Conocerse mejor
Tsubasa y Sanae se encontraron a las puertas del cine, sudorosos y sin aliento. - Hola otra vez - dijo Sanae. - Lo mismo digo - le contestó Tsubasa. Fueron al McDonalds para cenar y por el camino se preguntaron si habían llegado bien a casa, si se habían hecho daño o si habían pasado miedo. Obviamente tuvieron que mentir para ocultar sus identidades secretas, no podían decir que habían estado peleando con un villano akumatizado. Llegaron y pidieron lo mismo: un menú Cuarto de Libra con patatas fritas y una Fanta de naranja, y de postre un McFlurry de lotus.
Mientras comían, hablaron de todo lo imaginable y se rieron un montón. Al principio de la tarde, Sanae estaba tensa e incómoda pero ahora estaba más suelta y se estaba divirtiendo mucho. Terminaron de comer y pagaron la cuenta. - Te llevo a casa? - preguntó Tsubasa. - Sí, por favor - le contestó Sanae. De repente, se apagaron las luces. - Un apagón, en serio? - dijeron a la vez y luego se echaron a reír. Una dependienta gritó para llamar su atención. - Tranquilos, es un apagón normal y corriente, ningún villano akumatizado lo ha causado. - Todo el restaurante suspiró de alivio. - Mi casa está a media hora andando, mejor nos ponemos en camino ya - dijo Sanae. - Media hora? - dijo Tsubasa. - Es peligroso andar tanto rato por la calle durante un apagón. Mi casa está a 3 minutos andando y mañana no hay instituto, podrías quedarte a dormir. Sólo si te apetece, claro... - - Me apetece bastante, gracias - contestó Sanae. Fueron a su casa y antes de llamar a la puerta Tsubasa le hizo un gesto para que se detuviera.
- Mi padre probablemente estará en casa. No es estricto ni nada, te va a caer genial, pero solo te aviso - dijo. - Ahh... Vale - contestó, nerviosa otra vez. Entraron y se encontraron con el padre de Tsubasa, Tomás Ozora.(se me olvidó su nombre así que se llamará Tomás) - Hola, tú debes de ser Sanae. Encantado de conocerte - dijo. Parecía muy amigable. - Igualmente, señor Ozora - contestó ella. - Llámame Tomás - le dijo. - Liliana os enseñará la habitación de Tsubasa. Yo tengo que trabajar un poco. Supongo que te quedarás a dormir, así que divertíos y no os acostéis muy tarde. - Y luego desapareció en su despacho.
- Quién es Liliana? - preguntó Sanae. - La secretaria de mi padre, y también ayuda con las tareas de casa y cuida de mí cuando él no puede. - le aclaró. - Y tu madre? - - Murió de cáncer cuando era pequeño - dijo Tsubasa, algo triste. - Sanae le abrazó con fuerza. - Lo siento mucho - le susurró al oído. Se separaron y apareció Liliana. - Hola chicos, soy Liliana. Si necesitáis algo, decídmelo - les dijo. Fueron a la habitación de Tsubasa y jugaron a juegos de mesa como el Trivial y el Cluedo hasta que llegó la hora de cenar. - Chicos, bajad, he hecho tartaletas de fresa para el desayuno de mañana, queréis probar un poco? - les llegó la voz de Liliana desde el piso de abajo. Bajaron las escaleras y cuando se sentaron a la mesa, Tsubasa le pidió algo a Sanae. - Podrías no decirle a nadie que mi madre está muerta? Sólo lo sabéis los chicos y tú. - - Te lo prometo - le contestó.
Probaron las tartaletas y fueron a preparar la cama en que dormiría Sanae mientras ella avisaba a sus padres que se iba a quedar a dormir con una amiga. No se sentía preparada para afrontar sus comentarios al día siguiente cuando volviera a casa si les decía que se había quedado a dormir con un chico. Se lavaron los dientes y se metieron en sus camas. - Te aviso, en las fiestas de pijamas me duermo bastante pronto y hoy estoy muy cansada - dijo Sanae. Estaba agotada después de la pelea con Boxeador. - Yo igual - contestó Tsubasa. También a él le había agotado la pelea. Se dijeron las buenas noches y Sanae se durmió enseguida. Tsubasa la estaba mirando dormir y notó un leve cosquilleo en el estómago mientras recordaba los eventos de aquella tarde. Cómo habían podido conocerse mejor, lo a gusto que se habían encontrado... Y por supuesto, aquel abrazo. La verdad, lo necesitaba porque cuando pensaba en su madre se ponía muy triste. Y había sentido como el pulso se le había acelerado al tenerla tan cerca. - Me estaré enamorando de ella? - dijo en voz alta. - Oooh, yo creo que sí - dijo Plagg, que le había oído. - Nah, es solo una amiga, verdad? -
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top