Chapter 8
[...]
Estábamos en la cuarto de Ben y por más pequeña que pareciera esta estancia se notaba que él había estado muy ocupado buscando todo sobre Derry. Habían muchos artículos pegados en la pared, cada uno era de un problema ocurrido en esta ciudad y realmente todo se veía muy interesante.
—Wow, wow, wow—exclamó Richie cuándo entró al cuarto de Ben junto a Eddie—Wow.
—¿Y es cool, cierto?—preguntó Ben sonriendo.
—No, no, nada cool—admitió Richie toqueteando cada figura de la pared.
Mientras el resto de los chicos hablaba yo me tuve que acercar hacia Bill, quién había fijado su vista en uno de los artículos de la pared y parecía estar muy ocupado leyéndolo. De mi mochila saqué una pulsera que había realizado yo misma y había tenido que tocar su espalda dos veces con mi dedo para llamar su atención.
—Bill, por favor perdóname—logré decir, sus ojos se fijaron en los míos y yo solo intenté verme lo más sincera posible—Lo siento, por lo de la otra noche, yo no quise tratarte mal—extendí mi mano y le entregué la pulsera, él la recibió con rapidez y comenzó a observarla—Acepta mis disculpas por favor, ya no estés enojado conmigo.
—Es...eso ya no importa—dijo él, observó con más curiosidad lo que yo le había entregado y sonrió ante el mensaje que estaba en el objeto. La pulsera la había echo yo a mano y había puesto la palabra "sorry" en ella, lo cuál, al parecer, le había agradado mucho.
—Entonces, ¿me perdonas?—pregunté y suplique haciendo un puchero, él volvió a sonreír.
—Cla...claro que si—había dicho Bill y yo enfoqué mi mirada en sus ojos, él tenía unos hermosos ojos—Además, aho...ahora te ves muy tierna.
Lo miré confundida, ¿él había dicho eso o solo había sido mi mente?, sonreí de todos modos.
—¿Crees que soy tierna?—pregunté confundida, asintió y me sonrojé. Después de unos segundos él pareció comprender lo que había dicho y su rostro también se torno rojo.
—Nira, Basta—exclamó Stanley al ver que su amigo se había sonrojado—deja de atormentarlo—volvío a decir con una sonrisa, yo solo reí.
—Iugh, Moriré de diabetes por ver tanta dulzura—secundó Richie con desdén quien se encontraba viéndonos sonreír, mientras despegaba papeles de la pared de Ben—Ya ya, separense y vengan a ver esto.
—¿Qué es eso?—preguntó Stanley señalando una hoja en la pared. Ben se acercó a él.
—Es la acta constitutiva de Derry—respondió Ben.
—Alerta de Nerd—se burló Richie.
—No, de echo es interesante—respondió en defensa Ben ignorando lo que había dicho Richie—Derry era un campo de trampa para castores y...
—Y de sobras ¿no muchachos?—volvió a rechistar Richie levantando la mano.
—91 personas firmaron el acta que fundó Derry, pero ese invierno desaparecieron sin dejar rastro—habló Ben, comencé a inspeccionar el lugar.
—¿Todo el campo?—preguntó Eddie.
—¿Qué sucedió?—pregunté interesada.
—Habían rumores de Indios—contestó Ben—pero no hay señales de un ataque. Todos creían que era una plaga o algo así, Un día todo el mundo despertó y se fue, la única huella fue un rastro de ropa ensangrentada en el cobertizo del pozo—aumentó Ben.
—Derry podría entrar a misterios sin resolver—bromeó Richie.
—No exageres—añadió Eddie desde una esquina notablemente enojado por las continuas interrupciones de su amigo—Esto es interesante.
—¿Dónde estaba el cobertizo del pozo?—preguntó Bill.
—No sé, en algún lugar de Derry—respondió Ben—¿Por qué?
—Por nada—respondió.
[...]
Bill me acompañaba de regreso a casa mientras ambos caminabamos, había un gran silencio entre nosotros que no era incómodo. En realidad, su compañía ahora me agradaba de algún modo.
—¿Qué ha-harás ho-hoy después de llegar a casa?—habia preguntado Bill, se veía un poco nervioso.
—Realmente nada—respondi—¿Por?
—Solo tenia curiosidad de sa-sabe-saberlo—respondió.
Sonreí.
—Bill—llamé mirándolo, observé sus ojos por un momento, eran increíbles. Su semblante transmitía seguridad, firmeza y tristeza a la vez.
—¿Q-Qué?—preguntó, observó la puerta de mi casa, y pensé que quizas esperaba ver si alguien salia, pero no sucedió nada.
—¿Soy una perdedora ahora?—pregunté mirándolo con una sonrisa.
Ese término no era necesario, no me interesaba en nada que la gente me catalogara como una chica en el grupo de los "perdedores", sin embargo este grupo de chicos al que me acababa de unir no debía de llamarse así, simplemente eran geniales.
—Creo que si, Ahora eres de los nuestros—afirmó Bill sonriendome, sin titubear.
Se acercó a mi y extendió su mano para despedirse, sonreí y tomé su mano despidiéndome de él.
—Hasta luego Bill.
Entré a mi casa y no había nadie, Mi tía tal vez estaría trabajando, sin razón, decía que a veces trabajar le hacía olvidar lo sucedido.
Me dirigí a mi cuarto lentamente pensando en todo lo sucedido, Sonreí de la nada al recordar el comentario de Bill en casa de Ben.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top