goku. No tenemos la suerte de estar en una realidad en la que Freezer pase por alto algo tan obvio. Por eso... me aseguraré de que no se dé cuenta-

La confusión se extendió por el grupo, pero Ajax continuó sin pausa.

-Todos están familiarizados con mi manipulación externa de Ki, ¿verdad? ¿Dónde infundo mi Ki en el entorno para controlarlo? Normalmente, lo uso para forzar el aire a permanecer quieto para hacerlo 'denso' o para barrerlo y reducir la resistencia al volar, pero es capaz de mucho más que eso-

Piccolo señaló con la mirada el campo de batalla que los rodeaba, donde la tierra quemada se extendía hasta donde alcanzaba la vista, carbonizada por innumerables explosiones. Las olas de calor distorsionaban visiblemente el aire y volutas de vapor se elevaban desde los cuerpos de agua dispersos que eran visibles desde su posición privilegiada.

-Mira bien a tu alrededor-dijo Piccolo-El suelo está ardiendo. El aire está lleno de calor por todas las explosiones. Mires donde mires, no hay nada más que calor. Ahora imagina lo que sucede cuando uso mi manipulación externa de Ki para empujar todo ese aire caliente hacia arriba"-

Irónicamente, pero quizás de manera apropiada, fue Gohan quien primero ató cabos. Los ojos del joven se iluminaron cuando la revelación lo golpeó como un rayo.

-¡Corriente ascendente!-La exclamación de Gohan rebosaba de emoción.

Steve asintió bruscamente, entendiendo de inmediato el plan de Piccolo, aunque permaneció en silencio. Mientras tanto, la confusión persistía en los rostros de los demás a excepción de Tony quien comprendió rápido el Plan, también miro a Gohan sorprendido, el chico respondió más rápido que el y eso indicaba que el tenía una mente muy aguda y rápida para procesar las cosas rápido, algo que seguramente saco de su madre.

La voz de Piccolo sonaba casi burlona.

-Mira hacia arriba-Ordenó, con un leve atisbo de satisfacción en su voz mental-He estado trabajando en esto desde que cai-

El grupo obedeció casi instintivamente, con las miradas dirigidas hacia el cielo, todos excepto Dende, que estaba demasiado concentrado en regresar corriendo al lado de Piccolo desde Goku.

En lo alto, había empezado a formarse una fina capa de nubes oscuras que se arremolinaban como tinta que se esparce en el agua. La sutil acumulación había pasado desapercibida hasta ahora, pero mientras observaban, las nubes se fueron espesando poco a poco, oscureciendo lentamente el cielo, que antes estaba despejado, hasta convertirlo en un gris tormentoso.

Y así, la bombilla metafórica se estrelló sobre las cabezas de Nappa y Goku.

-Cuando esas nubes se vuelvan lo suficientemente espesas, ¿cómo podría Freezer notar si hay algo escondido allí arriba?-La sonrisa mental de Piccolo casi parecía audible-He incluso si se asoma un poco de luz, ¿cómo podría saber si proviene de la Bomba Espiritual... o de uno de los tres soles de Namek?-

Una sonrisa maliciosa se extendió por el rostro de Piccolo mientras asestó el golpe final a sus dudas.

-Ah, y una cosa más: ahora que estoy centrado en la manipulación del Ki externo en lugar de luchar, ¿crees que esas nubes irán a alguna parte sin antes obtener mi permiso?-

Goku comprendió el plan y su cansancio fue reemplazado instantáneamente por una renovada sensación de propósito. Sin perder un segundo más, levantó las manos hacia el cielo mientras seguía acostado.

-Está bien, dame cinco minutos. No, espera, mejor que sean siete, ¡solo para estar seguros!-

Piccolo, que ya se había recuperado casi por completo de los cinco rayos de la muerte, asintió-Para el resto de nosotros, nuestra tarea es simple: asegurarnos de que Goku obtenga esos siete minutos, sin importar lo que cueste-

Su mirada se desvió hacia la distancia, donde Vegeta y Freezer estaban enfrascados en lo que apenas podría llamarse una pelea. El Príncipe Saiyajin se lanzó contra el tirano una y otra vez, solo para ser aplastado a un lado como un muñeco de trapo cada vez. Sin embargo, de alguna manera, Vegeta siguió levantándose, su orgullo se negaba a dejarlo caer.

-Vegeta está haciendo lo suyo y, por ahora, está trabajando a nuestro favor. Nos está ganando tiempo, ya sea que se dé cuenta o no. Además, que le jodan al orgullo de Vegeta, estamos tratando con Freezer . Así que este es el trato: si crees que puedes mantener a Freezer ocupado por más tiempo interfiriendo en su supuesta 'batalla', entonces hazlo. ¡Diablos, búrlate de Vegeta si crees que eso lo ayudará a durar más! ¡Di lo que tengas que decir, búrlate de él, provócalo, presiona sus botones, lo que sea! Porque si Vegeta cae demasiado pronto, nosotros somos los que tendremos que entretener a Freezer el tiempo suficiente para que Goku termine-

Incluso Nappa, un general Saiyan inmerso en sus tradiciones de honor, no parecía inclinado a objetar.

El grupo intercambió miradas y nuevas chispas de determinación se encendieron en sus ojos. La desesperación que los había agobiado momentos antes ahora parecía muy lejana, reemplazada por una nueva sensación de propósito y esperanza. Un plan viable, sin importar lo arriesgado que fuera, lo había cambiado todo.

En medio del creciente optimismo, Nappa se mantuvo a un paso de distancia, con la mirada fija en Piccolo y una expresión entre asombro e incredulidad. Finalmente, rompió su silencio con una risita baja y ronca, sacudiendo la cabeza.

-Maldita sea-Murmuró, con un tono de respeto a regañadientes-No me extraña que a Vegeta y a mí nos patearan el trasero en aquella época-

Piccolo le lanzó una rápida sonrisa, con un destello de humor en sus ojos.

FIN DEL CAPITULO

NIVELES DE PODER

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