Déja vu

- Vas a llegar tarde a clase Sanae! - dijeron los señores Nakazawa.- Ya voy papis! - contestó su hija. Bajó las escaleras corriendo, les dio un beso a sus padres y salió por la puerta. Por el camino se encontró con dos de sus amigas: Yukari Nishimoto y Estela Rodríguez. - Hola chicas! Qué tal todo? - les dijo, muy contenta de verlas. - Hola Sae!! Todo bien, y tú? - le contestaron.        -  Estupendamente. Sabéis qué, creo que por fin voy a superar mis miedos y voy a invitar a Tsubasa al cine, qué os parece? - les preguntó. - Nos parece genial!! Qué peli vais a ver? - le contestaron sus amigas. - Hum, no sé, una de aventuras, quizá? Algo que nos guste a los dos. Y espero no titubear como hago siempre que le hablo - dijo, nerviosa.  - Vas a estar bien, tranquila- la calmaron.

Fueron caminando al instituto hablando de muchas cosas, a mitad de camino se encontraron a Noelia Jiménez, la última integrante del grupo de amigas. Siguieron hablando. Cuando llegaron al instituto, vieron a los chicos jugando un partido de fútbol antes de que empezaran las clases.   - Típico de ellos - comentó Yukari. Se acercaron adonde jugaban. Tsubasa, Taro, Genzo e Ishizaki pararon de jugar para saludarlas. - Buenos días chicas, cómo estáis? - les preguntaron.                     -  Estupendamente. Tsubasa, Sanae quiere decirte algo '' dijo Noelia. - Qué me quieres decir, Sae? - le preguntó Tsubasa. - Quería preguntarte si querrías ir conmigo el viernes a ver una película. Todavía no se cuál, pero... -  - Me encantaría '' dijo Tsubasa, dejándola sin terminar la frase.

- Hablando de planes, te gustaría ir de camping a Suiza con mi padre y conmigo, Estela? - le preguntó Taro. Estela, que no había hablado en toda la conversación, se sonrojó desde los dedos de los pies hasta las raíces del pelo. - M-Me gustaría m-mucho, gracias - contestó.                    - Cuándo s-será?  -  - Todo el mes de julio. Nos lo vamos a pasar genial! -

- Qué cursis! Puaj - dijo Ishizaki.  - Pues a mí me parecen monísimos - dijo Yukari, fulminándole con la mirada. - Quién te ha preguntado? - le dijo. - El tonto que me ha hablado - contestó ella.       - Oh no, otra vez no - dijeron Genzo y Noelia a la vez. Se rieron. Cualquiera que no conociese a Yukari y a Ishizaki pensarían que eran enemigos y que se odiaban. En realidad eran muy buenos amigos (aunque Yukari tenía esperanzas de que llegaran a ser algo más) y les gustaba chincharse. Sonó la campana que anunciaba el inicio de la jornada escolar y fueron corriendo a su primera clase del día: Geografía.

- Buenos días clase. Vamos a seguir estudiando las capitales del mundo. Hoy hablaremos de una muy conocida: París. - anunció la maestra. Acto seguido, les enseñó unas diapositivas de París que mostraban el Sena, la Torre Eiffel, los Campos Elíseos y más cosas. A cada diapositiva que pasaba, las chicas sentían un déja vu cada vez más intenso. Era como si hubieran estado ahí antes, como si hubieran saltado por los tejados de la ciudad y hubiesen paseado por sus calles. Pero... Nunca habían estado en París. Era una sensación muy extraña.

De repente, Sanae oyó un pitido que venía de sus pendientes. Los había llevado siempre, sus padres decían que habían aparecido misteriosamente en la mesita de noche que había al lado de la camilla de su madre el día que vino al mundo. Como no parecían ser de nadie, se los pusieron. Estela también oía pitidos procedentes de su collar, que también había llevado puesto desde su nacimiento. A Yukari y a Noelia les estaba pasando algo similar con su tobillera de perlas y su reloj de bolsillo, respectivamente. Los pitidos eran cada vez más fuertes y era un milagro que nadie más los oyera excepto ellas. Todas empezaron a sentirse mal. - Me duele la cabeza - dijo Sanae. - No me encuentro bien - dijo Noelia. - Voy a vomitar - dijo Yukari.  - Qué nos está pasando? - preguntó Estela. Las cuatro cayeron al suelo a la vez, desmayadas.

Mientras tanto, en el instituto Furano...

- Hoy en clase de historia vamos a hablar sobre mitología oriental y el papel tan importante que tienen los dragones en ella. - dijo la maestra. Les puso un vídeo sobre dragones. Dibujos de dragones, esculturas de dragones, templos enteros dedicados a los dragones. A medida que el vídeo avanzaba, Yoshiko Fujisawa se encontraba cada vez peor. Oía un pitido que salía de su gargantilla. Al igual que las cuatro chicas del Nankatsu, siempre la había llevado encima. El sonido era ensordecedor. Finalmente, no pudo soportarlo más y se desmayó.

En el instituto Musashi...

- Quién puede decirme algo sobre las abejas? - preguntó la maestra, sonriendo. La gente empezó a decir una serie de datos sobre ellas. Pero Yayoi Aoba no estaba levantando la mano. Una serie de recuerdos inconexos vinieron a su mente, en los cuales ella paralizaba a la gente con sólo tocarla. Era un déja vu muy potente. Notó un pitido que estaba emitiendo su peineta que había llevado toda su vida. Empezaba a ser demasiado. - Yayoi, estás bien? - preguntó su maestra. - La verdad es que no -  contestó ella justo antes de desmayarse.

En el instituto Meiwa...

- Hoy hablaremos de los lepidópteros -  dijo la maestra. - Los lepidópteros son... - Siguió hablando. Nada más oír la palabra lepidóptero, la bilis subió a la garganta de Maki Akamine. Su pulsera panja que siempre llevaba encima empezó a pitar. Vio una mariposa morada volando hacia alguien y entrando en un objeto que esa persona llevaba encima. La cabeza le daba vueltas y al final se desmayó.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top