Capítulo 2 | Al día siguiente...

Narra Vegeta.

Al día siguiente, cuando desperté, lo primero que vi fue el rostro de Kakarotto sobre el mío, tan cerca que sentía su respiración.

-¡Hoola!-me dijo alegre.

Por la impresión, intenté levantarme, pero mi frente chocó con la suya. Que torpe.

-Ay, ay, ay, ay...-se quejaba sobando su frente.

-¡Maldita sabandija! ¿Por qué hiciste eso?

-Lo siento, solo quería saludarte.-hizo un puchero. Es un idiota.

-Si te vuelves a acercar mientras estoy durmiendo, ¡te haré pedazos!

En eso, entró Wiss.

-Iré a la Tierra por más comida.-suspiró hondo. -Tener aquí a ambos, me hace pensar que necesitaré toneladas de comida.

Kakarotto rió. Era esa risa que en ratos puede ser agradable. Pero en ocasiones, esa misma risa hace que aumenten mis ganas de matarlo.

-Mientras voy, pueden ir empezando con sus tareas domésticas.

-¿¡Qué otra vez!? ¡Aayy!-se quejó Kakarotto, como Wiss lo ignoró, creí necesario contestarle yo.

-Pues si, haragán.

Wiss se fue y en la habitación seguíamos Kakarotto y yo.

Narrador.

Vegeta se encontraba tendiendo su cama, sin prestarle atención a Goku.

-Me daré un baño.-comentó Goku y comenzó a desvestirse sin que Vegeta se percatara, pues su atención estaba en las sábanas que extendía en sus manos. -¿Dónde está el baño?-preguntó, haciendo que Vegeta volteara a verlo.

Goku estaba completamente desnudo, su inocencia le impedía darse cuenta de que eso incomodaba al príncipe. Vegeta al verlo, no pudo evitar observarlo detalladamente, de pies a cabeza, y luego se volteó apenado, con un leve sonrojo y una sensación extraña, que hizo que se volviera un desquiciado.

-¡Estúpido! ¿¡Por qué me hablas estando así!?

Goku no entendía el por que de su actitud. Tenía sus manos en su cintura y parpadeaba seguidamente por la confusión.

-¿Eh? ¿Qué tienes Vegeta? ¿A caso hice algo malo?

Vegeta suspiró estresado. Sabía que la inocencia de Goku no le permitiría entender que, estar así desnudo, era una vulgaridad.

-Ni siquiera ha de saber lo que significa vulgaridad.-pensó el príncipe.

Sintiéndose derrotado, le señaló a Goku donde estaba el baño, sin voltear a mirarlo. Ni siquiera respondió las preguntas de Goku, pues no quería perder su tiempo, explicando algo que ese cabeza hueca jamás entendería.

Mientras Goku se bañaba, Vegeta ya había empezado sus labores. Se encontraba barriendo, mientras reflexionaba que podría haber sido eso que sintió al ver a Goku desnudo. Luego sus pensamientos se vieron interrumpidos por la presencia del chico de cabello alborotado.

-Ah, ya estoy listo!-dijo entusiasta.

-Pues ya comienza a hacer algo. Hace rato que yo solo estoy haciendo todo.-dijo molesto.

-Oye Vegeta, no te enojes. No es mi culpa, yo me estaba bañando.

Ese comentario hizo que el príncipe estallara en furia.

-¡Ah con que por eso lo hiciste!-dijo y tomó el cuello del Dogui de Goku, apretándolo con fuerza.

-¿Hacer qué?-preguntó nervioso, la aptitud del príncipe le daba miedo, pues no tenía ánimos de pelear contra él.

-Por eso te diste el baño hasta ahora, para que yo hiciera todo.-dijo más tranquilo y lo soltó. -Ja, desde ahora te aviso que los baños serán en la noche. -sentenció.

-Vegeta, ya estás más estricto que Milk, jeje.

-Ya no pierdas más tiempo y agarra una escoba.

Goku hizo caso y quizo tomar la primera escoba que vio, que era la de Vegeta. Ambos la tomaron al mismo tiempo y sus manos hicieron contacto. Vegeta al sentir la piel de Goku debajo de su mano, volvió a experimentar esa sensación, lo que hizo que se sintiera nervioso.

-Esta es mía.-dijo con voz temblorosa y le arrebató la escoba a Goku.

Goku lo miró confundido, pues el príncipe se estaba comportando muy extraño. Tomó otra escoba y comenzó a barrer. Después de unos minutos Goku se percató de un Ki desagradable. Vegeta se dio cuenta de su sorpresa.

-¿Qué pasa, Kakarotto?

-Mmm, tuve una sensación extraña.

Goku dejó de barrer y prestó atención a esa presencia para deducir de quien se trataba. Vegeta se acercó a él y lo miraba con furia, pues pensaba que era un pretexto para holgazanear.

La verdad era que, en alguna parte del espacio, Freezer acababa de resucitar.

Wiss llegó del planeta Tierra con mucha comida deliciosa. Sus ojos se abrieron como platos al encontrar su planeta brillando de lo limpio. Los chicos ya estaban listos para el entrenamiento, pero antes, comieron. Al terminar de comer, comenzó el pesado entrenamiento. Tanto Goku como Vegeta, dieron su mejor esfuerzo y Wiss los felicitó por ello.
Terminó el entrenamiento y los chicos cenaron, pizza con unas deliciosas sopas Ramen.

-Ya vallan a descansar.-dijo Wiss.

Ambos saiyajin se fueron a su respectiva habitación. Estaban tan cansados que arrastraban los pies al caminar. Llegaron y se sentaron en sus camas.

-Oye Vegeta -dijo mientras se quitaba sus botas azules. -Hiciste un buen trabajo.

-Tch...

-Buenas noches.-le dijo y le sonrió, luego se acostó para dormir.

Vegeta, al ver esa amplia y reluciente sonrisa sintió una punzada en el pecho. Como si su corazón se parara y sintió cosquilleo en el estómago. Por fin lo estaba entendiendo, y se maldecía a si mismo por tal estupidez. La sensación que Vegeta sentía al estar cerca de Goku, se parecía mucho a lo que sentía cuando estaba cerca de Bulma, ¿Kakarotto le gustaba?

-No, no, no, no...-pensaba mientras miraba el techo, en busca de una respuesta. Cualquier cosa, excepto admitir que esa sensación era atracción. -¿Atracción hacía Kakarotto? ¿Hacía ese imbécil de clase baja? No, claro que no, estoy loco.

-Oh Vegeta, casi lo olvido, me daré un baño ahora para que no te molestes mañana.-dijo de repente el chico de cabello alborotado, se incorporó y se dirigió al baño. -¿No quieres bañarte conmigo?

-¿Qué dices, idiota? ¡Claro que no!

-Jejeje, era broma. Ya sabía que dirías que no.

Vegeta se fue quedando dormido. Pero luego algo lo hizo despertar, el Ki de Kakarotto se estaba incrementando, ¿Qué acaso los estaban atacando?
Se incorporó de la cama y corrió hacía afuera para averiguar que estaba pasando. Se llenó de furia al darse cuenta que lo único que Goku estaba haciendo era; entrenar. Entrenar solo, más tiempo y mientras Vegeta dormía.

-Ese insecto quiere superarme.-pensó y apretó su mandíbula con sus dientes.
Goku ya había sentido la presencia del príncipe pero prefirió fingir que no. Siguió entrenando sin voltear a verlo. Vegeta se abalanzó sobre él e intentó golpearlo, pero Goku paró el golpe, sosteniendo el puño de Vegeta en su mano. Vegeta rió, pues no esperaba que Goku estuviera atento. Éste le devolvió la sonrisa.

-¿Por qué entrenas sin mi, insecto?-reclamó. Se sacó del agarre de Goku.

-Vegeta, tu hiciste lo mismo ayer.-dijo tranquilo, tenía una expresión alegre en el rostro, algo característico de él.

Vegeta se sonrojó como nunca en su vida. Sus mejillas ardían. Pensó que, si Goku se había dado cuenta de que estaba entrenando, tal vez se había percatado de que lo observó mientras "dormía".

-¿Quieres pelear?-preguntó Goku para romper el silencio, no le gustaban ese tipo de situaciones.

Vegeta no respondió, en su lugar, comenzó a atacar a Goku como respuesta.
Siguieron golpeándose uno al otro, hasta que se cansaron, y decidieron parar para recobrar el aliento. Estaban agitados y tenían leves gotas de sudor en la frente. Ambos se sentaron sobre el pasto. Goku pasó involuntariamente una mano por su frente, y al percatarse del sudor se quejó.
-¡Ay de que sirvió que me bañara!

-Ssshhh, callate Kakarotto.

-¿Eh? ¿Por qué? -susurró.

-Por que me irrita escucharte.

Goku hizo un puchero de lo más tierno. En ocasiones, la aptitud cruel que tenía Vegeta hacía él, lo ponía triste, pero estaba acostumbrado.
Vegeta vio ese puchero y lo conmovió. Creyó que tal vez se había pasado de rudo y la culpa lo estaba invadiendo. Sin saber del todo bien que hacer para remediarlo, optó por besar su mejilla, pues era lo que siempre hacía para animar a Bulma. Fue tan fugaz que Goku apenas y sintió un leve tacto. A Goku le sorprendió mucho el gesto viniendo de Vegeta, pero no le parecía algo malo.

-¿Por qué hiciste eso?-pregunto tan tranquilo, como si fuera lo más normal del mundo o como si Vegeta estuviera acostumbrado a hacer eso.
Vegeta, al darse cuenta de lo que acababa de hacer, voló rápidamente a la habitación. Quería alejarse de Goku tanto como le fuera posible en ese instante.

-Que estupidez acabo de hacer, ¡maldición!

Goku no quería dejar las cosas así.

-¡Vegeta, espera!

Voló tan rápido que pudo alcanzar al príncipe e impedirle el paso. Se puso frente a él.

-¡Quitate Kakarotto!

-Vegeta, no tienes por que ponerte así, no hiciste nada malo.

Vegeta gruñó y lo empujó para lograr apartarlo de su camino. Llegó a la habitación y se encerró en el baño.
A Goku le dolía verlo así por un simple beso, temía que Vegeta se hiciera más indiferente con él, por que después de tanto tiempo ya se llevaban mejor y no quería que esa relación de "amigos" se fuera al caño.

Goku regresó a la habitación y Vegeta seguía encerrado en el baño. Decidió dormirse y darle la espalda, ya después tendría oportunidad de hablar con él. Cuando Vegeta escuchó los ronquidos de Goku, salió para poder dormir.

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