12: Más que amigos

Meses antes
3 de abril, 2021

Vi con mucha ilusión las notificaciones de mi móvil, todas de la plataforma naranja que empecé a amar desde hace ya un año. No sabía mucho de la aplicación, casi siempre por no decir mi vida entera he leído en libros en físico. He tenido esa grandísima oportunidad, pero hace unos años empecé a escribir, supe de la plataforma por mi mejor amiga, pero no tuve la valentía de publicar, no hasta unas semanas. Fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Otra gran decisión de mi vida fue darle mi número a Gavi, era tan divertido y amable conmigo.

—Señorita, Valeria —Bloqueé mi móvil y miré a Dany, él me observaba desde el espejo retrovisor del coche.

—¿Si?

—Su amigo ya esta que la espera —Apenas escuche lo que dijo, miré por la ventanilla y me tope con Gavi, mirándome. Me saludo alzando su mano. Le sonreí y agarré mi bolso, bajándome del coche, cerré la puerta y me despedí.

—Llegaré antes de la cena. Ten una linda tarde, Dany.

Dany me sonrió, me tenía aprecio como una propia hija. Lo conocía de toda mi vida y era un dulce señor que siempre iba a por mí sin importar la hora en la que lo llamaba.

—Igualmente, niña Valeria —La sonrisa amable se le esfumó al mirar a Gavi—.Chaval, cuídala.

—Lo haré —Gavi se puso a mi lado—. La llevaré sana y salva a su casa.

—Más te vale.

Me volví a despedir de Dany, encendió el motor y puso en marcha el vehículo. Al ya estar solos, pude saludar correctamente a Gavi con dos besos en las mejillas, susurrándole un "hola".

—Estás muy guapa.

Me planto un beso en la mejilla derecha y luego en la izquierda. En esos pocos segundos, note que su cabello estaba húmedo y que se había rociado perfume. Me encantaba ese olor masculino suave.

—Tú también —susurré tratando de que mis mejillas no se ruborizaran, nunca había sentido tanto calor en mi rostro, pero con Gavi me sonrojaba hasta por la mínima mirada. Me ponía un tanto nerviosa y que digo un tanto, demasiado nerviosa. Mis ojos se toparon con la fachada de La Masia, Gavi vivía ahí y ahora sabía lo que era. Una academia de fútbol, específicamente del FC Barcelona. Solo había entrado un par de veces, Gavi me invitaba a sus entrenamientos. Al principio me encontraba fuera de mi lugar, rodeada de tíos que iban por un balón, no entendía nada, pero Gavi se tomaba el tiempo de explicarme.

—¿Todo bien con el entrenamiento? —pregunté al empezar a caminar —¿Te duele la cabeza? Perdona por distraerte y hacer que te caiga un balonazo —dije preocupada y arrepentida por haberlo llamado para preguntarle acerca de lo que era un córner, pero en el trayecto de venir hacia mí le cayó un balón.

—No pasa nada, he tenido peores. Una vez me lesione la rodilla.

Mis ojos se abrieron ampliamente, reflejando una preocupación profunda. En ese instante, lo miré inquieta y con atenció, lo recorrí de pies que cabeza, buscando alguna señal de que algo iba mal.

—Tranquila, Val —dijo en un tono severo que se mezcló con una risita—. Estoy bien. Muy bien.

—¿De verdad? Es que eso de los golpes me ponen nerviosa.

—Estoy bien —Sus dedos rozaron los míos y por un segundo creí que me tomaría la mano. Mis nervios bailaban en mi estómago ante la simple idea de que el chico pudiera tomar mi mano. Cada pensamiento sobre ese gesto sencillo desataba mariposas en mi interior, creando una anticipación emocionante que me mantenía en inquieta hasta la médula. La decepción se instaló cuando no tomó mi mano. Mis expectativas se desvanecieron y contuve un suspiro.

Habíamos quedado a ir por un helado luego de su entrenamiento. No habíamos especificado que era una cita "cita" tampoco era una simple salida de amigos, era una extraña mezcla que se encontraba entre esos dos aspectos. Nos estábamos conociendo, creo que ya éramos amigos... y tal vez... creo que... podía llegar a sentir...

Vale. Quería sentirlo, pero... había tenido una mala experiencia en el amor y eso me causaba miedo, el cual desaparecía cuando Gavi me trataba de una manera dulce y me preguntaba acerca de los libros que estaba leyendo.

Estuvimos hablando, yo no quería saltar a contarle acerca de la historia de fantasía que estaba leyendo, así que le pregunte más acerca de su entrenamiento. Empezó a contarme todo el entrenamiento de hoy, el partido que tenía en unos días y que para él era muy importante. No entendía muchas cosas de fútbol, a decir verdad, no entendía nada. Pero, Gavi me lo explicaba y me encantaba la forma en la que hablaba, lo tanto que le emocionaba y como sus ojos brillaban.

Me había fijado ese brillo y sé que dije que no buscaba enamorarme, pero ese brillo empezaba a gustarme.

Ya había pasado dos meses desde que le di mi número a Gavi, hemos hablado muchísimo desde ese día. Por mensajes, llamadas, salidas como amigos. Lo he conocido mucho en este mes, sé que tiene una hermana y sus padres, viven en sevilla en su pueblo de Los palacios y Villafranca, de vez en cuando vienen a barcelona a visitarlo y se quedan en un piso mientras él está en La Masía, ha estado ahí desde muy chiquitito; le apasiona el fútbol, lo he visto entrenar y he ido a sus partidos, puede ser un poco revoltoso en la cancha, pero mejor llamémosle apasionado. Con todas las letras.

Al llegar a la heladería pedimos nuestros helados y nos sentamos en una de las mesas. No era la mejor época para comer helados, pero a eso a quien le importaba. No le podía decir que no a un helado de vainilla con dulce de leche.

Seguimos hablando y le conté lo poco que había hecho en mi día, clases, comer, entrenar lanzadas y leer un poco.

—¿Así que no era hermanos?

—No, todo fue una mentira para separarlos —Le conté acerca del libro que estaba leyendo y era el primer chico me escuchaba atento mientras le hablaba de un libro, desde la primera salida siempre me tomo atención en esos aspectos y era algo que me encantaba.

—¿Cuándo es tu siguiente partido? —me preguntó. Le había comentado que estaba en el equipo de voleibol de mi insti.

Teníamos algo en común. Estar en equipos deportivos.

—La próxima semana.

Me metí una cucharada de helado a la boca. Pensé en que tal vez Gavi quería que lo invitara, así como él me había invitado a su partido de fútbol. Lo miré nerviosa y abrí mi boca para preguntarle si le apetecía ir a verme dar saltos y darle duro a una pelota tratando de que no me pegue en la cara.

Él me ganó.

—¿Puedo ir?

—Claro —respondí rápido—. Pero te advierto que te puedes aburrir, además que si pierdo, te advierto de que es mejor que te alejes de mí; porque una, lloro como maría magdalena o dos, estoy con ganas de mandar a la mierda a alguien y no quiero mandarte a la mierda y tampoco quiero que me veas llorar.

Hablé tan casual, él me daba esa confianza.

—Vale, no me acercaré a ti a menos que ganes.

—Lo juras.

—Lo juro.

Sonreí y metí otra cuchara de helado a mi boca. Seguimos hablando y en un momento llego al tema sobre si había escrito algo.

Recuerdan que dije que hace unas semanas empecé a publicar en wattpad, pues todo fue gracias a Gavi. Habíamos quedado, yo lo estaba esperando en la cafetería donde siempre nos veíamos. Él aún no llegaba y yo aproveché ese tiempo para escribir, seguir con mi novela que solo leía Carla y yo. Estaba demasiado perdida entre las letras que no me di cuenta que Gavi ya había llegado y bueno, leyó un poco de lo que escribí. Me avergoncé por ello, por el hecho de que era un fanfic de mi gran cruhs:

Charles Leclerc.

Me moría de la vergüenza, pero luego él me dijo que le había gustado como escribía. Ese pequeño halago me hizo enseñarle otro fragmento de mi historia, me avergoncé más al segundo y quise retroceder el tiempo. Pero por alguna extraña razón, Gavi me hizo sentir segura de lo que escribía.

Esa misma noche me atreví a publicar el primer capítulo.

—Sí, de hecho —Sin preguntar, me puse de pie y me senté a su lado para enseñarle de más cerquita la pantalla de mi móvil. Con exactitud las notificaciones de la aplicación naranja —. Lo ves hay tres personas que dicen que aman como escribo —dije emocionada.

—Ya son cuatro personas —susurró regalándome una sonrisita.

Mi corazón centellaba.

—Gracias.

Seguimos pasándola bien, hasta que ya era hora de volver. Él me llevó, caminamos, tomamos el bus y volvimos a caminar hasta llegar a mi hogar. Ya estaba anocheciendo, pero era la hora indicada.

—Me he divertido demasiado —confesé.

Me acerqué a él y dejé dos besos en cada una de sus mejillas, era una forma de despedirme.

—Nos vemos, Valeria.

Le sonreí y di media vuelta para ir a mi casa. Las luces estaban encendidas, eso quería decir que mamá estaba.

—Oye, Valeria. Espera —Volteé al escuchar que me llamo, caminó hacia mí.

—¿Qué?

—Me preguntaba si... Si mañana querías salir conmigo —de paporreta dijo lo último.

—Claro... Déjame pedir permiso y te aviso ¿vale?

—Vale.

Iba a dar media vuelta al ver que él ya no iba a decir nada. Pero, lo dijo:

—Espera... —Lo miré, se le notaba nervioso—. Es que... No quiero que sea una salida...

—¿Ya no quieres salir?

—No, claro que no —Miró hacia arriba y volvió a verme, pasó una de sus manos por su nuca—. Me refiero a que... no quiero que sea una salida de amigos... Más bien como más que... Más que amigos.

«Más que amigos»

—¿Más que amigos?

«¿Me va a pedir que sea su novia?»

Las piernas las sentí como dos gelatinas, mi corazón se subió en un coche de fórmula 1 y empezaba a correr para ganar una carrera, donde el premio era el corazón de Gavi.

—Sí. —Sonreí boba, ilusionada. Las manos me sudaban y mi mente empezó a ordenar palabras para decirle "que sí quería ser su novia" o bueno al menos intentarlo—. Me refiero a que... una salida más que amigos ... Amigos ... Ya sabes...

—¿Cómo novios? —Me atreví a preguntar al borde del desmayo, pero la ilusión se me rompió cuando el empezó a negar.

El coche chocó en un muro.

—Noo. Noo o sea más que amigos..., pero no novios...

Auch

¿Más que amigos?

Mi mirada se llenó de confusión, como si intentara descifrar un enigma inesperado. Las preguntas se acumulaban sin respuestas, creando un momento de incertidumbre. No lo miré a la cara y me dije a mi misma que era una estúpida por ilusionarme. Me atreví a mirarlo y él me veía esperando una respuesta, pero yo no la tenía, porque tenía muy claro que primero me elegiría a mí y no a un chico que por más que me dé las vibes de un golden retriever, no tuviera las cosas claras. Quería una salida más que amigos, pero no novios ¿A que se refería?

Un foco se prendió en mi cabeza e iluminada le pregunté:

—¿Hablas de una cita?

—Sí, sí. Eso —dijo rápido. 

Se rascó la nuca, nervioso.

No me pediría que sea su novia. Tampoco es que moría para que me lo pidiera. Vale, era una mentirosa.

El lado positivo. Me ha invitado a una cita.

—Vale. Será una cita —susurré—. Nos vemos.

Entre a casa y antes de cerrar la puerta, le di una última ojeada a Gavi. Seguía ahí plantado, esperando por mí. Le sonreí despidiéndome y cerré la puerta.

Esto debía de contárselo a mamá y fui corriendo a ver mamá a su despacho. Me encontré con Benjamín saliendo de la oficina.

—¿Mi madre? —pregunté.

—Trabajando—Me contestó.

Ocupada. Es mejor no acercarse.

—¿Debo de preocuparme?

—No, le hará bien verte —murmuró. Benjamín me sacaba varios centímetros de altura, era un hombre de gran porte por lo que se le hizo muy fácil despeinarme. Era mi padrastro y amaba a mi mamá.

—Iré.

Siguió su camino y yo abrí la puerta sin llamar, los ojos castaños de mi madre se posaron en mí.

—¿Qué es eso de entrar sin tocar?

—Quería sorprenderte.

Me acerqué a ella, estaba detrás de su escritorio viendo unos grandes papeles de lo que suponían eran planos.

—¿Es un nuevo proyecto? —pregunté viendo los papeles. No sabía leer planos, era un completo rompecabezas con millones de piezas.

—Lo es —Mi madre me enseñó su tableta, la agarre con mis dos manos y visualice el 3D—. Es así como debe de quedar.

—Bonito.

Mamá era arquitecta. Tenía su compañía, bueno era la de mis abuelos, pero ellos murieron y ahora era de mi madre. Mucho trabajo, muchas responsabilidades y pudo todo con ello cuando yo estaba en pañales.

—¿Mamá?

—Mmm —Toda su atención estaba en sus planos.

Fui sincera con mi madre, tenía las confianzas con ella y esta vez estaba segura de que Gavi era el indicado.

—He conocido a un tío, es... es lindo...

Su atención se puso en mí y se hizo un poco a un lado para dejarme espacio en su silla, me senté junto a ella y seguí contándole.

—Me ha pedido ir a una cita mañana y sé que estoy medio castigada por lo de Manú, y que ya he salido hoy. Pero, en serio, en serio quiero ir. —rogué—. Lavaré el servicio, el auto, barreré la casa, solo déjame ir, porfa.

—Valeria, que en tu vida has cogido una escoba —se burló.

—Para todo hay una primera vez.

—Vale, puedes ir. 

Di un gritito de la emoción y la abracé susurrándole miles de gracias.

—Pero vienes a una hora decente, siempre con el móvil encendido y llevas condones.

—¡Mamá!

El calor me ahogó.

—¡Ya tienes activa una vida sexual! Solo digo.

—Pero no me acostaré con él.

—¿No te atrae sexualmente?

Abrí mi boca para responderle, pero no tenía palabras. No lo había pensado de esa manera. Gavi era guapo y por lo que vi en el entrenamiento puedo comprobar de que era musculoso, pero no lo había visto de esa manera, él ni me tomaba de la mano y paraba sonrojado igual que yo.

Era muy diferente a mis otros tonteos con otros tíos y muy diferente a lo que tuve con Manú, él siempre me dejaba en claro que me deseaba y desde el momento uno me tocaba. Al principio se sentía bien, pero... No era como lo narraban en los libros.

Quizá con Pablo sea diferente porque él me miraba y todo era un huracán en mí.

—Es guapo, pero recién nos estamos conociendo y ni siquiera nos hemos besado.

—Vale, pero llevas condones y puedes ir a esa cita.

Con las mejillas acaloradas, asentí. 

—Lo haré.

—Vale. Ahora cuéntame más de ese muchacho.

—Pues le dicen Gavi, está en el equipo B del Barcelona.

—¿Juega fútbol?

—Es centrocampista y es el mejor.

—¿Desde cuándo sabes lo que es centrocampista? —Me encogí de hombros—. Vale, te ha pillado muy fuerte.

—Lo conozco desde hace dos meses, nos estamos conociendo de poco a poco, pero siento que... que... que es esa clase de chico que aparece en tu vida para enseñarte lo que es el amor y me está encantando...







































































<333

¿Qué les pareció?

AAAAA JUGAREMOS LA FINAL!!!! me dieron miles de infartos, pero ganamos❤️💙

Regresando a la historia, si tuvieran que describir este capítulo con emojis, cuáles serían?
Yo lo describiría: 😊🍦🥰💖
Ustedes?

Jsjsjs el capítulo anterior fue 🥰🥲
Y este fue más 💖

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