Chapter 6
Un grito agudo hizo que perdiera mi concentración al instante despúes de que esas personas incineradas desaparecieran. Saqué mi linterna para alumbrar el camino pero ésta resbaló de mi mano y cayó al suelo.
¡Ese era el grito de mi primo!
Lo reconocía perfectamente.
Traté de tomar rápido mi linterna, pero no pude, La luz parpadeaba por haberse caído dentro de las aguas grices y maldije tratando de alcanzar mi linterna. De un momento a otro mi linterna había dejado de parpadear y tenia que confesarlo, ahora si no podía ver nada en la oscuridad.
Escuché pasos que me hicieron tener una falsa esperanza, me apresuré a mirar a todos lados pensando que era Ethan pero una voz distinta me hizo reaccionar.
—¿Estás bi-bien?—preguntó alguien apareciendo detrás de mi y entregandome la linterna que se me había caído hace unos segundos.
—¿Bill?—pregunté confundida al verlo detrás de mi.
—Si, yo vi-vine a...
—¿Por qué estás aqui?—pregunté un poco descolocada, interrumpiendolo—¿Estabas siguiendome?
—Si, que-queria ver a
do-donde ibas—titubeó nervioso.
—¡Genial!—respondí sarcástica.
No era que me enojara su presencia, de echo, no lo hacía para nada. El problema es que yo realmente había creído que el sujeto a mi lado era mi primo y no verlo a él frente a mi me había decepcionado mucho.
Por alguna extraña razón, estaba más frustrada por lo sucedido que antes, yo llevaba todo el día queriendo encontrar a mi primo y lo había intentado incluso hasta la noche pero no había conseguido ni una maldita pista, me sentía totalmente inservible, no quería volver a casa y ver a mi tía llorando nuevamente, no quería regresar sin una buena noticia, no quería llegar a casa sin Ethan.
—Pue-puedes confiar en mi, puedes decírmelo—aclaró observandome.
—¡¿Decirte que Bill?!—grité nuevamente mientras caminábamos por el bosque. Yo había venido caminando, y supuse que él también, ya que su bicicleta no estaba por aquí.
—Pue–puedo en-entenderte—aclaró de nuevo caminando a mi lado.
—¡No, tu no lo entiendes!—grité, estaba frustrada. Había venido aquí para encontrar a Ethan y estaba a tal vez un paso para tenerlo de nuevo en casa, pero no, no pude—¡Tu no lo entiendes! ¡Perdí a mis padres en un maldito incendio! ¡Mi primo desapareció hace unos días! ¡Mi tía esta sufriendo!—grité de una buena vez, solté todo lo que tenia, extrañaba demasiado a mi primo, liberé todo lo que tenía guardado en mi durante estos días—¡No creo que lo entiendas!—volví a gritar.
—¡Bien!—pude oír su grito, no tuvo que tartamudear para eso—Si crees que no lo entiendo está bien.
Yo perfectamente sabía que no debía de haberle levantando la voz a él y haberle gritado de esa forma también no había sido una buena acción, claro que reconocía que todo lo que yo había realizado estaba mal pero había algo dentro de mi que no podía ayudar a calmarme.
Por un instante mi cuerpo se llenó de tensión, mi pecho se aceleró y me sentía impotente, no podia aguantar lo que sentía ahora mismo, yo quería simplemente llorar porque ya no podía lidiar con el hecho de haber perdido a alguien más, había un nudo que amenazaba con querer salir. Yo simplemente quería que mis padres y Ethan estuvieran a mi lado nuevamente.
—Lo lamento, no quise gritarte de esa forma.
Bill ya no estaba frente a mi, ahora estaba caminando en una dirección contraria a la mía, estaba un poco lejos, pero supe que me había escuchado porque se había detenido, no me dijo nada y después avanzó con rapidez.
Tuve que caminar detrás de él ya que no quería molestarlo nuevamente, lamentablemente ambos debíamos tomar la misma ruta, lo había visto antes por mi vecindario así que lo que nos quedaba era caminar de regreso a nuestras casas. Antes de eso miré hacia los lados asegurándome de que nadie estuviera aquí, por suerte estábamos solo los dos. Caminé lentamente mirando hacia el suelo mientras Bill caminaba por la autopista vacía.
La culpa volvió a invadirme sin dejar que yo estuviera calmada.
—Bill, por favor...—traté de hablarle acercándome a su lado, sabia que él me había escuchado, pero no me quería prestar atención, me había ignorado todo el camino de regreso a nuestras casas—Lamento haber sido tan grosera, estoy un poco preocupada por alguien y quería encontrarlo y no poder haberlo realizado hoy me hizo sentir muy inútil.
Comencé a patear una pequeña piedra que se encontraba en mi camino, estaba amarga conmigo misma, detestaba profundamente ese momento cuándo trataba mal a las personas por tener sentimientos encerrados dentro de mi, sabia por la expresión que Bill tenía en el rostro que él no iba a hablarme más. Al llegar a mi casa, me adentré a la estancia y levanté la persiana de la ventana asomándome un poco para ver como el chico se dirigía a su casa. Yo reconocía que me había comportado cómo una idiota y quería remediarlo de alguna forma.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top