- Es demasiado fuerte! Nunca podremos vencerle - dijo el chico, desanimado. - No podemos rendirnos, tenemos que seguir luchando - contestó su compañera. - Tienes razón, debemos resistir - dijo él, con renovada esperanza. -AL ATAQUE CHICOS! - gritaron a la vez. Ellos y las otras doce personas que estaban al lado suyo se lanzaron hacia el hombre y la mujer de aspecto tenebroso que estaban enfrente de ellos. Le atacaron con todo lo que tenían, pero nada.

- En serio creéis que nos hacéis daño? Menudos héroes de pacotilla - se burló el hombre. Él y la mujer se miraron y atacaron. La batalla continuó durante horas y horas y los héroes estaban agotados.  De repente, se oyeron unos pitidos. Iban a transformarse! Fueron a buscar un sitio seguro para hacerlo. Mientras se alejaban el hombre les gritó .-No huyáis cobardes, no hemos terminado de pelear! - La mujer solo se rió.

La chica se transformó y le dio de comer a la cosita que había aparecido a su lado. - No sé cómo podemos vencer, la verdad, sólo intento ser positiva para que el equipo no se desanime, por favor, ayúdame - dijo la chica. - Hay una manera, pero conllevaría sacrificar tu vida y las vidas de tu equipo. Estás dispuesta a hacerlo? - le contestó la cosita. - Estoy dispuesta a todo para detenerle, pero no es justo pedirle a mi equipo que lo haga - dijo la chica. Se transformó y volvió con su equipo.

- Chicos, he encontrado la manera de que podamos vencer. Pero tendremos que sacrificar nuestras vidas. No os estoy obligando a nada, pero, estáis dispuestos? - les dijo a todos. - Sí, estamos dispuestos - contestaron a coro. - Gracias, sois los mejores. Ha sido un placer luchar a vuestro lado - les dijo, con tristeza. - Igualmente - le contestaron. Se dirigieron hacia donde el hombre y la mujer les esperaban.

- Al final venceremos nosotros, estúpidos. Nadie me impedirá cumplir mi deseo! - dijo el hombre. - Nosotros sí - contestó la chica. - AHORA! - Todos juntaron las manos, creando un círculo y gritaron: - Protege! - De repente, una luz blanca lo iluminó todo, y ya no se oyó nada más.