Chapter 4

[...]

Los cinco chicos habian dicho su nombre tan rápido qué me había costado un poco memorizarlos. Además de eso, ahora todos estábamos en una tienda de la ciudad, necesitabamos comprar cosas para sanar la herida de aquel chico llamado Ben.

Richie, el chico de lentes se había quedado cuidando a Ben en el callejón de afuera mientras el resto y yo nos disponíamos a entrar en aquella tienda. Eddie seleccionaba todo lo que necesitaba para sanar la herida de Ben sin dejar de hablar con Bill. Por otro lado, el chico llamado Stanley revisaba sus bolsillos con mucha rapidez.

—¿Tienen dinero para comprar todo esto?—pregunté mientras observaba lo que Eddie llevaba en sus manos.

—No—contestaron al unísono.

Suspiré pesadamente pensando en posibles soluciones al problema ya que nadie tenia dinero, no podíamos tan solo llevarnos los suministros médicos de esta forma, sería muy inapropiado.

—¿Qué les pasó?—la voz de una chica nos desconcentró a todos mientras se detenía frente a nosotros y ocultaba algo en su espalda. Por un instante, su voz me parecia realmente muy conocida, pero jamás en mi vida había hablado con aquella pelirroja—¿Están bien?

—Hay un chico al que querían matar y no tenemos dinero—respondió Eddie teniendo sus manos repletas de bendas y otras cosas más.

—Yo les ayudaré—se ofreció la chica pelirroja, esa voz era la misma de la chica de aquel cubículo. ¡Era ella!

—Gracias, Beverly—agradeció Eddie.

Miré detenidamente a la chica esperando a que nos diera una señal para por fin poder salir del lugar. La pelirroja se acercó al señor de la tienda y comenzó a persuadirlo poniendose sus lentes con una sonrisa coqueta.

Cuándo el señor se agachó a recoger algo que Beverly habia tirado al suelo solo por distracción, salí al lado de los chicos con todo lo que traían en la mano para curar a Ben.

—Oye—solté—¿sabes lo que estás haciendo?—fijé mis ojos directamente en Eddie, éste me devolvió una mirada confundido y comenzó a curar a Ben.

Justo en ese instante pude ver que Ben se ponía nervioso al ver a la chica pelirroja acercarse y le sonreía avergonzado, se detuvo a ver a Eddie y hizo un gesto de desgano, supuse que él buscaba que Eddie acabará rápido. Al ver que yo no era necesaria aquí retrocedí por unos instantes mientras oía que Eddie y Richie decían cosas  incoherentes con mucha rapidez.

—Me lla-llamo Bill Denbrough—la voz me tomó por sorpresa y fijé mi vista solo en él, sonreí y extendí la mano—Por si no oiste nu-nuestra rá-rápida presentación.

Reí, era cierto. Todos habian dicho sus nombres completos tan rápido y era cierto que no habia podido entenderlos. Sus nombres estaban claros en mi mente, pero sus apellidos no los había memorizado.

—Me llamo Nira—contesté mirándolo, él tomo mi mano y reímos juntos—Nira Mcbride Blessed.

—¿Y qué ha-hacias en las cloacas?—pude oir que preguntaba.

Desvíe mi vista por un momento logrando ver el callejón detrás de la tienda en la que ya habíamos entrado. Solté un suspiro más calmada y miré directamente a Bill. No quería decírselo, hace a penas unos minutos los acababa de conocer, no me apetecía contárselo aún.

—Prefiero no decirlo, lo siento—respondí, bajé mi cabeza recordando el motivo por el cual había ido a las cloacas—Es que recién los conozco y, bueno, no confío mucho en ustedes.

En ese instante, alguien más se acercó hacia nosotros, sus rulos marrones me seguían haciendo recordar a Ethan,  pude ver que me sonreía con gentileza y yo hice lo mismo.

—Me gusta tu nombre—soltó mirandome volviendo a sonreír—Soy Stanley Uris—añadió acercándose, Bill y él intercambiaron miradas por un instante mientras yo aún los observaba—Ten—volvió a decir entregandome un par de pilas para mi linterna.

Sonreí en signo de agradecimiento.

—¿Seguros que trajeron lo indicado para el niño nuevo?—pude oír que Beverly preguntaba observando a Ben con una sonrisa.

—Ah si—se apresuró a decir Richie—Nosotros lo curaremos—se detuvo a acomodar sus anteojos y volvió a observar a Eddie y Ben con suma atención volviendo a hacer su tarea.

—Gra-gracias por la ayuda Beverly—agradecia Bill en ese instante.

Miré la linterna que traía en mis manos y me limité a guardar la pila en uno de mis bolsillos. Tenía que volver a las cloaca ahora, sino sería muy tarde.

—Debo irme—susurré despacio y tomé mis cosas con rapidez—¡Hasta luego!—me despedí de los chicos con rapidez.

—Espe-pera—dejé de caminar solo para observar lo que el chico diría—mañana iremos a na-nadar a la cantera, pu-puedes venir si quie-quieres—informó Bill mirándome, sonreí en forma de agradecimiento mientras la pelirroja se acercaba a nosotros—Tu tambien puedes venir Beverly—añadió cuando notó que Beverly estaba a nuestro lado.

—Veré si me dan permiso—aclaré con rapidez—¡Adiós chicos, hasta luego Beverly!

Me despedí de todos mucho más rápido que antes y salí de allí. Tenia que continuar con aquella búsqueda, no quería perder la oportunidad de encontrar a Ethan sano y salvo, no debía de hacerlo. Jamás me atrevería a perder aquella oportunidad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top