Camino sobre una intangible espuma espesa.

La cual fácilmente me han hecho su presa.

Voy vacilando entre tinieblas y oscuridades.

Ellas ya han expuesto unas cuantas verdades.

Desde este punto nada se ve con claridad.

Te hace explotar los nervios y perder la cabeza con facilidad.

La oscuridad me traga, lo disfruta.

A mi pobre alma visiblemente inmuta.

Y la soledad me embriaga con razón.

Con sus cantos  sin ninguna vocación.

Ya no siento la caricia enmarcada con el dedo.

Las situaciones me importan ya un bledo.

Me llegan las palabras a mis oídos necios.

La boca en este tiempo solo calla desprecios.

Se debe recibir luz para poder salir.

Se necesita coraje para poder influir.

Navegar en aguas turbias para despertar.

Conocer a las heladas para valorar.

Saliendo de ellas con gran esplendor.

Y de tu historia ser el único editor.

El aquí y el ahora te persiguen sin pensar.

Que el pasado y el futuro te logra tensar.

Te pone a prueba a cada paso del viaje.

Para conseguir sacar tu lado salvaje.

A veces recorremos el camino lleno de color.

Y otras  navegamos en aguas turbias con dolor.

Pasamos un buen rato en ellas que aprendemos a amar.

A aquellas aguas turbias, pero no debes parar de remar.

Porque tarde o que temprano podrás ver la luz.

Aquella asomada por un diminuto agujero de cruz.

Las aguas turbias nos enseñan a conocernos.

Nos invita a encontrar la pasión para no perdernos.

No será fácil,  las visitarás en diferentes etapas.

Y te aseguro que abordo no estarán mapas.

Estarás solo y perdido, en una agua helada.

Y tu estarás expuesto en ropa muy delgada.

Serás frágil y lleno de miedos que impiden el placer.

Pero tal vez es lo que la vida te pide para renacer.

Deja que el agua turbia, oscura te invada, te alcance.

Solo en las áreas oscuras es cuando todo nace.

Cuando puedes reconstruirte y volver a pisar fuerte.

Logrando que cada fibra de tu ser... despierte.

Pienso siempre en tan buen momento enturbias.

Pero que agradecido estoy con estas aguas turbias.