Bella es no importa la hora, ni lugar.

Es tan delicada la hora de amar.

Te enaltece tu brillo singular

Llena de sorpresas  y  dulces miradas.

Muero por una noche de abrazadas.

Tu escencia y forma son amadas.

Mientas tus corolas son  sonrojeadas.

En las mañanas me cubres con velo invisible.

Y con una caricia que es del todo presumible.

Aunque a veces parezca que tocarte es imposible.

Tus pétalos a la distancia son inconfundibles.

Eres guarda salva de mi corazón.

Eres belleza pura bailando danzón.

Eres ser de luz que irradia aspiración.

Eres una gran fuente de inspiración.

Rojos son tus pétalos redondos.

Caes directos a ellos sin trasfondos.

Y en los bordes una líneas blondos.

Te adornan  sin importar los hondos.

Verde alucinante es tu tallo singular.

Al día de hoy, no me es difícil recordar.

Lo mucho que te gusta normalmente animar.

Y con una mirada cálida relajar.

La hierba mala de vez en cuando te visita.

Te nubla , te invade  y blasfemias grita.

Pero tu tallo fuerte como ninguno a la vista.

A todos los males pesares inhabilita.

Quisiera llevarte siempre a mi lado.

Se que tu raíz es ser libre, no tallo atado.

En mi memoria tu escencia he conservado.

Y en mi alma tu ser llevo bien abrazado.

No se que viento traiga el mes pero te cuidaré.

Siempre en todo momento, te admiraré.

Tus días alegres y desolados apapacharé.

Que sepan que mi amor por ti no ocultaré