Ajenos a todo lo que acontecía en este momento con su hija, Cassandra y Massimo estaban paseando en el centro de la ciudad, viendo algunas cosas para sus nietos.

—¿Qué opinas de esto? —le dijo Cassandra a su acompañante ( ninguno se atrevía de definir su relación, solo querían recuperar el tiempo perdido).

—Pobres niños ¿Enserio pretendes de Sophia los vista con eso? —preguntó, señalando los mamelucos mencionados que, a gusto de Massimo, eran horribles.

—¿Entonces?

Él agarro otro par de mamelucos, uno con dibujos de Star Wars y el otro de flores— Estos están mejor.

Ella solo arqueo una ceja pero lo dejo estar, después de todo ya le había quitado 19 años de la vida de su hija; no pretendía hacer lo mismo con sus nietos.

Pagaron y continuaron caminando por la plaza, que al ser un día entre semana, estaba considerablemente solo.

—¿Sabes? Siempre quise pasear así contigo —habló de repente Massimo.

—¿Mmm? —Cassandra fingió que no lo había escuchado pero lo cierto es que ella también lo anhelaba, desde hace mucho tiempo para ser precisa.

—¿Por qué no me dijiste nada? Hubiera luchado por ambas y seguro que Sophia no tendría que pasar todo esto.

Ella suspiró— Por favor, no preguntes más, sé que hice mal y ahora estoy tratando de enmendar mis errores y respecto a lo otro, Massimo no puedes predecir tu reacción.

—Estoy seguro que si me hubiera decepcionado pero jamás la trataría como lo hizo Atticus.

Cassandra ya no pudo decirle nada porque una arrogante voz los interrumpió.

—Vaya, vaya... si son el traidor y la puta, ¿Ahora salen como la familia feliz? —Atticus destilaba veneno con cada palabra.

Massimo frunció el ceño— A mi puedes decirme lo que quieras pero no te permito que le hables así a Cassie.

—¡Ja! Te negó a tu hija y ¿Encima la defiendes? Tú si que estás mal, aunque para la hija que tuviste... igual de ramera que su madre, seguro que los niños ni siquiera son hijos de Salvatore.

Renzi apretó los dientes de puro coraje, pero estaba consiente de que no debía perder los estribos, Jones por otro lado, disfrutaba ver la expresión en ambos padres.

Cassandra estaba que hervía de coraje— ¡¿Qué no te da vergüenza?! , ¡la criaste como tú hija!

—¡Con la esperanza de cambiarla! Pero solo fue una decepción.

Massimo ya no soporto que se metiera con su familia y le soltó un puñetazo.

—¡Si nunca te importaron, las hubieras dejado ir!

Jones le contesto el puñetazo— ¡¿Te gusta recoger mis migajas?!

Ambos comenzaron a pelear, bajo la mirada horrorizada de Cassandra— ¡Ya basta!

Ninguno le hizo caso y hubieran continuado partiéndose la cara de no ser por los guardias del centro comercial que los separaron.

Estos, al ver que ninguno se tranquilizaba, llamaron a la policía y de ese modo Massimo, Atticus y Cassandra fueron llevados a los separos.

Ni bien llegaron fueron puestos en celdas diferentes y solo a Cassie le permitieron hacer una llamada; por descarte le marcó a Olivia.

—¿Bueno?

—¡Ollie!, necesito que vengas a la comisaría.

—¿Por fin mataste a Atticus?

—Tu hermano

—¡¿Massimo mató a Jones?! —exclamó asustada la hermana del chico.

—Casi —Cassandra oyó un suspiro del otro lado del teléfono— es por eso que necesito que vengas o dile a Will que venga a sacarnos.

—Voy para allá.

La madre de Sophia colgó el teléfono y fue escoltada de regreso a su celda; Massimo estaba a un lado de ella y Atticus estaba enfrente de ambos.

Los dos hombres se retaban con la mirada y antes de que volvieran a su pelea verbal, un policía entró y abrió las celdas de la pareja.

—Ya han venido por ustedes, se pueden ir —les dijo ante la mirada atónita de Atticus que, desesperado comenzó a gritar.

—¡Él es un maldito violador! , se metió con mi hija y esa señora que se hace llamar su madre se lo permitió —exclamó totalmente convencido, ante las miradas furiosas de los aludidos y las desconcertadas de los policías ya que no sabían como actuar.

Aunque ni falta hizo que decidieran, ya que una enfurecida Olivia, entro a donde estaban todos y a pesar de que trataron de detenerla, ella se le fue encima al desgraciado que hablaba de su hermano.

Hizo falta de intervención de tres policías, de Massimo y hasta de William, que al ver el alboroto causado por su esposa, decidió intervenir.

Con su ayuda fue mucho más fácil controlar a Olivia, sin embargo, no evitó que Atticus terminada con la cara marcada, producto de las largas uñas de la mujer.

—¡Vuelve a decir cosas de Massimo y tú cara no será lo único afectado! —le gritó fuera de si.

—¡Estás loca! —exclamó pero de inmediato se asustó al ver el ademán de la chica de soltarse.

Después del pequeño percance y aclarado todo el asunto sobre las mentiras de Atticus, dejaron salir a Massimo y Cassandra; también le dieron una advertencia a Olivia ( aunque sabían que sería en vano, ya la conocían desde hace mucho tiempo).

Ni bien pusieron un pie en la calle, William pidió explicaciones, seguía un tanto molesto por la escena que había causado su esposa.

Cassie, un poco avergonzada, se apresuró en contestar— bueno... estábamos comprado ropa para los bebés de Sophia y nos hemos encontrado con Atticus.

Él solo levanto una ceja— ¿Y que con eso? Digo después de todo él es el padre de Sophia.

Los tres se miraron entre sí, acordándose que Will no sabía nada, su esposa estaba a punto de contestarle pero un sonido insistente de llamada entrante en el celular de Cassie los interrumpió.

—Disculpen —les dijo para después contestar.

—¿Si? —conforme la persona hablaba, la piel de Cassandra se tornaba más pálida, hasta que sus piernas no pudieron sostenerla, siendo ayudada por Massimo.

Todos la miraban expectantes y ella solo pudo balbucear entre el shock— Juliette... empeoró.