Rutina

Si el encuentro con Ivan León fue desastroso, con su mujer, Julia, no fue muy diferente.

Afortunadamente para Sophia, Juliette pudo convencer a sus padres de irse, aunque eso no evitó que la cena fuera muy tensa.

Después de ese episodio, poco a poco se fue instalando una rutina bastante apacible en la casa Salvatore:

En la mañana Alex y Altair desayunaban junto con Sophia y Juliette para después ir a trabajo y escuela, respectivamente, regresando hasta la tarde.

En ese tiempo, ambas mujeres salían a parques cercanos o arreglaban cosas de la casa, ya que en teoría ninguna debería salir.

Un día Sophia se animó a pedirte a su suegra que la acompañara a la universidad a darse de baja, ya que le daba un poco de pena ir sola.

Por obvias razones, ninguna de las dos comentó nada con Alex o Altair, por lo paranoicos que eran, aún así Luka ( el guardaespaldas de Juliette) las acompañaba.

— Muchas gracias por acompañarme — Dijo Sophia con las mejillas enrojecidas.

— No hay de que, Altair me ha dicho que estudias diseño.

— Si, pero con el bebe prefiero esperar.

— Te entiendo, yo también preferí a disfrutar a Altair. Sophia después ¿podrías acompañarme al centro comercial?

— ¡Claro!

A pesar de que la chica insistió que no duraría mucho, Juliette se empeñó en acompañarla.

Muchas miradas se posaron en ellas, ya que la mama de Altair era una casi una celebridad en la escuela de diseño, por tener una de las mejores empresas en ese ramo, para cualquiera en esa escuela era un sueño trabajar allí.

Sophia estaba consciente de las miradas, principalmente de envidia, por estar acompañada de la dueña de Acuri & Salvatore, a pesar de eso no se dejó intimidar y se dirigió a control escolar.

— Hola, ¿Qué puedo hacer por ti?... ¡Oh! ¡Juliette!

— Hola Gema, me alegro que sigas aquí — le sonrió Juli.

— ¿Has venido por becarios? Digo nos encantaría ayudarte — siguió con su platica ignorando totalmente a Sophia, algo que enojo parcialmente a la chica, aún más por sus hormonas.

Viendo de reojo a Sophia — No Gema, solo vengo acompañado a mi nuera, quiere darse de baja ¿podrías ayudarnos? — le dijo con su mejor sonrisa para que fuera rápido.

Por fin Gema tuvo la decencia de fijarse en ella y sin preguntar nada le quitó los formularios ( llenados previamente) y comenzó el trámite.

— Vaya... Jones, una alumna muy destacada, ¿Por qué te quieres dar de baja linda?

— Problemas de salud y personales — respondió con la cara roja.

— Bueno, te he puesto una baja temporal así solo tendrás que validar las materias que llevas y cursar las que te faltan.

Sophia asintió — Muchas gracias

— No hay de que. Tienes mucha suerte de tener una suegra como Juliette.

Ambas fruncieron el ceño pero no comentaron nada, dejando que Gema siguiera hablando.

— Gema, me encantaría seguir hablando contigo pero debemos ir a otro mandando — le corto Juli al ver la hora.

— ¡Oh! Si claro, que despiste el mío, fue agradable verte Juliette, todos aquí esperan con ansias la nueva colección.

— Si, gracias de nuevo — Se despidieron y se fueron a donde estaba Luka esperándolas para ir a su siguiente parada.

❤❤❤

El centro comercial no era muy grande pero si bastante exclusivo.

Sophia podía recordarlo, ya que allí estaba la sucursal matriz de Acuri & Salvatore.

— Juliette, perdone que le pregunte pero... ¿Qué hacemos aquí?

— Primero tengo una sorpresa para ti — Hace una seña

De repente siente unos suaves brazos envolviéndola y un aroma bastante familiar.

— ¡Mamá! — exclama sorprendida y conmovida, casi a punto de llorar, realmente había extrañado a su madre.

Cassandra Acuri ( su apellido de soltera), siguió abrazando a su hija por un largo rato, agradeciéndole con la mirada a su mejor amiga.

— Pero... ¿Qué haces aquí?

— Bueno cierto pajarito me dijo que estabas muy triste y decaída, así que... le pedí a Jules que te trajera, ¿Te parece ir de compras? Me muero por ver ropita para tu bebé — Sophia volteo a ver a Juliette con los ojos empañados en lágrimas y está le correspondió con una maternal sonrisa a la par que se encogía de hombros — Sorpresa — canturreo.

— Muchas gracias — susurró.

Después de tan agradable sorpresa las tres mujeres se dedicaron a ver ropa para el bebe de Sophia, como no sabían si era niño o niña, escogían colores neutros.

— ¿ A poco esto no es una monada? — les dijo Juliette a Cassie y Sophia, mostrándoles un disfraz de osito.

— Awss, ¿recuerdas que Altair tenía uno igual de bebe? — le dijo Cassie, causando intriga en Sophia.

— ¿De verdad? — les preguntó la chica.

— ¡Claro!, no había disfraz que Juliette no le pusiera a Altair, seguro tiene como mil fotos.

— Así es, llegando a casa te las enseño, mi principe era una monada — chilló Juliette.

Comenzaron a reír y después de pagar sus compras, se dirigieron a la zona de comidas, ya que Sophia no debía de saltarse las comidas.

Justo al entrar al restaurante, la embarazada choco con alguien.

— Disculpe... — se disculpó distraídamente hasta que volteo a ver con quien había chocado — Papá...

Atticus Jones se encontraba saliendo del restaurante con unos socios y al ver a su hija, le respondió rudamente.

— Yo no tengo hijas... por lo menos no prostitutas que se quedan embarazadas del primer imbecil que les habla bonito.

A Sophia se le llenaron los ojos de lágrimas, que luchaban por no salir. Juliette y Cassandra lo miraban furiosas.

— ¡Eres el colmo Atticus! — le gritó Cassandra.

A Juliette ni siquiera le importó que estuvieran los socios de él o que la presa se enterara... le cruzó la cara de una cachetada.

— Cuida tus palabras Jones, de mi hijo no vuelves a hablar. ¡No tienes vergüenza! — exclamó.

Las personas comenzaban a juntarse a su alrededor, era todo un espectáculo: Sophia estaba llorando en silencio, Cassandra y Juliette estaban hechas una furia y Atticus...

Bueno él trato de regresarle el golpe a Juliette...

Una lástima que Luka estuviera ahí y no del mejor humor del mundo.

Ni bien alzó la mano, Luka se la agarro doblándosela, al punto de romperle la muñeca.

— Señor Jones, por su propio bien espero no vuelva a meterse con mi señora Juliette ni con la señorita Sophia — le dijo soltándolo.

— Espero que tu bastardo no llegue a nacer — le escupió a su hija y se fue muy molesto de ahí.

Luka no espero y se llevó de ahí a las tres mujeres. El viaje de regreso a la mansión Salvatore fue extremadamente silencioso, su lindo paseo se había arruinado por la presencia de Atticus.

Dejaron a Cassandra en el departamento donde se alojaba, sin decir ni una palabra, solo despidiéndose de su hija con un beso y la promesa de que iría pronto a verla.

Al llegar a casa ni Sophia ni Juliette comentaron el tema, esperaron a sus chicos para cenar y mimarse un poco. Sin comentar nada del incidente, pidiéndole a Luka la mayor discreción posible.

Algo que a regañadientes el acepto.

Ya por la noche, Sophia no podía dormir, sentía calambres en la parte baja del estomago pero no quería despertar a Altair.

Hasta que ya no pudo más...

Al destaparse para ir al baño sintió su ropa mojada y la cama también.

Con algo de temor prendió su lámpara de noche

Estaba totalmente empapada de sangre...

— ¡Altair! — sin poderlo evitar gritó, se sentía aterrada, solo con pensar que perdería a su bebé.

El chico despertó de un salto y al ver la escena no pudo hacer otra cosa que tomar en brazos a su novia para llevarla al hospital.

— Sophia, por favor no te duermas — le hablaba al notar que se desvanecía, mientras la acomodaba en el auto.

Ella sin poderlo evitar... de un momento a otro perdió la conciencia.

— ¡Sophia!

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