Lepidóptero se concentró y empezó a buscar emociones negativas. No encontraba nada, hasta que...  - No puedo creer que me haya engañado de esa manera. Pensaba que me quería! - sollozaba una chica. Se llamaba Amanda y hace unos días le había confesado sus sentimientos al chico que le gustaba. El chico había dicho que sentía lo mismo y quedaron después de clase. Le dio un pequeño regalo que en realidad contenía un montón de culebras. Se asustó mucho y el chico lo grabó, lo subió a internet y él y sus amigos se rieron de ella.  Ahora no paraba de llorar y de lamentar su suerte.  - Ahh, perfecto. Dolor y desesperación. Vuela mi pequeño akuma, y demonízala - le dijo a una de las mariposas blancas que lo rodeaban que se había vuelto de color morado oscuro. La mariposa salió volando por un hueco en la pared hacia la casa de Amanda.

El akuma entró en la cinta del pelo de Amanda. Enseguida tuvo una conexión con Lepidóptero.   - Princesa Corazón Roto, soy Lepidóptero. Ese chico se atrevió a jugar con tus sentimientos? Te doy el poder de hacer que él, y todos los demás que se burlaron de ti, reciban tu dolor multiplicado por mil. Lo único que te pido a cambio son los prodigios de Ladybug y Cat Noir. -       - Sí, Lepidóptero - contestó Amanda. Una masa violeta la envolvió y se convirtió en una villana.

Las chicas admiraban sus nuevos trajes de superheroínas cuando de repente...   - Últimas noticias, una chica está causando destrozos por toda la ciudad! Se hace llamar Princesa Corazón Roto y parece que busca venganza. Quedaos en vuestras casas hasta que pase el peligro - dijo la periodista.   - Esto me huele a akumatización - dijo Maki.   - Sí, vayamos a detenerla - dijo Sanae. Salieron por la ventana y fueron corriendo por los tejados. Mientras tanto, los chicos también se dirigían hacia donde estaba la villana akumatizada.

(perdonad el capítulo corto el siguiente durará más)