Posees ojos que indican que acabas de ser flechado por alguien.

Esta noche sopla el viento, aire que entra por tu cuerpo para que te reinicie.

Dejando al descubierto las estrellas para que con tus lunares guíen.

Tus ojos se iluminan como las luces en la superficie.

Esa noche cálida de verano, con mi pelo suelto y los hombros al descubierto.

Quisiera mirar el horizonte, admirar esas luciérnagas y tu cara sonrojada.

Te tomo la mano, y decido plantarte un beso que te deje boquiabierto.

Ahí junto con mis luces en la superficie y tú a mi lado me siento acorrucada.

Admiro tus lunares, son toda una constelación sobre tu piel.

Una fascinación ante mis ojos, llena de luz reflejada en tu risa.

Las luces nos delatan esta noche, derramando miel.

Sentados en el pasto, amándonos sin prisa.

Las luciérnagas y estrellas  por la noche se plasman en una.

Convirtiéndolas a lo que me gusta decir luces en la superficie.

Todos los día aparecen cuando baja el manto de la luna.

A las cuales elijo a ver a tu lado, ya ves imposible que no me envicie. 

Se hace tarde, nuestros ojos dormilones bajo las ojeras ya piden descanso.

Solo quiero un momento más para apreciar  la belleza de las luces en la superficie.

Porque es seguro que de este momento a tu lado, en la noche no me canso.

No me pongo triste, pues mañana volveré con mi amado a ver las luces en la superficie.